Death Bed: The Bed That Eats es una película escrita y dirigida por George Barry que, aunque fue realizada en 1972 y se hizo una copia en 1977, no vio la luz del dia hasta el 2003, via DVD, distribuida por Cult Epics.
La película, como indica su título, trata sobre una cama asesina. Pero no se trata de una comedia de terror o una película erótica con toques sobrenaturales ni nada por el estilo, eso habría sido por lo menos divertido. El director nos cuenta su historia como un film de autor, puro cine artístico. Eso no quiere decir, claro, que Barry fuera alguien artístico o con talento.
Todos los interpretes del film nos regalan una atroz actuación, la dirección es torpe, además de ser lenta (y sólo dura 77 minutos), pero los elementos que se nos presentan son tan bizarros que la película no deja de ser interesante, aunque sólo sea por averiguar cuál será el siguiente toque absurdo con que nos sorprenderá el director.
La película se divide en cuatro partes: desayuno, almuerzo, comida y cena (o sus equivalentes americanos). Durante cada episodio vemos como la cama asesina se va merendando a los incautos que duermen en ella. Además, la cama tiene varias habilidades especiales, como provocar pesadillas a aquellos que duermen en ella, usar sus sábanas como brazos y poderes telequinéticos para cerrar puertas a distancia y cosas así. Como narrador del film tenemos a una de las víctimas de la cama, resucitada y atrapada en un limbo tras uno de los cuadros que pintó en vida desde el cual observa todo lo que sucede en la habitación.
Cuando no asistimos a la devoración de algún personaje, se nos narra cómo nació la cama y todo lo que ha ido haciendo hasta entonces. Esta parte de la película es más absurda y delirante que lo que sucede en el presente, que no es poco. Es también durante estas partes donde se nos regala algún toque de humor, aunque no estoy seguro que lo que más me hizo gracia fuera intencionado: un mafioso dispara una pistola pero sólo lo oímos, de la pistola no sale ni humo ni nada.
Death Bed no es una buena película, pero resulta tan extraña y bizarra que vale la pena verla por lo menos una vez. Os dejo con el divertido comentario que hizo sobre ella The Cinema Snob.
8 comentarios:
Sabiendo que existe una película titulada El condón asesino y otra La lavadora asesina, tampoco me ha chocado mucho esto de La cama asesina jaja
Parece una idea perpetrada por un Stephen King en horas bajas y alcoholizado!
Eso de la pistola sin humo ni fuego ocurre también en Pulp Fiction, por cierto. Es algo que siempre me ha hecho gracia.
Pues a mi me tira mucho. Por un momento pensé en los tomates asesinos, que también es surrealista de cullóns. Lo que no me pega es que la peli la quiera vender el director como cine de autor, por eso me tira sobre todo. ¿Qué puede salir de una propuesta semejante? A ver si la puedo conseguir.
Un saludo, Raül.
Gonzo, El condón asesino era una más que fallida adaptación de un cómic de Ralf König que intentaba ser una comedia, si no la has visto no te pierdes nada. La lavadora asesina imagino que no la has visto, ya que no trata de una lavadora asesina, eso es cosa del titulo en castellano, ya que se trata de una peli de intriga del director de Holocausto Caníbal sobre un policia que investiga el asesinato de un hombre cuyo cuerpo se ha encontrado en una nevera.
Y tampoco se parece en nada a El refrigerador, en caso de que la hayas visto. Death Bed es como una peli surrelalista de arte y ensayo.
Javi, lo de los tomatos asesinos era una comedia, una parodia, así que tenía más o menos sentido. Esta peli no, es simplemente extraña y bizarra. Saludos.
¡Tu comentario me ha convencido! Me la veré, jeje.
Luego no me lo tengas en cuenta.
La mejor es la llanta asesina
Sí, pero Rubber ya está hecha con ánimo humorístico, no intenta ser una peli seria.
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