(lo mejor de esta película) |
¿Alguna vez os habéis preguntado que pasaría al mezclar Austin Powers (Austin Powers: International Men of Mystery, Jay Roach, 1997) con Drácula 73 (Dracula A. D. 1972, Alan Gibson, 1972)? Parece ser que algunos ejecutivos de la Warner sí se lo preguntaron y decidieron hacer una película con eso en mente. De paso, pensaron que sería buena idea disfrazarla de adaptación de una clásica serie de televisión para cabrear a unos cuantos fans. Al frente pusieron a Tim Burton y lo estrenaron como Sombras tenebrosas (Dark Shadows, 2012).
Está claro que cualquier seguidor de la serie de televisión Sombras en la oscuridad (Dark Shadows, 1966-1971), las dos películas que se hicieron a partir de ella: Sombras en la oscuridad (House of Dark Shadows, Dan Curtis, 1970) y Una luz en la oscuridad (Night of Dark Shadows, Dan Curtis, 1971), así como de los dos revivals televisivos (uno en 1991 [visto como Vampiros] y otro en 2005 [inédito aquí]) odiará la película Sombras tenebrosas.
También está claro que aquellos que odian el estilo de Tim Burton (¿en serio? ¿Incluso Ed Wood (1994)?) odiarán esta película y aquellos que adoran todo lo que hace Tim Burton (¿en serio? ¿Incluso Alicia en el país de las maravillas (Alice in Wonderland, 2010)?) adorarán esta película.
¿Y el resto? Bueno, sobre que pensará el resto de las personas que vayan a ver esta película no tengo ni idea, pero os puedo hablar sobre lo que pienso yo que ni soy fan de la serie, ni odio el trabajo de Tim Burton ni tampoco lo adoro.
El problema que tiene Tim Burton es el mismo que otros directores esencialmente visuales o más interesados en el aspecto técnico, como James Cameron. Básicamente, si el guion es bueno (o les encargan un buen proyecto) la película posiblemente será buena. Por supuesto, si el guion es malo, la película será mala. De ahí que la única película con una historia y personajes más o menos sólidos de Cameron sea Terminator (The Terminator, 1984) ya que tomó la historia "prestada" de Harlan Ellison (sin decirle nada, lo cual está feo creo yo), dependiendo en el resto de sus películas que las secuencias de acción te hagan olvidar las carencias del guion.
Con Tim Burton es el aspecto visual, de diseño, el que prevalece. Así, las películas de Burton que funcionan son aquellas que cuentan con un guion más o menos decente, porque lo único que a él le importa es la imagen. Claro, que últimamente Burton es el equivalente cinematográfico de los Red Hot Chili Peppers y se dedica a repetir una y otra vez lo que le funcionó en el pasado.
Para mí, ver Dark Shadows ha resultado tremendamente frustrante, ya que es una película que no sabe lo que quiere ser, si un melodrama gótico con toques sobrenaturales o una comedia tonta con chistes trillados y previsibles. De manera que cada vez que la película se apuntaba un tanto por su aspecto "serio", quedaba arruinado por una línea de diálogo estúpida o un infantil gag. Por otro lado, teniendo en cuenta la manera que tenían de hablar los personajes, el tipo de frases y los "ingeniosos" juegos de palabras, la versión doblada de la película debe ser aún peor.
El prólogo y las primeras escenas me gustaron bastante. Si la película hubiera seguido en esta línea y hubiera tenido el valor de hacer un exuberante melodrama gótico completamente en serio, sin pedir disculpas ni avergonzarse, habría sido absolutamente genial y cómicamente habría funcionado mucho mejor. Todo el reparto, además, parece abrazar el aspecto más semejante a la serie original, especialmente las fantásticas Michelle Pfeiffer y Eva mmm Green (que está soberbia de principio a fin y de arriba a abajo). Sin embargo, desde el momento en que Johnny Depp como Barnabas Collins sale de su tumba la película va cuesta abajo, mientras Depp va repitiendo los mismos tics y gestos que ve que le han dado éxito esta última década. Eso sin contar con su inconsistencia: en una escena aparece Depp a la luz del día cubierto por un paraguas sin que le pase nada, en otra se pone frente a una ventana y empieza a arder a través de la ropa (la misma que llevaba previamente fuera a pleno sol).
