Recuerdo ver en su momento Rocketeer (The Rocketeer, Joe Johnston, 1991), pero no recordaba absolutamente nada de la película de en sí. También recuerdo adquirir el cómic en que se basaba antes de verla, pero tampoco recuerdo cómo desapareció ese cómic de mi casa ni que fue de él. A finales del año pasado Norma Editorial publicó un lujoso tomo que recopila todas las historias protagonizadas por Rocketeer, creación de Dave Stevens, además de toneladas de material extra. La adquisición de este tomo coincidió con la aparición en Blu-ray de Rocketeer, hecho que interpreté como una señal de que tenía que hacerme con ella aunque no recordase nada de esta película. Así funciono.
The Rocketeer de Dave Stevens narra la aventuras de Cliff Secord, un piloto/especialista que por casualidades del destino se hace con un extraño aparato, un jetpack, que le permite volar, robado por unos espías. La acción transcurre en el Los Angeles de los años 30, y las historias tienen un deje nostálgico de los seriales matinales y los pulps de aventuras que protagonizaban personajes como Doc Savage. La novia de Secord es Betty, un homenaje a la modelo erótica y pin-up Bettie Page, con la que mantiene una tempestuosa relación. Betty es la protagonista de la única página que, algo de vergüenza me da, se me quedó grabada en el cerebro durante todos estos años:
En los 90 se puso en marcha la adaptación cinematográfica de este cómic, dirigida por Joe Johnston. Se ha comentado repetidamente que la razón por la que le ofrecieron la dirección de Capitán América: El primer vengador (Captain America: The First Avenger, 2011) a Johnston fue su trabajo en The Rocketeer. Ahora que he visto ambas, y he disfrutado ambas enormemente, entiendo por qué se decía, ya que las dos tienen bastantes cosas en común en cuanto a tono y ambientación.
La película se mantiene muy fiel al cómic. El único cambio importante, supongo que porque la financiaba la Disney, se refiere a la novia de Secord: la modelo picante Betty se convierte en la película en la virginal aspirante a actriz Jenny, eso sí, encarnada por la talentosa y bella Jennifer Connelly. El resto de la trama se mantiene más o menos igual: Cliff (Bill Campbell) se encuentra el prototipo de jetpack que le han robado a Howard Hughes (Terry O'Quinn) por orden de Neville Sinclair (Timothy Dalton). Con la ayuda de su mecánico y amigo Peevy (Alan Arkin), Cliff se convertirá en Rocketeer para ganar dinero. Sin embargo, esto hará que tanto Cliff como todos aquellos cercanos a él se encuentren atrapados entre agentes del FBI, mafiosos y nazis. El reparto de la película es muy acertado y funciona de maravilla, haciendo creíble la acción en pantalla.
Lo primero que me llamó la atención es lo buena que es Rocketeer. Está llena de actores secundarios de lujo, un guion bien tramado, acción y un tono perfecto. ¿Cómo es posible que me hubiera olvidado de ella? Bueno, la respuesta es que se estrenó hace 20 años y coincidió con el estreno de Terminator 2: El juicio final (Terminator 2: Judgment Day, James Cameron, 1991). Y aquel verano, la película de Cameron anuló a todas las demás. En mi cabeza de imberbe niño no había sitio para mucha cosa más. Además coincidió también con otros títulos de gran éxito de taquilla como fueron Le llaman Bodhi (Point Break, Kathryn Bigelow, 1991) y Hot Shots! (Jim Abrahams, 1991). Películas muy populares que hicieron que el pobre Rocketeer pasara desapercibido en la taquilla y en la mente del gran público.
El film de Johnston hace un gran ejercicio nostálgico, recuperando el sabor de los seriales matinales pero actualizándolos. Algo que parece sencillo, pero no lo es y muchas películas han fracasado en el intento. No hay una gota de cinismo en el film, se nota un evidente amor por el material al que se hace referencia y evita de forma brillante caer en los tópicos más trillados, clichés en los que, por ejemplo, caían (o se regodeaban) las películas de Spiderman de Sam Raimi.
El ejemplo más claro de como la película adapta de forma inteligente los elementos clásicos de los seriales matinales de aventuras es la manera en que se representa a la protagonista femenina. Jenny no es un personaje pasivo que espera que la rescaten: no sólo se rescata ella sola, además hay una escena en la que ayuda al propio Rocketeer a salir de un apuro. Cliff, por su parte, no es un héroe desinteresado: cuando el jetpack cae en sus manos no piensa en salvar a inocentes en peligro sino en hacer dinero. Además, no se trata de un héroe con superpoderes o un millonario con recursos infinitos, ni está en ninguna misión de venganza: el jetpack que le permite volar es robado (y no tiene mucha prisa en devolverlo cuando lo descubre), no algo que haya inventado él. Pero es la forma en la que se acaba enfrentando a las circunstancias las que lo convierten en un héroe.
La película también juega con humor con los momentos clásicos que aparecían en estas historias. Mi favorito es el siguiente diálogo:
-Puede que esto sea un shock para tí, pero yo soy Rocketeer.
-Eres ¿ro-quién?
-¡Rocketeer! ¿Es que no lees los periódicos?
