Los noventa no fueron una época musicalmente memorable excepto por el nacimiento del grunge. Yo fui uno de los que vivió aquella época de pleno. Toda una serie de grupos nuevos que con ciertas diferencias de sonido entre sí pero que parecían compartir una filosofía que conjuntaba aspectos musicales pasados, mezclando punk y rock, con una sensibilidad completamente nueva. Así, junto a mis discos y cintas de Alice Cooper, AC/DC y Ramones empezaron a aparecer Soundgarden, Pearl Jam y Nirvana, claro.
El grunge coincidió con lo que fue llamado Generación X. Nombre originado por una novela de Douglas Coupland llamada así, aunque el término había aparecido él lo había usado previamente en un artículo. La Generación X hacía referencia a aquellos que en ese momento tenían veintitantos años y estaban creando una cultura acelerada, como la calificó Coupland. Bien, sobre la Generación X y el grunge se produjeron un par de películas, digamos generacionales, que utilizaban estos conceptos. Más Generación X era la aburrida y sosa Bocados de realidad (Reality Bites, Ben Stiller, 1994); más grunge fue el título que nos ocupa: Solteros (Singles, 1992).
Escrita y dirigida por Cameron Crowe, la película retrata las peripecias sentimentales de un grupo de veintañeros que viven en Seattle. Si bien las tramas son las habituales en una comedia romántica, el estilo a la hora de contarlas es la que diferencia la película de otras con un entramado parecido. Crowe cruza sus diferentes personajes por entornos comunes, haciendo que los protagonistas hablen directamente a cámara, a nosotros, comentando sus experiencias vitales y su despiste existencial.
Desorientación es realmente la palabra. Janet (Bridget Fonda) lo resume todo cuando cuenta como de pequeños se imaginaban que para la época en que vivían ya viajarían en coches voladores, pero ahora se dan cuenta de que el futuro ya no es lo que era. Ello causa cierta decepción que provoca que en algunos casos se alejen de la madurez. Claro que siendo una película, las cuestiones emocionales y despistes existenciales se resuelven para cuando empiezan a rodar los títulos de crédito, pero uno puede intuir ya el actual fenómeno de eternos adolescentes que representa el momento en que vivimos.
Dejando estas cuestiones de lado, ciertamente la película es bastante divertida (cameo de Tim Burton incluido) y te ríes bastante, uno de los objetivos que tiene al fin y al cabo. Siendo una película de Cameron Crowe la banda sonora es excelente, claro.
Tema de Soundgarden, pioneros del grunge. Videoclip ciertamente inquietante.
Soundgarden - Black Hole Sun
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Hombre, aquí sale Matt Dillon y Ben Stiller. En ésta Stiller aún no era demasiado conocido. Está bien y habla de la generación x, de cómo buscan su sitio y de esa apatía existencial que desprende esa generación. De todas formas tiene lagunas y no es redonda. Hasta prontito. Un saludo
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ResponderEliminarEs cierto, Raúl, me confundí de película, no de actor. Yo hablaba de Reality bites, como has comentado en mi blog, y no de Solteros. Mea culpa y mala memoria (cada vez peor) también por mi parte. Gracias por la corrección. Hasta prontito, como diría Flanders.
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