Hacía mucho, mucho tiempo que no veía Teen Wolf: De pelo en pecho (Teen Wolf, Rod Daniel, 1985) y decidí verla otra vez, aprovechando que actualmente está en Yomvi. Teen Wolf no ha envejecido demasiado bien, pero se aguanta por su fabuloso aire ochentero.
Para la nueva generación para los que Teen Wolf es simplemente una serie de televisión, el argumento de esta película es bastante simple: el joven Scott Howard (Michael J. Fox) es el típico adolescente: el equipo de baloncesto en el que juega es realmente malo e incapaz de ganar un partido, está enamorado de Pamela Wells (Lorie Griffin), la cual no le hace caso ya que está saliendo con uno de los rivales de Scott, y, lo peor de todo, acaba de descubrir que es un hombre lobo. Aunque los auténticos problemas empezarán cuando la fama por ser quién es se le suba a la cabeza.
Es sorprendente las cosas que por aquel entonces nos parecían normales y hoy destacan de mala manera. Lo primero que me llamó la atención fue que, para ser una película americana donde el baloncesto es una parte integral de la trama, es muy "blanca". No hay ni un solo personaje principal que sea negro y apenas algún extra (al parecer en el instituto de Scott solo hay un negro). Luego tenemos el hecho de que los "adolescentes" de Teen Wolf son bastante mayores, vista hoy día llama la atención lo viejos que son todos los actores. Claro que, en aquel entonces, esto era típico en las películas con supuestos adolescentes.
La idea de usar la licantropía como alegoría para los cambios en la adolescencia resulta acertada, si bien no muy novedosa. Pero, tal vez, por el tono de comedia, tampoco se hace mucho con ello, al final no deja de ser una típica comedia adolescente, con lecciones morales sobre dejar que la fama se le suba a uno a la cabeza o perseguir mujeres solo por su físico, donde se da la circunstancia de que el protagonista es un hombre lobo.
Por desgracia, muchos de los elementos argumentales que se usan en la película fueron usados luego por infinidad de comedias adolescentes posteriores, haciendo que resulte muy predecible. Además, el diseño del hombre lobo no resulta ni atractivo ni imaginativo. Pero la habilidad para la comedia de Michael J. Fox, así como su estética y mentalidad ochentera, hacen que la película acabe siendo bastante disfrutable. No es un caso de película clásica que sigue funcionando por su calidad, sino que su efectividad se haya exclusivamente en su valor nostálgico.
Teen Wolf generó una serie de dibujos animados que creo era mejor que la película (y de la que no me perdía un episodio), una secuela bastante mala y una reciente serie de televisión. Lo cual no está nada mal teniendo en cuenta que el film no es nada del otro mundo, aunque resulte muy atractiva a los amantes de los 80.
Cierto,,,,este film no es nada del otro mundo...pero ese aire que desprende...y las situaciones hacen de ella un producto bine digerible..y claro, la nostalgia pesa mucho tambien. Al contrario que a ti,,,a mi si me gusto la segunda parte.
ResponderEliminarUn saludo
Bueno, no eres al único que le gusta la segunda parte porque recuerdo que en Cursed copiaron bastantes cosas de esa peli. Saludos.
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