23 nov 2012

El Motorista Fantasma en el cine


Durante los años 70, Marvel se convirtió en un lugar único en un momento irrepetible de la historia. El caos que imperaba en el lado empresarial se tradujo en una explosión de creatividad y locura amparada en el hecho de que muchos artistas trabajaban sin control alguno (si quieres saber más: La explosión Marvel: Historia de Marvel en los 70, José Joaquín Rodríguez, editorial Dolmen). A esto hay que sumarle el hecho de que cuando Stan Lee desafíó el Comics Code con su fundamental historia sobre la adicción a las drogas de Harry Osborn en The Amazing Spider-Man, hizo evidente que el Code necesitaba ser remodelado. Esta actualización del Code permitió que se pudieran utilizar personajes propios del terror, viendo así la luz colecciones como la clásica e imprescindible La tumba de Drácula... Y el Motorista Fantasma, por supuesto.

Ghost Rider fue fruto de la imaginación del guionista Gary Friedrich (el aspecto visual fue responsabilidad de Friedich, Roy Thomas y el dibujante Mike Ploog) que mezcló la nueva moda "terrorífica" con la popularidad de las bandas de motoristas al estilo Ángeles del Infierno. La trayectoria del personaje en el mundo editorial no fue fácil, pasando por diversos altibajos. De modo que, aunque es un personaje que me gusta mucho, tengo relativamente pocas historias suyas teniendo en cuenta los años que se ha estado publicando. Siempre me gustaron las historias clásicas de los 70 y la maxiserie El Motorista Fantasma cabalga de nuevo, pero gran parte del material es más reciente, como la historias de Garth Ennis o las nuevas series. Por la misma razón de que es un personaje que me encanta siempre he lamentado que su recorrido en los cómics no fuera más sólido.

Hago hincapié en el hecho de que soy fan del personaje porque, como fan de Ghost Rider, de los cómics y amante del cine debería odiar a muerte las dos películas que ha protagonizado hasta ahora, pero no es así. Reconozco que no son buenas pero a pesar de ello me lo pasé muy bien viéndolas, lo que hará que este post resulte un poco esquizofrénico.


Los problemas principales de ambas películas quedan perfectamente claros para aquellos que se traguen todos los extras que acompañaban sendas ediciones de los films en DVD/Blu-ray. Se revelan, eso sí, sin que los participantes se den cuenta de ello, ya que todos los implicados se dan de palmaditas en la espalda ante los resultados conseguidos.

El problema principal de Ghost Rider. El Motorista Fantasma (Ghost Rider, Mark Steven Johnson, 2007) es que al estudio le encantaba el look del personaje pero no les interesaba mucho el personaje. Por si fuera poco, a pesar de tratar con un personaje de obvios tintes sobrenaturales que principalmente se enfrenta a enemigos de naturaleza sobrenatural o demoníaca, no querían hacer un film oscuro. Lo cual, para mí, no tiene ninguna lógica. Es como decir: "vamos a hace un western pero, por favor, que no salgan cowboys".

De todos modos, con un argumento bien manejado, no tendría que haber sido necesariamente un problema, igual que el hecho que fuera PG-13. Guillermo del Toro consiguió darle un tono aventurero de puro pulp a Hellboy (2004) que era respetuoso con el cómic y no lo traicionaba en ningún momento. Pero el director y guionista Mark Steven Johnson no sentía el mismo amor por Ghost Rider que Del Toro tenía por Hellboy. Comparad la versión que Johnson hizo de Ghost Rider con la versión que hizo de Daredevil (el montaje del director) en que se nota que a Johnson sí que le gustaba el personaje. En este caso concreto, el montaje del director de Ghost Rider sí que es la misma película pero más larga.

Johnson cuenta que ninguna de las historias del cómic original le parecía particularmente interesante y tuvo que esforzarse en crear una nueva (!). Viendo lo tópica y previsible que es la película, me pregunto qué es exactamente lo original y diferente que se vio "obligado" a crear. ¿Por qué no simplemente adaptar los primeros números de la serie? Demasiado vulgares para Johnson, cuya filmografía da fe de que es una fuente de creación sin parangón (sí, estoy siendo irónico). Cierto que tuvo que lidiar continuamente con el estudio, pero a pesar de ello, la responsabilidad del guion es suya.

