Hoy os traigo un par de libros, con la vaga excusa de que han hecho sendas películas de cada uno, que tienen en común el hecho de, según sus autores, ser de no ficción aunque lo que cuentan es increíblemente extraño (pero nada de Whitley Strieber, lo siento). Yo no creo en marcianos y casas encantadas (aunque procuro mantener una mente abierta), la razón por la cual estos libros me gustaron es que me gustaría que todo lo que cuentan fuese cierto. Me encantaría vivir en un mundo donde todo lo que cuentan es completamente cierto, porque significaría que vivimos en un mundo mágico. Por eso los comento, no por su calidad literaria que, siendo sincero, es más bien escasa.
Empezaremos por el popular (fuera de aquí) The Amityville Horror de Jay Anson, que por allá finales de los 70 fue publicada por El Círculo de Lectores con el elegante título: Aquí vive el horror: La casa maldita de Amityville.
Seguramente os sean más familiares las adaptaciones cinematográficas que se han hecho de esta crónica que relata los 28 días que la familia Lutz pasó en la casa en el 112 de Ocean Avenue de la ciudad Amityville. El remake estrenado en 2005 es tremendamente soso y aburrido, mediocre y blando, pero el libro y la adaptación estrenada en 1979, Terror en Amityville (The Amityville Horror, Stuart Rosenberg), tienen una cosa en común: no son muy buenos pero son muy entretenidos.
El libro, igual que el film, no tiene mucha calidad objetiva, pero resulta fascinante de leer por el simple cúmulo de situaciones extrañas y elementos bizarros que lo pueblan. Eso sin mencionar que está escrito en un estilo paralelo a la manera en que serían presentados los hechos en una película de serie B, algo ejemplificado en un detalle que me pareció divertidísimo: el uso de las exclamaciones. Todo el texto está plagado de signos de exclamación destinados a dar énfasis a todas las locuras que les pasan a los Lutz. He aquí algunos ejemplos (la traducción es mía):
Al lado de la ventana que daba al cobertizo para el bote, la pequeña silla de Mary ¡se movía lentamente hacia adelante y hacia atrás!
Directamente detrás de su hija, aterradoramente visible para George, ¡había la cara de un cerdo! ¡Estaba seguro que podía ver unos ojillos rojos mirándole!
Cuando Kathy se dio la vuelta y observó atentamente la escultura, estaba segura de que ¡la había visto moverse unos centímetros hacia ella!
El texto no da un minuto de respiro al lector, continuamente ¡están pasando cosas! Es por ello que se me hace tan divertido de leer. Además que, al no estar limitado por el tiempo como una película, en el libro hay presentes toda una serie de hechos bizarros que no tuvieron cabida en ninguna de las películas. Uno de los más extraños y curiosos, para mí, es la visita que reciben los Lutz al poco de mudarse. Un joven acarreando un pack de seis cervezas llama a la puerta, les da la bienvenida al barrio sonriendo sin parar y, tras charlar un poco en la cocina, se va (llevándose consigo las cervezas) y desaparece en la noche para no volver a ser visto más. Tal y como aparece descrito en el libro es algo que parece salido de una película ¡de David Lynch!
Hay que admitir que algo debe tener este libro si sigue publicándose desde 1977 y es muy fácil de encontrar. Si queréis leer una buena novela sobre una casa encantada os recomiendo clásicos como La maldición de Hill House de Shirley Jackson (editorial Valdemar), La casa infernal de Richard Matheson (editorial La Factoría de Ideas), El resplandor de Stephen King (editorial Plaza y Janés) o The House Next Door de Anne Rivers Siddons (Pocket Books); pero The Amityville Horror se lee muy rápido y proporciona mucha diversión contando unos hechos que sucedieron o no realmente.
