15 jul 2011

Carrera con el diablo (Race with the Devil)


Roger Marsh (Peter Fonda) y Frank Stewart (Warren Oates) disfrutan de unas vacaciones con sus esposas, Kelly (Lara Parker) y Alice (Loretta Swit) respectivamente, viajando en una autocaravana último modelo. Una noche son testigos de como un culto satánico realiza un ritual que culmina con el sacrificio de una joven. Tras ser descubiertos, las dos parejas se convertirán en el objetivo del culto.

Carrera con el diablo (Race with the Devil, Jack Starrett, 1975) resulta sorprendente por diversos motivos y realmente se merece su estatus de clásico de culto: su argumento mezcla a la perfección terror, acción y suspense resultando en una tensa road movie; y, a pesar de que fue producida por una major como Twentieth Century Fox, tiene todo el sabor y el estilo de la mejor exploitation independiente. Que no os engañe el hecho de que sea una película para todos los públicos... Estamos en los años 70: una década en la cual una película sangrienta y aterradora como Tiburón (Jaws, Steven Spielberg, 1975) era calificada para todos los públicos.

Lo que primero que salta a la vista de esta pequeña maravilla es su estupendo reparto. Peter Fonda y Warren Oates están geniales y muy convincentes interpretando unos personajes que normalmente no tenían la oportunidad de hacer. Fonda era más conocido por sus papeles hippies tras protagonizar The Trip (Roger Corman, 1967), película con guion de Jack Nicholson que retrata la experiencia de un viaje de LSD, y Easy rider. Buscando mi destino (Easy Rider, Dennis Hopper, 1969). Oates prácticamente hacía siempre papeles de criminal o psicópata, y es raro verlo interpretar a uno "de los buenos" como hace aquí, demostrando que fue un actor tremendamente infravalorado. La elección de unos protagonistas tan atípicos ayuda a darle un aire independiente a la película, por su aspecto de gente normal y no de estrellas hollywoodienses.

Este aspecto de "normalidad" se ve reforzado por las actrices que interpretan a las esposas. Tanto Parker como Swit tienen aspecto de mujeres normales y corrientes y encajan bien con sus maridos en la ficción. Es decir, te puedes creer que una mujer como Loretta Swit se casara con alguien como Warren Oates, sin caer en la costumbre de casar fictíciamente actores de aspecto normal con supermodelos.

Entrando en los aspectos más técnicos, la dirección de Starrett consigue transmitir una sensación de paranoia y amenaza de forma efectiva mientras seguimos las peripecias de la pareja. Esta habilidad destaca en escenas como la de la piscina. En ella, Kelly y Alice deciden darse un baño en la piscina del parque de caravanas en el que paran para relajarse tras ser testigos del asesinato y huir de los satanistas. Al principio todo parece normal, pero al poco Kelly empieza a mirar a su alrededor y tiene la sensación de que los turistas la observan, hasta que ya no puede soportarlo más y se vuelve a la autocaravana. ¿Realmente la están observando o son todo imaginaciones? Bueno, tendréis que ver la película para saberlo, pero la sensación de extrañeza a través de lo cotidiano es uno de los puntos fuertes de la narrativa de este filme. La sensación de amenaza se ve enfatizada por el hecho de que no importa dónde se escondan, los satanistas encuentran a nuestros protagonistas, aumentando su paranoia exponencialmente.

Como podéis ver, se hicieron dos pósteres de Carrera con el diablo, cada uno enfatizando un aspecto diferente de la película. El primero se centra en la acción y el segundo que veis aquí se centra en los aspectos demoníacos.
Los aspectos argumentales relacionados con el culto satánico tienen su origen en la fiebre satánica que se desató en Estados Unidos a raíz de los asesinatos cometidos por Charles Manson y la Familia. Este caso provocó una suerte de paranoia por todo el país, que se convenció de que había cultos satánicos dedicados a sacrificar víctimas en honor al diablo esparcidos por todo el territorio. A pesar de que el FBI no encontró evidencia de la existencia de cultos satánicos dedicados al asesinato (existían satanistas, eso sí, surgidos a finales de los 60 la mayoría), el público creía que sí. Como resultado, se estrenaron a lo largo de los 70 diversas películas con temática diabólica en la que algún culto se dedicaba a hacer maldades.

La película es también una tremenda road movie de acción. Género que creo que es también inherente a los 70, si bien surgen las primeras películas de motoristas en los 60 (eso sí, si algún experto en road movies conoce algún título estrenado durante los 50 agradeceré que me lo señale, ya que no conozco ninguno). Starrett sitúa la película en localizaciones naturales, sin usar en ningún momento el estudio, lo que contribuye al realismo de la acción. También realiza algunos planos novedosos (en 1975) situando la cámara, por ejemplo, en el manillar de una motocicleta cuando alguno de los protagonistas la conduce de modo que no se nota cuando se intercala con escenas realizadas por extras. Esta habilidad a la hora de intercalar planos y en editar la acción consigue que te metas de lleno en ella, algo que se vio beneficiado por la tendencia hacia el naturalismo que se empezó a aplicar en los 60.