Pero como digo, el humor no es paródico, la película se toma en serio su historia y sus personajes, igual que hacía Steven Spielberg con las aventuras de Indiana Jones. Rocketeer no se disculpa ni se avergüenza de llenar la pentalla de nazis con metralletas, ni gigantescos asesinos. Es una fantástica y primeriza adaptación de un cómic hecha seriamente, además de una muy disfrutable película de acción y aventuras. Vista hoy día uno no puede evitar pensar que fue un film adelantado a su tiempo y que ha resultado ser tremendamente influyente.
El descubrimiento, o redescubrimiento, de lo entretenida y divertida que es hace que lamente que la edición en Blu-ray, que anuncia en la carátula es la edición 20 aniversario, no incluye ningún extra, sólo el tráiler.
Recomiendo esta película a todo aquel/lla que no esté muerto por dentro, a todo aquel/lla que quiera perderse en una entretenida aventura por el Hollywood de los años 30 (con cameo de Clark Gable) y dejarse llevar por el sentimiento de la maravilla.
Os dejo con un tráiler no oficial, sino hecho por un fan de la película y que creo es mejor que el tráiler oficial, algo soso.
La película se mantiene muy fiel al cómic. El único cambio importante, supongo que porque la financiaba la Disney, se refiere a la novia de Secord: la modelo picante Betty se convierte en la película en la virginal aspirante a actriz Jenny, eso sí, encarnada por la talentosa y bella Jennifer Connelly. El resto de la trama se mantiene más o menos igual: Cliff (Bill Campbell) se encuentra el prototipo de jetpack que le han robado a Howard Hughes (Terry O'Quinn) por orden de Neville Sinclair (Timothy Dalton). Con la ayuda de su mecánico y amigo Peevy (Alan Arkin), Cliff se convertirá en Rocketeer para ganar dinero. Sin embargo, esto hará que tanto Cliff como todos aquellos cercanos a él se encuentren atrapados entre agentes del FBI, mafiosos y nazis. El reparto de la película es muy acertado y funciona de maravilla, haciendo creíble la acción en pantalla.
Lo primero que me llamó la atención es lo buena que es Rocketeer. Está llena de actores secundarios de lujo, un guion bien tramado, acción y un tono perfecto. ¿Cómo es posible que me hubiera olvidado de ella? Bueno, la respuesta es que se estrenó hace 20 años y coincidió con el estreno de Terminator 2: El juicio final (Terminator 2: Judgment Day, James Cameron, 1991). Y aquel verano, la película de Cameron anuló a todas las demás. En mi cabeza de imberbe niño no había sitio para mucha cosa más. Además coincidió también con otros títulos de gran éxito de taquilla como fueron Le llaman Bodhi (Point Break, Kathryn Bigelow, 1991) y Hot Shots! (Jim Abrahams, 1991). Películas muy populares que hicieron que el pobre Rocketeer pasara desapercibido en la taquilla y en la mente del gran público.
El film de Johnston hace un gran ejercicio nostálgico, recuperando el sabor de los seriales matinales pero actualizándolos. Algo que parece sencillo, pero no lo es y muchas películas han fracasado en el intento. No hay una gota de cinismo en el film, se nota un evidente amor por el material al que se hace referencia y evita de forma brillante caer en los tópicos más trillados, clichés en los que, por ejemplo, caían (o se regodeaban) las películas de Spiderman de Sam Raimi.
El ejemplo más claro de como la película adapta de forma inteligente los elementos clásicos de los seriales matinales de aventuras es la manera en que se representa a la protagonista femenina. Jenny no es un personaje pasivo que espera que la rescaten: no sólo se rescata ella sola, además hay una escena en la que ayuda al propio Rocketeer a salir de un apuro. Cliff, por su parte, no es un héroe desinteresado: cuando el jetpack cae en sus manos no piensa en salvar a inocentes en peligro sino en hacer dinero. Además, no se trata de un héroe con superpoderes o un millonario con recursos infinitos, ni está en ninguna misión de venganza: el jetpack que le permite volar es robado (y no tiene mucha prisa en devolverlo cuando lo descubre), no algo que haya inventado él. Pero es la forma en la que se acaba enfrentando a las circunstancias las que lo convierten en un héroe.
La película también juega con humor con los momentos clásicos que aparecían en estas historias. Mi favorito es el siguiente diálogo:
-Puede que esto sea un shock para tí, pero yo soy Rocketeer.
-Eres ¿ro-quién?
-¡Rocketeer! ¿Es que no lees los periódicos?
Pero como digo, el humor no es paródico, la película se toma en serio su historia y sus personajes, igual que hacía Steven Spielberg con las aventuras de Indiana Jones. Rocketeer no se disculpa ni se avergüenza de llenar la pentalla de nazis con metralletas, ni gigantescos asesinos. Es una fantástica y primeriza adaptación de un cómic hecha seriamente, además de una muy disfrutable película de acción y aventuras. Vista hoy día uno no puede evitar pensar que fue un film adelantado a su tiempo y que ha resultado ser tremendamente influyente.
El descubrimiento, o redescubrimiento, de lo entretenida y divertida que es hace que lamente que la edición en Blu-ray, que anuncia en la carátula es la edición 20 aniversario, no incluye ningún extra, sólo el tráiler.
Recomiendo esta película a todo aquel/lla que no esté muerto por dentro, a todo aquel/lla que quiera perderse en una entretenida aventura por el Hollywood de los años 30 (con cameo de Clark Gable) y dejarse llevar por el sentimiento de la maravilla.
Os dejo con un tráiler no oficial, sino hecho por un fan de la película y que creo es mejor que el tráiler oficial, algo soso.
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