Se acaba de publicar mi crítica de Los tres mosqueteros: Milady (Les Trois Mousquetaires: Milady, Martin Bourboulon, 2023) que se estrena el próximo viernes. La podéis leer clicando en:
Está recomendada, obviamente, si habéis visto la primera parte y os gustó. En caso contrario, para qué molestarse. Si no habéis visto la primera, pues se puede entender pero no creo que se disfrute tanto.
Esta fue la última película que dirigió Riccardo Freda, que fue uno de los pioneros en introducir de nuevo el cine fantástico en la cinematografía italiana tras la dictadura de Mussolini. Freda decidió mezclar los motivos por los que su obra era más conocida con los motivos más populares entonces en las salas de cine para desarrollar su retorcida historia. Murder Obsession(Follia omicida) (1981) se convirtió así en el testamento cinematográfico del director.
Michael (Stefano Patrizi) es un actor que sufre una crisis durante un rodaje, provocado por su traumático pasado. Es por esto que decide pasar un fin de semana, acompañado de su novia Debora (Silvia Dionisio), en la villa que tiene su madre (Anita Strindberg) en el campo. Al fin de semana campestre se unirán unos cuantos amigos del rodaje en lo que podrían ser unos días divertidos si no fuera porque empiezan a morir uno a uno de forma horrible. ¿Está Michael asesinando a sus amigos debido a su trauma de infancia o está ocurriendo algo más siniestro?
Murder Obsession pasó desapercibida durante su estreno a principio de los 80 del siglo XX, y hasta tiempos recientes no ha empezado a ser apreciada. El problema es que es una película que no es fácil de categorizar, mezclando elementos del giallo, las muertes gore que el slasher americano estaba popularizando y el terror gótico que el director más disfrutaba desarrollando. Esta mezcla que resultó problemática para aquellos que querían categorizar la película yo la veo como una virtud. Es lo que hace que la trama mantenga el interés y sorprenda continuamente, introduciendo incluso elementos sobrenaturales a medida que la historia avanza.
Es una mezcla posible también porque su argumento contiene elementos en los que se entrecruzan los mencionados subgéneros del terror y el suspense. Traumas del pasado que se introducen en el presente, asesinatos brutales y sangrientos, erotismo perverso, soterrado incesto, una mansión que esconde muchos secretos... Freda le saca el máximo provecho a los 97 minutos que dura la película. De este modo, aunque el espectador acostumbrado a este tipo de películas ya espera que aquel más señalado como culpable no suela serlo, no deja de tener sus momentos brillantes y chocantes. Los impactantes asesinatos con hacha y sierra mecánica son memorables, pero también otros momentos (alguno protagonizado por la actriz de culto Laura Gemser) que no puedo desarrollar aquí para no destripar el film, pero que enlazan con el perverso gusto que Freda ya había mostrado en títulos como El horrible secreto del doctor Hitchcock (L'orribile segreto del Dr. Hichcock, Riccardo Freda, 1962).
Este es un film peculiar que no es para todo el mundo, está claro. La mezcla de géneros así como la introducción de toques sobrenaturales puede que sea demasiado para algunos. Pero se ha de admirar la actitud de Freda de "voy a hacer lo que me salga de los privados", creando así una experiencia distinta y única.
Stuart Gordon se convirtió en un experto en adaptar relatos de H. P. Lovecraft desde su primera película, y primer clásico, Re-Animator (Stuart Gordon, 1985 1-2). Tras su muerte se quedaron varios proyectos incompletos que no se llegaron a realizar. Uno de estos proyectos se ha convertido en realidad con el estreno de Suitable Flesh (Joe Lynch, 2023).
El film adapta el relato de H. P. Lovecraft "La cosa en el umbral", si bien de forma algo libre. La doctora Elizabeth Derby (Heather Graham) ha sido recluida en un manicomio tras asesinar a uno de sus pacientes. Su colega y amiga la doctora Daniella Upton (Barbara Crampton) intenta descubrir qué ha sucedido, interrogando a la doctora Derby mientras examinan el cadáver de la víctima. Derby empieza su testimonio contando cómo llegó a su consulta el joven Asa Waite (Judah Lewis) asegurando que su padre, Ephraim Waite (Bruce Davidson) quiere apoderarse de su cuerpo.
Hemos de agradecerle a Barbara Crampton la existencia de esta película. Cuando falleció Stuart Gordon, Crampton contactó con el resto de la familia artística que el director había creado a su alrededor para compartir el duelo. Hablando con el guionista Dennis Paoli, Crampton le preguntó si había quedado algún proyecto sin realizar en el que hubieran estado trabajando ambos. En ese momento Paoli le presentó el guion de The Thing on the Doorstep, adaptación del relato homónimo de Lovecraft. Entonces el guion todavía era bastante fiel al relato original, de ahí que conservara el título. A Crampton le encantó el guion y se puso a trabajar de inmediato para producirlo (entonces solo pensaba ejercer de productora). Según cuenta Crampton en el audiocomentario de la edición en Blu-ray, para ella era un proyecto importante y personal porque lo veía como su legado, junto a las películas lovecraftianas que había rodado con Stuart Gordon.
