En 1936, grupos religiosos produjeron una película educativa llamada Tell Your Children, dirigida por Louis Gasnier. La película educativa pretendía advertir de los diversos peligros que podía provocar la marihuana: asesinatos, suicido, locura y violaciones. La película no obtuvo mucho éxito, pero entonces fue comprada por el avispado productor Dwain Esper, que le añadió algunas escenas para atraer al público morboso y le cambió el título. De Tell Your Children pasó a llamarse Reefer Madness y de ahí pasó a convertirse en una película de culto. La película es de domino público, así que os la he puesto abajo para vuestro disfrute personal.
La clave del éxito de esta película "educativa" radica en la hilarante manera en que muestra los efectos de la marihuana. En apenas dos caladas, la persona que la fuma se convierte en un maníaco sonriente. El tono moralista y ridículo de la película iba a tono con el ambiente de la época. Drogas más duras, peligrosas y adictivas como la heroína y la cocaína eran consideradas males menores. En 1998, Kevin Murphy y Dan Studney tuvieron la feliz idea de convertir la película Reefer Madness en un musical. En 1999 empezaron las primeras representaciones en Los Ángeles, trasladándose en 2001 a Broadway en Nueva York, cuatro días después del ataque a las Torres Gemelas. En aquel momento el mensaje de la obra se podía considerar anti-patriótico, razón por la cual fue movido al Off-Broadway. En 2004, la cadena Showtime convirtió la obra en película, con Kevin Murphy y Dan Studney en el guión y las canciones y Andy Fickman en la dirección. En el reparto se incluyeron actores que habían participado en la obra de teatro como Christian Campbell, Kristen Veronica Mars Bell, John Kassir y Robert Torti, así como nuevas incorporaciones como Alan Cummings, Steven Weber, Ana Gasteyer, Amy Spanger y Neve Campbell.
Parte de lo hilarante de la película es que se mantiene bastante fiel a su fuente de inspiración. Además, hay varias referencias a William Randolph Hearst y Harry J. Anslinger. Estas referencias refuerzan el tema principal de la película, que es algo más que parodiar un antiguo film educativo. La película trata temas como el abuso de poder, el uso del miedo para imponer una ideología, el racismo y la tendencia a convertir cualquier voz disidente o inconformista en traidora. Por eso fue considerada anti-patriótica. William Randolph Hearst fue el magnate cuya vida recreó Orson Welles en la obra maestra Ciudadano Kane; Hearst nunca dejó que la verdad fuera un impedimento a la hora de vender periódicos, así que los llenó con alarmantes noticias de crímenes y masacres provocados por la marihuana. Harry J. Anslinger fue el primer dirigente del Buró de Narcóticos, en su fanática lucha contra las drogas promocionó prejuicios racistas. Lo absurdo de las creencias de la época está reflejado en el film en el personaje del Orador, que interpreta Alan Cummings, los diálogos del cual son en gran parte citas exactas de Anslinger y otros batalladores de la moral.
En la película se reproduce la manera ingenua y exagerada de las interpretaciones de la película original, exagerando sus valores camps. El musical es muy divertido, y números como el de Little Mary Sunshine hacen que te enamores de Kristen Bell, si no lo estabas ya por su participación en Veronica Mars. Los números musicales hacen referencia a diversos estilos de musical clásico, creando un corpus heterogéneo e interesante. Como ya he dicho, la película es algo más que una serie de chistes sobre la marihuana y tiene un interesante subtexto.
Por cierto, el DVD incluye un divertido comentario de los realizadores, y la funda huele raro. Como a canela o algo así.
La película original:
Reefer Madness 1938
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