Aunque los vampiros de esta película son muy humanos, eso no impide que Los vampiros (I vampiri, Riccardo Freda, Mario Bava, 1957) sea un clásico del género con generosas dosis de terror gótico.
Nos encontramos en un París aterrado por los asesinatos de varias jóvenes parisinas. El periodista Pierre Lantin (Dario Michaelis) está determinado a encontrar al "vampiro" que acosa a las jóvenes de su ciudad. Está búsqueda se convertirá en una carrera contrarreloj cuando desaparezca Laurette Robert (Wandisa Guida), amiga de Lantin que también conocía a una de las últimas víctimas.
Esta película es importante dentro del género por diversos motivos. Fue la primera película de terror italiana de la era del cine sonoro, ya que el dictador y escoria humana Benito Mussolini prohibió que se rodaran películas de este género porque consideraba el terror un género decadente. Fue también pionera en la recuperación del terror gótico al estilo Universal, estilo que luego haría de la Hammer la compañía reina del terror durante los 60. Pero principalmente fue la película en la que Mario Bava se estrenó como director de cine gótico, después de que un enfurecido Riccardo Freda abandonara la producción antes de que se terminara el rodaje.
La influencia de esta película queda muy patente en el posterior debut de Bava como director de pleno derecho: La máscara del demonio (La maschera del demonio, 1960). En La máscara se repetirían algunos efectos y ambientaciones ya usados en Los vampiros. Imagino que es por esta relación entre ambas películas que Los vampiros fue incluida como extra en la edición en Blu-ray de Arrow de La máscara del demonio (también fue incluida en los packs en DVD de Anchor Bay que recopilaban las películas de Bava).
Sin embargo, para mí resulta un film muy interesante por la manera en que se mezcla el terror gótico con una historia contemporánea sin elementos sobrenaturales e incluso con algunos toques de ciencia ficción. El argumento coge elementos típicamente góticos como inspirarse en la vida de la infame condesa Erzsebet Bathory y un castillo con mazmorras llenas de esqueletos para mezclarlos con una ambientación contemporánea, mad doctors y elementos propios del pulp.
Un ejemplo de como se mezclan estos elementos lo encontramos en el hecho de que uno de los secuaces que se encarga de secuestrar a las jóvenes, que luego aparecen sin una gota de sangre pero sin heridas aparentes, sea un yonqui que se aviene a colaborar para que le suministren su dosis de droga, una manera moderna de mostrar la alegórica adicción vampírica por la sangre.
Así que tanto por su importancia histórica como por la manera moderna en que recicla elementos góticos, Los vampiros es un film clásico de terror que recomendaría especialmente a los aficionados al género.
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