Mientras me recupero de unos ligeros problemas de salud he cometido la locura de leerme de una sentada Alicia en Sunderland, escrita y dibujada por Bryan Talbot. A lo largo de 300 páginas, Talbot analiza diversos mitos e historias relacionadas con Lewis Carroll y los libros que escribió protagonizados por Alicia, relacionándolo con la historia de Gran Bretaña, además de comentar la influencia de la obra de Carroll en diversos medios artísticos. También aprovecha para lanzar algunos detalles autobiográficos, reflexionar sobre la historia de los cómics y su lenguaje, así como lanzar un sentido discurso contra el racismo.
Para mí la parte más interesante de la obra es la que consiste en desmontar diversos mitos preconcebidos sobre Carroll y Alicia en el País de las Maravillas: desde la supuesta pederastia reprimida de Carroll hasta que la obra muestra influencia de las drogas alucinógenas. Es interesante ver como muchas nociones que uno aceptaba sin pensar no tienen en realidad fundamento. La pederastia, por ejemplo, posiblemente fuera provocada a posteriori por la familia de Carroll que quería que se viera al escritor como un santurrón amigo de los niños y no se hablase de sus amistades femeninas de más de veinte años que en ocasiones pasaban la noche en su casa, algo muy escandaloso en su época.
La exhaustiva documentación histórica y bibliográfica que lleva a cabo Talbot podría haber convertido su lectura en algo farragoso, pero la manera de diseñar las páginas, creando un collage de estilos visuales, hacen su lectura muy ágil. Lo que sí que encuentro a faltar en esta edición serían notas que aclarasen alguno de los aspectos propios de la cultura británica. En un momento aparecen traducidas unas estrofas de Lucy in the sky with diamonds al principio de una página integrados dentro de la prosa. En páginas anteriores, Talbot comenta la influencia de Carroll en John Lennon y, por suerte, recordaba estas estrofas de la canción, pero alguien que no sea familiar con la letra de esta canción posiblemente no la reconozca y menos traducida. Seguro que hay otros detalles que se me han pasado por alto debido a ello.
La lectura resulta muy recomendable e estimulante especialmente para aquell@s fans de la obra de Carroll. Os dejo con una canción de Jefferson Airplane que Talbot menciona en el libro. Se titula White Rabbit y su compositora, Grace Slick, era una gran admiradora de Carroll. La canción aparece en su álbum Surrealistic Pillow, en el cual también aparece otro gran éxito suyo: Somebody to Love. En la canción se mezcla la cultura del ácido de entonces con la historia de Alicia. Si no habéis escuchado este álbum, no perdáis oportunidad ya que es una joya del rock psicodélico.
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