4 dic 2014

El nido (The Nest)

 
El nido (The Nest, Terence H. Winkless, 1988) puede que no sea un film muy popular hoy día, pero en su momento fue bastante conocido entre aquellos que tenían la costumbre de visitar el videoclub del barrio de forma asidua. Una típica producción de serie B de Roger Corman, en la que un montón de cucarachas mutantes arrasan con todo lo que se les pone por delante.

El argumento y los personajes son los típicos que te esperas en una producción de estas características. Esto incluye: el intrépido héroe que sospecha que algo va mal desde el principio, el sheriff Richard Tarbell (Franc Luz); el interés romántico del héroe que en uno o varios momentos tendrá que ser rescatada, Elizabeth Johnson (Lisa Langlois); el político que es culpable de tejemanejes pero todo es por el bien del pueblo, el alcalde Elias Johnson (Robert Lansing); el científico loco culpable de la creación monstruosa pero es todo por el avance de la ciencia, la doctora Morgan Hubbard (Terri Treas) y el secundario gracioso que acompaña al héroe, Homer (Stephen Davies). El desarrollo es el de esperar: pequeños ataques, grandes ataques, masacre total y gran batalla (lo que normalmente implica una cuenta atrás que añade urgencia y riesgo a lo que tenga que hacer el héroe para acabar con la amenaza de turno).

Sí, todos los elementos típicos están ahí, pero El nido los maneja con no pocas dosis de humor e ironía, lo que hace que acabe resultando un film bastante entretenido (uno de los momentos de esta película que más me hace reír es cuando el cansado protagonista apaga la radio del coche de un disparo). Porque al tono divertido se le ha de añadir unos impactantes momentos gore, con mutaciones cucarachiles que no tienen desperdicio. Mi favorita: la gatoracha.

Al contrario de lo que sucedía con la última película que comentamos aquí, este es un auténtico producto de los 80, con efectos y momentos de aplauso, aunque el argumento esté más visto que ir a pie. Una película que hará las delicias de los aficionados a la auténtica serie B.


2 comentarios:

  1. La gatoracha es muy guay, al menos no es tan estúpida como para pisarse su propio ojo. Aunque yo me quedo con la todoelpuebloracha, la criatura del final, hay algo insano en su diseño. Viendo de nuevo el poster de la película casi recuerdo lo que era encontrarse con ella en el video, me encanta el cartelismo de este periodo, ceo que cumplia mucho más que los poster de ahora de captar la atención de los posibles espectadores y hacerse destacar.

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  2. La bestia parda final es bastante impresionante, pero la gatoracha tiene algo de entrañable. El arte del póster es un arte que parece perdido, aparte de algunas pelis independientes, la mayor parte opta por hacer baratos fotomontajes con el photoshop.

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