La serie de televisión La mujer maravilla (Wonder Woman, 1975-1979) fue pionera en dos aspectos. Fue la primera adaptación de un cómic seria que se hacía en televisión, dejando de lado el camp del Batman de los 60 y abriendo camino a otras series clásicas como El increíble Hulk (The Incredible Hulk, 1978-1982); y fue la primera serie de televisión de acción protagonizada por un personaje femenino con cierto contenido feminista, abriendo camino para el spin-off de El hombre de los seis millones de dólares (The Six Million Dollar Man, 1974-1978) La mujer biónica (Bionic Woman, 1976-1978). Y digo femenismo en oposición a la explotación del personaje femenino que podíamos ver en series como Los ángeles de Charlie (Charlie's Angels, 1976-1981), en la cual cada episodio era una excusa para poner a sus protagonistas ligeras de ropa en situaciones cargadas de fetichismo, o la sit-com Apartamento para tres (Three's Company, 1976-1984), lo que en los 70 se llamaban "jiggle" shows por el movimiento de los pechos de sus protagonistas (jiggle=meneo), algo que en los 90 rescataría cierta serie sobre vigilantes playeros. En Wonder Woman nos encontramos a una protagonista inteligente, poderosa, fuerte e independiente, que en ningún momento es explotada por su físico y es valorada por cualidades más allá de las físicas (aunque en diversas ocasiones se hace mención a su poderío corporal, por supuesto).
Lynda Carter es la principal responsable de que la serie funcione, ya que encarna a la perfección a la heroína amazona de un modo sólo igualado por la identificación entre Cristopher Reeve y Superman. Igual que Reeves tenía un físico y unas características ideales para encarnar al hijo más famoso de Krypton, Carter encarna a la perfección Wonder Woman no sólo por su físico, aunque el hecho de que sea una belleza natural sin aditivos es importante, sino también por como las cualidades inherentes de la Wonder Woman de entonces eran reflejadas por Carter. Obviamente, la Wonder Woman de los 70 es diferente de la actual y no sé si Carter podría encarnar con la misma fidelidad a la actual heroína, a pesar de que muchos dibujantes se hayan inspirado en la actriz a la hora de dibujar a la moderna Wonder Woman. Aunque Warner Bros. lleva años intentando explotar al personaje económicamente de nuevo, con una serie de televisión el 2011 que se quedó sólo en un episodio piloto y una película que lleva años en desarrollo sin que se llegue a nada (el famoso proyecto del que echaron a Joss Whedon), parece ser que es incapaz de encontrar la manera de que el personaje les funcione, claro que la Warner se ha hecho experta en destrozar los personajes de su filial DC (con la excepción del actual Batman de Nolan) haciendo una mala película de superhéroes tras otra.
Además de Carter, la serie contó con un gran número de excelentes actores invitados, desde gente que empezaba y luego se haría famosa como Debra Winger, Craig T. Nelson y Ed Begley Jr., hasta grandes veteranos y secundarios como Roddy McDowall, Henry Gibson y John Saxon.
La serie está dividida en dos momentos temporales: la primera temporada transcurre a mediados de los años 40 y la segunda y tercera temporada transcurren en la actualidad, es decir en los 70. Por eso también he dividido el comentario ya que la serie cambia bastante de una época a otra.
Primera temporada: La II Guerra Mundial
El episodio piloto de la serie da una imagen equivocada de lo que luego será el show, ya que el tono es bastante ligero y cómico, rozando peligrosamente el camp, aunque sí muestra una versión bastante fiel del origen de Wonder Woman. De hecho, uno de los grandes aciertos de la serie fue mantenerse muy fiel al personaje que había creado Charles Moulton con todas sus características.
Tras el episodio piloto la serie adopta un tono más "serio", es decir, parecido al de las dos primeras películas de Superman de Richard Donner. Eso hace que sea bastante entretenida en cuanto a acción, pero se acaba haciendo repetitiva al ser siempre el mismo esquema: plan nazi para conquistar el mundo desmontado por Wonder Woman. A pesar de ello nos encontramos con varios episodios bastante interesantes.
