Aunque al entrar en la década de los 90 su estrella se fue apagando, centrándose en la televisión entrado el siglo XXI y sin dirigir una película desde hace diez años, John Landis estaba on fire en los 80, década en la que dirigió diversas películas hoy clásicas. En Tres amigos (¡Three Amigos!, 1986), Landis además dirigió a tres estrellas de la comedia que atravesaban su mejor momento profesionalmente: Steve Martin, Chevy Chase y Martin Short. El resultado de esta reunión de talento tuvo un resultado inesperado: la película fue un incomprensible fracaso de taquilla.
Lucky Day (Steve Martin), Dusty Bottoms (Chevy Chase) y Ned Nederlander (Martin Short) forman los Tres Amigos, un trío de actores de cine mudo protagonistas de diversos westerns. Al menos lo son hasta que son despedidos del estudio en el que trabajan. Por ello aceptan hacer lo que creen es una simple aparición personal en el pueblo de Santa Poco, sin saber que los han llamado pensando que son auténticos héroes de acción. Los Tres Amigos deberán enfrentarse al muy real bandido El Guapo (Alfonso Arau) y su banda de criminales.
La idea de unos actores confundidos con auténticos personajes llevaba tiempo rondando por la cabeza de Steve Martin. Pero nada encajó hasta que convirtió la historia en un western, trabajando en el guion junto a Lorne Michaels y Randy Newman. El reparto fue fácil de completar, ya que Martin contactó con sus amigos y colegas Chevy Chase y Martin Short. La elección del director tampoco fue muy complicada, como ya he dicho, Landis había dirigido varias comedias de gran éxito y acababa de trabajar con Chase en la divertida Espías como nosotros (Spies Like Us, 1985). La amistad y buena química se nota en la película.
Como ya he dicho, se esperaba que la película fuera un gran éxito, teniendo en cuenta la popularidad del reparto en aquel momento. Hoy sigo sin entender que no fuera un taquillazo. La premisa entonces era bastante novedosa, y desde entonces se ha repetido varias veces en películas como Galaxy Quest - Héroes fuera de órbita (Galaxy Quest, Dean Parisot, 1999), Tropic Thunder: ¡Una guerra muy perra! (Tropic Thunder, Ben Stiller, 2008) y Posesión demencial (My Name Is Bruce, Bruce Campbell, 2007). Es posible que entonces estuviera adelantada a su tiempo. También tiene escenas delirantes, comedia física y momentos musicales absurdos, aunque algunos de los momentos más divertidos son también más "sutiles", como cuando los tres vestidos de forma ridícula entran en una cantina mejicana y Martin le aclara al camarero: "no somos mejicanos, venimos de fuera". Aunque para mí la escena más divertida es la del arbusto cantante.
Con el tiempo, la película fue adquiriendo fans, si bien era difícil de encontrar una copia en condiciones, posiblemente por la bancarrota de Orion, que produjo el film. Hoy día está considerada una comedia clásica, con un reparto en estado de gracia y un director en plena forma. Posiblemente porque todavía es capaz de hacer reír a carcajadas al espectador.
La recuerdo vagamente de cuando era niño y también recuerdo que me gustó bastante... aunque la verdad por aquel entonces me tragaba casi cualquier cosa ( menos Street Fighter 🙂;p)
ResponderEliminarLa peli no está mal, pero no me parece de las mejores de sus actores. Un saludo
ResponderEliminarHaplo, pues ahora es momento ideal para recuperarla, cuando puedes obligar al resto a verla. Y espera que dentro de poco le toca a Mortal Kombat.
ResponderEliminarVictor, por separado supongo que puedes encontrar mejores pelis de los protas, pero con los tres no creo que haya nada mejor.