Llegó la hora de volver a los orígenes. De volver a las raíces. Últimamente, entre estrenos y clásicos y demás, he dejado de lado la razón por la que empecé este blog: hablar de las películas que nadie más comentaba (en castellano). Inicié esta andadura en Internet frustado por no encontrar ningún blog que comentara The Pit (Lew Lehman, 1981), y como ya me había pasado con otras pelis decidí ponerme a hacer los comentarios yo mismo. Por desgracia, son el tipo de películas que no generan miles de visitas ni comentarios (tengo la impresión de que la gente prefiere leer sobre lo que ya conoce) pero mi principal interés es dar a conocoer títulos como The Pit, The Acid Eaters (Byron Mabe, 1968) o La niña (The Child, Robert Voskanian, 1977), algunos de los cuales ni siquiera se habían estrenado en España cuando los comenté. Por ello hoy os ofrezco El íncubo (Incubus, John Hough, 1981).
A primera vista, esta producción canadiense no parece nada del otro mundo. Dirigida por John Hough, el director de la clásica La leyenda de la mansión del infierno (The Legend of Hell House, 1973), la road movie La indecente Mary y Larry el loco (Dirty Mary Crazy Larry, 1974) y varios títulos de la Disney (sigue activo hoy día); basada en un best seller de Ray Russell y protagonizada por actores sólidos como John Cassavetes y John Ireland, uno podría esperarse la típica película de terror hollywoodiense. Pero no lo es. Oh, no, no lo es en absoluto. Canadá, en plena fiebre slasher, tiene en su haber un currículum de pelis de terror salidas de madre que hoy son clásicas como San Valentín sangriento (My Bloody Valentine, George Mihalka, 1981) y Cumpleaños mortal (Happy Birthday to Me, J. Lee Thompson, 1981), la cual coincide con Incubus en tener un director más o menos prestigioso y un actor clásico metidos en una peli cruel y sangrienta. Eso sin olvidar que David Cronenberg es canadiense. Por tanto, Incubus es muchas cosas, pero desde luego no es "normal" o "típica".
Parte de la demencia de este film surge del best seller en que se basó. Russell había trabajado en Playboy y también con Roger Corman, dos factores que desde luego influyeron en el argumento y el estilo de la novela. De hecho, el argumento de la novela tiene bastante en común con la producción de Roger Corman Humanoides del abismo (Humanoids from the Deep, Barbara Peeters/Jimmy T. Murakami, 1980) (aunque al lado de Incubus, Humanoides parece sutil y elegante).
Los primeros minutos de la película dan la impresión de ser el típico slasher, pero muy pronto el film revela su naturaleza sobrenatural y, más avanzado el metraje, sus características demenciales. La trama gira en torno a una serie de violaciones y asesinatos que tienen una naturaleza claramente sobrenatural. La acción transcurre en Galen, un tranquilo pueblo en el que nunca pasa nada. Muy pronto van a pasar muchas, muchas cosas, casi ninguna de ellas buena.
Lo que más me gusta de esta película es que llega un punto en que, simplemente, se vuelve loca. Los actores (no los personajes) empiezan a actuar de forma histérica, como contagiados por la banda sonora de Stanley Myers, las muertes se hacen cada vez más sangrientas y brutales, hay una actuación delirante de Samson y los momentos más extraños se producen durante escenas supuestamente dramáticas, especialmente por parte de Cassavetes, el cual había aceptado el papel para financiar su carrera como director, lo que puede que explica su extraña interpretación y aspecto. El film, además, está lleno de detalles perturbadores, como cuando vemos a las víctimas cubiertas con una sábana blanca completamente ensangrentada en la zona de la entrepierna, además de discusiones sobre esperma rojo sobrenatural y un primer plano al final que parece sacado de la más oscura exploitation.
Y esta es la mejor manera de describir la película: exploitation con un presupuesto. No muy alto, eso sí, pero lo bastante para darle una pátina respetable a un film pasado de vueltas. Pasado de vueltas, pero bien hecho, como demuestra una de las mejores escenas de la película (la masacre de una familia) hecha con grandes dosis de estilo en cuanto a montaje, ángulos y encuadre, un estilo que sirve para mostar una masacre (pies reventados, semidecapitaciones, ensangrentadas víctimas) propia de una serie B. Además, tiene una banda sonora bastante buena, desde la algo hortera música de Myers a las canciones del álbum de FM City of Fear usadas en el film.
En fin, una película estupenda de esas que esperaban pacientemente que alguien las alquilara en el rincón más oscuro del videoclub.
Creo recordar que esta película la vi de pequeño, pero tu reseña me ha dado ganas de volver a verla (y me la ha recordado, todo sea dicho)
ResponderEliminarEstaré atento al punto en el que todo se vuelve loco y caótico jaja
Más que caótico, histérico. Especial mención merece el aspecto de Cassavetes, que parece a punto de caer desmayado en el suelo o de empezar a matar gente de un momento al otro.
ResponderEliminardonde puedo descargar esta pelicula, me encantaria volver a verla!
ResponderEliminarPues no sabría decirte, es que yo la tengo en DVD. Supongo que buscando por google.
ResponderEliminarRecuerdo haberla rentado en Beta en los ya lejanos ochenta. A Cassavettes lo recordaba de la película "12 al patíbulo", una de guerra. La película me gusto mucho y hasta hoy, aun recuerdo ese final que esperaba pero visualmente me pego.
ResponderEliminarLa manera perfecta de verla: en una gastada cinta de vídeo. A veces lo bueno de un final es que te lo esperas y te satisface la forma en que se ejecuta lo que ya esperas.
ResponderEliminarpues el final es de lo más estúpido y traído por los pelos
ResponderEliminarComo el resto de la peli, por eso es tan genial.
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