En Fausta: The Nazi Wonder Woman, nos encontramos a la Wonder Woman enfrentada a su contrapartida nazi (por si no os ha quedado claro el título) encarnada por Lynda Day George, la policía/tenista de la obra maestra absoluta Mil gritos tiene la noche (Juan Piquer Simón, 1982), lo que significa que también aparece en el episodio Christopher George. Wonder Woman en lugar de resolver la situación a guantazos demuestra cierta inteligencia intentando apelar a la hermandad femenina que une a estas dos mujeres superlativas. Además el episdio cuenta con una escena de puro pulp, en un castillo nazi con trampas y ataduras.
Dividido en dos episodios, The Feminum Mystique nos presenta la lucha contra los nazis llevada a la isla de las amazonas. Este two-parter resulta interesante también porque cuenta con la presencia de John Saxon y es la primera intervención de Debra Winger como Wonder Girl.
Finalmente, de esta primera temporada destaco el también dividido en dos partes Judgment from Outer Space. Aquí se nos presenta una historia calcada a la de Ultimátum a la Tierra (The Day the Earth Stood Still, Robert Wise, 1951), en la cual una organización alienígena somete a juicio la Tierra para ver si la destruye o no, ya que consideran peligrosa la afición de los terrícolas a matarse los unos a los otros. Este más que bienvenido soplo de ciencia ficción sirve para que se creen momentos de inédita crítica en una serie de acción hasta ese momento bastante ligera. Por ejemplo, la frustración que crea en Wonder Woman la actitud de los militares hacia el encargado de hacer el juicio, Andros (Tim O'Connor), hace que tenga un sonado enfrentamiento criticando la ceguera patriotera. Lo interesante es que lo hace en su personalidad de Diana Prince, no como Wonder Woman. Otro momento interesante es cuando Wonder Woman intenta convencer a Andros de que no todos los terrícolas son iguales, que los nazis son malvados por la creación de los campos de concentración. A esto Andros responde: "díselo a los ciudadanos americanos de ascendencia japonesa", una alusión a los campos de concentración en los cuales el gobierno americano decidió encerrar a todos los americanos provenientes del Japón durante la Segunda Guerra Mundial. Una alusión que no se repetiría en otras series y películas del momento o desde entonces, siendo algo que se ha procurado hacer desaparecer. Alusión que se repetiría en Wonder Woman en un episodio de la segunda temporada.
A pesar de estos episodios, esta primera temporada puede hacerse algo larga. De todos modos, que eso no os quite las ganas de ver las dos siguientes temporadas de la serie, mucho mejores.
Segunda y tercera temporada: 70s Style
El cambio de la serie de la cadena ABC a la CBS trajo consigo una importante mejora: se decidió ambientar la serie en el presente. En el primer episodio sabemos que al acabar la Segunda Guerra Mundial Wonder Woman regresó a su hogar, sin embargo un nuevo accidente hará que vuelva a ponerse el traje para luchar contra malvados megalomaníacos.
Esta vez, Wonder Woman adoptará de nuevo la identidad de Diana Prince pero lo hará como ayudante de Steve Trevor (Lyle Waggoner), el hijo del Steve Trevor de la primera temporada, en una agencia gubernamental llamada IADC, una mezcla entre el FBI y la CIA. El argumento se parece al usado en uno de los primeros intentos de llevar Wonder Woman a la televisión, en 1974, que entonces no tuvo éxito (sólo se hizo un piloto).
En estas dos temporadas los elementos de ciencia ficción y propios de los cómics se hacen protagonistas, y no es raro que Wonder Woman se enfrente a invasiones extraterrestres, robots malvados, mad doctors y demás villanos del estilo. Al principio de la segunda temporada Diana Prince es la ayudante de Trevor en sus misiones, pero luego se cambia y Trevor se convierte en el jefe que envía en solitario a Diana en misiones secretas, que es como si James Bond fuera la identidad civil de Superman. Otros cambios se sucederán a lo largo de estas dos temporadas, la mayoría en la segunda. El primero que salta a la vista es que se cambió la cabecera a mitad de la segunda temporada:
Al principio, Trevor y Diana reciben sus órdenes de un jefe desconocido que habla a través de un altavoz en un gran computador/televisión, junto a otro agente: Joe Atkinson (Normann Burton). Más adelante, Joe y el jefe misterioso desaparecen y tenemos a Trevor y Diana, ayudados ocasionalmente por la computadora inteligente IRAC, que aparece en el primer episodio de la segunda pero desaparece en los siguientes episodios hasta que regresa como secundario. A IRAC se le añadirá el pequeño robot Rover. Cuando Trevor es el jefe de Diana/Wonder Woman, aparece Eve (Saundra Sharp), secretaria/ayudante de Trevor, personaje que también desaparecerá hacia el final de la segunda temporada. Por último, el avión invisible de Wonder Woman desaparece al cabo de unos pocos episodios de la segunda temporada, pero se incorporan dos nuevos trajes: Wonder Woman submarinista y Wonder Woman motorista.
