17 may 2024

Las mujeres panteras

 

Es que claro, los padres le ponen de nombre a una niña Satanasa y es normal que de mayor sea líder de un culto de mujeres pantera que busca resucitar a un brujo malvado matando a los descendientes del hombre que mató al brujo. Es lo normal, como ilustra muy bien Las mujeres panteras (René Cardona, 1967).


Golden Rubí (Elizabeth Campbell) y Loreta Venus (Ariadne Welter) tras otra victoriosa pelea en el ring quedan para cenar con Ramón Pietra Santa (Genaro Romero), primo de Venus, y el profesor Rafael Pietra Santa (Jorge Mondragón). Durante la velada, aprovecha para presentarles a Tongo (Yolanda Montes "Tongolele"), su nueva novia. La hija de Ramón, Paquita Pietra Santa (Elena Saldívar) sospecha inmediatamente de la nueva novia de su padre, y bien que hace: forma parte del culto que dirige Satanasa (María Douglas) cuyo objetivo es resucitar a Eloím (Ángel Di Stefani), un malvado brujo que inició el culto, al que dio muerte un antepasado de los Pietra Santa. Además, Tongo y su compañera en el culto Eda (Eda Lorna) son mujeres pantera y se transforman para acabar con sus víctimas de forma salvaje. Ni siquiera la intervención del justiciero luchador enmascarado el Ángel (Gerardo Zepeda) puede impedir que se cometan los sacrificios necesarios para resucitar a Eloím, cuyo objetivo es matar a la pequeña Paquita y cumplir así con su venganza de ultratumba. Venus, Rubí y el Ángel deberán unir fuerzas para detener a las mujeres pantera.

Las mujeres panteras forma parte del ciclo de cinco películas de luchadoras, la mayoría protagonizadas por Elizabeth Campbell como Golden Rubí. Unas películas notables si tenemos en cuenta el machismo que imperaba entonces. Recordemos, como ya mencionamos en La Mujer Murciélago (René Cardona, 1968), que las mujeres no tenían permitido participar en la lucha libre en Ciudad de México, de modo que la importancia de estas películas en aquel momento para visualizar a las luchadores era enorme. Sin embargo, en esta ocasión las luchadoras le ceden protagonismo al luchador el Ángel, un personaje ficticio, claramente inspirado en Santo el enmascarado de plata, que no tenía contrapartida en el mundo real. El Ángel se dedica a luchar enmascarado el crimen, según dice en Las mujeres panteras, porque la justicia no tiene rostro. Para su batalla contra el crimen ha inventado unos radio-relojes a lo Dick Tracy para comunicarse con la policía y también una capa a prueba de fuego y balas que, casualidades de la vida, le será muy útil al enfrentarse a los criminales al servicio de Satanasa.

Esta película fue la única en la que apareció el Ángel, parece ser que no triunfó entre el público. Pero eso no quita que René Cardona dirigiera una entretenida muestra de terror gótico pasada por el filtro luchador justiciero. En particular las apariciones del monstruoso Eloím destacan gracias a un efectivo y logrado maquillaje, sobre todo si tenemos en cuenta la época en que fue hecha y los medios que tenían a su disposición. Es cierto que la película habría sido mejor si las protagonistas absolutas hubiesen sido Venus y Golden Rubí, a las que les sobra el carisma que le falta al Ángel, pero aún así Las mujeres panteras es un notable ejemplo dentro del género, con la mezcla de terror, acción y fantaciencia que caracteriza lo mejor que ofrecen estas películas.
 

13 may 2024

Adiós al rey de la serie B

 

La muerte de Roger Corman, hecha publica el fin de semana pasado, ha causado un gran impacto en el mundo de cine, especialmente en el mundo del cine de género e independiente, como no podía ser de otro modo teniendo en cuenta la marca que dejó en el séptimo arte. Para este blog, Roger Corman ha sido una inspiración, ya fuera como director o productor, estando detrás de un buen número de las películas aquí celebradas. Corman no era un santo, tenía también su lado oscuro y sus manías, que en ocasiones perjudicaron las películas que producía como su obsesión en que durasen menos de 90 minutos para que ocupasen menos latas o no mezclar comedia y terror. Pero eso no le quita valor a su legado. El ciclo Poe solo ya le garantiza un sitio entre los grandes del terror, con títulos como la genial La máscara de la muerte roja (The Masque of the Red Death, Roger Corman, 1964), incluso dirigiendo una de las primeras y mejores adaptaciones de una novela de H. P. Lovecraft como fue El palacio de los espíritus (The Haunted Palace, Roger Corman, 1963) y clásicos como El hombre con rayos X en los ojos (X, Roger Corman, 1963).

