Solo alguien como Paul W. S. Anderson podía dirigir una película basada en Mortal Kombat totalmente en serio. Pero es lo bueno y lo malo de Anderson, que ha dirigido cosas como Alien vs. Predator (2004) pero también la fantástica Horizonte final (Event Horizon, 1997). Y así es la película Mortal Kombat (1995), parte truño, parte diversión.
Liu Kang (Robin Shou), Sonya Blade (Bridgette Wilson) y Johnny Cage (Linden Ashby) son llevados al torneo conocido como Mortal Kombat. En el viaje hacia el torneo, Lord Rayden (Christopher Lambert) les explica que el destino de la Tierra recae en que ganen el torneo, ya que si pierden las fuerzas oscuras de Shang Tsung (Cary-Hiroyuki Tagawa) invadirán y destruirán el planeta.
Mortal Kombat, el videojuego, y sus continuaciones causaron un gran revuelo y mucha controversia, como imagino muchos recordaréis. La razón era la gran cantidad de sangrienta violencia presente en el juego, considerado demasiado violento para los niños. Y ahí está la cuestión: Mortal Kombat fue de los primeros juegos en demostrar que la noción de que los videojuegos era algo solo para jóvenes y niños no era cierta. Era lo mismo que había pasado con los cómics y parecido a la polémica en Cataluña alrededor de los animes, considerados demasiado violentos para los niños. Y, efectivamente, no eran series de animación para niños sino pensadas para un público algo más crecidito, igual que Mortal Kombat iba destinado a un público más "adulto" que chavales de diez años.
La polémica y los millones generados por el juego creado por Ed Boon y John Tobias hicieron que Hollywood llamara a su puerta. El proceso para llevar Mortal Kombat a la gran pantalla fue más sencillo y no tan complicado como con otros juegos ya que los creadores eran americanos. De todos modos, New Line Cinema, que producía la película, no entendió el atractivo del juego entre los adultos y exigió que la película fuera para mayores de 13 años, ya que asumía que era el público objetivo. Eso significó que el guion original, sangriento y ultraviolento, fuera suavizado.
La película de Anderson está llena de diálogos terribles, interpretaciones pasadas de vueltas y clichés típicos del cine de acción. Y terribles, terribles, realmente malos, realmente horribles efectos visuales creados por ordenador. CGI era la gran novedad de la época, se veía como una forma barata de hacer efectos y criaturas. Los resultados eran ridículos y horteras en su mayor parte, ya que las únicos efectos visuales creíbles, que aún se sostienen hoy día, son los de superproducciones como Jurassic Park (Parque Jurásico) (Jurassic Park, Steven Spielberg, 1993) o Titanic (James Cameron, 1997). Baste decir que Mortal Kombat no tenía, ni se acercaba, a los presupuestos de estos clásicos.
Los creadores del videojuego quedaron bastante satisfechos con la película, así como los fans. Para el resto de la humanidad la película pasó sin pena ni gloria. No fue un fracaso, recaudó mucho para New Line Cinema ya que partía de un presupuesto no muy alto, pero tampoco fue un grandioso éxito. Cuando la película se estrenó yo estaba bastante metido en el cine de terror, era casi lo único que me interesaba aparte de abusar de mi cuerpo, así que la película Mortal Kombat me pareció basura, mala a rabiar. ¿Sin sangre y no se arrancan cabezas? No valía la pena perder el tiempo con ella. Curiosamente, pasado el tiempo y vista ahora, me hizo pasar un rato bastante divertido. Es muy de los 90, todas las ridiculeces que en su momento me parecían horteradas ahora me hacen reír, por ejemplo cuando al inicio del film Liu Kang recibe un telegrama que dice directamente: "Hermano muerto. Vuelve a casa" (se ve que el abuelo no quería pagar palabras de más y buscó la manera más barata y directa de comunicar la muerte de un familiar). La música techno me sobra y, como ya he dicho, los efectos visuales son de juzgado de guardia, pero mentiría si dijera que no me reí y pasé un rato entretenido asistiendo a Mortal Kombat.