Estas dos últimas temporadas tienen argumentos que van de lo genuinamente interesante al puro delirio. Así, se puede disfrutar la serie tanto por sus historias, en algunos casos, como por el despliegue de locura setentera psicotrónica.
En el departamente de locura psicotrónica empezamos fuerte con el segundo episodio de la segunda temporada: Anschluss '77, en el cual Mel Ferrer dirige una conspiración nazi en Sudamérica para crear un clon de Hitler. Si habéis leído Los niños del Brasil de Ira Levin, o visto la película, recordaréis como el escritor se tomó mucho trabajo para hacer el argumento creíble y viable científicamente. Aquí, en cambio, lo hacen usando máquinas que despiden rayos a la Frankenstein, mostrando un uniforme que se va llenando de un cuerpo y en cinco minutos ya tienes un Hitler dispuesto a conquistar el mundo. Tremendo.
También vemos el retorno de Andros en el episodio dividido en dos partes: Mind Stealers from Outer Space, en la cual una raza malvada de extraterrestres se dedica a robar la mente de incautos terrestres. En el episodio se usan imágenes del "clasico" Regreso a la Tierra (This Island Earth, Jospeh M. Newman, 1955) para ahorrar en decorados intergalácticos, lo cual me hizo cierta gracia.
En la segunda temporada también tenemos el curioso episodio The Girl from Ilandia, que parece un intento de crear un spin-off protagonizado por una niña procedente de una dimensión alternativa, aunque el episodio en sí no sea nada del otro mundo.
Hacia el final de la segunda temporada se baja un poco el nivel de los episodios pero la tercera y, creo, mejor temporada recupera la forma estupendamente. Aunque empieza con un no demasiado interesante episodio que cuenta con la presencia de Leif Garrett (el Justin Bieber de los 70), las historias siguientes serán más interesantes, enfrentando a Wonder Woman con supervillanas como Formicida, cuyos poderes derivan de las hormigas.
Uno de los episodios que más me gustó fue el psicotrónico Gault's Brain, en la cual el villano es un cerebro enorme que flota en un tarro y que ve a través de un ojo que sobresale de la materia gris. Este supercerebro tiene poderes telequinéticos, por supuesto, y puede matar a distancia.
Un episodio genial por su contenido serio es The Starships Are Coming, el cual trata la manipulación informativa, el periodismo basura y la peligrosidad de la extrema derecha americana de un modo adelantado a su tiempo. En otro sentido, el episodio Spaced Out también resulta algo adelantado al estar ambientado en una convención de ciencia ficción, el retrato que se hace de los aficionados es prácticamente el mismo que podemos ver en cualquier serie actual.
Las invasiones extraterrestres vuelven con el episodio en dos partes The Boy Who Knew Her Secret, una historia al estilo ladrones de cuerpos con un giro curioso y una inquietante manera de apoderarse de los humanos que hace que sea de las mejores historias de la temporada.
Hacia el final de la tercera temporada se anunció que, debido a la floja audiencia, la serie se iba a cancelar. Teniendo en cuenta la dirección que se apuntaba hacia el final de la tercera temporada, creo que fue lo mejor. Al final de la segunda parte de The Boy Who Knew Her Secret Wonder Woman anuncia que la agencia la traslada a Los Ángeles. Y así es en The Man Who Could Not Die, donde Diana Prince se presenta a trabajar bajo un nuevo jefe y se añaden dos personajes más: un irritante niño que de alguna manera trabaja vendiendo comida en esta agencia secreta, un hombre indestructible y un mono indestructible. Nada bueno podía salir de aquí y creo que si se hubiese continuado una cuarta temporada con estos personajes podría haber sido desastroso y arruinar lo que ahora es una serie clásica. Lo erróneo de este acercamiento se hace más evidente cuando se ven los dos últimos episodios, la historia en dos partes The Phantom of the Roller Coaster (referencia al fantasma de la ópera), que de hecho son episodios anteriores a The Boy Who Knew Her Secret y The Man Who Could Not Die pero que se emitieron después, haciendo evidente lo buena que era la química entre Trevor y Diana Prince y lo irritantes que eran los nuevos personajes.
