Un día, entre los correos que me envían las distintas sucursales de Amazon en el mundo, me llegó uno de la franquicia alemana con distintas recomendaciones. Una de ellas era The Hills Have Eyes - Die Trilogie. O lo que es lo mismo: Las colinas tienen ojos - La trilogía. Y pensé lo mismo que haréis muchos de vosotros ahora: ¿La trilogía? ¡Pero si solo hay dos entregas originales de Las colinas tienen ojos (sin contar el remake y la secuela de este)! Y lo debería saber por los artículos que le dediqué (1-2). Y sigue habiendo solo dos entregas originales. La otra solo es Experimento Mind Ripper (Mind Ripper aka The Outpost, Joe Gayton, 1995).
En un caso parecido al de El engendro del diablo (La chiesa, Michele Soavi, 1989), Mind Ripper empezó a planearse como una tercera entrega de Las colinas tienen ojos (The Hills Have Eyes, Wes Craven, 1977). Fue una petición que hizo el productor Peter Locke, que tenía los derechos de explotación, a Wes Craven. Craven empezó a trabajar en el proyecto junto a su hijo Jonathan.
Mientras se desarrollaba el guion se decidió que, en lugar de una tercera entrega de Las colinas tienen ojos, fuera un proyecto independiente. Así nació Mind Ripper, de la que Wes Craven ejerció simplemente de productor ejecutivo y fue su hijo el que la escribió y produjo. Obviamente se explotó el nombre de Wes Craven comercialmente, pero el director no se implicó demasiado, ocupado como estaba con Un vampiro suelto en Brooklyn (Vampire in Brooklyn, 1995), no precisamente su mejor momento.
La película pasó sin pena ni gloria por las salas, de modo que se intentó volver a explotar con el título The Outpost. Debido a su origen, con la llegada del Blu-ray, la película se ha explotado comercialmente como The Hills Have Eyes III y Mind Ripper, cambiando lo que se usa de título y de subtítulo dependiendo del país, destacando siempre el nombre de Wes Craven. En Estados Unidos ahora se vende como The Hills Have Eyes III (Mind Ripper), igual que en Alemania, y en Inglaterra como Mind Ripper. Sin embargo, repito que la película no tiene nada que ver con el terror caníbal de Las colinas tienen ojos, sino que se parece bastante al vehículo para Chuck Norris Furia silenciosa (Silent Rage, Michael Miller, 1982).
Con un destacado reparto que incluye a Lance Henriksen, John Diehl y Claire Stansfield, así como los entonces desconocidos Giovanni Ribisi y Natasha Gregson Wagner, Mind Ripper es la típica historia de experimento que se descontrola. Un laboratorio genético que experimenta con un virus para terminar con todas las enfermedades, utiliza el cuerpo de un suicida, que los científicos encuentran en el desierto, como conejillo de indias. Cuando despierte, bautizado Thor, no estará muy contento y se dedicará a matar científicos a diestro y siniestro.
A pesar de contar con alguna idea interesante, el film no es más que el típico correr por pasillos para huir del monstruo, aunque este monstruo tenga forma humana. Rutinario y predecible, no es de extrañar las distintas tácticas usadas para venderlo porque es un film de terror bastante mediocre. No ofrece nada nuevo al aficionado que ha visto cientos de películas con argumento parecido desde los años 50. Si sentís curiosidad por verla debido a su origen, adelante, pero ya os advierto que es tremendamente aburrida.
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