Mike Hodges se estrenó en el largometraje escribiendo y dirigiendo Asesino implacable (Get Carter, 1971): una película que es un neo noir con toques de naturalismo muy realista y violenta. Hodges adapta la novela de Ted Lewis Jack's Return Home para explicar la historia de Jack Carter (Michael Caine), si bien su ocupación no queda clara en la película es fácil asumir que es un gángster, que vuelve a su ciudad natal para investigar la muerte de su hermano en un supuesto accidente. Los problemas se irán incrementando para Carter a medida que asuntos sin resolver en Londres le persigan a Newcastle y se vaya acercando cada vez más a la verdad de la muerte de su hermano.
Michael Caine nos deleita con una gran actuación como Jack Carter. Caine se crió de joven en barrios problemáticos y los asuntos de bandas criminales no le eran del todo ajenos, su conocimiento personal de la vida gangsteril londinense lo incorpora a su interpretación de Carter que a medida que avanza la película se va volviendo cada vez más despiadado y, bueno, implacable.
Mike Hodges crea un clásico del cine criminal mezclando un estilo realista y de cinema vérité con toques de sutilidad abstracta y emocional. Por ejemplo, la película se abre, después de escuchar unas melancólicas primeras notas de la excelente banda sonora de Roy Budd, con un plano de Carter en un apartamento mirando por la ventana a la oscuridad exterior; un presagio de lo que le sucederá a medida que avance la película. Otro momento interesante es una secuencia que habría hecho las delicias de J.G. Ballard: Glenda (Geraldine Moffat) lleva en coche a Carter y se intercalan planos de Glenda conduciendo el coche con momentos de los dos haciendo el amor.
Hodges usa sonido ambiente en la película como banda sonora y la música se utiliza sólo en algunos momentos concretos. En una escena post-coital entre Glenda y Carter podemos oír viento ululando de fondo, sonido puesto por el director ya que se encuentran en un lugar donde no hay corrientes de aire, para sugerir en el espectador de forma subliminal la tragedia que flota ominosa en el destino de los personajes. Por otro lado, la música de Roy Budd no sólo es muy buena, sino que en la forma que se usa en la película resulta aún más memorable.
Wolfgang Suschitzky lleva a cabo una excelente labor como director de fotografía usando sólo fuentes naturales durante toda la película para iluminarla añadiendo peso a la sensación de realismo absoluto presente durante todo el filme. Esta sensación de realismo también hace que la violencia resulte más brutal aunque se vea poca en pantalla ya que su efecto es más intenso.
Hodges nos muestra durante la secuencia de los títulos de crédito a Carter leyendo el clásico de Raymond Chandler Adiós, muñeca (título original: Farewell, My Lovely, la podéis encontrar publicada por Alianza). De esta manera Hodges hace un guiño al espectador y una declaración de intenciones. Si en la novela de Chandler la búsqueda de una amante desaparecida desencadena una serie de eventos que destapan la corrupción de la ciudad; en Get Carter la búsqueda de la verdad tras la muerte de su hermano provocará que Carter destape otro tipo de corrupción. Y como en todos los clásicos del cine negro, Carter parece ser el último hombre que todavía se rige por un código de honor en un mundo completamente corrupto.
En 1972 George Armitage escribió y dirigió una versión de Jack's Return Home en clave blaxpoitation titulada Hit Man. Si bien conserva el argumento base de la historia, un hombre investiga la muerte de su hermano, y un giro argumental clave; la película no tiene nada que ver con la novela o la película de Hodges. Se cambian los nombres de todos los personajes: Jack Carter pasa a ser Tyrone Tackett y además se convierte en actor porno (o eso me pareció entender). La película es sorprendentemente aburrida, Bernie Casey no tiene el carisma de Caine. La interpretación que hace de Tyrone convierte al personaje en alguien más bien antipático. Lo único memorable es una fantástica y breve aparición de la bella Pam Grier en toda su voluptuosa gloria, pero para eso ya tenemos películas protagonizadas por Grier sin necesidad de someternos a esta tediosa película. También sorprende que resulte aburrida a pesar de la cantidad de violencia que hay y de las maneras en las que Tyrone va despachando a los que se le ponen por delante, consecuencia de la monótona manera en que el director de la película nos va explicando la historia.
En el año 2000 se hizo un remake de Get Carter protagonizado por Sylvester Stallone. El guión corrió a cuenta de David McKenna y fue dirigida por Stephen T. Kay. La película hace varios guiños al filme en el que se inspira en algunos diálogos e incluso Michael Caine interpreta un papel. Además el resto del reparto es bastante interesante con gente como Mickey Rourke, Miranda Richardson o la potente Rhona Mitra que está mucho mejor aprovechada como protagonista en Doomsday: El día del juicio final (Doomsday, Neil Marshall, 2008). Sin embargo la película es bastante insípida. Ya el problema lo podemos intuir cuando la película empieza con las mismas notas con las que empieza la película original para pasar luego a un remix electrónico. Y es que la banda sonora compuesta de música electrónica no pega para nada con el tipo de historia que cuenta. Stallone es demasiado mayor para interpretar a Carter, no encaja para nada con el personaje y además le hacen llevar gafas de sol todo el rato a pesar de que la película transcurre en otoño o invierno. Lo más irritante son los supuestos toques de humor llevados a cabo por la banda mafiosa de Las Vegas para la que trabaja Carter que resultan en una imitación barata de Tarantino. El estilo de dirección de Kay es irritante en su intento de resultar moderno y rompedor pero en pantalla se traduce como mediocre. No transmite ningún realismo en su descripción del mundo criminal, es muy falso. Y por último cometen el error de intentar suavizar el personaje de Carter y hacerlo más accesible. En pocas palabras, es una versión para todos los públicos de Get Carter. No resulta nada interesante.
Por último, Ted Lewis escribió dos novelas más protagonizadas por Jack Carter: Jack Carter's Law y Jack Carter and the Mafia Pigeon.
Os dejo el tráiler de cada una de las versiones, aunque para mí es bastante obvio que la mejor es la primera dirigida por Mike Hodges, pero es mejor que juzguéis por vosotros mismos.
Acabo de ver el film de Hodges (primera peli que veo este recién empezado año, ya ves tú). La trama se desarrolla de una forma que me ha parecido muy, pero que muy confusa, con ese ir y venir de personajes a los que uno no logra identificar de buenas a primeras, y más de una vez me he dicho a mí mismo: "no me estoy enterando de nada". De todos modos, por algún extraño motivo, la peli me ha gustado bastante. Quizás por la forma en que está rodada o por la soberbia actuación de Michael Cane interpretando a un personaje tan brutal. Esta peli se merece un segundo visionado. Como mínimo.
ResponderEliminarAunque te enteres de todo se merece un segundo y un tercer visionado. Caine volvería a la brutalidad (aunque con más humor negro) en la peli Ejecutivo Ejecutor.
ResponderEliminar