Blood Theatre (Rick Sloane, 1984) es otro descubrimiento que he hecho gracias al sello Vinegar Syndrome, que anunció este título en su último Black Friday. Blood Theatre es una parodia del slasher, que en aquel entonces dominaba el género, a cargo de un director a medio camino entre John Waters y Ed Wood Jr.
El argumento gira en torno a un cine que, tras décadas cerrado tras una tragedia llena de víctimas, es reabierto. El equipo encargado de poner a punto el cine será el objetivo de un misterioso asesino que se esconde entre las butacas. Un planteamiento que podría haber funcionado en una película seria pero que Sloane utiliza para parodiar el slasher, atacando todos los clichés del género con mucho gusto. Es por eso que está más cerca de Waters que de Wood: Sloane es consciente de que está haciendo cine trash y lo hace con orgullo.
Hay que destacar que Sloane dirigió esta película con apenas 21 años, tras mentir a la dirección de la escuela de cine a la que iba, diciendo que lo que quería filmar era un cortometraje. También cerró la boca de muchos esnobs que despreciaban el cine que a él le gustaba y hacía, cuando consiguió un contrato para que su film fuera distribuido. Y alguien que se dedica a cerrar la boca a esnobs siempre contará con mi apoyo.
Como os podéis imaginar, el presupuesto de la película era casi inexistente y se nota, sobretodo en la mayoría de las interpretaciones y los efectos especiales. Sin embargo, tiene muchas cosas a su favor. Para empezar, es muy divertida. La parodia realmente funciona y, aunque hay algún chiste un poco flojo, no falla en provocar carcajadas (se ha de tener en cuenta que siempre he tenido debilidad por el absurdo y la chorrada gorda). Sloane además llena la película de toques, como un absurdo sonido en las puertas, que le dan un sabor especial al conjunto.
Pero cuando se habla de Blood Theater se ha de mencionar sus dos armas secretas: Mary Woronov y Joanna Foxx. Woronov, que por algún milagro Sloane convenció para aparecer en su película, ilumina la pantalla cada vez que aparece, creando un memorable personaje que protagoniza algunos de los mejores momentos de la cinta. Foxx (no su nomre real) interpreta a Selena, la trabajadora destroyer, malcarada, borde y desagradable que hace la vida miserable a sus compañeros. Al parecer, Sloane y Foxx eran amigos y Selena se basa bastante en ella misma. Es una lástima que Sloane decidiera doblarla, porque encontraba su voz demasiado desagradable, porque Selena protagoniza los momentos memorables que no protagoniza Woronov.
Para los amantes del cine trash y el slasher, Blood Theatre es una fuente de diversión que, gracias a sus 75 minutos de duración, se pasa volando. Por alguna razón, el tráiler la vende como una película de terror "seria", pero no os dejéis engañar: es un señor despiporre.
Muy buena pinta...me voy en busca de ella.
ResponderEliminarUn saludo
La edición de Vinegar no trae subtítulos, así que puede ser una búsqueda complicada pero espero que te valga la pena. Un saludo.
ResponderEliminar