Mucho se ha hablado de que Corman fue el primero en dar trabajo a directores y actores convertidos luego en grandes como Martin Scorsese y Jack Nicholson. Pero lo que se tendría también que destacar es que trabajaba contra grandes estudios, y que muchas veces les pasaba la mano por la cara, sin tener los medios ni los presupuestos que manejaban estos estudios. A lo largo de su carrera trabajó en multitud de géneros y experimentó toda la evolución de la serie B y la exploitation: empezando por ofrecer lo que los estudios no se atrevían a ofrecer, pasando luego a explotar las modas iniciadas por Hollywood para pasar a la etapa actual que mezcla las dos anteriores.

Roger Corman fue un grande, un nombre imprescindible dentro del género, que para este blog y los amantes de la serie B será siempre un referente.

10 may 2024

La Mujer Murciélago

 

Si alguno se quedó chafado, como yo, con la cancelación de la película Batwoman, les ofrezco aquí una alternativa sesentera y pop: La Mujer Murciélago (René Cardona, 1968). Una única mezcla de géneros a la mejicana que merecidamente se ha convertido en película de culto.

Una serie de asesinatos de luchadores tiene desconcertada a la policía, que decide recurrir a la ayuda de la Mujer Murciélago (Maura Monti), una justiciera que ha contribuido a resolver muchos casos difíciles. La Mujer Murciélago es en realidad Gloria, una millonaria que ha entrenado su cuerpo para dominar distintas modalidades deportivas, experta tiradora y luchadora sobresaliente. Esta heroína enmascarada deberá enfrentarse al malvado doctor Eric Williams (Roberto Cañedo), el cual, junto a su ayudante Igor (Carlos Suárez), quiere crear una raza de hombres anfibios con los que pretende dominar el mundo.

Nadie se sorprenderá si digo que La Mujer Murciélago surge con la intención de aprovechar el gran éxito que había tenido en México tanto la serie como Batman: La película (Batman, Leslie H. Martinson, 1966). Esto se hace obvio en que el personaje es una versión femenina de Batman/Bruce Wayne y que el traje que lleva es el mismo sin las mallas grises ni el símbolo del murciélago. Sin embargo, cuando aparece como luchadora sí que lleva las mallas grises pero no la capa ni el símbolo amarillo. En todo caso, es obvio lo que buscaban, aprovechar el éxito de la serie y sumarlo al género de películas de luchadores, entonces en su momento de mayor popularidad. Esto se hace a través de una trama con mad doctor típico de la ciencia ficción americana de serie B de la época. De hecho, el doctor Williams viaja en un yate que se llama Reptilicus, que es posible sea una referencia a Reptilicus (Poul Bang, Sidney W. Pink, 1961), una película con monstruo gigante, lo cual dejaría claro el tipo de historia que querían contar. En todo caso, el monstruo de La Mujer Murciélago no es una criatura gigante, sino Piscis, una criatura anfibia que se inspira en la criatura de La mujer y el monstruo (Creature from the Black Lagoon, Jack Arnold, 1954), pero con los suficientes toques originales como para no ser un plagio.

Esta mezcla de géneros puede resultar sorprendente a priori, pero era habitual en el género de películas de luchadores enmascarados. El Santo o Blue Demon eran siempre los protagonistas, pero en una película podían estar en un pueblo en el lejano Oeste enfrentándose a forajidos, en otra enfrentarse a vampiros y en otra a marcianos. Lo que resulta más llamativo es que esté protagonizada por una mujer, especialmente en un momento en que la sociedad mejicana (y el resto del mundo) era terriblemente machista. En México llegaba al extremo de que las mujeres tenían prohibida la entrada en algunos espacios sociales comunes y en Ciudad de México las mujeres tenían prohibido participar en la lucha libre, lo que obligaba a muchas luchadores a buscar luchas en otros estados o viajar a otros países. A lo largo de la película se muestra a la Mujer Murciélago como una empoderada mujer moderna, a pesar de que su traje es poco más que un bikini con una capa. Es por eso que, sin destripar nada, la escena final resulta insultante, aunque es reflejo del humor de la época. Maura Monti lo dio todo para dar vida al personaje, realizando también todas las escenas peligrosas, ya fuera buceando o lanzándose en parapente. La excepción son un par de escenas de lucha en un estadio, en las es evidente que la luchadora enmascarada no se trata de Monti debido a lo diferente que son sus cuerpos, seguramente porque debían tratarse de luchas reales rodadas por la época, que se aprovecharon para parecer que se tenía más presupuesto del que realmente tenían.

