Tras el éxito de The Blood Drinkers (Kulay dugo ang gabi, Gerardo de León, 1964), se decidió hacer otra película de vampiros que no era una continuación o secuela sino una película hermana, en la que repetían director y reparto en una nueva historia. Así nació Curse of the Vampires (Ibulong mo sa hangin, Gerardo de León, 1966).
Leonore (Amalia Fuentes) y Eduardo Escudero (Eddie Garcia) descubren que su padre ha mantenido encadenada en una catacumba a su madre (Mary Walter), una vampira sedienta de sangre. Una vez descubierto el secreto, no tardará en extenderse la maldición vampírica, poniendo en peligro a toda la comunidad.
Curse of the Vampires, como ya he dicho, mantiene algunas conexiones con The Blood Drinkers. Además del reparto y el director, también se mantiene el motivo de iluminar con luz roja a los vampiros, en este caso la matriarca Escudero. Pero el tono y el estilo son muy distintos. Curse mezcla el estilo de terror gótico con el culebrón, con una historia en la que se enfatiza la tragedia romántica de los protagonistas en una ambientación de final del siglo XIX. Los elementos góticos, su catacumba iluminada al estilo Mario Bava por ejemplo, apuntalan esta historia en la que el director aprovechó para introducir una sutil crítica del colonialismo. Andrew Leavold, experto en el cine de género filipino, explica en el comentario que hace sobre el film, incluido en el Blu-ray de Severin, que, por ejemplo, el hecho de que el servicio y los criados aparezcan maquillados con la piel oscura era un recurso para señalar las diferencias de clase. También se enfatiza la decadencia de la clase alta con abundantes referencias al incesto, de forma bastante directa en algunas escenas.
Con su estilo gótico colorido y su argumento de culebrón, Curse es una versión más exótica de las películas de vampiros al estilo Hammer que en los 60 del siglo XX eran muy populares. Una curiosidad que resultará atractiva a los amantes del terror gótico.
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