Con la llegada de los años 70, la Hammer entró en decadencia. Su estilo de terror gótico ya no encajaba con los nuevos tiempos y empezó a buscar nuevas maneras de atraer a los espectadores. Esta búsqueda se tradujo en un mayor énfasis en el sexo y la violencia. Un enfoque que obtuvo grandes resultados con la estupenda Las amantes del vampiro (The Vampire Lovers, Roy Ward Baker, 1970). Roy Ward Baker, debido al éxito de The Vampire Lovers, fue el escogido para dirigir el siguiente proyecto dentro de esta nueva tendencia, la hoy clásica El Dr. Jekyll y su hermana Hyde (Dr. Jekyll & Sister Hyde, 1971).
La premisa de que el doctor Jekyll se transformara en una mujer tras beber su fórmula parece pensada para una terrible comedia (como sucedió a mediados de los 90 en una olvidable película con Sean Young) y, de hecho, la idea para el proyecto surgió como un chiste en una reunión entre ejecutivos de la Hammer. Pero lo sorprendente es que el film se toma la premisa completamente en serio. Y funciona. Funciona gracias a la dirección de Ward Baker, al guion de Brian Clemens y a los dos protagonistas, Ralph Bates y Martine Beswick. Bates y Beswick se parecen lo suficiente para pasar por hermanos, de modo que la transformación no resulta muy descabellada. Bates interpreta a la perfección la tortura y la ambigüedad moral de Jekyll, mientras que la Chica Bond Beswick resulta seductoramente malvada como Hyde.
Los cambios realizados en la historia clásica van más allá del cambio de género. En esta película el doctor Jekyll no es una intachable y respetada figura benévola, la mayoría de los crímenes los comete él en su investigación científica. Su degeneración moral empieza aceptando que los especímenes que le traen los robacadáveres Burke (Ivor Dean) y Hare (Tony Calvin) sean más frescos de lo normal. Por supuesto, la mención de Burke y Hare nos obliga a comentar sobre otro de los motivos por los que esta película destaca: la inclusión de crímenes reales como los cometidos por Burke y Hare y los asesinatos de Jack el Destripador. Esta sobredosis de terror victoriano se le ofrece al espectador envuelta en una atmósfera amenazante y neblinosa que el director explota fantásticamente. Cabe mencionar también que unos años más tarde, Al borde de la locura (Edge of Sanity, Gérard Kikoïne, 1989) también relacionaria los crímenes de Jack el Destripador con los de Jekyll y Hyde.
Como decíamos al principio, los 70 fue una época de decadencia para la Hammer, que cerraría sus puertas antes de que la década llegara a su fin (no renacería hasta el 2008). Esto trajo consigo filmes de baja calidad, que intentaban exprimir una fórmula agotada y pasada de moda en aquel momento, pero también significó la aparición de algún notable experimento como El Dr. Jekyll y su hermana Hyde. Un film hoy clásico por la manera en que supo explotar su premisa para ofrece al espectador un atmosférico film de terror.
Gran film este de la Hammer. Creo que la historia es muy atractiva como la plantean en esta adaptación libre. Cierto, la Hammer entra en una etapa más sangrienta y sexual con los 70, donde siguieron haciendo por lo general buenos films.
ResponderEliminarUn saludo
El problema de la Hammer en los 70 es que no supo salir del terror de época, y cuando lo hizo era ya demasiado tarde. En fin, lo que dices, una adaptación libre muy atractiva.
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