David Cronenberg nos ofrece una nueva maravilla con Cosmopolis (2012), adaptación de una novela de Don DeLillo que nos muestra lo que le sucede a un típico ejecutivo agresivo, Eric Packer (Robert Pattison), el día que decide hacerse un corte de pelo en la misma peluquería a la que va desde que era niño e inicia un viaje en limusina que se convertirá en una odisea.
Mucho se ha comentado sobre los aspectos de la actualidad que refleja el film, las protestas y los movimientos como Ocupa Wall Street, cuyo mérito Cronenberg traslada a DeLillo, el cual escribió la novela hacia el 2003, lo que le da un carácter profético. Por tanto, como ya se ha comentado de forma extensa, me voy a centrar en este comentario en los aspectos más cronenberguianos y aquello que yo he encontrado más interesante del film.
Cronenberg ha dicho en diversas entrevistas que el proceso que siguió para convertir el libro en película fue copiar todos los diálogos de la novela y luego escribir el guion siguiéndolos, de ahí que en el film se conserva el estilo de DeLillo. A pesar de ello, el director canadiense se hace con el texto de forma que aunque se trata de una adaptación lo que vemos es puro Cronenberg.
Un elemento puramente cronenberguiano es la manera en la que actúan los personajes. Exteriormente parecen fríos y distantes pero se nota que la psicosis y la locura están a punto de asomar en la superficie, al estilo de los personajes de Crash (1996). Con este título tiene otro punto en común Cosmopolis: la importancia del vehículo. Aunque mientras que en Crash el coche se transforma en una extensión del cuerpo de los personajes, creando violentas cópulas de acero y sangre, en Cosmopolis la limusina en la cual viaja Packer a través de la ciudad se convierte en su universo, un refugio uterino aislado del exterior. La posterior desfiguración de la limusina será una pieza más en la construcción de la (auto)destrucción de Packer.
Otro elemento habitual en el cine de Croneneberg es la representación de una sociedad que vive a veces escondida, a veces de forma paralela a la sociedad en la que vivimos la mayoría. En el caso de Cosmopolis la que forman los ejecutivos y el mundo de las altas finanzas. Éstos comentan los sucesos en el mundo como si no fuera con ellos, únicamente les importa el posible efecto económico que pueda tener. Tienen su propio lenguaje y sus propios códigos, están obsesionados con la juventud, con no envejecer y morir, para ellos no existe la semana que viene, solo la siguiente hora. En ocasiones incluso actúan como extraterrestres, o mejor dicho no-humanos, ya que hablan de ir a cenar o de cualquier cosa como "¿no es esto lo que la gente hace?", como si ellos mismos no fueran "gente". Parece que les cuesta un esfuerzo actuar como seres humanos.
Pero el elemento que hace avanzar el film y está perfectamente resuelto es la progresiva autodestrucción del protagonista. Vemos a Eric Packer al principio del film vestido con un traje impecable, armado con unas gafas de sol, y poco a poco va perdiendo elementos de su "armadura" a medida que avanza en su viaje a través de la ciudad: primero las gafas de sol, luego la corbata, la chaqueta... Otras señales de su decadencia e inestabilidad mental no las puedo discutir sin arruinaros la película, pero otro ejemplo sería como, después de que le tiren un pastel, no se quita los restos de pastel del pelo en lo que queda de película. La relativa inexpresividad de Pattison en este caso casa bastante bien con las intenciones de Cronenberg y la caracterización del personaje. Y, además, la locura de Packer no desentona con la locura del resto de personajes.
Se puede interpretar la autodestrucción del protagonista como una alegoría de la autodestrucción del capitalismo y la sociedad de consumo. A lo largo del film hay una continua sensación de que la sociedad está a un paso de la autodestrucción. Pero no sé si eso sería ir demasiado lejos en la lectura del film, es algo abierto a discusión. Sea como sea, Cosmopolis es un film fantástico, el primero que disecciona el nuevo milenio, como dicen en el tráiler. Un film altamente recomendable.
Otro elemento habitual en el cine de Croneneberg es la representación de una sociedad que vive a veces escondida, a veces de forma paralela a la sociedad en la que vivimos la mayoría. En el caso de Cosmopolis la que forman los ejecutivos y el mundo de las altas finanzas. Éstos comentan los sucesos en el mundo como si no fuera con ellos, únicamente les importa el posible efecto económico que pueda tener. Tienen su propio lenguaje y sus propios códigos, están obsesionados con la juventud, con no envejecer y morir, para ellos no existe la semana que viene, solo la siguiente hora. En ocasiones incluso actúan como extraterrestres, o mejor dicho no-humanos, ya que hablan de ir a cenar o de cualquier cosa como "¿no es esto lo que la gente hace?", como si ellos mismos no fueran "gente". Parece que les cuesta un esfuerzo actuar como seres humanos.
Pero el elemento que hace avanzar el film y está perfectamente resuelto es la progresiva autodestrucción del protagonista. Vemos a Eric Packer al principio del film vestido con un traje impecable, armado con unas gafas de sol, y poco a poco va perdiendo elementos de su "armadura" a medida que avanza en su viaje a través de la ciudad: primero las gafas de sol, luego la corbata, la chaqueta... Otras señales de su decadencia e inestabilidad mental no las puedo discutir sin arruinaros la película, pero otro ejemplo sería como, después de que le tiren un pastel, no se quita los restos de pastel del pelo en lo que queda de película. La relativa inexpresividad de Pattison en este caso casa bastante bien con las intenciones de Cronenberg y la caracterización del personaje. Y, además, la locura de Packer no desentona con la locura del resto de personajes.
Se puede interpretar la autodestrucción del protagonista como una alegoría de la autodestrucción del capitalismo y la sociedad de consumo. A lo largo del film hay una continua sensación de que la sociedad está a un paso de la autodestrucción. Pero no sé si eso sería ir demasiado lejos en la lectura del film, es algo abierto a discusión. Sea como sea, Cosmopolis es un film fantástico, el primero que disecciona el nuevo milenio, como dicen en el tráiler. Un film altamente recomendable.
No he tenido la oportunidad de verla aún, pero es una de las películas que tenía apuntada en mi agenda mental, en la sección de "películas que me interesan"
ResponderEliminarYo es que me veo todo lo que saca Cronenberg. Por cierto, si vas a verla al cine, fíjate si hay alguna fan de Pattinson por Crepúsculo, es bastante divertido ver las caras que se les queda al acabar la peli!
ResponderEliminarSi la recomiendas, trataré de verla cuanto antes...
ResponderEliminarMuchas gracias.
Desde la Ignorancia, Lucas Liz.
Espero que te guste (con el precio que tienen ahora las entradas de cine siento un poco de presión a la hora de recomendar una peli).
ResponderEliminarMe anoto para ir a ver èsta peli, si le has dedicado un post por algo ha de ser. Daniela V.
ResponderEliminarEspero que la disfrutes y no te arrepientas de haber leído el post, ;D
ResponderEliminarParece una peli muy fría, muy cronenberg.Desde luego que la veré.
ResponderEliminarUn saludo
Cronenberg más que frío parece excesivamente racional, rayando en la locura. O loco directamente! ;D
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