29 oct 2019

Neurosis asesina (Private Parts)

 
El director Paul Bartel debutó en el largo con Neurosis asesina (Private Parts, 1972). Un film cargado de humor negro y diversas perversiones, en el que ya aparecen los rasgos que harían brillar las mejores películas de Paul Bartel como ¿Y si nos comemos a Raúl? (Eating Raoul, 1982) y La carrera de la muerte del año 2000 (Death Race 2000, 1975).
 
La joven Cheryl Stratton (Ayn Ruymen) decide probar suerte a vivir con su tía Martha (Lucille Benson), después de huir de casa y tener problemas con su amiga Judy (Ann Gibs). Tía Martha lleva un hotel lleno de peculiares personajes, los cuales fascinan a Cheryl, siendo George (John Ventantonio) el que más le llama la atención. Mientras unos extraños y brutales asesinatos tienen lugar en el hotel, Cheryl empieza a recibir notas y extraños mensajes. Con esta sinopsis y por la época en que se estrenó podríais asumir que Neurosis asesina sigue la línea de mezcla de suspense y terror iniciada con Psicosis (Psycho, Alfred Hitchcock, 1960). Si fuera ese el caso, no estaríais equivocados, ya que el argumento y algunos elementos de Neurosis asesina están muy endeudados con el clásico film de Alfred Hitchcock.

Y si el film hubiera sido rodado simplemente trasladando fielmente el guion original de Philip Kearney y Les Rendelstein a la pantalla, no habría sido más que otro título más que explotaba lo que hizo de Psicosis un clásico. Lo que hace destacar esta película es la reescritura que Paul Bartel hizo del guion, añadiendo generosas dosis de humor negro y personajes extravagantes. Bartel crea así una película que ofrece al espectador momentos chocantes de terror (es decir, momentos chocantes en 1972), momentos cómicos, todo ello regado de una generosa dosis de morbo.

El film tuvo una vida efímera en las pantallas de cine americanas. Metro-Goldwyn-Mayer, el estudio que había producido Neurosis asesina, decidió hacer un pase de prueba en una sala donde se había proyectado un film de terror para todos los públicos, con lo que la sala estaba llena de niños y sus respectivos padres. Obviamente, al ser Neurosis asesina un film de terror para adultos con desnudos, el pase fue un desastre y generó un aluvión de quejas. Además, el título original en inglés, Private Parts, hacía pensar a muchos periódicos que era un film pornográfico y se negaban a publicar anuncios con el título del film. Así fue como finalmente MGM decidió, para que no apareciera su logo al principio, primero estrenarla con otra compañía creada para la ocasión y, luego, quitarla de los cines rápidamente. Irónicamente, el título original del film era el más lógico Blood Relations y fue un genio publicista de MGM el que decidió cambiar el título para atraer espectadores usando el morbo. Por una vez, el título en castellano es bastante acertado, ya que hay asesinatos y bastantes neurosis en este film.

Aunque al espectador actual le puede resultar un film bastante predecible, el estilo en que se cuenta la historia hace que, a pesar de todo, resulte bastante entretenido y divertido. Yo lo recomedaría si os gustó La masacre de Toolbox (Toolbox Murders, Tobe Hooper, 2004), remake de El asesino de la caja de herramientas (The Toolbox Murders, Dennis Donnelly, 1978), el film de Hooper tiene más en común con el de Bartel que con el que se supone es una nueva versión. Os dejo el tráiler de Neurosis asesina, pero cuidado que está cargado de spoilers.



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