The Brain That Wouldn't Die (Joseph Green, 1962) es una entretenida película que mezcla ciencia ficción y terror en un argumento que es una nueva derivación del mito de Frankenstein con toques de voluptuosa sordidez.
En realidad, el título de la película debería ser El cerebro que quería morir pero su novio no le dejaba, ya que es lo que le sucede a la pobre Jan (Virginia Leith), cuyo cuerpo queda carbonizado en un accidente de coche. El accidente es culpa del novio de Jan, el doctor Bill Cortner (Herb Evers), que decide llevarse la cabeza de su novia para darle un nuevo cuerpo, ya que se da la casualidad que el doctor Cortner es un clásico mad doctor. Mientras Jan descubre que ser una cabeza sin cuerpo le da poderes telepáticos y es capaz de comunicarse con la monstruosa aberración que su novio el mad doctor esconde tras una sólida puerta, el doctor recorre locales de moral relajada para encontrar un cuerpazo para su novia.
Al parecer, la película fue rodada originalmente en 1959, pero diversos problemas de censura impidieron su estreno hasta 1962. La verdad es que viendo la película no es de extrañar que tuviera problemas, ya que resulta sorprendentemente sangrienta y brutal para la época. Además, las escenas en que el doctor Cortner inspecciona con lujuria los posibles cuerpos para su novia tienen un toque sórdido que acaba de redondear esta película.
Porque es un film bastante redondo aunque no muestre a su monstruo hasta el final (pero la espera vale la pena). Mientras, observamos como Jan desarrolla sus habilidades como cabeza sin cuerpo, algo que personalmente siempre me ha hecho gracia.
El film tiene como tema el típico alegato moralista contra la ciencia que va demasiado lejos tan popular en la época. Pero visto hoy día resulta, tal vez no un film feminista pero sí que presenta una interesante reflexión sobre como nuestra sociedad obsesionada por la imagen convierte en objetos a las mujeres. Fue esta curiosa lectura la que me llamó la atención sobre el film, un comentario que aparece en el excelente documental Schlock! The Secret History of American Movies (Ray Greene, 2001).
De todos modos, que no os asuste la presencia de subtemas y alegorías, no deja de ser una entretenida película de serie B hecha con cuatro duros. Recomendada para los amantes de este tipo de películas.
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ResponderEliminarEsta película visualmente es bestial. Me intriga ver cómo se desarrolla la psique de ese mad doctor obsesionado en ponerle un cuerpo a su novia como si fuera una muñeca rota. Es una idea que parece ingenua, pero no es nada inocente.La serie B, ese gran espejo de la humanidad.
ResponderEliminarEfctivamente, la serie B es un espejo donde nos vemos reflejados, como todo gran arte.
ResponderEliminarTiene buena pinta... la película que yo conocía era una versión posterior de esta protagonizada por Steve Martin, The Man with Two Brains (1983), aunque esta estaba hecha en plan comedia.
ResponderEliminarUna cosa que también me llama la atención es la propia imagen de la cabeza de la mujer conectada a tubos y demás. Creo que para el manga Alita se debieron fijar mucho en esta imagen.
Por cierto, estupendo blog.
Lo cierto es que la peli de Steve Martin no tiene nada que ver con esta, es solo que el tema de los cerebros "descuerpados" ha sido bastante popular en el cine. Como dices, es una imagen muy potente utilizada cientos de veces. Desde luego, su fuerza no pasó desapercibida para los creadores de Alita. Gracias por leer y comentar.
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