Entre el 14 de junio de 1962 y el 4 de enero de 1964 trece mujeres solteras del área de Boston fueron asesinadas. El método siempre el mismo: estranguladas usando un tipo particular de nudo. Durante esos dos años, la ciudad de Boston, especialmente las mujeres, vivió aterrada bajo la amenaza de un misterioso asesino que, a pesar de la publicidad que se hizo de los crímenes y las advertencias de la policía, siempre conseguía que sus víctimas le dejasen entrar en casa. Todas ellas fueron conocidas como las víctimas del estrangulador de Boston.
En 1968 Richard Fleischer, director de clásicos como Viaje Alucinante (Fantastic Voyage, 1966) y Cuando el destino nos alcance (Soylent Green, 1973), llevó al cine el caso del estrangulador de Boston en una película que no es sólo una de las mejores que se ha hecho jamás sobre un asesino en serie sino que es todo un clásico del cine.
La película cuenta de forma metódica toda la historia, desde el primer asesinato, de forma seca y con un ritmo acelerado, sin entrar en falsos efectismos ya que la historia es suficientemente potente de por sí. Esta forma de narrar cuasi documental, enfatizada por el hecho de que la película no tiene música, contrasta con el uso que hace Fleischer de las pantallas partidas. Considerado hoy día un recurso pasado de moda, como el zoom, seguramente debido a su abuso y poca habilidad en el uso, como el zoom, el uso que hace Fleischer de este recurso realmente contribuye crear suspense y tensión, algo que años más tarde Brian De Palma usaría hasta la extenuación. Para mí sólo hay dos casos más en los que se haya usado de manera efectiva: La amenaza de Andrómeda (The Andromeda Strain, dir. Robert Wise, 1971) y Hulk (idem, dir. Ang Lee, 2003). Luego tenemos el caso de películas como Perversidad (Wicked, Wicked, dir. Richard L. Bare, 1973), un film rodado completamente usando pantalla partida pero el uso que hace de este recurso no aporta nada a la narración y la película tampoco tiene nada interesante que contar, ya que se trata de una típica historia de asesino psicópata. Además, en un ejercicio de sumo cinismo, bautiza el uso de la pantalla partida como Duo-vision, como si fuera algo nuevo que se hubieran inventado.
Volviendo a El estrangulador de Boston, aparte del estilo de Fleischer, la película cuenta también con un gran reparto. Tenemos a Henry Fonda interpretando a John S. Bottomly, que fue puesto frente al equipo encargado de capturar al estrangulador y a George Kennedy como el inspector Phil DiNatale, uno de los policías que investigó el caso del estrangulador. Pero sin duda quién destaca en esta película es Tony Curtis como Albert DeSalvo, el estrangulador de Boston. Curtis ofrece una soberbia interpretación, prácticamente se convierte en el estrangulador. Tiene momentos en los que realmente da miedo, superando de calle cualquier otro piscópata de cine.
Si os gustó Zodiac de David Fincher, no os perdáis El estrangulador de Boston. Es fascinante visualmente e interiormente y está plagada de buenos actores.
Últimamente ando leyendo entradas antiguas de tu blog en busca de películas interesantes. Ahora mismo acabo de ver El estrangulador de Boston, y he de decir que me ha encantado. Los minutos finales son escalofriantes...
ResponderEliminarCurtis realmente sorprendió con su interpretación del estrangulador. Todo un peliculón. Espero que encuentres más cosas de interés, especialmente las más desconocidas que son las que reciben menos atención.
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