Condensando años de historias en una película de menos de dos horas, se hace muy lenta a pesar de que se centra en una trama muy simple, la que protagonizan Green y Depp, dejando de lado el resto de personajes, cuya función parece ser simplemente llenar el escenario y que Depp tenga alguien con quién hablar para transmitir, de forma bastante torpe, información al espectador. Esta torpe narrativa se agrava cuando en la pelea final de forma apresurada se empiezan a amontonar revelaciones y explicaciones haciendo que la escena se alargue y resulte lenta en lugar de espectacular, mientras Green se transforma en la Meryl Streep de La muerte os sienta tan bien (Death Becomes Her, Robert Zemeckis, 1992) y Depp no hace nada y se acumulan las explicaciones apresuradas. Lo que lo hace aún peor es que mientras se van revelando estas sorpresas finales yo pensaba lo interesante que hubiera sido si todo esto se hubiera desarrollado durante el film en lugar de dedicarle 30 segundos al final (también pensaba en lo absurdas y mal llevadas que estaban algunas de estas revelaciones: ¿realmente el personaje de Pfeiffer no se dio cuenta de lo que era su hija desde que era un bebé?).
Otro aspecto también mal llevado es la ambientación. Al parecer la película siente la necesidad de recordar al espectador continuamente que transcurre en los 70 y en lugar de crear una ambientación más o menos realista se dedica a acumular icono setentero tras icono setentero, al estilo que en la segunda entrega de Austin Powers se recrean los 60. Lo peor son las referencias musicales, tan obvias que me acabaron cargando bastante (y eso que empiezan bien con Nights In White Satin de The Moody Blues o la nada sutil referencia Season Of The Witch de Donovan) sacando la música de un grandes éxitos de la década que alguien debía guardar en algún cajón. El momento más ridículo llega con Depp recitando The Joker de la Steve Miller Band (otro gag que tampoco me hizo gracia).
Desde mi punto de vista, una pérdida de tiempo. Mediocre y aburrida.
Con Tim Burton es el aspecto visual, de diseño, el que prevalece. Así, las películas de Burton que funcionan son aquellas que cuentan con un guion más o menos decente, porque lo único que a él le importa es la imagen. Claro, que últimamente Burton es el equivalente cinematográfico de los Red Hot Chili Peppers y se dedica a repetir una y otra vez lo que le funcionó en el pasado.
Para mí, ver Dark Shadows ha resultado tremendamente frustrante, ya que es una película que no sabe lo que quiere ser, si un melodrama gótico con toques sobrenaturales o una comedia tonta con chistes trillados y previsibles. De manera que cada vez que la película se apuntaba un tanto por su aspecto "serio", quedaba arruinado por una línea de diálogo estúpida o un infantil gag. Por otro lado, teniendo en cuenta la manera que tenían de hablar los personajes, el tipo de frases y los "ingeniosos" juegos de palabras, la versión doblada de la película debe ser aún peor.
El prólogo y las primeras escenas me gustaron bastante. Si la película hubiera seguido en esta línea y hubiera tenido el valor de hacer un exuberante melodrama gótico completamente en serio, sin pedir disculpas ni avergonzarse, habría sido absolutamente genial y cómicamente habría funcionado mucho mejor. Todo el reparto, además, parece abrazar el aspecto más semejante a la serie original, especialmente las fantásticas Michelle Pfeiffer y Eva mmm Green (que está soberbia de principio a fin y de arriba a abajo). Sin embargo, desde el momento en que Johnny Depp como Barnabas Collins sale de su tumba la película va cuesta abajo, mientras Depp va repitiendo los mismos tics y gestos que ve que le han dado éxito esta última década. Eso sin contar con su inconsistencia: en una escena aparece Depp a la luz del día cubierto por un paraguas sin que le pase nada, en otra se pone frente a una ventana y empieza a arder a través de la ropa (la misma que llevaba previamente fuera a pleno sol).