La primera Mortal Kombat terminaba con un final abierto, momento en que arranca Mortal Kombat: Aniquilación (Mortal Kombat: Annihilation, John R. Leonetti, 1997), la secuela que, aparentemente, odian los creadores del videojuego, Paul W. S. Anderson, los fans del videojuego y cualquier amante de todo lo bueno y justo en la vida.
Solo Robin Shou y Talisa Soto como Kitana regresaron para la secuela. Bridgette Wilson fue sustituida por Sandra Hess, cuya terrible interpretación va a la par con su vestuario que parece copiado de Lara Croft. James Remar es ahora Lord Rayden, buen actor pero poco convincente como Rayden. Como ya he dicho, la historia sigue a partir del final de la anterior entrega, pero se presentan bastantes incosistencias: por un lado, todos actúan sorprendidos por lo que sucede, pero, al mismo tiempo, se menciona varias veces una supuesta leyenda que predice lo que sucede. Leyenda que nadie conoce más allá de que sirve para utilizar la típica frase: "la leyenda es cierta" o "la leyenda se equivoca".
Esta secuela supera a la anterior en efectos visuales terribles, está a la altura de Spawn (Mark A. Z. Dippé, 1997) en este sentido, y cantidad de acción. Tiene la misma estructura que una película porno: las breves escenas de diálogo solo sirven para dar pie a la siguiente pelea, como fontaneros que llegan para arreglar tuberías de señoras agradables. Básicamente, la película es ruido de principio a fin. Pero también provoca bastantes carcajadas, de forma involuntaria pero carcajadas. Con unas interpretaciones que le provocarían un derrame cerebral a Meryl Streep, el reparto va gritando sus diálogos sin esperar que nada tenga sentido.
Seguramente no habría visto nunca esta película si no hubiera estado incluida con Mortal Kombat, es realmente mala. Pero me reí mucho viéndola y, al final, me lo pasé bien aunque no en la manera que la película buscaba. Lo que sí logró esta secuela es matar la franquicia, que ahora Warner planea "rebootear".
Mortal Kombat me gustó más que Street fighter. Creo que aquí no es un gran filme pero está en algo. Mortal kombat tambien es tremendo juego, tiene su mítica, aunque el videojuego street fighter es más grande, más popular. El filme Mortal kombat es difícil tenerlo por muy serio, pero me pareció que no estaba tan mal. Coincido en lo que señalas de parte truño, parte diversión y diversión con su toque de seriedad, en lo posible. Silent hill también es otro juego mítico, de terror, es un videojuego original y muy bueno. Increible que un videojuego sea mejor terror que una película de terror misma como la adaptación. Saludos!
ResponderEliminarA mí la peli de Silent Hill me gustó bastante, el juego tiene una atmósfera irrepetible, eres tú el que está metido dentro, pero la peli no está mal como cinta de género.
ResponderEliminarEn su momento me pareció bastante entretenida... No, en realidad me gustó bastante, pero es que el listón que dejó street Fighter fue les fue como anillo al dedo. (también influyó q tenía 13 años y no había visto mucho de género de lucha quitando las de Jan Claude Van Dam...)
ResponderEliminarEn fin, que es una de esas pelis con las que se podría hacer un buen remake, con Iko Uwais, yayn Yayan Ruhian, Tony Yaa o Donnie Yen... Y con un guión adaptado a público adulto que fuera más fiel a la esencia del juego (sangre sangre sangre)
Por cierto, que no sabía que había una segunda parte, aunque sea por Talisa la veré 😄
Pues la nueva versión a lo mejor va por ese camino de ser más fiel al juego, Mortal Kombat Legacy es de ese estilo y está bastante bien. Y no sé yo si vale la pena poner en peligro la cordura solo por una actriz, ninguna tiene el talento o cuerpo suficiente para salvar el desastre que es la segunda.
ResponderEliminarYo creo que si te gusta la primera, la segunda debería gustarte aun mas, es de esas tan malas que son buenas. Me falto más de Scorpion y sub zero
ResponderEliminarSí, si la segunda me hizo reír pero entiendo que un fan de los juegos la odie con todas sus fuerzas.
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