Battleship (Peter Berg, 2012) se estrenó esta primavera pasada. Considerada desde un primer momento una película ridícula por estar basada en un juego de mesa, los creadores hicieron todo lo que pudieron para que fuera un gran éxito de taquilla: el tag-line era el absurdo "De Hasbro, la compañía que te trajo Transformers" como si la compañía hubiera hecho algo más que vender juegos de Hundir la flota, la banda sonora incluye temas de AC/DC igual que en Iron Man (Jon Favreau, 2008) para que al menos sonoramente recordase a un éxito de taquilla, el argumento es muy sencillo y predecible y se gastaron millones en crear unos espectaculares efectos especiales.
Y sin embargo fue un fracaso de taquilla... en Estados Unidos. En Europa y otros lugares como Japón la película recaudó millones de dólares y fue un gran éxito en ese sentido. En Estados Unidos, donde se estrenó en plena temporada veraniega, la película se hundió, considerada estúpida y ridícula por basarse en un juego de mesa (en Transformers por lo menos tenían la excusa de la serie de dibujos), con un argumento que se lleva utilizando en el cine desde los tiempos de La Tierra contra los platillos volantes (Earth vs. the Flying Saucers, Fred F. Sears, 1956), y la gente se mantuvo alejada de la película. En Europa se hicieron las mismas críticas que en Estados Unidos pero la gente sí que acudió a verla, en número suficiente para que la película fuera un éxito y se salvara de la ruina, de modo que cuando finalmente se estrenó en su país de origen lo hizo ya convertida en un éxito económico.
Otros casos parecidos de películas que han sido fracasos espectaculares de taquilla en Estados Unidos pero grandes éxitos en Europa son Sombras tenebrosas (Dark Shadows, Tim Burton, 2012) y el remake Total Recall (Desafío Total) (Total Recall, Len Wiseman, 2012).
Lo que une todas estas películas además de triunfar aquí y fracasar allí es que, a pesar de eso, normalmente cuando se habla de ellas en Europa son consideradas "típicas producciones de Hollywood que tanto gustan a los americanos", implicando que el sofisticado gusto europeo está por encima de semejantes productos. Y la verdad es que en Estados Unidos estas películas no gustan, o por lo menos a la mayoría del público americano no les gustan. Sin embargo, en Hollywood han descubierto que cuanto más genéricas son las películas que hacen, mejor funcionan fuera de Estados Unidos, como si acabaran de descubrir el mercado internacional. De todos modos, el tópico de "los americanos tontos solo ven pelis de explosiones, los europeos listos disfrutamos de cine complejo" sigue tan sano como siempre (y aprovecho para decir que como todos los tópicos, este me parece una soberana gilipollez).
Este no es un fenómeno nuevo. El primer caso de este estilo que me llamó la atención fue Rambo III (Peter MacDonald, 1988). Esta tercera entrega de las aventuras de John Rambo es usada aún hoy día como ejemplo de "americanada", pintando a los rusos como malos malísimos y mostrando un héroe hipermusculado que acaba con todo lo que se mueve fácilmente. Pero en Estados Unidos la película fracasó precisamente porque se consideró maniquea y tendenciosa, mientras que en Europa fue un gran éxito de taquilla a pesar de las críticas.
Por tanto, estas superproducciones genéricas sirven para alimentar un tópico absurdo pero el hecho de que estas producciones se hagan es porque se cuenta con que serán éxitos seguros en Europa, Japón y el resto del mundo.
Es posible que la razón por la que Battleship fue un éxito en Europa y un fracaso en Estados Unidos sea la misma por la que los turistas compran esas horribles figuras de plástico de bailarinas flamencas o sombreros mejicanos en las tiendas de souvenirs que se pueden encontrar a lo largo de la Rambla de Barcelona.
Este último párrafo es el que se dedica a las conclusiones, pero lo cierto es que no sé si tengo alguna. Tal vez que los tópicos y los prejuicios son estúpidos. Tal vez que la calidad de una película no depende del dinero que haga o deje de hacer en taquilla. Tal vez que los europeos no son más listos ni los americanos más tontos, que el buen/mal gusto es universal. No lo sé, solo soy un humilde bloguero que busca el amor en todos los sitios equivocados.
Lo que une todas estas películas además de triunfar aquí y fracasar allí es que, a pesar de eso, normalmente cuando se habla de ellas en Europa son consideradas "típicas producciones de Hollywood que tanto gustan a los americanos", implicando que el sofisticado gusto europeo está por encima de semejantes productos. Y la verdad es que en Estados Unidos estas películas no gustan, o por lo menos a la mayoría del público americano no les gustan. Sin embargo, en Hollywood han descubierto que cuanto más genéricas son las películas que hacen, mejor funcionan fuera de Estados Unidos, como si acabaran de descubrir el mercado internacional. De todos modos, el tópico de "los americanos tontos solo ven pelis de explosiones, los europeos listos disfrutamos de cine complejo" sigue tan sano como siempre (y aprovecho para decir que como todos los tópicos, este me parece una soberana gilipollez).
Este no es un fenómeno nuevo. El primer caso de este estilo que me llamó la atención fue Rambo III (Peter MacDonald, 1988). Esta tercera entrega de las aventuras de John Rambo es usada aún hoy día como ejemplo de "americanada", pintando a los rusos como malos malísimos y mostrando un héroe hipermusculado que acaba con todo lo que se mueve fácilmente. Pero en Estados Unidos la película fracasó precisamente porque se consideró maniquea y tendenciosa, mientras que en Europa fue un gran éxito de taquilla a pesar de las críticas.
Por tanto, estas superproducciones genéricas sirven para alimentar un tópico absurdo pero el hecho de que estas producciones se hagan es porque se cuenta con que serán éxitos seguros en Europa, Japón y el resto del mundo.
Es posible que la razón por la que Battleship fue un éxito en Europa y un fracaso en Estados Unidos sea la misma por la que los turistas compran esas horribles figuras de plástico de bailarinas flamencas o sombreros mejicanos en las tiendas de souvenirs que se pueden encontrar a lo largo de la Rambla de Barcelona.
Este último párrafo es el que se dedica a las conclusiones, pero lo cierto es que no sé si tengo alguna. Tal vez que los tópicos y los prejuicios son estúpidos. Tal vez que la calidad de una película no depende del dinero que haga o deje de hacer en taquilla. Tal vez que los europeos no son más listos ni los americanos más tontos, que el buen/mal gusto es universal. No lo sé, solo soy un humilde bloguero que busca el amor en todos los sitios equivocados.
Si me llama algo es por sus efectos, nada más.
ResponderEliminarNo me extraña nada que el remake de Desafío total fuese un fracaso. La pinta no es nada buena y la de Arnie está muy bien; además: no es de hace tanto.
Rambo III es una americanada, como Rambo II, que creo que aún lo es más. Sin embargo esta última creo que en EEUU hizo un taquillazo.
Estoy a medias contigo en eso de que el buen gusto es universal. Sí, hay buen gusto y mal gusto en todos lados, pero la cultura dice mucho a la hora de preferir una u otra cosa.
Un saludo. Buena entrada, Raül.
Sí creo que el buen/mal gusto es universal, porque depende más bien de la cultura que uno tiene, no tanto de la cultura en que vive. Saludos.
ResponderEliminarYo estoy con Javier Simpson. El buen o mal gusto depende en gran medida de la cultura que tengas. Pregúntale a CUALQUIER cani si prefiere ver Nosferatu o A todo gas, a ver qué responde.
ResponderEliminarPor otra parte, sí estoy de acuerdo en que quizá tengamos una idea de los americanos, y ellos de nosotros, bastante errónea, pero en fin, no es algo que me quite el sueño.
Lo que si hay que pensar es que títulos como Battelship es puro cine comercial, así que, si los americanos saben que en EEUU va a ser un fracaso, pero las ganancias en Europa les va a compensar, pues oye, me parece bien. Lo dicho, es cine comercial, y de eso se trata.
Eso sí, lo que no alcanzo a entender es cómo es posible que semejantes vómitos cinematográficos consigan hacer taaanta taquilla. ¿Cómo es posible que a la gente le interese éstos bodrios?
Creo que eso daría para otra entrada....
Claro que sí, Raül, yo opino igual; pero la cultura que tiene uno es influida por la cultura que existe en la sociedad.
ResponderEliminarGonzo, si no he entendido mal, Javi se refería a la cultura del lugar en que has nacido y en la que vives, no la cantidad de cultura que tienes. Obviamente, si no te interesa el cine y solo lo ves como un entretenimiento, algo para pasar el rato, pues escogerás pelis que tengan como objetivo el entretener y no obras experimentales ni cine de autor ni nada por el estilo. Eso nadie lo discute.
