Algunas veces, debido al tipo de películas que suelo comentar, me han hecho peticiones para encontrar tal o cual película medio olvidada de la que solo se recordaba alguna escena en particular. Peticiones que en alguna ocasión he podido satisfacer, pero muchas más veces no, ya que es difícil encontrar un título cuando lo único que tienes son recuerdos de escenas. Y lo sé porque yo mismo busqué durante años dos películas que había visto de pequeño cuyas escenas se me habían quedado grabadas en el cerebro sin saber el título de ninguna de las dos. Con la llegada de Internet, la búsqueda se hizo más fácil, pero seguía siendo algo complicado. Tras un tiempo, pude encontrar una de esas películas que me atormentaba: Alarma - catástrofe (The Medusa Touch, Jack Gold, 1978). Y, por fin, encontré la otra hace poco: Cosmos mortal (Alien Predators aka Alien Predator aka The Falling aka Mutant II, Deran Sarafian, 1985).
Cosmos mortal no es que sea precisamente una desconocida y oscura película de la que nadie ha oído hablar. Al poner el título en inglés (uno de ellos) en Google, descubrí muchas páginas en castellano que la comentaban, no como cuando descubrí que no había ninguna página en castellano sobre Catch My Soul (Patrick McGoohan, 1974). Además, yo mismo me había cruzado con el título cuando repasaba la filmografía de Deran Sarafian cuando escribí sobre Zombi 3 (Lucio Fulci, Claudio Fragasso, Bruno Mattei, 1988). Pero no até cabos hasta que leí que se iba a editar en Blu-ray Alien Predators. Leí la sinopsis y algo hizo clic. Recordaba que era una película española, en la que en un pueblo perdido había mutaciones o algo así, con la imagen de un tipo muy muerto en una especie de piscina vacía vestido con uno de esos trajes antirradiación tan populares en los 80. Resulta que no era española, sino una coproducción entre Estados Unidos y España, y las mutaciones eran el resultado de una infección de origen extraterrestre. Pero descubrir, al fin, esta película que recordaba de cuando era niño me llenó igualmente de gran alegría.
Inmediatamente la preordené en Amazon, pero tenía tanta ansía y estaba tan impaciente por verla que, lo confieso, busqué una manera "alternativa" de hacerlo mientras esperaba que se editara en junio. Y así, por fin, me reencontré con este medio olvidado recuerdo de infancia.
Me gustaría poder decir que Cosmos mortal o Alien Predators es una pequeña joya, como la telequinésica fantasía Alarma - catástrofe. Pero no es el caso: es una película de bajo presupuesto repleta de grumosos y viscosos efectos de maquillaje. Sin embargo, yo soy un tipo que disfruta con los sencillos placeres que ofrecen maravillas como Raw Force (Edward D. Murphy, 1982) o Massage Parlor Murders (Chester Fox, Alex Stevens, 1973). Que puede hablar sin trazas de ironía de lo genial que es Alien 2: sobre la Tierra (Alien 2 - Sulla terra, Ciro Ippolito, 1980). En otras palabras, Cosmos mortal es basura, sí, pero es mi tipo de basura.
El film arranca de forma bastante clásica, con textos sobre un fondo estrellado mencionando la caída del satélite Skylab (hecho histórico cierto) en un punto perdido de la geografía española (ni histórico ni cierto), trayendo consigo un virus del espacio que puede provocar la extinción del mundo. De este prólogo típico de monster movie espacial, pasamos a conocer a los tres protagonistas: Damon (Dennis Christopher), Michael (Martin Hewitt) y Samantha (Lynn-Holly Johnson), amigos de vacaciones por España (para los más jóvenes: las exóticas pesetas que utilizan los protas para pagar son lo que había antes del euro). Los tres no tardan en descubrir que algo raro pasa en el pueblo, haciendo todo lo posible por sobrevivir a los infectados mutantes.
El film tiene un tono irónico que hace evidente que no se toma en serio a sí mismo. Sumado a la acción y las relaciones entre los personajes, el conjunto es bastante mainstream. Pero los efectos grumosos, los monstruos alienígenas y la sangre hace que sea un producto de serie B para aficionados al género. Esta mezcla de elementos dispares es uno de los motivos por los que disfruté mucho con la película, que me hacía reír con ella más que de ella, a pesar de que el argumento y algunos momentos estén copiados de películas mucho mejores.
Las interpretaciones no están mal, hay una escena en la que Martin Hewitt hace una pasable imitación de Rod Serling. Pero hay un momento de vergüenza ajena en la que Yousaf Bokhari, que interpreta al cabeza de una familia que los protagonistas conocen en un cámping de caravanas, parece imitar a Peter Sellers en El guateque (The Party, Blake Edwards, 1968). Es posible que esta escena sea un resto del guion original Massacre at R.V. Park de Noah Bloch en que se basó Deran Sarafian para escribir el guion de Cosmos mortal.
Tal vez sea por la nostalgia, tal vez por mi afición a las películas de calidad alternativa, pero realmente disfruté con esta humilde producción de serie B que en unos meses podré disfrutar en Blu-ray. No la recomendaría a todo el mundo, pero si os han gustado alguno de los otros títulos que he mencionado, definitivamente dadle una oportunidad a Alien Predators.
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