Cuando se estrenó La herencia Valdemar (2010) de José Luis Alemán, decidí no comentarla, a pesar de que me había gustado, ya que preferí ver cómo concluía la historia antes de juzgarla. Cuando fui a ver La sombra prohibida, decidí que no tenía lo suficientemente fresca la primera entrega como para hacer un comentario. Así que decidí esperar a que saliesen en Blu-ray, ya que sabía que saldrían en un pack juntas y podría verlas seguidas. Así, este fin de semana era el momento para ver seguida toda la historia creada por Alemán, pero además decidí hacer un pequeño maratón Lovecraft con películas inspiradas o basadas en el universo creado por el escritor de Providence, culminando con el díptico dirigido por Alemán. Aquí tenéis el "Lovecraft Fest" que organicé.
Antes de nada estaría bien familiarizarse un poco, para aquellos que no lo estén, con de H. P. Lovecraft (1890-1937). Lovecraft es una de las figuras más influyentes que existen en el género de terror, ya sea literario o cinematográfico. Creador de un ciclo de relatos agrupados bajo el nombre de "Los mitos de Cthulhu", fue el máximo exponente del terror materialista y el terror cósmico. Pero Lovecraft no escribió solo relatos de dioses primigenios que volvían a la Tierra y pesadillas tentaculares indescriptibles, su universo literario es mucho más rico y entró en terrenos metafísicos y oníricos en novelas como La búsqueda en sueños de la desconocida Kadath y el resto de aventuras oníricas del personaje lovecraftiano Randolph Carter.
Pero obviamente el ciclo de los mitos de Cthulhu es el más conocido y el que ha ejercido mayor influencia. Lovecraft mantuvo una profusa correspondencia con varios escritores, compañeros de la revista Weird Tales. Ésta correspondencia y amistad daría pie al llamado Círculo de Lovecraft, varios de cuyos integrantes ampliarían los mitos de Cthulhu con sus propios relatos: "Los perros de Tíndalos" de Frank Belknap Long, "La piedra negra" de Robert E. Howard, "Estirpe de la cripta" de Clark Ashton Smith, "El vampiro estelar" de Robert Bloch, etc. De la misma forma, diversos autores contemporáneos decidieron también penetrar por lo menos una vez en el universo creado por Lovecraft y rendir tributo al maestro: Ramsey Campbell, Stephen King, Neil Gaiman, Alan Moore...
La influencia de Lovecraft también se ha visto en juegos de rol, álbumes conceptuales de música, videojuegos, cómics (desde historias aparecidas en la clásica revista antológica Heavy Metal [Métal Hurlant] hasta el Hellboy de Mike Mignola) y, por supuesto, en el cine. Es interesante notar como en el cine se ha producido algo parecido a lo que sucedió en literatura: se han estrenado adaptaciones directas de relatos y películas que se inspiraban en su universo para crear sus propias historias.
Las incursiones lovecraftianas en cine han tenido una suerte irregular. Mientras tenemos fieles y conseguidas adaptaciones como Dagon (Stuart Gordon, 2001) -basada en "La sombra sobre Innsmouth"- también tenemos películas de menor calidad como El innombrable (The Unnamable, Jean-Paul Ouellette, 1988), que convertía el relato de Lovecraft en una típica película de adolescentes perseguidos por un monstruo, o Terror en Dunwich (The Dunwich Horror, Daniel Haller, 1970). Igualmente, tenemos varios niveles de calidad en lo que respecta a las películas inspiradas en el universo Lovecraft, así como diferentes estilos: la trilogía Evil Dead de Sam Raimi, Hellboy (Guillermo del Toro, 2004), Miedo en la ciudad de los muertos vivientes (Paura nella città dei morti viventi, Lucio Fulci, 1980), The Last Lovecraft: Relic of Cthulhu (Henry Saine, 2009), El manuscrito Lovecraft (Il misterio di Lovecraft - Road to L., Federico Greco, Roberto Leggio, 2005)...
