Hacer una secuela de una película cuando han pasado casi dos décadas desde su estreno es siempre una apuesta arriesgada, pero aún más si dicha película se ha convertido en un clásico y una de las estrellas principales ha muerto. A pesar de todo, se intentó recapturar el éxito de Granujas a todo ritmo (The Blues Brothers, John Landis, 1980) con Blues Brothers 2000 (John Landis, 1998). La cosa no salió muy bien.
Cuando se estrenó en su día, The Blues Brothers fue un enorme éxito, que catapultó a sus protagonistas y a su director, y con el tiempo se fue convirtiendo en todo un clásico. Además, tras su muerte en 1982, John Belushi se había convertido en un icono de la comedia. Teniendo esto en cuenta, la idea de hacer una secuela parecía destinada al fracaso. Al mismo tiempo, que la original fuera un clásico muy querido que seguía generando beneficios, tanto en ventas de distintos formatos domésticos como en merchandising, hacía que explotar la película aún más con una secuela tuviera todo el sentido del mundo para el estudio. Finalmente, cuando Blues Brothers 2000 se estrenó lo hizo con cierta indiferencia y una recaudación bastante pobre, poniendo a todo el mundo de acuerdo en que ni le llegaba a la suela de los zapatos a la primera entrega. Años más tarde, en una entrevista realizada por Calum Waddell, John Landis culparía del fracaso del film a la Universal, que en su insistencia en que la secuela fuera para todos los públicos le acabó "cortando las pelotas al film".
Con todo el respeto a Landis, la única razón por la que The Blues Brothers fue calificada "R" en Estados Unidos fue el lenguaje, ya que el estilo de humor y los chistes no es que fueran material solo para adultos. Pero es cierto que el estudio exigió muchos cambios en la película, amargando el rodaje a Landis y Dan Aykroyd. Lo que podemos añadir a los muchos problemas que tiene Blues Brothers 2000, principalmente de guion. Aunque podría haber sido peor, el hermano de John Belushi, Jim, originalmente iba a ser el coprotagonista al lado de Aykroyd.
Pasado el tiempo, al volver a visitar la película, muchos de estos problemas son evidentes. No es tan divertida como el original y la historia no tiene peso, ni dirección, ni interés. Es fácil ver porqué fue un fracaso de taquilla. Dicho esto, siendo honesto, también hay algún momento suelto que es capaz de arrancar una sonrisa y los números musicales son bastante buenos. Es un film regular que sigue a una obra maestra, así que nunca estaba destinada a ganar, aunque el estudio no hubiera intervenido.
Supongo que la suerte que sí ha tenido Blues Brothers 2000 es que sus pocas virtudes se pueden apreciar mejor con el paso del tiempo. Aunque yo la tengo por completar la filmografía de John Landis, puedo ver aquí y allá destellos de lo que podría haber sido al revisitarla. No es mucho, pero es mejor que nada.
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