2 feb 2024

El último dragón (The Last Dragon)

 

Fuera de Estados Unidos, esta no es una película demasiado conocida, pero en su país de origen es una auténtica cinta de culto. Y merecidamente, El último dragón (The Last Dragon, Michael Schultz, 1985) es una locura más ochentera que unos calentadores. El tipo de delirio que solo se podía producir en esa década mágica.

Una de las primeras escenas de El último dragón nos sitúa en un cine de barrio en el que un público entusiasta, de distintas edades, condiciones y razas, asiste a un pase de reestreno de Operación dragón (Enter the Dragon, Robert Clouse, 1973). El público aplaude los movimientos de Bruce Lee, repite los diálogos y, en general, convierte el pase en una fiesta hasta que es interrumpido por el villano de la película. Esta escena se inspira en un momento real, cuando el guionista Louis Venosta acudió a un pase que celebraba el décimo aniversario del estreno de Operación dragón. Fue entonces que se le ocurrió la idea que se acabaría convirtiendo en el argumento de El último dragón: un joven fanático de Bruce Lee que se ve obligado a convertirse en un héroe en la vida real. En el film, "Bruce" Leroy Green (Taimak) es un joven experto en artes marciales, devoto de Bruce Lee, que busca ser capaz de obtener "el brillo" (algo así como convertirse en un súperguerrero en Dragon Ball). Mientras busca un maestro que le ayude a lograr este nivel superior de artes marciales, se convierte sin quererlo en el protector de Laura Charles (Vanity), una presentadora de vídeos musicales que puede convertir en estrella a un artista, amenazada por el sórdido empresario musical Eddie Arkadian (Christopher Murney). Por su parte, Leroy también es amenazado por Sho'nuff (Julius Carry), que quiere probar su superioridad como guerrero sobre Leroy, que lo evita ya que sus creencias le impiden utilizar sus habilidades para ejercer violencia gratuita.

 

 

Esta película fue producida por Berry Gordy, presidente de la Motown. La implicación de una discográfica en la creación de esta película explica la mezcla imposible que hace de esta película algo único: números musicales y peleas de artes marciales. Vanity había firmado por Motown entonces y Gordy decidió que fuera la protagonista (sabia decisión), así como incluir en la banda sonora diversos artistas de su sello, algunos de los cuáles también aparecen en el film. Las coreografías de artes marciales son tan buenas como las musicales, si bien buscar que la película no fuera calificada para mayores de 18 años hace que no haya ni una gota de sangre. Además de "el brillo", la película tiene otros toques que le dan un aspecto fantástico de cómic, como la banda criminal de Sho'nuff que parece escapada de Los amos de la noche (The Warriors, Walter Hill, 1979),  lo que junto a su tono cómico convierte El último dragón en un cómic "en vivo".

El estilo ochentero y la mezcla de música y artes marciales, con varios homenajes a Bruce Lee, reconozco que no es para todo el mundo. En su mayor parte la comedia funciona, si bien el típico niño descarado de la época se puede hacer algo cansino hoy día, lo que puede hacer que la naturaleza única de la película más digerible. Desde luego, yo es una película que disfruté desde el primer momento y la escena en el cine mencionada antes me convenció que esta película es una pequeña obra maestra. Es entretenida, divertida y un gran ejemplo de lo mejor que podía ofrecer el cine de los 80 sin lo malo.

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