Es curioso, la primera vez que vi esta peli me dije: "Ey, es la tía de Masters del Universo". En cambio ahora, me dije: "Ey, es Aragorn". Resulta que el protagonista es Viggo Mortensen, algo que había olvidado completamente. Y el director de Presidio (Prison, 1987) fue Renny Harlin, mucho antes de que este hecho significara "alerta: truño".
Esta es otra de esas películas que hace un gran alegato contra la pena de muerte: cuidado con las venganzas de ultratumba. Porque es lo que hace desde el más allá Forsythe, un prisionero que fue ejecutado en la silla eléctrica y que cuando se reabre la prisión en que la ejecución tuvo lugar, es liberado y se dedica a cargarse a todo aquel que se le pone por delante. Burke (Mortensen), un ladrón de coches que cumple una breve condena, será quién se enfrente a esta fuerza del más allá, ayudado por Katherine (Chelsea Field), una funcionaria de prisiones.
Este film fue una producción de la Empire de Charles Band, de cuando a este productor todavía le preocupaba hacer sólidas películas de serie B y no llenar el mercado de títulos infumables. Y eso es exactamente lo que Presidio es: una sólida película de serie B (no un título infumable). No es particularmente original, ni innovadora, pero resulta bastante entretenida y se pasa un rato agradable con ella.
Aunque el film carece de la maníaca energía que Harlin aplicaría luego a la cuarta entrega de la serie Pesadilla en Elm Street, estoy seguro que este película hizo que la gente de New Line se interesara en Harlin, ya que los asesinatos son bastante gráficos e imaginativos, parecidos a los de Freddy Krueger.
Las interpretaciones son bastante buenas, destacando Mortensen como el tío "cool" de la prisión y héroe de la función. Lo cual resulta de ayuda si el guion no es nada del otro mundo y se dejan algunas cosas en el aire. Sumado a los asesinatos, el resultado es, como ya he mencionado, una película que resulta entretenida pero que no es una de esas joyas de serie B que te maravillan y alegran el día.
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