8 nov 2024

Locura sangrienta (Silent Madness)

 


 

Hay películas que tienen muy mala suerte, Locura sangrienta (Silent Madness, Simon Nuchtern, 1984) es una de ellas. Un slasher con muchas aspiraciones que quedó enterrado durante años en las estanterías de los videoclubes, poco a poco ganando popularidad y aumentando reputación. Y hoy día se puede disfrutar en una estupenda edición en Blu-ray.

Tras el desafortunado título en castellano se esconde un film que empezó como una película de suspense. Pero hablamos de principios de los 80 del siglo XX, en plena fiebre slasher, lo que llevó a los cineastas a replantearse el proyecto y, con unos ligeros cambios, convertir el guion en un slasher. Además, a principios de los 80 también hubo un revival del cine en 3-D, con películas como El gran tiburón (Tiburón 3) (Jaws 3-D, Joe Alves, 1983) y Viernes 13: Parte 3 (Friday the 13th Part III, Steve Miner, 1982) cosechando un gran éxito gracias a este recurso. De modo que se decidió también que la película se rodaría en 3-D, a pesar de lo extremadamente complicado que era para una producción de bajo presupuesto. Este esfuerzo extra, sin embargo, fue en vano porque cuando se estrenó en salas en su día, los pocos cines que la llevaron la proyectaron "plana", sin el extra del 3-D. Por si eso fuera poco, se estrenó la misma semana que Pesadilla en Elm Street (A Nightmare on Elm Street, Wes Craven, 1984), que la eclipsó completamente.

Y se entiende que quedara eclipsada. Sobre el papel, a pesar del toque 3-D, no parece un slasher demasiado original: el peligroso demente asesino Howard Johns (Solly Marx) es liberado del manicomio en el que está ingresado debido a un "error" informático. Una vez fuera, Johns regresa a la universidad en la que cometió una masacre hace años para seguir asesinando jóvenes universitarias. La doctora Joan Gilmore (Belinda Montgomery) es la encargada de capturar a Johns para volver a ingresarlo, pero no lo tiene fácil ya que el hospital pretende tapar lo sucedido y no se detendrá ante nada para hacerlo. Es decir, lo que parece otra copia de La noche de Halloween (Halloween, John Carpenter, 1978) tenía poco que hacer comparado con un asesino que ataca a través de los sueños. Pero Silent Madness ofrece más de lo que parece a simple vista.

Para empezar, la película no está protagonizada por las típicas víctimas universitarias que habían servido de carne de cañón en incontables ejemplos del género. Las universitarias están como víctimas, sí, pero la protagonista es la doctora Gilmore, que se enfrenta al peligroso asesino y a la corrupción de las instituciones solo con la ayuda del periodista Mark McGowan (David Greenan). Los protagonistas maduros no eran habituales en el género (es decir, que los personajes no son jóvenes adolescentes o veinteañeros), lo que ya la hace destacar comparada con el resto de películas del género. Además, se le añade un subtexto feminista a la película, mostrando todas las dificultades a las que se enfrenta la doctora Gilmore, empezando porque se la tomen en serio como doctora en psiquiatría.

El uso del 3-D impidió que en las escenas de asesinatos se usaran chorros de sangre, porque afectaría a la efectividad del efecto tridimensional. Y aún teniendo eso en cuenta, las muertes están muy bien resueltas, ya que no usar chorros de sangre no impidió que hubiese toques gore para añadirle salsa a la película. Las persecuciones y escenas de suspense también están muy bien resueltas.

En definitiva, Silent Madness es una película que a los aficionados al género les ofrece generosas dosis de lo que hacía el slasher ochentero tan entretenido y único. Recomendada a los fans, si bien no recomiendo la versión que aparece en Prime Video: es una versión full screen de calidad pésima.


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