A pesar que los limitados presupuestos televisivos hicieran que los efectos especiales no fueran gran cosa y que muchas veces se vieran los hilos y los trucos, no he podido resistirme al encanto de esta serie, en la cual se mezcla disfrute serio y delirio. La de los 70 fue una gran década para la locura, como ejemplifica esta entretenida serie. De momento es la mejor y única manera de disfrutar con Wonder Woman en acción. O por lo menos la única manera en acción real, en el 2009 se estrenó directa en DVD y Blu la fantástica película de animación Wonder Woman - La mujer maravilla (Wonder Woman, Lauren Montgomery), otra estupenda producción de DC Universe tremendamente entretenida, que te hace desear que la misma gente se encargara de hacer la película de imagen real. La película cuenta con un buen surtido de talentosas voces entre las que encontramos Keri Russell como Wonder Woman, Nathan Fillion, Alfred Molina, Rosario Dawson, Virginia Madsen y Oliver Platt, entre otros.
Dividido en dos episodios, The Feminum Mystique nos presenta la lucha contra los nazis llevada a la isla de las amazonas. Este two-parter resulta interesante también porque cuenta con la presencia de John Saxon y es la primera intervención de Debra Winger como Wonder Girl.
Finalmente, de esta primera temporada destaco el también dividido en dos partes Judgment from Outer Space. Aquí se nos presenta una historia calcada a la de Ultimátum a la Tierra (The Day the Earth Stood Still, Robert Wise, 1951), en la cual una organización alienígena somete a juicio la Tierra para ver si la destruye o no, ya que consideran peligrosa la afición de los terrícolas a matarse los unos a los otros. Este más que bienvenido soplo de ciencia ficción sirve para que se creen momentos de inédita crítica en una serie de acción hasta ese momento bastante ligera. Por ejemplo, la frustración que crea en Wonder Woman la actitud de los militares hacia el encargado de hacer el juicio, Andros (Tim O'Connor), hace que tenga un sonado enfrentamiento criticando la ceguera patriotera. Lo interesante es que lo hace en su personalidad de Diana Prince, no como Wonder Woman. Otro momento interesante es cuando Wonder Woman intenta convencer a Andros de que no todos los terrícolas son iguales, que los nazis son malvados por la creación de los campos de concentración. A esto Andros responde: "díselo a los ciudadanos americanos de ascendencia japonesa", una alusión a los campos de concentración en los cuales el gobierno americano decidió encerrar a todos los americanos provenientes del Japón durante la Segunda Guerra Mundial. Una alusión que no se repetiría en otras series y películas del momento o desde entonces, siendo algo que se ha procurado hacer desaparecer. Alusión que se repetiría en Wonder Woman en un episodio de la segunda temporada.
A pesar de estos episodios, esta primera temporada puede hacerse algo larga. De todos modos, que eso no os quite las ganas de ver las dos siguientes temporadas de la serie, mucho mejores.
Segunda y tercera temporada: 70s Style
El cambio de la serie de la cadena ABC a la CBS trajo consigo una importante mejora: se decidió ambientar la serie en el presente. En el primer episodio sabemos que al acabar la Segunda Guerra Mundial Wonder Woman regresó a su hogar, sin embargo un nuevo accidente hará que vuelva a ponerse el traje para luchar contra malvados megalomaníacos.
Esta vez, Wonder Woman adoptará de nuevo la identidad de Diana Prince pero lo hará como ayudante de Steve Trevor (Lyle Waggoner), el hijo del Steve Trevor de la primera temporada, en una agencia gubernamental llamada IADC, una mezcla entre el FBI y la CIA. El argumento se parece al usado en uno de los primeros intentos de llevar Wonder Woman a la televisión, en 1974, que entonces no tuvo éxito (sólo se hizo un piloto).
