2 may 2010

A la caza (Cruising)


Siempre me han gustado las películas que te dejan al final con más preguntas que respuestas. A la caza (Cruising) es una de esas películas. En 1980 el director William Friedkin, responsable de clásicos como The French Connection, El Exorcista o Vivir y morir en Los Ángeles; rodó este absorbente y obsesivo film basado en hechos reales.

Al Pacino es Steve Burns, un policía que se introducirá de incógnito en el ambiente gay S/M para atrapar a un asesino en serie de jóvenes gays. A medida que se va involucrando más con su personaje, empezará a sufrir una tensión psicológica que afectará a su trabajo y a la relación que mantiene con Nancy (Karen Allen), la cual no tiene ni idea de en que consiste el trabajo de su novio.

Realismo. Una cualidad que a mi nunca me ha interesado mucho, me preocupa más la verosimilitud, sin embargo Friedkin es un director que funciona mejor cuanto más realista es. Seguramente la media hora final de El Exorcista no hubiese sido tan efectiva si Friedkin no se hubiese pasado la hora y media anterior construyendo un universo cargado de realidad. Me refiero a que Friedkin utiliza personas reales:  en A la caza los policías en la comisaría son auténticos policías y los gays sados que aparecen en los bares del ambiente son auténticos gays sados ya que se filma además en los auténticos bares gay sado. Y es cuando Friedkin te tiene incómodamente anclado en este ambiente completamente realista que empieza a jugar contigo consiguiendo como resultado final que te cuestiones lo que ha sucedido en la pantalla cuando la película termina.

Para el guión del film, Friedkin adapta una novela del reportero Gerald Walker que gira en torno a una serie de asesinatos de jóvenes gay. A Friedkin se la había pasado originalmente el productor del film Jerry Weintraub. Friedkin no se interesó mucho por la novela que le pareció desfasada, originalmente se publicó en 1970, y lo que hizo fue coger la trama principal (el policía que se introduce en el ambiente gay) y mezclarla con una serie de asesinatos de hombres gay reales que tuvieron lugar en Nueva York entre 1973 y 1979, en los mismos escenarios que se iba a filmar la película. O sea, que de entrada Friedkin ya se propone mezclar realidad y ficción, borrando la línea entre ambas.

Desde el momento que se anunció su producción, el film fue objeto de innumerables ataques en contra suya y de Friedkin. La comunidad gay acusaba a Friedkin de ofrecer una imagen de la homosexualidad pesadillesca para provocar en la comunidad bienpensante prejuicios homofóbicos. Algo parecido a lo que le pasó a Martin Scorsese con La última tentación de Cristo y los ataques que sufrió por parte de la comunidad religiosa. Y como suele suceder con los ataques a películas que ni siquiera se han rodado, estaban bastante desencaminados. La película no pretende retratar la comunidad gay sino la comunidad gay S/M, lo que no es lo mismo. Como consecuencia de ello, varios grupos activistas gays hicieron todo lo posible por boicotear el rodaje del film. Estos intentos de boicot fueron a su vez atacados por el ambiente gay S/M, al cual le gustaba como les estaban filmando, querían aparecer en la película y no querían ser escondidos como un secreto sucio.

Todo esto sirva para ilustrar que A la caza es uno de los films de Friedkin más controvertidos. En su momento fue un fracaso y aún hoy día hay gente que reacciona de forma visceral ante el film. Supongo que por la atmósfera que retrata y como afecta al espectador. Espero que si lo descubrís ahora lo "disfrutéis" como se puede disfrutar este film. Por cierto, su banda sonora es absolutamente genial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario