15 may 2020

Buck Rogers, aventuras en el siglo 25 (Buck Rogers in the 25th Century)


El impacto de La guerra de las galaxias (Star Wars, George Lucas, 1977) no se redujo solo al cine. También se estrenaron diversas series de televisión que ofrecían su dosis de space opera a los aficionados. Sin embargo, los ejecutivos televisivos de la época no eran muy entusiastas del género, ya que series policiales, de acción o del oeste salían más baratas y tenían audiencia asegurada. Lo que explica que hubiera series de ciencia ficción que se cancelaran a pesar de tener buenas audiencias. Entre estas nuevas series de ciencia ficción se estrenó Buck Rogers, aventuras en el siglo 25 (Buck Rogers in the 25th Century, 1979-1981), creada por Glen A. Larson y Leslie Stevens.

Larson y Stevens habían creado también por las mismas fechas Galáctica, estrella de combate (Battlestar Galactica, 1978-1979). Pero Buck Rogers fue creada con un estilo que se alejaba del tono (relativamente) serio de Battlestar Galactica, haciendo un mayor énfasis en la diversión y la aventura. Lo cual resulta lógico ya que, igual que Flash Gordon, Buck Rogers fue creado en la edad dorada del pulp, protagonizando un serial a finales de los años 30 tras adquirir cierta fama en las revistas de ciencia ficción. La serie se puso en marcha reciclando decorados y efectos de Battlestar Galactica, lo que parece dar la idea de un show cutre. Pero el resultado del piloto fue tan bueno, que se estrenó una versión cinematográfica en cines: Buck Rogers: El aventurero del espacio (Buck Rogers in the 25th Century, Daniel Haller, 1979), para la que se hizo también el póster que ilustra este artículo.

Para esta nueva encarnación, la historia de Buck Rogers se alteró ligeramente. Ahora, Buck Rogers (Gil Gerard) es un astronauta que, debido a un accidente, queda congelado en su nave y ésta perdida por el espacio. 500 años después, la nave de Buck regresa, recogida por una fortaleza estelar del Imperio Draconiano, al mando de la princesa Ardala (Pamela Hensley). La princesa espera utilizar Buck como arma contra la Tierra, aunque no puede evitar sentirse atraída por él. Mientras, en la Tierra, el doctor Elias Huer (Tim O'Connor) y la coronel Wilma Deering (Erin Gray) se preparan para la llegada de los draconianos. Buck, devuelto por Ardala con un dispositivo de seguimiento colocado por su mano derecha Kane (Henry Silva), llega a la Tierra y descubre que han pasado 500 años. El robot Twiki (Felix Silla, voz de Mel Blanc) y la inteligencia artificial doctor Theopolis (voz de Eric Server), intentarán ayudar a Buck a acostumbrarse al nuevo siglo en el que vive. A partir de aquí, en cada episodio, el doctor Huer le encarga una misión a Buck y Wilma, que ambos resolverán mezclando técnicas del pasado y el presente. Por supuesto, la malvada Ardala reaparecerá para intentar conquistar la Tierra o a Buck, lo que pase antes.

La primera temporada de la serie es una auténtica maravilla. Cada episodo cargado con generosas dosis de diversión, entretenimiento y acción, la serie se hacía doblemente atractiva por la mezcla de estética pulp de los 30 y la estética disco de finales de los 70. Además, esta primera temporada contó con una impresionante lista de estrellas invitadas: Jack Palance, Roddy McDowall, Sid Haig, Richard Lynch y un largo etcétera. Uno de las más notables estrellas invitadas fue una joven Jamie Lee Curtis, interpretando a una prisionera que Buck ha de liberar de una especie de fortaleza infernal perseguidos por un robot asesino que no se detendrá hasta atraparlos (¿os suena de algo?).

He de admitir que mi principal interés por esta serie era nostálgico. Recuerdo que la serie me encantaba cuando era pequeño, una época en la que TV3 (la cadena autonómica catalana) emitía varias series que me marcarían, como Doctor Who (etapa de Tom Baker), Star Trek (1966-1969, Gene Roddenberry), La dimensión desconocida (The Twilight Zone, 1959-1964, Rod Serling), Batman (1966-1968, Lorenzo Semple Jr., William Dozier) y Dr. Slump (Dokutaa Suranpu Arale-chan, 1981-1986, Akira Toriyama). Si se refieren a esto con que TV3 adoctrina, desde luego conmigo funcionó porque me hizo fanático de la ciencia ficción, la fantasía y el terror (daban muchas pelis de terror por las noches). Pero, cuando empecé a ver en el presente Buck Rogers, me sorprendió lo mucho que disfruté regresando a este mundo, sin que la nostalgia tuviera nada que ver con ello. Por desgracia, los buenos tiempos no durarían.

Buck Rogers no reventó audímetros, pero tuvo bastante éxito. La segunda temporada se retrasó por huelgas del sector, así que se decidió aprovechar para cambiarla por completo. Básicamente, destrozaron la serie: la audiencia se desplomó y se canceló cuando solo llevaban 11 episodios. El principal cambio fue el argumento de la serie: ahora Buck y Wilma forman parte de la tripulación de la Searcher con la misión de contactar con otras tribus humanas. Es decir, convirtieron la serie en un cruce entre Star Trek y Battlestar Galactica. Las historias perdieron calidad y se añadieron personajes que no aportaban nada. La adición más significativa es la de Hawk (Thom Christopher), mitad hombre mitad pájaro, que se convierte en el nuevo compañero de acción de Buck. Lo que significa que Wilma se acaba convirtiendo en poco más que una azafata.

Esta segunda temporada también muestra ciertas tendencias ausentes en la primera y bastante preocupantes: además de hacer que Wilma ya no sea un personaje de acción y asexualiza la serie, en el episodio "The Satyr" dan una visión de la violencia machista terrible. La palma de misoginía se la lleva el episodio que sigue a "The Satyr" titulado "Shgoratchx!", que se inicia con el robot Crichton (otro personaje nuevo insoportable) diciéndole a Buck: "Típico de un hombre que proviene de un siglo en que la Tierra solo destacó por las guerras, la liberación de la mujer y el holocausto". Casi nada. En el mismo episodio, se muestra como algo divertido que Wilma sea prácticamente violada por los personajes protagonistas del episodio.

La segunda temporada parece una serie completamente distinta y es terrible. Sobretodo si la comparamos con la fantástica primera temporada. A pesar de todo, es una serie que recomiendo, aunque sea solo por esta primera temporada.


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