Hay que destacar como en varias de las películas inspiradas en el universo de Lovecraft incorporan al propio escritor como un personaje más. Como caso curioso, en Hechizo letal (Cast a Deadly Spell, Martin Campbell, 1991) y su secuela El sello de Satán (Witch Hunt, Paul Schrader, 1994), Lovecraft es convertido en un detective privado (en la primera interpretado por Fred Ward y en la segunda por Dennis Hopper) que investiga casos relacionados con la magia negra.
Y sin más dilación ¡qué empiece el festival!
En la boca del miedo (In the Mouth of Madness, John Carpenter, 1994): Empezamos con una obra maestra, la película homenaje a Lovecraft del maestro John Carpenter. No tengo mucho más que añadir al comentario que le dediqué en su momento, sólo que me parece increíble lo poco apreciada que es esta película en su país de origen. Desde que hice el comentario a hoy, la película ha sido editada en DVD en España, con décadas de retraso, a principios de este año. Es la típica edición Suevia: pésima calidad de imagen y audio (¡sólo pistas en estéreo!) y ni un sólo extra, lo cual me parece realmente vergonzoso teniendo en cuenta que la edición americana sólo tiene dos extras: el tráiler y un audiocomentario de Carpenter. Así van las cosas por aquí. Yo sigo recomendando comprar la edición de importación USA, aunque ahora puede llegar a costar 30 dólares, o la edición francesa, bastante más barata pero sólo con subtítulos en francés. Eso sí, hay que reconocer que en ciertas cosas los franceses nos superan: hicieron una edición con más extras que la americana. Aunque a estas alturas ya espero a comprármela en Blu-ray.
Re-sonator (From Beyond, Stuart Gordon, 1986): El mismo equipo que hizo Re-animator (1985) se reunió de nuevo para llevar a las pantallas otro relato de Lovecraft, en esta ocasión "Del más allá". De nuevo nos encontramos a Brian Yuzna en la producción, Stuart Gordon dirigiendo, Yuzna, Gordon y Dennis Paoli en el guion. Frente a las cámaras tenemos de nuevo en los principales papeles a Barbara Crampton y Jeffrey Combs.
Una de las cosas que primero llaman la atención de esta película es el tono, mucho más serio que el de su anterior producción. Sin embargo, el tono de ambas películas venía determinado por los relatos originales: las seis aventuras protagonizadas por Herbert West, el reanimador son un raro ejemplo de humor negro por parte de Lovecraft, mientras que "Del más allá" es un serio relato de terror.
La película adquiere también un toque de la Nueva Carne de Cronenberg, gracias a las transformaciones que van experimentando el doctor Pretorius (Ted Sorel) y el doctor Tillinghast (Combs). Gracias a los fantásticos efectos especiales creados por John Carl Buechler y diseñados nada menos que por Neal Adams, todas las transformaciones y criaturas tienen un gran aspecto carnoso y tentacular.
En la nueva edición en DVD se nos ofreció por primera vez la versión sin censurar de la película, con lo que muchos detalles enfermizos se vieron restaurados en su totalidad para nuestro disfrute. La película no es tan popular como Re-animator, pero creo que, en ciertos aspectos, es superior a ésta. El guion es mucho más sólido y presenta interesantes adornos a la historia. Con un principio bastante sobrio, pronto nos vamos adentrando por locuras mayores, culminando en una clímax delirante y monstruoso. Tal vez el único punto flojo es la subtrama que convierte a Tillinghast en un devorador de cerebros, único momento con unas notas del humor negro que aparecía en la anterior película del equipo. Es, en definitiva, un título muy interesante a recuperar que si no has visto tienes la suerte de disfrutarla tal y como quisieron sus autores.
Necronomicon (Christophe Gans, Brian Yuzna, Shûsuke Kaneko, 1993): Otra película que ya comenté anteriormente. Me pareció interesante verla como plato previo a La herencia Valdemar ya que en esta película tenemos tanto adaptaciones de relatos de Lovecraft como una historia inspirada en su universo sin llegar a ser una adaptación de ningún relato. Y en ella también aparece Lovecraft, interpretado por Jeffrey Combs, convertido en un intrépido investigador de lo oculto.
