Ayer viernes,
el canal SyFy estrenó Sharknado
(Anthony C. Ferrante, 2013), película que venía precedida por el gran éxito que
había obtenido en Estados Unidos. Como es habitual en este canal, tendréis más oportunidades de
verla gracias a las redifusiones, ¿pero, vale la pena?
He de confesar
que soy bastante aficionado a los cutrefilmes que emite/produce Syfy, la mayoría
de las veces en conjunción con la productora de mockbusters The Asylum. La razón es que, normalmente, estas
películas son tan malas que resultan muy, muy divertidas o son
sorprendentemente, err, no tan malas. Todas ellas son bastante parecidas: presupuesto
minúsculo, interpretaciones pésimas o mediocres, cutres efectos CGI, corta
duración y una premisa ridícula y/o tópica. Estas premisas, aparte de los
plagios del último éxito de Hollywood, van desde mosquitos humanos a tiburones
de dos cabezas.
Sharknado sigue el
mismo patrón que el resto de cine basura que emite este canal con tanta
alegría, por eso me extraña un poco la fiebre que despertó en Estados Unidos.
Es cierto que el film tiene cierto sentido de ironía y explota su ridícula
premisa con más o menos gracia, pero aparte de eso no se diferencia mucho del
resto de cutrefilmes de The Asylum.
El presupuesto
mínimo hace que se recurra a unos pésimos efectos digitales que le resta
encanto: un cutre efecto “real” es siempre más divertido que un cutre efecto
digital. Este cutrerío no cubre el guion simplón, el pésimo desarrollo de
personajes o los atroces diálogos, pero es parte de la gracia del film: es tan
mala que resulta divertida y la película lo sabe.
Las
interpretaciones tienen la calidad que uno espera en este tipo de productos. El
protagonista es Ian Ziering, el tío rubio de Sensación
de vivir que ofrece una actuación acorde a la gran calidad interpretativa
que ofrecía esa serie. Tenemos, afortunadamente en un papel secundario (vamos, que no molesta demasiado), a Tara Reid,
pésima actriz de la que no sé qué es peor: su mirada vacía, su incapacidad para
emular cualquier emoción humana o su voz rasposa de “me acabo de levantar y no
me importa una mierda lo que estoy haciendo”. El otro nombre reconocible es
John Heard, que no está del todo mal.
Sharknado es una
película que dependiendo del momento puede resultar muy divertida o mortalmente
aburrida. El argumento es adecuadamente ridículo y me hizo reír, pero yo ya
estoy curtido tras ver montones de cutrefilmes Syfy, así que tampoco me
pareció nada del otro mundo.
A mí éste tipo de producciones casposas tipo Asylum no me llaman en absoluto, y cuando he intentado ver una no he aguantado más de 15 minutos.
ResponderEliminarEl problema que le ve a Sharknado es que, dentro de que es una película que ni sus propios creadores se toman en serio (menos mal, porque de lo contrario sería para matarlos), se le ve el plumero en el sentido de que no es espontánea.
Hay muchas películas con argumentos completamente chorras que no chirrían tanto, pero en el caso de las películas cutres de tiburones que se están haciendo, y especialmente Sharknado, se nota a la legua que han querido forzar la cosa y rizar el rizo con una idea tan absurda, bizarra y rebuscada, que no tiene ni gracia.
Dr. Gonzo, tienes parte de razón. Muchas de las producciones ridículas de serie B que mejor funcionan son las que no son conscientes de lo ridículas que son. Eso sí, creo que habría sido mejor si se la hubieran tomado en serio pq habría resultado ser más divertida.
ResponderEliminarMuñekita Cat, te digo algo en cuanto me reparen el ordenador.