En estas dos temporadas los elementos de ciencia ficción y propios de los cómics se hacen protagonistas, y no es raro que Wonder Woman se enfrente a invasiones extraterrestres, robots malvados, mad doctors y demás villanos del estilo. Al principio de la segunda temporada Diana Prince es la ayudante de Trevor en sus misiones, pero luego se cambia y Trevor se convierte en el jefe que envía en solitario a Diana en misiones secretas, que es como si James Bond fuera la identidad civil de Superman. Otros cambios se sucederán a lo largo de estas dos temporadas, la mayoría en la segunda. El primero que salta a la vista es que se cambió la cabecera a mitad de la segunda temporada:
Al principio, Trevor y Diana reciben sus órdenes de un jefe desconocido que habla a través de un altavoz en un gran computador/televisión, junto a otro agente: Joe Atkinson (Normann Burton). Más adelante, Joe y el jefe misterioso desaparecen y tenemos a Trevor y Diana, ayudados ocasionalmente por la computadora inteligente IRAC, que aparece en el primer episodio de la segunda pero desaparece en los siguientes episodios hasta que regresa como secundario. A IRAC se le añadirá el pequeño robot Rover. Cuando Trevor es el jefe de Diana/Wonder Woman, aparece Eve (Saundra Sharp), secretaria/ayudante de Trevor, personaje que también desaparecerá hacia el final de la segunda temporada. Por último, el avión invisible de Wonder Woman desaparece al cabo de unos pocos episodios de la segunda temporada, pero se incorporan dos nuevos trajes: Wonder Woman submarinista y Wonder Woman motorista.
Estas dos últimas temporadas tienen argumentos que van de lo genuinamente interesante al puro delirio. Así, se puede disfrutar la serie tanto por sus historias, en algunos casos, como por el despliegue de locura setentera psicotrónica.
En el departamente de locura psicotrónica empezamos fuerte con el segundo episodio de la segunda temporada: Anschluss '77, en el cual Mel Ferrer dirige una conspiración nazi en Sudamérica para crear un clon de Hitler. Si habéis leído Los niños del Brasil de Ira Levin, o visto la película, recordaréis como el escritor se tomó mucho trabajo para hacer el argumento creíble y viable científicamente. Aquí, en cambio, lo hacen usando máquinas que despiden rayos a la Frankenstein, mostrando un uniforme que se va llenando de un cuerpo y en cinco minutos ya tienes un Hitler dispuesto a conquistar el mundo. Tremendo.
También vemos el retorno de Andros en el episodio dividido en dos partes: Mind Stealers from Outer Space, en la cual una raza malvada de extraterrestres se dedica a robar la mente de incautos terrestres. En el episodio se usan imágenes del "clasico" Regreso a la Tierra (This Island Earth, Jospeh M. Newman, 1955) para ahorrar en decorados intergalácticos, lo cual me hizo cierta gracia.
En la segunda temporada también tenemos el curioso episodio The Girl from Ilandia, que parece un intento de crear un spin-off protagonizado por una niña procedente de una dimensión alternativa, aunque el episodio en sí no sea nada del otro mundo.
Hacia el final de la segunda temporada se baja un poco el nivel de los episodios pero la tercera y, creo, mejor temporada recupera la forma estupendamente. Aunque empieza con un no demasiado interesante episodio que cuenta con la presencia de Leif Garrett (el Justin Bieber de los 70), las historias siguientes serán más interesantes, enfrentando a Wonder Woman con supervillanas como Formicida, cuyos poderes derivan de las hormigas.
Uno de los episodios que más me gustó fue el psicotrónico Gault's Brain, en la cual el villano es un cerebro enorme que flota en un tarro y que ve a través de un ojo que sobresale de la materia gris. Este supercerebro tiene poderes telequinéticos, por supuesto, y puede matar a distancia.
Un episodio genial por su contenido serio es The Starships Are Coming, el cual trata la manipulación informativa, el periodismo basura y la peligrosidad de la extrema derecha americana de un modo adelantado a su tiempo. En otro sentido, el episodio Spaced Out también resulta algo adelantado al estar ambientado en una convención de ciencia ficción, el retrato que se hace de los aficionados es prácticamente el mismo que podemos ver en cualquier serie actual.
Las invasiones extraterrestres vuelven con el episodio en dos partes The Boy Who Knew Her Secret, una historia al estilo ladrones de cuerpos con un giro curioso y una inquietante manera de apoderarse de los humanos que hace que sea de las mejores historias de la temporada.