Desde que la comenté por primera vez hasta que la volví a ver para este particular maratón lovecraftiano no la había visto, pero mi opinión sobre ella no ha cambiado. Es una estupenda película de terror que ofrece varios contrastes, desde un estilo más clásico y muy cuidado estéticamente hasta uno más sucio y delirante.
Mi segmento favorito sigue siendo el primero, una gran mezcla de Poe y Lovecraft que fue la primera experiencia cinematográfica de Gans. Resulta sorprendente lo mucho que se consiguió hacer contando con un presupuesto bastante reducido.
Lo que sí lamento es que no sea un filme más conocido y que no sea fácil de conseguir. De nuevo, los franceses nos llevan la delantera, editando una maravillosa edición de dos discos.
La herencia Valdemar/La herencia Valdemar II: La sombra prohibida (José Luis Alemán, 2010): Llegamos por fin a la razón de este maratón de horror cósmico, cárnico y tentacular. Este díptico de José Luis Alemán tiene gran importancia dentro del cine español al ser la primera vez que alguien hacía algo parecido aquí, además de ser un proyecto que se llevó a cabo sin subvenciones de ningún tipo. Un indicativo de que se puede crear industria y que nuestro cine puede ser algo más que comedias o dramas ambientados en la Guerra Civil (sí, es un tópico, ya lo sé).
Antes de entrar de lleno en la película de Alemán, porque para mí ambas son una sola película, quería mencionar y explicar los personajes históricos que aparecen en ella, aparte del propio Lovecraft, por si acaso alguien no los conocía (no tengo ni idea de cómo se llaman las calles alrededor de mi casa o cómo se va de la plaza Catalunya al Parc Gaudí, pero conozco a Aleister Crowley como si lo hubiera parido), pero en el Blu-ray, y en el DVD también, ya se incluye un breve documental explicando quiénes son estos personajes. Lo que no se menciona en el documental es una breve referencia que hace el detective Nicolás Tremel (Óscar Jaenada) al Monstruo de Florencia, asegurando que estuvo un tiempo investigando el caso. El Monstruo de Florencia es un caso real: entre 1968 y 1985 asesinó a dieciséis personas y nunca fue arrestado. La historia del Monstruo de Florencia ha servido de inspiración a diversas películas y libros, el más interesante no es una novela sino un relato periodístico: El monstruo de Florencia por Douglas Preston y Mario Spezi, editado por Plaza y Janés. Lo interesante del libro no es sólo como cuentan la historia de este infame y misterioso asesino, sino también como ellos mismos se convirtieron en sospechosos para la policía italiana cuando empezaron a investigar los crímenes.
Ahora sí: La herencia Valdemar.
Lo primero que comentaría es la manera en que los fallos que se encuentran por separado en las películas desaparecen cuando se ven seguidas. Es decir, aunque ambas me gustaron, la primera me pareció algo lenta en su continua presentación de personajes que luego desaparecen y la segunda se metía de lleno en la acción sin tener tiempo a que te hicieras familiar con los protagonistas. Pero cuando las ves seguida funcionan como una única película a la perfección.
Hay en esta historia diversos elementos típicos del estilo Lovecraft: secretos corruptos del pasado que contaminan el presente, sectas de aviesas intenciones, personajes impotentes ante los grandes horrores que se manifiestan ante ellos y libros prohibidos. Todo ello mezclado con los elementos aportados por Alemán, como son el estilo Hammer y las referencias al cine de psicópatas actual. Como mencionaba antes, también hay la introducción de personajes históricos reales. La parte que transcurre en el pasado recrea la moda espiritista y paranormal de mediados y finales del XIX, donde los avances científicos se mezclaban con el resurgimiento de una pasión por lo oculto y misterioso; también se hace una breve mención al movimiento sufragista antecedente del feminismo del XX.
