Este clásico lo vi de pequeño, cuando no tendría más de seis o siete años, y sin duda influyó en mi amor incondicional por los clásicos de ciencia-ficción de los 50. Estrenada en 1951, la película se anunció como una producción de Howard Hawks dirigida por Christian Nyby con un guión a cargo de Charles Lederer. En la actualidad se sabe que Hawks fue el director de la película, o al menos de parte de ella, y decidió darle el crédito a Nyby que había trabajado con Hawks en tareas de editor en sus películas. Esto se dedujo en un principio del puro estilo Hawks que destila el film, que también es cierto que siendo Nyby el editor de las películas de Hawks no le habría sido difícil de imitarlo. En cuanto al guión, también Hawks y Ben Hecht le metieron mano, lo que explica su rapidez y lo divertido que es en algunos momentos (no olvidemos que Hawks también fue el director de El sueño eterno [The Big Sleep, 1946], Tener y no tener [To Have and Have Not, 1944] y La fiera de mi niña [Bringing Up Baby, 1938], películas caracterizadas precisamente por lo rápido de sus diálogos y lo inventivos que son).
La historia, vagamente inspirada en el relato de John W. Campbell Who Goes There?, transcurre en una base científica en el Ártico. Allí se ha descubierto un platillo volante que se ha estrellado y del que se ha recuperado un tripulante, congelado en hielo. El tripulante extraterrestre se liberará del hielo, obviamente, y empezará a matar indiscriminadamente a los científicos y militares destinados en aquel puesto.
Con alguna escena de suspense aquí y allá y algunos momentos perturbadores, la razón por la que realmente se disfruta de la película son, como ya se ha mencionado antes, sus diálogos y la forma en que son dichos. Los personajes se interrumpen unos a otros, no se da un momento de respiro para soltar la siguiente broma o ladrar órdenes cargadas de tensión. Como suele ser habitual en las películas de Hawks, destaca dentro del reparto Margaret Mitchell interpretando a la inteligente, rápida, ingeniosa y atractiva Nikki Nicholson. Nikki es el interés romántico del capitán Patrick Hendry, interpretado por Kenneth Tobey. Por otro lado tenemos al doctor Arthur Carrington, el líder de los científicos interpretado por Robert Cornthwaite; que nos permite entrar en la política de la película.
El enigma... de otro mundo se estrenó en uno de los momentos más crudos de la Guerra Fría. De ahí que una de las líneas de diálogo más recordadas de la película sea: "vigilad los cielos, vigiladlos bien". En el film parece que el extraterrestre sea una metáfora del temido comunista. También destaca el acercamiento promilitarista del film. Mientras que los científicos insisten en intentar razonar y dialogar con el ente provocando muerte y destrucción, la actitud de los militares de acabar con la cosa lo más rápido posible resulta mucho más razonable en el contexto del film. Claro que uno es consciente de ello a posteriori y conociendo el periodo en que fue realizada. Sin embargo no dejéis que el factor político, completamente inconsciente, no os deje disfrutar de uno de los clásicos más disfrutables e influyentes de la ciencia ficción.
Influyente especialmente en la carrera de uno de los directores más importantes del género: John Carpenter. Carpenter es un declarado fan de Howard Hawks y especialmente de esta película cuyo esquema básico (personas atrapadas en un lugar confinado) el adoptaría con mucho éxito en sus películas. Parece evidente que Carpenter era el indicado para dirigir el remake que se estrenó en 1982: La Cosa (The Thing).
Lo cierto es que este otro clásico dirigido por Carpenter, una película tensa, claustrofóbica y cargada de suspense y terror (atención al homenaje que se hace a esta película en [Rec]2 de Paco Plaza y Jaume Balagueró) no es tanto un remake de la película de Hawks/Nyby como una adaptación fiel al relato original de John W. Campbell. El relato de Campbell cuenta como en una base científica en la Antártida descubre una forma de vida extraterrestre capaz de sustituir cualquier forma de vida. Si estáis interesados existe una edición en inglés de la novela breve de Campbell que está acompaña del tratamiento cinematográfico que hizo William F. Nolan y que por fortuna se desechó cuando el proyecto de hacer un remake surgió en la Universal. Pero como iba diciendo la trama original de Campbell fue desechada en la película de 1951, decidiéndose por un acercamiento más habitual de monster movie, pero es la trama que usaron en 1982. En realidad son dos películas distintas que tienen un origen común.
La película fue editada en DVD por Manga Films pero creo que era la terrible versión coloreada, aunque hablo de memoria así que puedo equivocarme. Mejor buscad una edición (americana o europea) que respete el blanco y negro y esté restaurada. La que tengo yo es la inglesa.
No he tenido el placer de ver "El Enigma De Otro Mundo" del año 1951, pero sin duda debe valer la pena, si la encuentro por ahí la voy a ver. La versión de Carpenter es fabulosa, aún recuerdo el salto de susto desde la butaca del cine en la escena del análisis de la sangre positivo. Tampoco he visto la precuela del 2011, parece interesante por mostrar la historia de Carpenter desde la perspectiva que tuvo el equipo de investigación noruego asentado también en la antártica. Al parecer tiene buenos efectos visuales, pero no sé si en lo demás destaca.
ResponderEliminarPD: no puedo acceder a mi cuenta en google así que para no aparecer simplemente como “anónimo” me presentare como “Ghost". Ya antes le comente sobre lo interesante que sería hacer un remake del film “El Alimento De Los Dioses” por Peter Jackson, y una nueva “Predator” ambientada en el 1715.
Saludos
Hola, Ghost, ya me acuerdo de tus comentarios anteriores. La precuela no tiene nigún punto de interés, ni siquiera los efectos porque los tuvieron que cambiar en el último momento y son bastante cutres, como de videojuego. Saludos.
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