En este punto se produce otro hecho que acabaría dándole forma definitiva a la película. Crampton le ofreció el proyecto como director a Joe Lynch. Lynch era un gran fan de Gordon y la idea de completar un proyecto suyo le atraía enormemente. Fue Lynch quién sugirió un cambio importante que le daría el toque especial que tiene la película: cambiar el sexo de los protagonistas masculinos. El doctor Derby y el doctor Upton se convirtieron en la doctora Derby y la doctora Upton. Fue un cambio afortunado, no solo porque hizo que Crampton se incorporara al reparto, también hizo entrar un guion escrito a finales de los 80 del siglo XX en el siglo XXI, ya que los cambios iban más allá de simplemente cambiar el género de un par de personajes.
Suitable Flesh es una película de género fluido en más de un sentido. Por supuesto, Lynch incorpora numerosos homenajes a las películas de Gordon (empezando por un plano que sitúa la acción de esta película en el mismo hospital en el que transcurre Re-Animator), pero mezcla también influencias de los thrillers eróticos de los 90 y el cine de Brian De Palma con el terror cósmico lovecraftiano. Esto hace que el film tenga un estilo onírico que encaja con la pesadilla que está viviendo el personaje que interpreta Heather Graham. Pero también es de género fluido en el sentido en que se enfoca la sexualidad en la historia, oscilando entre heterosexualidad/homosexualidad/bisexualidad y cualquier otra sexualidad que se os ocurra. Un enfoque que recuerda al enfoque más carnal que Alan Moore adoptó en su reinterpretación de los mitos lovecraftianos en Neonomicon y Providence.
El resultado final es una película de terror sexy y perversa con toques de humor negro muy efectiva. Aunque la película está dedicada a Stuart Gordon, Joe Lynch no se limitó a imitarlo, le aportó su propia personalidad y sus propias influencias que encajan a la perfección con la historia que cuenta la película. Es una elegante pesadilla filmada, con toques de gore, que evoca un estilo de cine que ya no se hace y que solo ha sido posible porque se trata de una película independiente realizada lejos de Hollywood. Una estupenda película que se ha ganado un lugar junto a las adaptaciones lovecraftianas de Gordon.
Batman y H. P. Lovecraft, ¿qué más se puede pedir? Batman: La maldición que cayó sobre Gotham (Batman: The Doom That Came to Gotham, Sam Liu y Christopher Berkely, 2023) adapta la miniserie homónima, que se puede encontrar fácilmente recopilada en un solo volumen, escrita por Mike Mignola y Richard Pace e ilustrada por Troy Nixey y Dennis Janke, en la que Batman protagoniza una historia de auténtico terror lovecraftiano.
Ambientada a mediados de los años 20 del siglo XX, la trama arranca con Bruce Wayne (David Giuntoli), acompañado de sus púpilos Dick Grayson (Jason Marsden), Sanjay (Karan Bar) y Kai Li Cain (Tati Gabrielle), en una misión de rescate en la Antártida. El objetivo es encontrar supervivientes de una expedición encabezada por Oswald Cobblepot (William Sayers), que al parecer ha realizado un terrible descubrimiento, una criatura enterrada durante millones de años en el hielo que ha provocado mutaciones en la fauna local. Solo encuentran un superviviente, Grendon (David Dastmalchian), que ha enloquecido y debe permanecer en temperaturas frías o su cuerpo empieza a pudrirse. Al regresar a Gotham, Wayne descubre que, sin saberlo, ha traído consigo un antiguo mal que busca introducir en nuestro universo una monstruosa criatura. Extraños sucesos empiezan a ocurrir y un misterioso culto hace acto de presencia.
El acierto de esta película es que no se trata de simplemente mostrar a Batman luchando contra diversas criaturas lovecraftianas, sino que introduce a Batman y a otros personajes del Universo DC en una historia 100% lovecraftiana. Desde el atmosférico inicio, se nos muestra a personajes conocidos a los que se les ha transformado, en más de un sentido, para que encajen en una historia que podría haber salido de las páginas de Weird Tales. Por otro lado, la película está llena de alusiones a H. P. Lovecraft, empezando por el título que alude a La maldición que cayó sobre Sarnath o la aparición del doctor Herbest West para tratar una extraña erupción que sufre Harvey Dent (que ya os podéis imaginar cómo acaba). Además de la aparición de Herbest West como personaje, también hay una breve aparición (vocal, claro) de Jeffrey Combs, la inolvidable encarnación cinematográfica de West. Y, por supuesto, diversos libros malditos y dioses transdimensionales de nombre impronunciable también aparecen. Hay más secuencias de acción de las habituales en una historia del género, pero incluso estas tienen un toque de terror cósmico
Esta es la película perfecta para aquellos que sean amantes del universo Batman y también amantes del terror lovecraftiano. En las raíces de Batman encontramos la oscuridad de vigilantes como La Sombra y el uso de villanos grotescos como los que aparecían en Dick Tracy. Son raíces, en otras palabras, que surgen del pulp, de revistas semejantes a aquellas en las que originalmente publicó sus relatos H. P. Lovecraft, así que la mezcla de ambos universos resulta muy natural. La mezcla, cuya efectividad se encuentra en un principio en el cómic original, es lo que hace de La maldición que cayó sobre Gotham un título especial que funciona de principio a fin.