En los años 60, James Bond era el rey. Gozaba de una increíble popularidad, equivalente a la que disfruta hoy día Harry Potter o Batman. Esta popularidad se puede medir por la cantidad de parodias y copias baratas que se hicieron por entonces, intentando aprovechar el éxito de las aventuras del famoso espía británico. De hecho, hasta la actualidad, los americanos han intentado una y otra vez crear un equivalente estadounidense del espía británico sin éxito (¿alguien recuerda XXX (2002, Rob Cohen)?). Incluso intentaron crear una serie paralela de James Bond con Nunca digas nunca jamás (Never Say Never Again, Irvin Kershner, 1983), producida entre Estados Unidos, Inglaterra y Alemania; un remake de Operación Trueno (Thunderball, Terence Young, 1965) posible gracias a una disputa por la autoría de la historia original de la que partió la novela de Ian Fleming y la adaptación de ésta. Sin embargo, este James Bond no oficial fue un fracaso de taquilla.
Como por la vía de la seriedad les ha salido el tiro por la culata, los estadounidenses se han centrado en el campo de la parodia (aunque se podría argumentar que las mejores parodias de James Bond son algunas de las propias películas de la serie). La más famosa, no por su calidad sino por ser un desastre de proporciones épicas, es Casino Royale (1966) que fue dirigida por seis directores al mismo tiempo (cada uno encargado de diferentes secciones): Val Guest, Ken Hughes, John Huston, Joseph McGrath, Robert Parrish y Richard Talmadge. Luego tenemos la descacharrante y memorable What's Up, Tiger Lily?, el debut de Woody Allen en el cine. Aquí, Allen reeditó dos películas de espías japonesas y al resultado le añadió un doblaje absurdo. En realidad, no es una parodia de James Bond, más bien del género, pero causa tales excesos de hilaridad que vale la pena mencionarla. Además, dos de las chicas espías que salen en la película japonesa usada (Akiko Wakabayashi y Mie Hama) aparecen en la entrega bondiana Sólo se vive dos veces (You Only Live Twice, Lewis Gilbert, 1967).
Por supuesto, hablando de parodias de James Bond nos viene a la cabeza la fantástica (en su VO) trilogía de Austin Powers, surgida de la mente de Mike Myers. Una de las principales influencias en las películas protagonizadas por Austin Powers son las aventuras del superespía Derek Flint. Esta influencia se muestra no sólo en detalles como la inclusión del característico sonido telefónico, también en la mención explícita que se hace de Flint en la segunda entrega de las aventuras de Austin Powers.
Derek Flint, al que da cuerpo James Coburn, debuta en Flint, agente secreto (Our Man Flint, Daniel Mann, 1966). La película explota todas las características que habían hecho populares las películas de James Bond llevándolas al absurdo, incluidas un par de puyas directas al agente 007 (una protagonizada por un actor parecido a Sean Connery), pero con el look, el presupuesto y el estilo de una de las aventuras del agente británico.
Es decir, se nota que es una comedia por lo exagerado del conjunto, tanto en la trama como en los personajes, pero con el aspecto de una película hecha en serio, basando gran parte de su efectividad en diálogos paródicos expresados con gran seriedad por los actores:
Mr. Cramden (Lee J. Cobb) -mostrando un maletín lleno de trucos- : Esto contiene 65 armas.
Derek Flint -enseñando su encendedor-: Esto tiene 82 funciones. 83, si desea encender un cigarrillo.
Mr. Cramden: ¿Viajó hasta Moscú para ver un ballet?
Derek Flint: No, no. ¡Para enseñar!
Derek Flint: ¿Por qué me atacó ese águila?
Malvado esbirro: Está entrenada para reconocer y atacar americanos.
Derek Flint: Un águila anti-americana. Es diabólico.
Como parodia resulta efectiva. Aunque algunos de los aspectos más políticamente incorrectos, como el harén al servicio de Flint, pueden no gustar a algunos espectadores actuales. También está bastante cuidado el aspecto de la acción, no es muy diferente de las películas de James Bond de la época, aunque con menos medios.
Tremendamente pop y colorista, tiene un argumento que avanza y no es una acumulación de gags. No se puede decir lo mismo de la secuela F de Flint (In Like Flint, Gordon Douglas, 1967). El título original hace referencia a la expresión inglesa "in like Flynn", que hacía referencia a su vez al actor Errol Flynn y sus abundantes conquistas. La expresión "in like Flynn" se aplicaba a aquellos hombres que conquistaban sexualmente una mujer con cierta facilidad. Aunque esta segunda parte tiene uno de los gags que más gracia me hizo de las dos películas, en el cual Flint está hablando con un delfín mientras prepara un diccionario humano-delfín/delfín-humano, la verdad es que los chistes acaban cansando y no resulta tan fresca como la primera, a pesar de contar con un impresionante desfile de bellas actrices. Al final uno no acaba sabiendo si la misoginia de la película forma parte de la parodia o no.
De todas formas, ambas resultan bastante divertidas. Especialmente si os gusta el pop-art, el camp y el absurdo sesentero en general. No son precisamente originales sus argumentos ni las escenas de acción, pero siendo comedias, el objetivo principal es que te rías. A mi este estilo camp me hace bastante gracia, pero reconozco que no a todo el mundo le gusta.
Recomiendo más la primera que la segunda, ya que, como he dicho, es más redonda, pero ambas son agradecidas de ver. Posiblemente, el problema de la segunda es que se esfuerza demasiado, exagera demasiado. Tal vez si hubiese seguido la línea más "sútil" de la primera no habría acabado resultando cansina hacia el final. Aparentemente se planeó realizar una tercera entrega, pero Coburn declinó participar y se acabó abandonando el proyecto.
Creo que esta película me gustaría más que las propias de 007 jaja
ResponderEliminarComo curiosidad, esta película la descubrí gracias a Austin Powers 2, ya que en una escena la mencionan. Yo pensé que era una invención del guionista, pero un dia, dando una vuelta por la fnac, me la encontré en dvd para mi sorpresa. Resultaba que realmente existia!
Y tanto que existe. Y mucho! En la 2 de Austin Powers mencionan la 2 de Derek Flint, no sé por si ser las dos segundas partes o por que es la favorita de Myers. Aunque no entiendo pq pensaste que se la habían inventado, ¿cómo la mencionan en el doblaje?
ResponderEliminarTe cuento,la vi hace tiempo,la 1ª,por Coburn y
ResponderEliminarme entretuvo bastaste,pero no como las de JAMES BOND,que me encantan.Esta tenia una diversion mezclada con la presencia de Coburn,nada mas.
La cosa es que en el doblaje la nombran correctamente, pero como como la saga de Austin Powers es como es, por alguna razón pensé que era una broma o algo así y que esa tal "Flint, agente secreto" ni existía ni nada
ResponderEliminarAtticus, hombre, las de James Bond son infinitamente mejores, estas son sólo parodias.
ResponderEliminarDr. Gonzo, Bueno, a todos nos ha pasado alguna vez algo así. Yo durante mucho tiempo pensé que la isla de los monstruos de las pelis japonesas era un sitio de verdad. De ahí sacaron los dinosaurios de Parque Jurásico. Luego ya me dijeron que la isla de los monstruos no está por Japón, sino algo más lejos. Por cierto, si dijeron "Flint, agente secreto" lo tradujeron mal, ya que la que sale es la segunda: F de Flint.