Por supuesto, una de las razones por las que no se pudieron adaptar los primeros números de la serie es que Nicolas Cage interpretaba el papel principal. Por ello hay un inexplicable intervalo de 20 años entre que Johnny Blaze hace el pacto con el diablo y se transforma en el Motorista Fantasma. Lo positivo es que Nicolas Cage haciendo de Motorista Fantasma (bueno, de Johnny Blaze) es todo un espectáculo en si mismo.

El resultado final es un film previsible y tontorrón que no está a la altura de otras películas del género superheroíco estrenadas antes o después pero que, a pesar de lo obvio de sus fallos, disfruto cuando lo veo. Y eso que cosas como la cabalgata de los dos Ghost Rider que acaba con uno dando la vuelta y marchándose ejemplifica hasta que punto el guion desperdicia una historia ya de por sí simple.

Es algo que me llena de una extraña culpabilidad, ¿cómo me puede gustar una película que desperdicia y que no hace justicia a un personaje tan fantástico como el Motorista Fantasma? Puede que sea simplemente el hecho de ver a Ghost Rider en acción, por muy mala que sea la historia. Que salga Eva Mendes también ayuda.




El caso de Ghost Rider: Espíritu de venganza (Ghost Rider: Spirit of Vengeance, Mark Neveldine y Brian Taylor, 2011) es único para mí. Nunca me había encontrado que las declaraciones de un director (o pareja de directores en este caso) me resultaran tan insoportables y estúpidas que casi hacen que odie una película que en un principio me había hecho gracia.

No se estrenó ninguna copia en VOS de Ghost Rider: Espíritu de venganza, así que decidí que ya la vería cuando saliera en Blu-ray. Y lo cierto es que me había olvidado completamente de ella hasta que la encontré de oferta y la compré sin pensar en lo que hacía. No podía ser más mala que la primera y la primera me había gustado, así que...

Esta película es una mezcla de secuela y reboot, ya que continúa algunos aspectos del primer film y otros se los inventa o no los tiene en cuenta. La historia es, de nuevo, simplona y muy poco imaginativa pero está contada de una forma tan hiperbólica y exagerada que resulta divertida. Seguía sin ser la gran película que el personaje se merece pero resultaba un film entretenido por su naturaleza pasada de vueltas. Además, en esta ocasión Nicolas Cage también interpretaba al Motorista Fantasma transformado, en lugar de ser sustituido por un doble o ser completamente digital como hicieron en la primera, lo que hace que sea un tremendo gustazo ver al personaje en acción.

Tras ver la película me puse con los extras de bastante buen humor. Fue entonces, en el documental sobre la realización del film de unos 90 minutos y el comentario picture-in-picture de la película, que conocí a la pareja que había dirigido el film y que casi consiguen que acabara odiándolo. Todos comentan como querían hacer un film más oscuro y real que la primera entrega (lo cual no deja de resultar curioso vérselo decir a los mismos responsables del primer film que no querían un film oscuro), y los directores cuentan como ese fue su objetivo y por ello habían hecho un film más anclado en el mundo real y mucho más oscuro que el primero.

Sin embargo, vistos los dos seguidos como yo había hecho (para recordar como era la primera antes de ponerme a ver la segunda que no había visto), el tono de ambos es prácticamente idéntico, de hecho en algunos momentos el segundo es mucho más cómico y blandengue que el primero. Y yo no sé cuál es su definición de realismo, pero no me pareció que el film de Neveldine y Taylor fuera realista, más bien todo lo contrario. Este segundo film, además, también es PG-13, cosa que ellos justifican diciendo que a partir de cierto presupuesto el estudio insiste en esa calificación para luego pasar a comentar como su presupuesto era muy bajo. Pues si era tan bajo haberle puesto valor y pedir hacer un film R.