Eso sí, hay un hecho que siempre he considerado muy inquietante y está comprobado que sucedió realmente: la noche que Ronald DeFeo mató a su familia con una escopeta nadie oyó nada. No se descubrieron los cadáveres hasta el día siguiente, cuando DeFeo denunció que su familia había sido asesinada. Nadie oyó nada, ninguno de los vecinos se sobresaltó al escuchar tiros de escopeta sonar en mitad de la noche. No me digáis que no resulta extraño.
Os dejo el tráiler de la película original que, repito, no es muy buena pero es muy entretenida.
A rebufo del estreno de Mothman, la última profecía (The Mothman Prophecies, Mark Pellington, 2002), se editó en formato bolsillo Mothman: La última profecía (The Mothman Prophecies) de John A. Keel. Llevado por la curiosidad decidí leerlo, a sabiendas de que la película era más bien normalita y regulera.
Mi sorpresa fue que el libro es una maravilla delirante y surrealista. Contiene muchos elementos presentes en cualquier novela de ciencia ficción como son extraterrestres, viajeros en el tiempo, conspiraciones paranoides... Pero todo ello, según el autor, 100% real.
Al principio, Keel utiliza un tono muy sobrio y racional, presentando respuestas lógicas y naturales para fenómenos aparentemente sin explicación. También habla de como la percepción de un individuo puede registrar como extraños hechos y personas completamente normales. Es una forma bastante inteligente de introducirnos en lo que será una serie de experiencias fantásticas vividas por el autor.
Independientemente de que creáis o no que lo que cuenta el autor es real o lo que penséis de la mediocre película, este libro resulta muy entretenido aunque se lea como una simple novela de ciencia ficción. El absurdo y lo extraño se van intensificando a medida que uno va pasando páginas y se nos presenta un nuevo hecho alucinante. Como el libro de Anson, Mothman: La última profecía no es que tenga ninguna calidad literaria pero resulta muy entretenido.
El libro, igual que el film, no tiene mucha calidad objetiva, pero resulta fascinante de leer por el simple cúmulo de situaciones extrañas y elementos bizarros que lo pueblan. Eso sin mencionar que está escrito en un estilo paralelo a la manera en que serían presentados los hechos en una película de serie B, algo ejemplificado en un detalle que me pareció divertidísimo: el uso de las exclamaciones. Todo el texto está plagado de signos de exclamación destinados a dar énfasis a todas las locuras que les pasan a los Lutz. He aquí algunos ejemplos (la traducción es mía):
Al lado de la ventana que daba al cobertizo para el bote, la pequeña silla de Mary ¡se movía lentamente hacia adelante y hacia atrás!
Directamente detrás de su hija, aterradoramente visible para George, ¡había la cara de un cerdo! ¡Estaba seguro que podía ver unos ojillos rojos mirándole!
Cuando Kathy se dio la vuelta y observó atentamente la escultura, estaba segura de que ¡la había visto moverse unos centímetros hacia ella!
El texto no da un minuto de respiro al lector, continuamente ¡están pasando cosas! Es por ello que se me hace tan divertido de leer. Además que, al no estar limitado por el tiempo como una película, en el libro hay presentes toda una serie de hechos bizarros que no tuvieron cabida en ninguna de las películas. Uno de los más extraños y curiosos, para mí, es la visita que reciben los Lutz al poco de mudarse. Un joven acarreando un pack de seis cervezas llama a la puerta, les da la bienvenida al barrio sonriendo sin parar y, tras charlar un poco en la cocina, se va (llevándose consigo las cervezas) y desaparece en la noche para no volver a ser visto más. Tal y como aparece descrito en el libro es algo que parece salido de una película ¡de David Lynch!
Hay que admitir que algo debe tener este libro si sigue publicándose desde 1977 y es muy fácil de encontrar. Si queréis leer una buena novela sobre una casa encantada os recomiendo clásicos como La maldición de Hill House de Shirley Jackson (editorial Valdemar), La casa infernal de Richard Matheson (editorial La Factoría de Ideas), El resplandor de Stephen King (editorial Plaza y Janés) o The House Next Door de Anne Rivers Siddons (Pocket Books); pero The Amityville Horror se lee muy rápido y proporciona mucha diversión contando unos hechos que sucedieron o no realmente.
