Specters (Spettri, Marcello Avallone, 1987) es una humilde y sencilla película de terror para los fans-fans del género. Una curiosidad que encontré buscando por las estanterías del videoclub de mi barrio, donde aguardaba a soltar sus monstruos en el comedor de algún incauto como yo que decidiera alquilarla.
Un grupo de estudiantes de arqueología, liderados por el profesor Lasky (Donald Sutherland), hace un extraño descubrimiento en las catacumbas de Roma. Los estudiantes han despertado algo que no debería haber sido molestado, extraños sucesos tienen lugar, las muertes se suceden, una extraña criatura o demonio hace acto de presencia...
En fin, como podéis ver tiene los elementos típicos de una película de terror de serie B. Sin embargo, el hecho de que la comente aquí no es por su "sorprendente" argumento, aunque el guion sí está muy cuidado (más o menos), sino por su atmósfera de relato pulp lovecraftiano y los estupendos efectos especiales del artista Sergio Stivaletti, nombre que los aficionados al spaghetti terror conocen de sobras.
La atmósfera del film hace que nos olvidemos un poco de lo tópicos que son los personajes, especialmente cuando se conjunta con el arte de Stivaletti para ofrecernos espectaculares muertes. A mí todo lo que tiene que ver con criaturas del pasado que son despertadas de su letargo y que son provocadoras de apocalipsis siempre me ha gustado. Esta película ofrece eso de forma lo suficientemente entretenida como para que te olvides de los tópicos y te dejes llevar por la diversión.
En pocas palabras, no es una joya perdida ni un gran título a descubrir, es una simple y entretenida peli de terror bien hecha, sin muchas complicaciones. A veces, eso es todo lo que a uno le apetece ver.
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