3 mar 2011

Ojos muertos que te observan



El museo de cera y la mística de sus figuras han sido temas habituales en el cine de terror. Ya sea como localización o tema central, las hieráticas figuras de cera han protagonizado diversas películas y relatos en las cuales ocultaban terribles secretos o volvían a la vida para atormentar a pobres e inocentes víctimas. Y no es de extrañar, ya que hay pocas cosas que resultan tan inquietantes como un museo de cera, lleno de figuras que parece que te siguen con la mirada.

Desde series como La dimensión desconocida (The Twilight Zone) y películas fantásticas como Waxwork: Museo de cera (Waxwork, Anthony Hickox, 1988) hasta antologías como La mansión de los crímenes (The House That Dripped Blood, Peter Duffell, 1971), hay muchas historias ambientadas en museos de cera o con figuras de cera para escoger, sin embargo me voy a centrar en una historia en particular que ha sido llevada cuatro veces al cine.

Los crímenes del museo (Mystery of the Wax Museum, Michael Curtiz, 1933): El director de Casablanca (1942) fue el primero en relatar la historia de un escultor de figuras de cera, Ivan Igor (Lionel Atwill), que tras sobrevivir un intento de asesinato se venga matando gente y usándola como base para sus figuras de cera. La reportera Charlotte Duncan (Fay Wray) será la encargada de investigar que sucede en el museo de cera de Ivan Igor.

Esta humilde producción de serie B se convirtió en un éxito. La película fue producida antes de la implantación de la censura en el cine americano, así que están presentes diversos elementos que luego serían desterrados de la pantalla durante un largo tiempo. La película no da miedo ni resulta particularmente inquietante actualmente, pero sí que es bastante entretenida gracias a los diálogos rápidos y los chistes incorrectos actualmente, ya que entonces no lo eran, como los comentarios que hacen dos encargados de la morgue sobre el cadáver de una mujer asesinada por su marido "porque no se callaba". También destacan los elementos de puro pulp presentes en la historia y la intrincada trama de intriga. La película fue filmada en un sistema llamado bi-color, que era uno de los primeros intentos de hacer cine en color. Debido al extraño aspecto que tenían las películas en ese formato fue abandonado rápidamente. Algunas escenas y motivos presentes en esta versión se mantendrían en futuras interpretaciones.

Los crímenes del museo de cera (House of Wax, André De Toth, 1953): Filmada en 3-D y con sonido estereofónico, la película se estrenó con los últimos avances tecnológicos que se habían dado en el cine, lo que resalta con el contenido clásico de la película. La película fue protagonizada por el gran Vincent Price como el profesor Henry Jarrod, cuyo museo de cera tiene figuras un poco demasiado reales.

La película tiene el mismo punto de partida que Los crímenes del museo, pero la trama es más sencilla y se centra en los asesinatos para crear las figuras de cera. La ambientación de principios del siglo XX le da un aire que recuerda un poco a las adaptaciones cinematográficas de Los crímenes de la Rue Morgue de Edgar Allan Poe. Sorprende que sea mucho más conservadora y correcta que la anterior realizada 20 años antes. Si en el título de 1933 había una mujer protagonista, aquí las mujeres son meras víctimas a la espera de ser rescatadas. Pero también conserva los toques pulp de la historia, y los ataques del desfigurado monstruo hacen que resulte un título entretenido para los aficionados. Fue uno de los primeros villanos memorables que interpretó el maestro Price. Y también una de las primeras apariciones de Charles Bronson.

Hay que destacar también que, aunque la película fue estrenada en 3-D, no está plagada de los gags fáciles y de personajes lanzando cosas a la pantalla que abundaban en aquel momento y que se puede disfrutar actualmente en 2-D sin que resulte molesto. La única escena parecida tiene lugar al principio, con un anunciante del museo lanzando pelotas hacia la audiencia.

En definitiva, es un título bastante simpático, del que guardo buenos recuerdos al verla cuando era pequeño en la televisión. De hecho, cuando era pequeño sí que daba miedo, pero ahora la disfruto más por su encanto inocente y el maestro Price.


La máscara de cera (M.D.C. Maschera di cera, Sergio Stivaletti, 1997): Siendo puristas, está película realmente no debería estar aquí. Sin embargo, aunque usaron como inspiración las novelas góticas de Gaston Leroux (ninguna en particular, sino la atmósfera de las mismas) del cual Dario Argento es un gran admirador, la película hace homenaje al cine gótico de terror y no faltan las referencias a Los crímenes del museo de cera, así que me he decidido a incluirla.

La película surgió como un proyecto ideado por Dario Argento como vehículo para devolver a Lucio Fulci a la actualidad y a la primera línea cinematográfica. Lucio Fulci fue un director italiano que poseía un gran ojo y era capaz de realizar películas cargadas de estilo y elegancia. Por desgracia, el gran éxito que tuvieron una serie de películas fantásticas llenas de escenas gore como la estupenda El más allá (E tu vivrai nel terrore - L'aldilà, 1981) provocaron que quedara encasillado en el género y que le fueran ofreciendo productos de cada vez peor calidad para dirigir. Así, mientras que durante toda su carrera había ido cultivando diversos géneros y mostrado una gran destreza a la hora de crear imágenes sublimes, a partir de mediados de los ochenta la carrera de Fulci entró en decadencia, filmando películas muy alejadas de su talento.

