Hoy me complazco en presentaros The Monster That Challenged the World (Arnold Laven, 1957), una estupenda monster movie que nos presenta una comunidad que sufre los ataques de unos gigantescos moluscos prehistóricos, liberados tras un terremoto.
Todo arranca con las misteriosas muertes de tres soldados marineros o algo así (estos rollos militares siempre me confunden). El comandante Twillinger (Tim Holt) se pone a investigar y descubre que la causa de la muerte es una extraña criatura enorme. Bueno, entonces cree que solo es una extraña criatura enorme. Muy pronto, toda la comunidad que vive alrededor del mar Salton, en medio del desierto, se verá amenazada por estos moluscos. El ejército y la policía intentaran detener a las criaturas antes de que se apoderen del mundo.
Viendo esta película queda clara la diferencia entre lo que Aristóteles llamaba "el placer del reconocimiento" y la aburrida reutilización de simples tópicos. En este film aparecen escenas y motivos que resultan familiares para los aficionados, pero la ejecución de la historia está tan lograda que hace que el film sea tremendamente disfrutable, en lugar de aburrir. Para que se me entienda mejor, pensad en Tiburón (Jaws, Steven Spielberg, 1975). El guion, la historia de Tiburón, no es muy diferente de los cientos de monster movies de los 50 y 60, pero el talento de Spielberg a la hora de explicarnos la historia la convirtió en el clásico que es hoy.
Y no es que The Monster... sea tan buena como Tiburón, ni mucho menos, pero la habilidad a la hora de crear escenas de suspense, el desarrollo de los personajes y las buenas interpretaciones hacen que uno se meta de lleno en la historia. Además de que ciertos recursos para crear suspense utilizados en este film luego aparecen en otros como el mencionado clásico de Spielberg e incluso en Amor a quemarropa (True Romance, Tony Scott, 1993). La escena del principio, en la que mueren los tres marineros, es un perfecto ejemplo de la habilidad del film para crear tensión. Y especialmente brillante me parece la conclusión de la escena en que la enorme sombra del monstruo cubre a un marinero que, literalmente, se muere de miedo.
El film también tiene sus momentos de repelús. O, por lo menos, a mí me provocaron cierto repelús. En particular una escena en que vemos como uno de estos moluscos ataca a un submarinista: vemos la masa de la criatura, casi lovecraftiana, que agarra al pobre desgraciado por la espalda y le clava dos enormes colmillos para luego proceder a chuparle la sangre. Se ve de forma breve, pero no por ello impresiona menos (creo que por lo breve impresiona, de hecho).
El ritmo del film también está muy conseguido. En poco más de hora y veinte se nos muestra la batalla contra los moluscos gigantes y ataques diversos, además de añadir un romance entre el comandante Twillinger y la secretaria Gail MacKenzie (Audrey Dalton), así como la evolución de Twillinger de tipo estricto y duro a ser humano.
Un título muy entretenido y sólido procedente de la era dorada de los monstruos radioactivos. Los aficionados al género seguramente la disfrutaran bastante y los que no lo sean podrán descubrir hasta que punto son "originales" las películas de monstruos actuales.
Y no es que The Monster... sea tan buena como Tiburón, ni mucho menos, pero la habilidad a la hora de crear escenas de suspense, el desarrollo de los personajes y las buenas interpretaciones hacen que uno se meta de lleno en la historia. Además de que ciertos recursos para crear suspense utilizados en este film luego aparecen en otros como el mencionado clásico de Spielberg e incluso en Amor a quemarropa (True Romance, Tony Scott, 1993). La escena del principio, en la que mueren los tres marineros, es un perfecto ejemplo de la habilidad del film para crear tensión. Y especialmente brillante me parece la conclusión de la escena en que la enorme sombra del monstruo cubre a un marinero que, literalmente, se muere de miedo.
El film también tiene sus momentos de repelús. O, por lo menos, a mí me provocaron cierto repelús. En particular una escena en que vemos como uno de estos moluscos ataca a un submarinista: vemos la masa de la criatura, casi lovecraftiana, que agarra al pobre desgraciado por la espalda y le clava dos enormes colmillos para luego proceder a chuparle la sangre. Se ve de forma breve, pero no por ello impresiona menos (creo que por lo breve impresiona, de hecho).
El ritmo del film también está muy conseguido. En poco más de hora y veinte se nos muestra la batalla contra los moluscos gigantes y ataques diversos, además de añadir un romance entre el comandante Twillinger y la secretaria Gail MacKenzie (Audrey Dalton), así como la evolución de Twillinger de tipo estricto y duro a ser humano.
Un título muy entretenido y sólido procedente de la era dorada de los monstruos radioactivos. Los aficionados al género seguramente la disfrutaran bastante y los que no lo sean podrán descubrir hasta que punto son "originales" las películas de monstruos actuales.
El argumento me ha recordado un poco a Blood Beach jeje
ResponderEliminarEn fin, me la apunto, que me encantan las películas de monstruos imposibles.
Uy! Nada que ver con Blood Beach, ésa sí que era un truñaco. El póster de Blood Beach es chulo, eso sí lo tiene. Pero nada, aquí tienes monstruos para dar y regalar.
ResponderEliminarCon lo buenos que están con limón y pimienta ¡Ñami, ñami!
ResponderEliminarPues estos se te comen a ti con limón y pimienta!
ResponderEliminarTomo nota, tiene buena pinta y mejor tras leer tu reseña. A buscarla.
ResponderEliminarSaludos
Roy
Está en DVD de zona 1. Espero que la disfrutes. Saludos.
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