Condensando años de historias en una película de menos de dos horas, se hace muy lenta a pesar de que se centra en una trama muy simple, la que protagonizan Green y Depp, dejando de lado el resto de personajes, cuya función parece ser simplemente llenar el escenario y que Depp tenga alguien con quién hablar para transmitir, de forma bastante torpe, información al espectador. Esta torpe narrativa se agrava cuando en la pelea final de forma apresurada se empiezan a amontonar revelaciones y explicaciones haciendo que la escena se alargue y resulte lenta en lugar de espectacular, mientras Green se transforma en la Meryl Streep de La muerte os sienta tan bien (Death Becomes Her, Robert Zemeckis, 1992) y Depp no hace nada y se acumulan las explicaciones apresuradas. Lo que lo hace aún peor es que mientras se van revelando estas sorpresas finales yo pensaba lo interesante que hubiera sido si todo esto se hubiera desarrollado durante el film en lugar de dedicarle 30 segundos al final (también pensaba en lo absurdas y mal llevadas que estaban algunas de estas revelaciones: ¿realmente el personaje de Pfeiffer no se dio cuenta de lo que era su hija desde que era un bebé?).
Otro aspecto también mal llevado es la ambientación. Al parecer la película siente la necesidad de recordar al espectador continuamente que transcurre en los 70 y en lugar de crear una ambientación más o menos realista se dedica a acumular icono setentero tras icono setentero, al estilo que en la segunda entrega de Austin Powers se recrean los 60. Lo peor son las referencias musicales, tan obvias que me acabaron cargando bastante (y eso que empiezan bien con Nights In White Satin de The Moody Blues o la nada sutil referencia Season Of The Witch de Donovan) sacando la música de un grandes éxitos de la década que alguien debía guardar en algún cajón. El momento más ridículo llega con Depp recitando The Joker de la Steve Miller Band (otro gag que tampoco me hizo gracia).
Desde mi punto de vista, una pérdida de tiempo. Mediocre y aburrida.
Estoy de acuerdo contigo en todo.
ResponderEliminarSobre la serie no tengo ni idea, así que no sé si es mejor o peor adaptación (como ya comenté en mi blog). Esto es incluso beneficioso, ya que de esa forma me cabreo menos con Tim Burton.
Lo que me chirrío de mala manera fue la gran revelación final del personaje de Chloe Moretz (que por cierto, y pese a la edad, me pone muuucho más que Eva Green). En serio, hasta el más acérrimo fan de Burton tiene que reconocer que ese detalle es una salida de tiesto monumenal. ¿¿Se le ocurrió a alguien sobre la marcha o qué?? ¡Es que no! Cuanto más lo pienso, más forzado lo veo.
Para mí,lo mejor de la película es Johnny Depp, que pese a repetirse bastante es un actor que me cae muy bien, Chloe Moretz, por ser un bombón y mi futura esposa, y la banda sonora, que aunque la película se me hizo larga, me pasé todo el metraje pendiente de saber cual sería el siguiente temazo que se escucharía. Eso me hizo la cosa más amena.
Me alegra leer una crítica de alguien que, al igual que yo, no adora ni odia a Tim Burton (y mira que algunas de sus películas como "Ed Wood" o "Mars Attacks!" me encantan). Por lo que leo, no es que la historia esté muy bien planteada, ¿no?
ResponderEliminarEn fin, ya me la veré y te contaré qué me parece. De todas formas, tras intentar ver "Alicia en el país de las maravillas" exclamé indignado: "¡Tim Burton, antes molabas!" (Lo mismo dije poco después sobre Johnny Depp. Al cual le tengo una gran tirria por cómo gente que sólo le conoce por 3 o 4 éxitos le pone en un altar).
Gonzo, todas estas reveleaciones son procedentes de la serie según tengo entendido ya que tampoco soy seguidor. Como no se desarrollan ni se insinúan a lo largo de la película parecen inventadas sobre la marcha, efectivamente.
ResponderEliminarRoy, Mars Attacks! es el ejemplo de pq Burton en ocasiones chirría. No es que la peli esté mal, pero su objetivo era representar las escenas de los cromos que más le gustaban. Destaca entonces el trabajo del guionista Jonathan Gems en meter las imágenes que quería Burton en un guion divertido e ingenioso.
Opino más o menos como tú. Parto de la base de que el guión es bastante malo y eso hace que toda la película se vaya a la mierda. No obstante, diferimos en un aspecto, y es que a mí el prólogo me pareció horrible, muy pesado, muy poco cinematográfico. El prólogo es una película por sí mismo y me pareció incluso molesto que te lo resumieran a todo correr. Después de eso, cuando ya Barnabas sale de su tumba, la primera parte de la película me pareció muy entretenida, pero de polvo por las paredes en adelante... una ordinariez!
ResponderEliminarTal vez el prólogo habría ganado sin la narración, sólo imágenes y música.
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