Hacia el final de la tercera temporada se anunció que, debido a la floja audiencia, la serie se iba a cancelar. Teniendo en cuenta la dirección que se apuntaba hacia el final de la tercera temporada, creo que fue lo mejor. Al final de la segunda parte de The Boy Who Knew Her Secret Wonder Woman anuncia que la agencia la traslada a Los Ángeles. Y así es en The Man Who Could Not Die, donde Diana Prince se presenta a trabajar bajo un nuevo jefe y se añaden dos personajes más: un irritante niño que de alguna manera trabaja vendiendo comida en esta agencia secreta, un hombre indestructible y un mono indestructible. Nada bueno podía salir de aquí y creo que si se hubiese continuado una cuarta temporada con estos personajes podría haber sido desastroso y arruinar lo que ahora es una serie clásica. Lo erróneo de este acercamiento se hace más evidente cuando se ven los dos últimos episodios, la historia en dos partes The Phantom of the Roller Coaster (referencia al fantasma de la ópera), que de hecho son episodios anteriores a The Boy Who Knew Her Secret y The Man Who Could Not Die pero que se emitieron después, haciendo evidente lo buena que era la química entre Trevor y Diana Prince y lo irritantes que eran los nuevos personajes.
A pesar que los limitados presupuestos televisivos hicieran que los efectos especiales no fueran gran cosa y que muchas veces se vieran los hilos y los trucos, no he podido resistirme al encanto de esta serie, en la cual se mezcla disfrute serio y delirio. La de los 70 fue una gran década para la locura, como ejemplifica esta entretenida serie. De momento es la mejor y única manera de disfrutar con Wonder Woman en acción. O por lo menos la única manera en acción real, en el 2009 se estrenó directa en DVD y Blu la fantástica película de animación Wonder Woman - La mujer maravilla (Wonder Woman, Lauren Montgomery), otra estupenda producción de DC Universe tremendamente entretenida, que te hace desear que la misma gente se encargara de hacer la película de imagen real. La película cuenta con un buen surtido de talentosas voces entre las que encontramos Keri Russell como Wonder Woman, Nathan Fillion, Alfred Molina, Rosario Dawson, Virginia Madsen y Oliver Platt, entre otros.
Nunca vi la serie. La verdad es que sí parece una especie de Supergirl (la estética es muy Supermán). Increíble su duración, me refiero que aún estuvo tiempo emitiéndose por TV.
ResponderEliminarTe voy leyendo y le encuentro ciertas semejanzas con Buffy en algunas de las temporadas, sobre todo cuando se enfrenta a guantazos con extraterrestres o robots malvados, no sé si estaré demasiado equivocado…
El capítulo del clon de Hitler en Sudamérica suena estupendo. Seguro que está entretenidísimo. La putada es que no creo que lo vea por ser una serie. Ver capítulos por separada me da mal rollo. La peli de la que hablas… no sé. Me da que no estará tan bien como algunos de los capítulos emblemáticos.
Un saludo, Raül. Estupendo post.
PD: por cierto, hay extraterrestres a patadas :-D
Ciao
Bueno, Javi, primero que Joss Whedon (creador de Buffy) es un fan de los cómics y estuvo mucho tiempo atado al proyecto de llevar Wonder Woman al cine, así que algo de eso hay, pero Buffy y Wonder Woman no se parecen mucho aparte de tener personajes femeninos fuertes como protagonistas. También has de considerar que no es una serie como las de ahora, en el sentido que es autoconclusiva y puedes ver un episodio suelto sin que te pierdas ni nada porque no tienen relación entre sí. Y la peli de animación es realmente soberbia, nada que ver con la serie, eso sí: te han de gustar los cómics de superhéroes.
ResponderEliminarNo es cierto en absoluto lo que dices de que fuè la primera adaptación seria de un comic a la televisión. Superman y Batman tuvieron series en los años 50's que no tenían nada del camp de la serie de tv de Batman de los 60's.
ResponderEliminarY cualquiera que haya visto la serie de Wonder Woman se dara cuenta que aunque no era campy, no era tan seria que digamos. Quiza trataba de serlo, pero daba mas risa que otra cosa xD
En realidad, las series de Superman y Batman tenían más de serial mañanero que otra cosa y su calidad no era muy buena. Así como los intentos anteriores de llevar Wonder Woman a la televisión tampoco fueron muy acertados.
ResponderEliminarCuando digo "seria" no quiero decir que tuviera un tono serio, sino que no era una parodia y los personajes son (más o menos) reales. En los episodios hay muchos toques de humor y cierto aire inocente propio de la época y del público al que iba dirigida la serie. Está claro que episodios como el del clon de Hitler ahora es imposible tomarlos en serio, pero en aquel momento su intención era (más o menos) seria.