Estaba familiarizado con el nombre de Gabe Bartalos, pero desconocía que también había dirigido un par de películas y varios cortos. Aprovechando las rebajas de Severin, decidí probar con su primera película como director: Skinned Deep (2004). Y lo que me encontré fue una auténtica locura que sobrepasó mis expectativas.
La película arranca con una trama bastante tópica: la típica familia americana de vacaciones por una carretera apartada. Un pinchazo de misterioso origen y la familia va en busca de ayuda topando con un clan de asesinos que los elimina uno a uno. Hasta aquí nada del otro mundo. Sin embargo, tras este comienzo, la película empieza a desarrollar su historia, sumergiendo al espectador en un viaje hacia la locura en la que vive este peculiar clan, con grandes dosis de humor negro y toques de surrealismo. Por supuesto, el primer detalle que llama la atención es el peculiar clan formado por las mutantes creaciones de un misterioso mad doctor. Surgeon General (Aaron Sims/Kurt Carley) es una mole asesina con una mandíbula de acero que es un cruce entre Terminator y Jason Voorhees, Plates (Warwick Davis) es un nervioso psicópata obsesionado con su arma homicida favorita: los platos, Brain (Jason Dugre) es un bienintencionado caníbal con un sobredesarrollado cerebro y, finalmente, Granny (Liz Little) tiene la apariencia de una encantadora abuelita pero es tan asesina como el resto de estos mutantes. La historia de Skinned Deep se aparta de lo típico cuando Brain se enamora de Tina (Karoline Brandt), la superviviente de la familia Rockwell. Brain convence al resto de asesinos que la dejen vivir, que él se encargará de convertir a Tina en uno de los suyos. En este punto la pesadilla de Tina entra en el terreno demencial, especialmente en la parte final cuando conoce al creador responsable de estos mutantes, intentando encontrar la manera de escapar y mantener a Brain a una prudente distancia sin que este decida que está mejor muerta. Además, otras atípicas víctimas entrarán en conflicto con los asesinos, como un grupo de carpinteros y una banda de motoristas de la tercera edad (lo que permite un cameo de Forrest J. Ackerman).
Gabe Bartalos ha trabajado en muchas ocasiones con Frank Henenlotter, así que se nota la influencia del director de Brain Damage (1988) en la manera en que Bartalos mezcla terror con humor grotesco. Una mezcla que ayuda a aceptar los momentos más surrealistas, así como hace que encaje el gore pasado de vueltas. Esto también depende del sentido del humor de cada uno, claro, la cuestión es que a mí me hizo reír con momentos extraños y absurdos. No hay sitio para el realismo o el sentido común en esta película que Bartalos realizó de forma completamente independiente, con total libertad.
Mientras veía Skinned Deep no pude evitar pensar que esta película era lo que podría haber sido La casa de los 1000 cadáveres (House of 1000 Corpses, Rob Zombie, 2003) si Rob Zombie hubiese sido un cineasta más original y con más talento del que ha acabado demostrando tener. La película de Bartalos coge una trama familiar y la convierte en algo con personalidad, en toda una experiencia que resulta tan divertida como distinta a lo habitual. El tráiler hace que parezca una película de terror típica, pero que no os engañe. Es una película para aquellos que disfruten con las películas como las del mencionado Frank Henenlotter, una mezcla de demente serie B, gore, surrealismo y diversión.