ResponderEliminarJavi, este es un debate interesante. Yo creo que la cultura en la que vives (sea mediterránea, catalana, española, europea, occidental, como quieras llamarla) puede que te influya en las costumbres que tienes, en tener una mente más o menos abierta, en cómo se han de educar los niños, etc. Mil cosas en las que también influye cómo es tu familia, tus amistades, si vives en un pueblo o una ciudad. Pero cuando hablamos de cultura artística (para diferenciar), cuánto más estudias y te interesas y aprendes, más te das cuenta de que arte es universal. Yo he leído autores americanos, ingleses, franceses, rusos, japoneses, italianos, etc., y si he podido entender, apreciar y disfrutar de las novelas de autores extranjeros es porque los temas básicos que se tratan también me afectan a mí aunque pertenezca a una cultura diferente, porque he cultivado mi gusto. Puede que el enfoque sea distinto o se enfaticen cosas distintas de las que pondría yo el énfasis, pero lo aprecio porque me interesa la cultura y la cultura no son departamentos estancos. Por supuesto que algo influye la cultura en que has nacido, porque todo nos influye, pero si puedes apreciar una película como Hierro 3 es porque te interesa el cine y has cultivado tu gusto de acuerdo a tu pasión, y la forma en que cultivas tu gusto hace que tengas mejor o peor gusto. Que te apasione el cine es independiente del lugar en que has nacido.
Todo está empapado de cultura y uno no nace aprendido. Es cierto que cada uno es como es, tiene una genética y una posibilidades, pero el medio en el que estés es fundamental a la hora de valorar el arte. Eso sí, alguien que viva en un lugar en el que la su cultura sea rudimentaria, o muy primitiva, puede tener la leche de sensibilidad, pero esa persona seguramente no aprecie igual algo de lo que nunca experimentó. Si a esa persona la trasladas a un lugar en el que haya una cultura potente, resplandeciente, llena de diversidad, con el tiempo, seguramente, sepa apreciar mejor y valorar de un modo más profundo el arte que otra que haya vivido en ese lugar décadas, pero sea un tarugo intelectual y tenga nula o mínima sensibilidad.
ResponderEliminarHombre, ese es un caso extremo. Claro que alguien que ha vivido aislado de la civilización el único arte que apreciará será el creado por su propia cultura, pero ese no es nuestro caso. Pero de todos modos, por lo que dices, tengo razón: el buen o mal gusto no depende tanto del lugar en que has nacido como tu propio interés y desarrollo ;D ¿Es posible que sea algo innato? Aquí sí que no estoy seguro. Si naces con una predisposición hacia el mundo artístico o es algo que adquieres con el tiempo, porque hasta las culturas más primitivas se expresan artísticamente.
ResponderEliminarInteresante artículo, como de costumbre.
ResponderEliminarLa verdad es que yo suelo pasar de tópicos y limitarme a ver la película. Y Battleship es una de las que tengo pendientes. Mientras me entretenga, como si es la mayor americanada del mundo.
Pues te soy sincero, aunque Battleship no es precisamente una maravilla me reí mucho viéndola, en ese sentido sí que fue entretenida.
ResponderEliminarNo habría visto nunca esta película de no haber sido proyectada a través del DVD del Ave (que aprovecho para decir que es una experiencia horrible en el que gastas dioptrías de forma absurda). Con eso no quiero decir que esté por encima de este tipo de películas, sino simplemente que no me interesaba lo más mínimo la historia de los transformers acuáticos.
ResponderEliminarVoy al grano. Mientras se proyectaba la película escuchaba música y al mismo tiempo ojeaba un libro (lógicamente no le prestaba toda la atención que necesitaba). Pues sin oír palabra de lo que decían y mirando la pantalla cada diez minutos tuve suficiente para seguir el desarrollo de la película. Es tan tópica y predecible que sabes qué va a pasar en todo momento. Y la verdad es que me divertía pensando: "y ahora se muere tal personaje (no voy a spoilear, jeje), y él madura de golpe", etc etc. Este tipo de películas funcionan como un reloj bien engrasado. No dan más pero tampoco ofrecen más. Consumismo fácil. Fast food fílmico.
Coincido con tu apreciación de que calificar algo como americanada para dar a entender su calidad es prejuicio, y muchas veces, también esnobismo. Voy a poner un ejemplo. Hace poco vi una película que ha funcionado muy bien a nivel mundial, la película inglesa "Hotel Marigold". Pensé que con esos intérpretes la película sería como mínimo interesante. Nada más lejos de la realidad. Suma de personajes tópicos, de good feelings salpicados con algo de drama y exotismo para turistas. Es decir, película ideal para una audiencia madura (de 50 para arriba) que ya apenas sale de su barrio, pero que aún le gusta ir al cine a ver historias entretenidas. En mi opinión, esto también es fast food fílmico, sólo que con mejor envoltorio.
Es verdad, no había caído en que también existe el fast food disfrazado de calidad como Hotel Marigold y otras del mismo estilo. No es algo que critique, cada cual tiene sus gustos, pero que no lo vendan por lo que no es.
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