La parte del pasado recuerda más a las historias de terror surgidas de la revista Weird Tales, siguiendo el habitual esquema de personajes que sufren por buscar conocimientos prohibidos. Sin embargo, la parte que transcurre en el presente, aunque tiene un ritmo más rápido y hay más acción, tiene algunos elementos anacrónicos que le dan una especie de aura atemporal aunque se supone que transcurre en nuestro presente. Es decir, la presencia de teléfonos móviles y otros artefactos actuales se ven contrastados con un tren antiguo y una bruja gitana que parece sacada de una película de terror de la Universal de los años 30. Y estos pequeños detalles hicieron que disfrutara más la película. Así como la climática aparición de Cthulhu me dejó más que satisfecho, sólo lamentando el poco tiempo que aparece en pantalla.
El reparto de la película es bastante bueno, ofreciendo estupendas interpretaciones, con la excepción de Óscar Jaenada y Rodolfo Sancho que son adecuados pero algo limitados. Ésta fue la última película de Jacinto Molina alias Paul Naschy, que ofrece una atípica interpretación como "uno de los buenos". Naschy era un apasionado de Lovecraft y ya en la estupenda El jorobado de la Morgue trató con algunos elementos lovecraftianos. Hay que mencionar al respecto de Naschy que en la edición en Blu-ray (no en el DVD) de La sombra prohibida se incluye el documental El hombre que vio llorar a Frankenstein (The Man Who Saw Frankenstein Cry, Ángel Agudo, 2010), que a lo largo de 80 minutos repasa la vida y la obra de Naschy.
Por separado tienen sus carencias pero juntas, las dos partes de La herencia Valdemar son una estupenda película de terror que aúna lo clásico y lo moderno.
Antes de entrar de lleno en la película de Alemán, porque para mí ambas son una sola película, quería mencionar y explicar los personajes históricos que aparecen en ella, aparte del propio Lovecraft, por si acaso alguien no los conocía (no tengo ni idea de cómo se llaman las calles alrededor de mi casa o cómo se va de la plaza Catalunya al Parc Gaudí, pero conozco a Aleister Crowley como si lo hubiera parido), pero en el Blu-ray, y en el DVD también, ya se incluye un breve documental explicando quiénes son estos personajes. Lo que no se menciona en el documental es una breve referencia que hace el detective Nicolás Tremel (Óscar Jaenada) al Monstruo de Florencia, asegurando que estuvo un tiempo investigando el caso. El Monstruo de Florencia es un caso real: entre 1968 y 1985 asesinó a dieciséis personas y nunca fue arrestado. La historia del Monstruo de Florencia ha servido de inspiración a diversas películas y libros, el más interesante no es una novela sino un relato periodístico: El monstruo de Florencia por Douglas Preston y Mario Spezi, editado por Plaza y Janés. Lo interesante del libro no es sólo como cuentan la historia de este infame y misterioso asesino, sino también como ellos mismos se convirtieron en sospechosos para la policía italiana cuando empezaron a investigar los crímenes.
Ahora sí: La herencia Valdemar.
Lo primero que comentaría es la manera en que los fallos que se encuentran por separado en las películas desaparecen cuando se ven seguidas. Es decir, aunque ambas me gustaron, la primera me pareció algo lenta en su continua presentación de personajes que luego desaparecen y la segunda se metía de lleno en la acción sin tener tiempo a que te hicieras familiar con los protagonistas. Pero cuando las ves seguida funcionan como una única película a la perfección.
Hay en esta historia diversos elementos típicos del estilo Lovecraft: secretos corruptos del pasado que contaminan el presente, sectas de aviesas intenciones, personajes impotentes ante los grandes horrores que se manifiestan ante ellos y libros prohibidos. Todo ello mezclado con los elementos aportados por Alemán, como son el estilo Hammer y las referencias al cine de psicópatas actual. Como mencionaba antes, también hay la introducción de personajes históricos reales. La parte que transcurre en el pasado recrea la moda espiritista y paranormal de mediados y finales del XIX, donde los avances científicos se mezclaban con el resurgimiento de una pasión por lo oculto y misterioso; también se hace una breve mención al movimiento sufragista antecedente del feminismo del XX.
