Harto del mangoneo de estudios y ejecutivos, Rick Jacobson se decidió a hacer un proyecto personal, financiado de forma independiente. Más tarde se puso en contacto con Eric Gruendemann, productor y amigo, y ambos escribieron el guión de lo que sería Bitch Slap.
Filmada con un sano espíritu de pura serie B y de la exploitation más divertida, Bitch Slap está protagonizada por Trixie (Julia Voth), una stripper algo cabeza hueca; Hel (Erin Cummings), fría y calculadora y Camero (America Olivo), una violenta psicópata. Las tres llegan a un remoto punto del desierto llevando en el maletero a un criminal al que han secuestrado para que les diga dónde está un valioso "material". ¿Cómo han llegado allí? Mientras intentan encontrar el material en el desierto, una serie de flashbacks nos van desvelando quiénes son y cómo han llegado allí.
Las intenciones de la película quedan ya plenamente ejemplificadas en la estupenda secuencia de títulos de crédito, en la cual podemos ver, entre otras, a Pam Grier como Coffy, a la protagonista de Thriller y a Betty Page. De hecho, ésta es una de esas películas en las que a los cinco minutos ya sabes si la odias o la adoras.
Mi caso es de los segundos.
Para empezar, el trío protagonista es de los que te deja clavado a la pantalla, pero no son sólo "eye candy", también saben actuar. La película es pura exploitation setentera, concepto que las protagonistas abrazan completamente, siendo las tres tremendamente divertidas soltando unos diálogos absurdos y delirantes, propios de una auténtica serie B. En el reparto también destaca Michael Hurst como el criminal de poca monta Gage que resulta también bastante divertido no repitiendo ningún insulto en sus diálogos, algo difícil de hacer. También destacar los cameos de Lucy Lawless y Renée O'Connor (Xena y Gabrielle respectivamente) que resultan significativos teniendo en cuenta el lesbianismo presente en el film y la verdadera naturaleza de la relación que sus personajes ficticios mantenían en la serie (o eso se rumoreaba siempre).
Dejando de lado el reparto, la película cuenta una historia absolutamente demencial pero de forma interesante. Los flashbacks están filmados usando una pantalla verde a la que luego se han añadido los fondos. La ventaja es que pueden darle amplitud a una historia que de otra manera transcurriría en una misma localización en el desierto. El inconveniente es que la película se ve en ocasiones un pelín artificial, pero como sólo se usa en los flashbacks no resulta un recurso cansino.
Como ya he mencionado la película utiliza flashbacks para contar su historia. Es decir, utiliza la misma estructura que Memento (2000) de Christopher Nolan: mientras la historia A avanza en el desierto, con la tensión subiendo entre las protagonistas, la historia B va retrocediendo en el tiempo, revelando elementos clave que afectan a la historia A.
La película me conquistó con su desvergonzado amor por la exploitation y la serie B. Sus responsables suplen la falta de dinero por una pasión incondicional. Es obvio que se lo pasaron pipa haciéndola, cosa que se nota en los comentarios que hacen por un lado los cineastas y por otro las actrices, ambos incluidos en el DVD. Un título muy disfrutable para los cinéfagos.
Mi caso es de los segundos.
Para empezar, el trío protagonista es de los que te deja clavado a la pantalla, pero no son sólo "eye candy", también saben actuar. La película es pura exploitation setentera, concepto que las protagonistas abrazan completamente, siendo las tres tremendamente divertidas soltando unos diálogos absurdos y delirantes, propios de una auténtica serie B. En el reparto también destaca Michael Hurst como el criminal de poca monta Gage que resulta también bastante divertido no repitiendo ningún insulto en sus diálogos, algo difícil de hacer. También destacar los cameos de Lucy Lawless y Renée O'Connor (Xena y Gabrielle respectivamente) que resultan significativos teniendo en cuenta el lesbianismo presente en el film y la verdadera naturaleza de la relación que sus personajes ficticios mantenían en la serie (o eso se rumoreaba siempre).
Dejando de lado el reparto, la película cuenta una historia absolutamente demencial pero de forma interesante. Los flashbacks están filmados usando una pantalla verde a la que luego se han añadido los fondos. La ventaja es que pueden darle amplitud a una historia que de otra manera transcurriría en una misma localización en el desierto. El inconveniente es que la película se ve en ocasiones un pelín artificial, pero como sólo se usa en los flashbacks no resulta un recurso cansino.
Como ya he mencionado la película utiliza flashbacks para contar su historia. Es decir, utiliza la misma estructura que Memento (2000) de Christopher Nolan: mientras la historia A avanza en el desierto, con la tensión subiendo entre las protagonistas, la historia B va retrocediendo en el tiempo, revelando elementos clave que afectan a la historia A.
La película me conquistó con su desvergonzado amor por la exploitation y la serie B. Sus responsables suplen la falta de dinero por una pasión incondicional. Es obvio que se lo pasaron pipa haciéndola, cosa que se nota en los comentarios que hacen por un lado los cineastas y por otro las actrices, ambos incluidos en el DVD. Un título muy disfrutable para los cinéfagos.
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