Eso sí, hay un hecho que siempre he considerado muy inquietante y está comprobado que sucedió realmente: la noche que Ronald DeFeo mató a su familia con una escopeta nadie oyó nada. No se descubrieron los cadáveres hasta el día siguiente, cuando DeFeo denunció que su familia había sido asesinada. Nadie oyó nada, ninguno de los vecinos se sobresaltó al escuchar tiros de escopeta sonar en mitad de la noche. No me digáis que no resulta extraño.
Os dejo el tráiler de la película original que, repito, no es muy buena pero es muy entretenida.
A rebufo del estreno de Mothman, la última profecía (The Mothman Prophecies, Mark Pellington, 2002), se editó en formato bolsillo Mothman: La última profecía (The Mothman Prophecies) de John A. Keel. Llevado por la curiosidad decidí leerlo, a sabiendas de que la película era más bien normalita y regulera.
Mi sorpresa fue que el libro es una maravilla delirante y surrealista. Contiene muchos elementos presentes en cualquier novela de ciencia ficción como son extraterrestres, viajeros en el tiempo, conspiraciones paranoides... Pero todo ello, según el autor, 100% real.
Al principio, Keel utiliza un tono muy sobrio y racional, presentando respuestas lógicas y naturales para fenómenos aparentemente sin explicación. También habla de como la percepción de un individuo puede registrar como extraños hechos y personas completamente normales. Es una forma bastante inteligente de introducirnos en lo que será una serie de experiencias fantásticas vividas por el autor.
Independientemente de que creáis o no que lo que cuenta el autor es real o lo que penséis de la mediocre película, este libro resulta muy entretenido aunque se lea como una simple novela de ciencia ficción. El absurdo y lo extraño se van intensificando a medida que uno va pasando páginas y se nos presenta un nuevo hecho alucinante. Como el libro de Anson, Mothman: La última profecía no es que tenga ninguna calidad literaria pero resulta muy entretenido.
El libro de Amtyville lo tengo por aquí repetido. El primero lo heredé de mi madre, y el segundo me venía en una colección de libros de temática paranormal (un tema que me encanta, por cierto).
ResponderEliminarLa película no pude ni terminar de verla, así que imagino que el libro será mejor.
En cuanto a Mothman, sólo conozco la película, y no estuvo del todo mal.
Si de Amityville hablas de la que hicieron en el 2005 lo entiendo, pero si hablas de la original dale otra oportunidad, cáscaras. La segunda entrega de la original tampoco está mal. Y ponte a leer el libro, que el final es bastante flipante y tiene momentos que me parece increíble que no metieran en ninguna de las pelis.
ResponderEliminarDe Mothman, si la peli no te pareció mal, el libro te dejará estupefacto completamente. En el buen sentido, claro.
He visto el filme, y siempre me recuerdo su fachada y la ventana encendida en lo alto, una buena película de terror. El libro me anima un poco, me gusta leer al respecto también (de terror o sci fi), pero la segunda no, aunque hay películas de ese tipo que atraen mucho, me generan curiosidad como john dies at the end que espero con ansias y berberian sound studio. Un abrazo.
ResponderEliminarJohn Dies at the end lo leí hace un tiempo y me gustó muchísimo, espero que la peli esté a la altura. De hecho, ahora estoy leyendo la segunda parte que ojalá también lleven al cine.
ResponderEliminarPues de Amityville me pareció entretenida hasta la de 2005. La novela no la he leído pero ¡tiene buena pinta! Mothman no he visto la peli ni he leído el libro así que les echaré un vistazo.
ResponderEliminar¿La del 2005 te pareció entretenida? La viste sobrio, ¿no? El libro me gustó visto de la misma manera que una peli de serie B. Con ese espíritu se hace muy disfrutable. De Mothman, depende del humor con que veas la peli te puede gustar más o menos, porque se toma muy en serio a sí misma; el libro es un desmelene total.
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