Desafortunado título y desafortunado póster para una inquietante película de terror británica, claro antecedente de La bruja (The Witch, Robert Eggers, 2015), que sigue siendo tan efectiva hoy como cuando se estrenó.
La acción de La garra de Satán (The Blood on Satan's Claw, Piers Haggard, 1971) nos traslada a un pequeño pueblo de la campiña inglesa, a mediados del siglo XVII. Mientras se encuentra arando la tierra, Ralph Gower (Barry Andrews) descubre unos extraños restos que no sabe identificar si son humanos o animales. Le comunica su hallazgo al juez (Patrick Wymark) del pueblo, pero cuando van a investigar, los restos han desaparecido. Poco después, una mujer se vuelve loca de la noche a la mañana, otra desaparece... Extraños sucesos se van acumulando. Los niños del pueblo empiezan a formar un culto satánico, dirigidos por la joven Angel Blake (Linda Hayden).
El punto fuerte de Blood on Satan's Claw es la manera en que va mostrando la espiral de locura que va afectando a los habitantes del pueblo, a lo que hay que sumar las muertes y mutilaciones que empiezan a tener lugar. El film pertenece al estilo de terror folclórico que surge en Reino Unido a finales de los sesenta y primeros setenta, y utiliza un estilo naturalista que lo aleja del estilo gótico propio de la Hammer. Si bien los cineastas querían hacer una película más ambigua y el estudio insistió en que se mostrara claramente la influencia diabólica que actúa en el pueblo, la atmósfera creada y las estupendas interpretaciones hacen de este un film muy efectivo.
Sin embargo, no es un film perfecto. Falta un claro protagonista con el que el espectador se pueda identificar o seguir, no tiene un claro Van Helsing o algo por el estilo y va saltando de pueblerino en pueblerino. Tal vez porque originalmente fue concebido como un film con tres historias, con los extraños restos como hilo conductor, que luego fue convertido en una única historia. Del mismo modo, el final, impuesto por el estudio, resulta algo flojo comparado con todo lo que hemos visto hasta ese momento.
A pesar de eso, La garra de Satán sigue siendo un efectivo y muy logrado film de terror, que logra atrapar al espectador en su historia. Un clásico que regresa a la actualidad, redescubierto posiblemente por el éxito que tuvo La bruja.
Gran peli muy poco conocida, Linda Hayden creo recordar que era menor de edad..
ResponderEliminarEn el momento de rodar Linda Hayden tenía 17 años. Aún le gana Nastassja Kinski con su perverso papel en La monja poseída de la Hammer con solo 15 años.
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