Carrera con el diablo lo tenía fácil para que me gustara, mezclando dos de las temáticas que más me atraen. Por un lado, una historia llena de paranoia y miedo, provocado por no saber quién es un devoto de Satán con intenciones asesinas o un simple viajero más en la carretera, llevada de una manera que resulta genuínamente inquietante. Por otro lado, su aspecto de road movie setentera de acción. La verdad es que no sé por qué me gustan tanto las road movies, ya que ni sé conducir ni tengo ni idea de coches (desconozco las marcas o modelos que existen), pero me atraen. Creo que debe ser por su aspecto más existencialista, la alegoría del viaje exterior/interior, como comentaba en otras road movies reseñadas aquí. La conjunción de road movie y argumento de terror es especialmente afortunada, ya que uno es especialmente vulnerable viajando sólo en coche a la merced de los elementos. Por lo menos las que he visto me han parecido geniales, como la clásica Carretera al Infierno (The Hitcher, Robert Harmon, 1986) también comentada aquí.

En todo caso, la recomiendo con exagerado entusiasmo. Es relativamente fácil de encontrar en DVD en España. Eso sí, atención amantes de las road movies: se puede encontrar un pack de importación que ofrece la edición especial de esta película junto a una edición especial de La indecente Mary y Larry el loco (Dirty Mary Crazy Larry, John Hough, 1974) muy barato de precio aunque sin subtítulos en castellano. Echadle un vistazo al tráiler para acabar de convenceros.

13 comentarios:

  1. Que casualidad que ayer mismo mi hermano me recomendaba esta peli despues de haber leido bien sobre ella en un libro dedicado al Thiller USA en los 70.
    Tiene muy buena pinta, Warren Oates es un tio con carisma.

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  2. El thriller USA de los 70, colección Nosferatu, coordinado por Antonio José Navarro

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  3. Otra road movie de Peter Fonda, aunque no creo que sea como Easy rider en cuanto a estilos; la calidad ya se discutirá cuando se vea. Vi el otro día Los renegados del diablo; lo comento porque ahí también trata el satanismo de una forma peculiar. Un día de estos pongo una pequeña reseña sobre la peli en el blog. Ya estoy expectante con la escena esa de la piscina. Ese aspecto de si son cosas que pasan en su cabeza o es algo real lo que experimenta la chica también interesa. Parece buena recomendación, Raül. Un saludo.

    Por cierto FAVICÓN introducido!! ;-) también en listas jojo Se me puso solo. Gracias por tu interés, Raül

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  4. No, no sé parece en nada a Easy Rider ;D Creo recordar que ya comentaste en el post que hice de Los Renegados del Diablo que te divertiste con esta peli. Zombie introdujo, en una de las escenas en el motel, el tema de la paranoia satanista en Estados Unidos de la época a través de un programa de televisión que ven los protagonistas.

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  5. Precisamente vi esta película hará cosa de un mes. Me gustó bastante, y Oates se sale como siempre, sinembargo no puedo evitar pensar que podría haber dado más de si. Pero vamos, que me gustó mucho y me resultó tensa y tremendamente entretenida.

    Esa paranoia que mencionas no sólo le afecta a los personajes, sino también al espectador. Al menos yo no hacía más que pensar que toda la región estaba habitada por sectarios.

    Eso si, el plano final, surrealista y terrorífico a partes iguales, me pareció de lo mejorcito de la película junto con la persecución de coches.

    PD: Raül, me pasa igual que a ti con los coches. Ni sé conducir, ni entiendo de modelos ni marcas, pero veo películas como 60 segundos (la original, claro) o Vanishing Point y alucino.

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  6. Ah, no, la peli de Zombie la vi hace poco y tiene cosas de interés, sobre todo visualmente, pero en general me defraudó.

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  7. Dr. Gonzo, siempre se disfrutan más estas películas modestas que aparentemente no parecen mucha cosa y luego te acaban sorprendiendo. O al menos este fue mi caso. Ciertamente, el espectador acaba tan paranoico como los protagonistas, además: el que seas paranoico no quiere decir que no te estén siguiendo de verdad! En fin, como dices, las road movies de esta época eran realmente geniales.

    Javi, Ok, es que en el comentario parecía que la habías visto. Yo la encuentro irregular pero con algún toque interesante, y creo que es lo mejor que ha hecho Zombie, de momento, especialmente si lo comparamos con sus otras pelis. Lo cual tampoco es decir mucho.

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  8. una pelicula que la he buscado muchos años y la vi en cine hace mucho espectacular una joya del cine de los 70 espectacular

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  9. En amazon está la edición en DVD por 4.95.

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