Pero a mediados de los 90, Argento le ofrece a Fulci la posibilidad de dirigir La máscara de cera. Fulci aceptó con entusiasmo el proyecto y se pusieron a trabajar ambos en el guion junto a Daniele Stroppa. Por desgracia, Fulci murió de manera inesperada poco antes de empezar a rodar. La silla del director la ocupó entonces Sergio Stivaletti, un maestro de los efectos especiales que llevaba mucho tiempo trabajando con Argento (desde Phenomena (1985) si no me equivoco). Aunque se dice que Argento codirigió la película, información que no he podido confirmar.

La película es un muy entretenido pastiche que recoge elementos de Edgar Allan Poe, Gaston Leroux, el cine gótico y el pulp, aderezado todo con unos estupendos efectos especiales sangrientos en su justa medida. Es de agradecer la abundancia de bellas actrices italianas y una ambientación a principios de siglo XX que le da un aire decadente estupendo.

La película se inicia con un asesinato llevado a cabo por una misteriosa figura del que es testigo una niña que se ha escondido evitando la muerte. Unos años más tarde, en Roma, se abre un nuevo museo de cera que se irá llenando de nuevas figuras a medida que la gente vaya desapareciendo.

Éste es el tráiler alemán
La casa de cera (House of Wax, Jaume Collet-Serra, 2005): He de admitir que esta película me gustó más de lo que pensaba que me iba a gustar a primera vista. La verdad es que la fui a ver sólo porque era un proyecto de Dark Castle Entertainment, la productora dedicada al cine de terror que iniciaron Joel Silver y Robert Zemeckis que en un principio se dedicó a hacer remakes de películas de William Castle como House on Haunted Hill (1959). Curiosamente, la película empezó como un proyecto original pero le cambiaron el título para convertirla en una especie de remake de Los crímenes del museo de cera aunque no tienen prácticamente nada en común (aparte de las figuras de cera, claro).

La película me sorprendió por su mezcla de elementos típicos del cine de terror para adolescentes con toques realmente imaginativos visualmente, surgidos de la mano de Collet-Serra que exigió libertad creativa si los productores querían que dirigiese la película. Así, mientras el primer tramo de la película resulta un inicio bastante típico, se redime en un tremendo tramo final. La ambientación también me pareció muy conseguida, creando una gran ciudad fantasma llena de figuras de cera.

Es cierto que una de las actrices protagonistas es Paris Hilton, que al parecer había sido contratada antes de que Collet-Serra se pusiese al frente y como compensación supongo que le dieron la libertad antes exigida. Supongo que el director no estaba muy contento con tenerla allí, ya que le reservó la muerte más brutal de la película. Muerte que cuando llega no puedes evitar aplaudir, ya que mientras que en Repo! The Genetic Opera (Darren Lynn Bousman, 2008) Paris Hilton ofrece una actuación aceptable, en cierta manera se interpretaba a ella misma, aquí es bastante insufrible. Supongo que será una de las excepciones en las cuales el doblaje es beneficioso.

Paris Hilton aparte, la película es bastante divertida y entretenida. Pasé un buen rato viéndola, a pesar de que la gente tuerza el gesto y me diga: "¿realmente te gustó esa película?" cuando lo afirmo. Sí, me gustó. Es una montaña rusa que sólo pretende entretenerte durante hora y media, cosa que creo consigue.

6 comentarios:

  1. Que sorpresa me he llevado con La máscara de cera. No sabia que el guión estaba co-escrito por mi querido Fulci, y mucho menos que fuese a dirigirla en un principio.

    ResponderEliminar
  2. Sí, es una lástima que Fulci no tuviese oportunidad de salir de la decadencia de sus últimos años.

    ResponderEliminar
  3. Qué buen artículo. Tengo todavía pendiente alguna, pero poco a poco.
    La casa de cera (2005) a mí también me gustó, ya lo sabes. Tras un comienzo un poco lento y típico, creo que mejora muchísimo. Y me gustó Paris, también, pero vi la versión doblada. Y, sí, aplaudí su muerte.

    ResponderEliminar
  4. Es como lo de la Sofia Coppola en el Padrino 3, que si no la ves en versión original no te das cuenta de lo mala actriz que es.

    ResponderEliminar
  5. Fíjate, ayer me compré Los crimenes del museo de cera en el mediamarkt. Una edición que también incluye la primera que mencionas, la de Michael Curtiz.

    ResponderEliminar
  6. Dr. Gonzo, a lo mejor me equivoco pero puede que sea una señal del próximo e inminente holocausto zombi.

    ResponderEliminar