Luego pasan a comentar el guion original que había escrito David S. Goyer (guionista de todas las Blade y que también colaboró en el guion de los Batman de Nolan) era épico, brutal, complejo, para mayores de 18 años... Vamos, que te hacen desear que hubieras visto ese guion filmado. Y fueron ellos, los directores, los que se encargaron de rebajar el film para que fuera para mayores de 13 años y simplificar la historia, uno de ellos dice que lo simplificaron hasta que quedó solo el esquema de la historia original... como si eso fuera algo bueno, destacando el gran trabajo que habían hecho.

Pero lo peor de todo son los continuos chistes y bromas que van haciendo durante el comentario, como si te estuviera comentando la peli uno de esos chistosos que en el cine van haciendo comentarios "graciosísimos" cada dos por tres y de paso te fastidian la peli. Casi insoportable, pero por suerte se iba interrumpiendo con entrevistas a los actores.

En fin, a pesar de todo, esta secuela/reboot fue bastante disfrutable. Queda claro que, a no ser que la Marvel se haga de nuevo con los derechos del personaje y se encargue de hacer una película del Motorista Fantasma que esté hecha por directores y guionistas a los que realmente les guste el personaje, no veremos una película realmente digna protagonizada por Ghost Rider. Lo que tenemos son dos películas que disfruto como placeres culpables, pero poco más.


6 comentarios:

  1. con la primera me pasó como con Alien VS Predator; a fuerza de verla me terminó gustando (lo que no entiendo es qué me llevó a verla tantas veces si de primeras me pareció horrorosa).
    La secuela me gustó de primera hora por lo barroca, absurda y despreocupada que es. Es decir, entretenidísima y loca.

    Pero estoy de acuerdo contigo. Pese a que ambas películas son potables (si no vas por la vida de cinéfilo refinado y gilipollas, obviamente), el cómic se merece una adaptación mucho mejor, pero visto lo visto, dudo que algún día llegue.

    ResponderEliminar
  2. Como bien dices, la secuela es entretenidísima y loca, por eso me resultaban extraños los comentarios de los directores que decían que querían hacer una peli más realista que la primera cuando parece que hacían justo lo contrario.

    ResponderEliminar
  3. Hola, muy buenas tardes, ¿qué tal estás Raul? Espero que maravillosamente bien al igual que tu interesante blog. Caí de pura casualidad en tu espacio (ya sabes, saltando de sitio en sitio) y me alegro de ello, ya que he disfrutado de las entradas que he tenido tiempo de ojear y me han parecido muy entretenidas, enganchan al bloguero. Tienes una web muy recomendable y te felicito. Espero que sigas creciendo y que nunca abandones el rincón de tu mente. Seguiré visitándote siempre que tenga un tiempo libre para ver las restantes entradas y las nuevas que subas. Te deseo mucha suerte y espero que pronto subas un nuevo post para disfrutar de él.

    Si me lo permites, ahora me gustaría invitarte a mis blogs:
    a) !DIARIO DE UNA CHICA POSITIVA!: literatura personal optimista muy cuidada:
    http://insolitadimension.blogspot.com.es/
    b) TOMB RAIDER EVOLUTION: espacio dedicado a Lara Croft, todas las noticias actualizadas, las últimas horas:
    http://tombraidermania.blogspot.com.es/

    Un gran abrazo desde Málaga y gracias por compartir un trocito de ti.

    ResponderEliminar
  4. Saludos Melodi y gracias por tan expansivo comentario. Le echaré un vistazo a tus blogs (aunque no tenga mucha idea sobre Lara Croft, ;D). Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. ¡Pero qué decís!, El motorista fantasma es una remierda, ja, ja, ja. La primera me horrorizó: acción simplona, guion tontorrón, me resultó aburrida por momentos y también previsible. Reconozco que el aspecto del motorista mola, pero la peli me parece una mierda épica. La dos ya no he llegado a verla.

    Por si esto fuera poco, otra gran peluca de Nic Cage. ¡Bravo!

    ResponderEliminar
  6. La megactuación de Nic Cage eleva cualquier subproducto de categoría automáticamente.

    ResponderEliminar