Hace poco terminé de ver la tercera temporada de Slasher, que me gustó más que las anteriores temporadas, pero sin acabar de triunfar como me gustaría que lo hubiera hecho siendo fan del género slasher. Me pregunté si era posible trasladar de forma exitosa el género a la televisión y fue entonces que me acordé de Harper's Island.
Harper's Island, creada por Ari Schlossberg, fue lo que se conocía como un "evento". Una historia con principio y fin que sería explicada a lo largo de 13 episodios. De este modo, la serie fue la primera en trasladar el esquema del slasher a la televisión, con cada episodio proporcionando uno o dos asesinatos, como mínimo, perpretados por un asesino misterioso. La trama es clásica dentro del género: Trish (Katie Cassidy) y Henry (Christopher Gorham) deciden casarse en Harper's Island, la isla donde pasaban los veranos y donde se conocieron. Entre los invitados a la boda está Abby (Elaine Cassidy), la mejor amiga de Henry. Abby se fue de la isla hace siete años, después de que el asesino John Wakefied (Callum Keith Rennie) cometiera los primeros y únicos asesinatos en la historia de la isla. Wakefield, entre cuyas víctimas estaba la madre de Abby, murió de un disparo del sheriff Charlie Mills (Jim Beaver), padre de Abby. Ahora, Abby regresa por primera vez desde aquello y los asesinatos empiezan a suceder de nuevo.
Debido a que fue emitida por una cadena privada, no por cable ni streaming, esta "maxiserie" estaba sujeta a la censura de la televisión americana. A pesar de ello, la serie logra crear una creativa serie de asesinatos, sin que se eche de menos la sangre más explícita. Dicho esto, los responsables de la serie intentaron llegar todo lo lejos posible, allanando el camino a series posteriores como The Walking Dead. La ventaja que tenía la serie es que podía desarrollar a fondo las relaciones entre los personajes, que es otro motivo por el que no se echa de menos el gore, como te importan los personajes y te has familiarizado con ellos, sus muertes resultan igualmente impactantes. Además, los responsables de Harper's Island eran muy conscientes del tipo de historia que estaban contando y hay unos cuantos toques de humor irónico, empezando porque el título de cada episodio corresponde al efecto sonoro de alguna muerte en el episodio.
Volviendo a ver la serie recientemente pensé en lo rápido que ha cambiado el panorama televisivo en tan solo diez años. Se emitió originalmente en el 2009, pero parece que ha pasado mucho más tiempo. Aquí se emitió en Telecinco, cuando todavía no era un festival de miseria humana como ahora (pero ya estaba de camino), pero no me refiero solo a eso. El impacto de las series de Netflix, HBO, Amazon y demás hace pensar que hoy día la serie habría formado parte del catálogo de alguna de estas plataformas. Y se habrían buscado maneras de hacer más temporadas aunque todo lo que tiene que contar ya lo hace en 13 episodios.
Regresar a Harper's Island (editada en DVD) ha sido divertido y más placentero de lo que imaginaba. Temía que el tiempo no la hubiese tratado bien. Todo lo contrario, aunque recordaba quién era el asesino, he disfrutado volviendo a verme involucrado en las vidas de estos personajes, la mayoría de los cuales llega a un abrupto final. Si no la conocíais, os la recomiendo.
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