-¿Por qué?
-¿Por qué? Porque podemos. Encontramos una forma de hacerlo y lo hacemos.
El primer contacto que tuve con The Stepford Wives fue cuando leí el ensayo sobre el género de terror de Stephen King Danse Macabre. Entonces tenía unos trece años y me olvidé de ella porque no tenía ni idea de qué película era. Al cabo de un par de años encontré paseando por la feria del libro de Barcelona la novela de Ira Levin Las poseídas de Stepford, título con el que aquí se publicó The Stepford Wives. Y diez años después vi el infumable remake Las mujeres perfectas (The Stepford Wives, 2004, Frank Oz). Y por fin, después de la horrible experiencia del remake, vi The Stepford Wives, la adaptación de la novela de Ira Levin que escribió William Goldman y dirigió Bryan Forbes en 1975 protagonizada por Katharine Ross y Paula Prentiss. Por algún misterio, la película sigue inédita en España.
Ira Levin retrataba en su novela la respuesta de los hombres ante los diferentes movimientos feministas que empezaron a surgir durante los sesenta y explotaron en los setenta con las conocidas quemas de sujetadores como símbolo opresor masculino. La historia de la novela está cargada de paranoia y amenaza, un estilo no muy diferente del que Levin aplicó en La semilla del diablo más tarde soberbiamente adaptaba por Roman Polanski, y explica como Joanna y su familia llegan a la tranquila ciudad de Stepford donde Joanna descubre que algo muy extraño sucede entre las mujeres del lugar.
La película es bastante fiel a la novela aunque se producen algunos cambios menores. El principal es que en la novela la implicación de Joanna en los movimientos feministas es más pronunciada y el marido de Joanna es presentado en un principio como un marido progresista que apoya el movimiento feminista. En la película esto cambia, creo que para su beneficio ya que permite a la película ser más sutil en su contenido alegórico/satírico. La Joanna que interpreta Katharine Ross es una mujer que está en busca de si misma e intenta hacerlo a través de la fotografía y que se ha autoconvencido de que es feliz en su matrimonio. En este aspecto es interesante una escena en la que Joanna se encuentra con un antiguo amante con el cual estuvo en la universidad. Ambos al principio se saludan amistosamente y ambos dicen estar casados y ser muy felices pero al poco él le pasa una nota en la que dice: "yo también soy infeliz". Obviamente, Joanna deja ver algo de lo que ella no es consciente.
Pero el tema principal es como los hombres ven a la nueva mujer liberada. A juzgar con lo que han hecho con las mujeres de Stepford, no les gusta. Lo que los hombres quieren son mujeres que se pasen el día limpiando la casa, que tengan una figura espectacular y grandes pechos y estén siempre dispuestas a tener sexo al que acompañaran de verbales muestras de apreciación. Para su sorpresa, así descubre Joanna que son las mujeres de Stepford. Bueno, no todas, su amiga Bobbi (Paula Prentiss) es bastante normal, es decir, no es "perfecta". Sin embargo descubre que las mujeres normales simplemente llevan unos pocos meses viviendo en Stepford. Al resto sólo les preocupa como ahorrar tiempo en las tareas del hogar.
Joanna y Bobbi pasaran de la frustración al terror cuando una de sus amigas cambie de la noche a la mañana. Aquí es donde la película coge fuerza, a medida que el miedo y la paranoia se vayan adueñando de las dos protagonistas. Es también donde la alegoría social y la sátira se hacen más evidentes, pero la película no pierde nunca la seriedad, igual que la novela, dejando el subtexto como un elemento de debate pero que no interfiere con la historia que cuenta. Es decir, la película no hace discursos y permite que sea el espectador quien medite sobre su contenido, aunque es obvia la tesis que sostiene el filme.
La popularidad de la película generó tres continuaciones hechas directamente para televisión y creo que alguna la pasaron algún domingo en la sobremesa: Revenge of the Stepford Wives (Robert Fuest, 1980), The Stepford Children (Alan J. Levi, 1987) y The Stepford Husbands (Fred Walton, 1996). También se han hecho plagios descarados como la australiana Comportamiento Perturbado (Disturbing Behavior, David Nutter, 1998). Pero nada tan horrible como el remake de 2004.