La parte del pasado recuerda más a las historias de terror surgidas de la revista Weird Tales, siguiendo el habitual esquema de personajes que sufren por buscar conocimientos prohibidos. Sin embargo, la parte que transcurre en el presente, aunque tiene un ritmo más rápido y hay más acción, tiene algunos elementos anacrónicos que le dan una especie de aura atemporal aunque se supone que transcurre en nuestro presente. Es decir, la presencia de teléfonos móviles y otros artefactos actuales se ven contrastados con un tren antiguo y una bruja gitana que parece sacada de una película de terror de la Universal de los años 30. Y estos pequeños detalles hicieron que disfrutara más la película. Así como la climática aparición de Cthulhu me dejó más que satisfecho, sólo lamentando el poco tiempo que aparece en pantalla.
El reparto de la película es bastante bueno, ofreciendo estupendas interpretaciones, con la excepción de Óscar Jaenada y Rodolfo Sancho que son adecuados pero algo limitados. Ésta fue la última película de Jacinto Molina alias Paul Naschy, que ofrece una atípica interpretación como "uno de los buenos". Naschy era un apasionado de Lovecraft y ya en la estupenda El jorobado de la Morgue trató con algunos elementos lovecraftianos. Hay que mencionar al respecto de Naschy que en la edición en Blu-ray (no en el DVD) de La sombra prohibida se incluye el documental El hombre que vio llorar a Frankenstein (The Man Who Saw Frankenstein Cry, Ángel Agudo, 2010), que a lo largo de 80 minutos repasa la vida y la obra de Naschy.
Por separado tienen sus carencias pero juntas, las dos partes de La herencia Valdemar son una estupenda película de terror que aúna lo clásico y lo moderno.
Lovecraft es uno de mis autores favoritos, capaz de crear en sus textos el tipo de ambiente que me asusta y al mismo tiempo me fascina.
ResponderEliminarEn el cine, sinembargo, creo que aún no ha habido nadie que sepa plasmar como es debido el universo Lovecraft, ya que, por otra parte, es bastante difícil.
En la boca del miedo es brutal, y Re-Animator también, pero hasta el momento, creo que díptico de La herencia Valdemar y La sombra prohibida son las que mejor llevan al cine ese mundillo pesadillesco creado por Lovecraft. Ambas me gustaron mucho, pero creo que con el presupuesto de una superproducción y un guión más cuidado, el resultado hubiese sido épico.
Otra película que, si bien no se basa en el universo Lovecraft, está impregnada del mismo ambiente, es El manuscrito Lovecraft, que como suele pasar con los falsos documentales y similires, no gustó a nadie... pero a mi si.
Yo le hice un buen comentario a El manuscrito Lovecraft, como podrás ver clicando en el título. La verdad es que con la cantidad de películas lovecraftianas que hay, casi tantas como de Drácula, creo que sí que hay varias que captan el espíritu Lovecraft. Y luego tenemos la asociación histórica de H. P. Lovecraft que se dedica a hacer corto y mediometrajes de los relatos de Lovecraft siguiendo las mismas técnicas cinematográficas de la época en que escribió los relatos. En youtube tienes unas cuantas como The Call of Cthulhu.
ResponderEliminarMe ha gustado tu artículo sobre Lovecraft, en el momento que lo descubrí ya hace años quedé encantado con él, he leído a Hodgson, Howard, Bloch y son apreciables en el género de terror, de Lovecraft me encanta un cuento en especial "en la cripta" que recomiendo mucho. Apunto al director José Luis Alemán con sus dos películas basadas en la obra de Lovecraft, también al maestro Carpenter con en la boca del miedo que dices tiene reminiscencias del autor en mención. Un abarzo.
ResponderEliminarPD: Agregar que me gusta tu espacio cinematográfico y como me agrada compartir de cine siempre con muchos cinéfilos quería invitarte a hacerte seguidor de mi bitácora, y yo te sigo, para compartir ésta hermosa pasión. Espero te animes.
Mario.
Claro que sí, Mario. Ahora (quiero decir, cuando acabe de escribir esta respuesta) pues me pongo a seguirte (metafóricamente) y te añado a mi columna de blogs, que como se dice por Cataluña cuanto más seremos más reiremos.
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