Hay varias razones por las que no me gusta el remake y prácticamente todas surgen del guión de Paul Rudnick. Ya la película tuvo problemas desde su gestación por el comportamiento y las exigencias de las divas protagonistas (Nicole Kidman y Bette Midler, algo predecible). Pero también había dudas sobre el guión que transforma la historia en una farsa. Transformar una historia conocida por su carácter perturbador en una comedia era ya una jugada que ni los propios responsables de la película tenían clara, pero si además le añadimos los graves errores y contradicciones que tiene la película y el hecho de que no resulte divertida en ningún momento podemos entender que la película acabase siendo un fracaso artístico y económico.
Lo que más me molestó es la hipocresía de la película. Es un poco como la MTV que va de transgresora y juvenil pero aplica una fuerte censura en sus videoclips y cuando empezó a emitir no ponía videoclips de artistas negros, cosa que cambió con Michael Jackson. Pues la película es lo mismo, es un filme tremendamente misógino y machista pero que se disfraza, como Sexo en Nueva York. Esta misoginia queda especialmente reflejada en sus escenas finales (spoiler): después de secuestrar, lobotomizar y llevar a cabo cirugías invasoras sobres las mujeres el castigo que reciben los hombres es ¡hacer la compra y limpiar la casa! En otras palabras, la película afirma que las tareas de la casa corresponden a la mujer.
En fin, quedaos con la original.
Me gusto mas la nueva version, es mas redonda, explica y en cierto sentido abarca todo lo que se ha hecho sobre este tema
ResponderEliminarLa novela de Ira Levin podra ser buena , pero como argumento de una novela de ciencia ficcion pos no convence, la nueva es mas explicativa y se toma el argumento como lo que es UNA COMEDIA
El argumento de porque lo hacemos, es basicamente el mismo de 1984 , pero aquella novela es un gran clasico de la literatura, donde los villanos no estan ocupados en indejadas como querer cambiar a sus esposas por robots, las esposas stepford seria como un 1984 ñoño
En la pelicula se ve claro que las mujeres originales son asesinadas y cambiadas por robots, y que incluso estos robots las matan ahorcandolas, no cambiadas como en la nueva version comica, me gusta mas la nueva version comica porque el tema no es tomado en serio, y uno puede disfrutar el paseo por las diversas situaciones comicas que da tener mujeres "perfectas"
Asi que los maridos tienen sexo con mujeres que son equivalente a mujeres hinchables de goma ¿que hombre normal querria eso? , claro que muchos dirian que si existen, y es cierto, pero la mayoria preferimos carne de verdad
El mejor argumento contra lo supuesto por Ira Levin proviene de una pelicula italiana, donde un hombre va y consigue una esclava y se enamora de ella y luego se da cuenta que es enormemente aburrido tener una esposa servil
Pero no niego que sea una buena peli, te preocupas por la prota y lamentas un poco su triste final (solo un poco , porque te enojas cuando le entrega el palo al villano ¿pa que fregaos se lo da?),
No me gustó el remake porque fuera una comedia, sino una mala comedia, una farsa cargada de tópicos. La primera adaptación de la novela de Levin también era una comedia, en cierto modo, adoptando el camino de la sátira y la crítica, al igual que la novela. Nunca se pretendió que se tomase en serio.
ResponderEliminardebio liquidar al malo con el atizador y marcharse, eso pense yo. cuando habla por telefono habris sido un buen momento, o haberse marchado y ocupado de rescatar a sus hijos despues.
ResponderEliminarla antigua es mejor, la otra es una comedia para pasar el rato. la de los setenta es mas creible dentro de lo que cabe, y tiene cierta seriedad que no le viene mal a la historia. aparte de que ver juntas a paula prentis y khaterine ross esta bastante bien.
ResponderEliminarLo has resumido bastante bien.
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