La primera vez que vi esta película fue en un DVD que usaba un transfer antiguo, que le daba a la película un tono apagado y deslucido. Al volverla a ver en alta definición y completamente restaurada, salta a la vista el colorido estilo del film. De este modo, la intención de René Cardona de crear un film pop se hace más evidente y se puede disfrutar mucho más con este cómic en imágenes.

La Mujer Murciélago es una deliciosa mezcla de géneros, vista cuando se estrenó como poco más que entretenimiento de segunda, hoy día ha sido revaluada y considerada una clásica película de culto. Pero lo más importante es que divierte de principio a fin.

3 may 2024

Nunca es pronto para morir (Never Too Young to Die)

 

La expresión "ya no las hacen como antes" puede tener su lado positivo, sobre todo si la aplicamos a Nunca es pronto para morir (Never Too Young to Die, Gil Bettman, 1986), un despropósito que buscaba iniciar una nueva franquicia y acabó cayendo en el olvido.

Lance Stargrove (John Stamos) está acabando el instituto, preparándose como gimnasta, cuando recibe la noticia de que su padre Drew Stargrove (George Lazenby) ha muerto. Tras el funeral descubre que su padre en realidad era un agente secreto que fue asesinado por un traidor durante una misión. Su asesino es Velvet Von Ragnar (Gene Simmons), el jefe de un grupo terrorista con estética Mad Max, y Lance planea capturarlo con la ayuda de Danja Deering (Vanity), la compañera de armas de su padre.

El inicio de la película parece una de esas Mad Max italianas tan populares a inicio de los 80 del siglo XX, debido a lo que parece una reunión de extras de alguna cinta de acción futurista. Pero no, nos encontramos en el presente: 1986. Un momento lleno de increíbles avances tecnológicos como los relojes de pulsera digitales. Pronto la película entra en un territorio familiar: el James Bond adolescente. Un subgénero que buscaba explotar los elementos de fantasía masculina presente en las películas de James Bond, hombre de acción rodeado de bellas mujeres que quieren su cuerpo, con un protagonista adolescente. Para cumplir su objetivo los protagonistas de estas películas eran jóvenes o adolescentes "normales" (se les suele dar alguna habilidad especial que justifique que no estén muertos al cabo de cinco minutos como ser gimnastas o buenos en juegos de estrategia) que, inadvertidamente y muchas veces por una mujer atractiva, se ven inmersos en una trama de espionaje cargada de acción. Fue un tipo de película particularmente popular durante mediados de los 80 con títulos como ¡Te pillé! Gotcha! (Gotcha!, Jeff Kanew, 1985), la genial Gymkata (Robert Clouse, 1985) o Agente juvenil (If Looks Could Kill, William Dear, 1991). Por supuesto, el mayor elemento de fantasía en estas películas es que chicos sin ningún entrenamiento sobrevivan a enfrentamientos con profesionales y situaciones peligrosas sin problema. Nunca es pronto para morir tiene el acierto de contar con el breve James Bond George Lazenby como padre del protagonista, lo que resulta un guiño divertido al personaje que inspiró esta película. La acción de peli de espías mezclada con la imitación Mad Max resulta muy divertida, otro acierto que podría haber hecho de esta película un clásico de culto.

Además de un cameo de Robert Englund, el reparto funciona bastante bien, con la excepción de John Stamos que no tiene ni el carisma ni la presencia para hacer el personaje atractivo (y era bastante mayor para interpretar al protagonista que se supone un adolescente de 17/18 años). Gene Simmons destaca especialmente como el villano de la función, con una presencia inconfundible que hace que el giro sorpresa sea bastante obvio. El problema de esta película, desde mi punto de vista, no es lo ridículo del argumento y la ejecución, eso en ocasiones puede jugar a su favor para mí, sino en la homofobia que impregna toda la película. Y no me refiero al uso de alguna palabra hoy día inaceptable pero habitual en la época, o actitudes que hace 40 años no habrían llamado la atención pero hoy resultan chocantes. No, quiero decir pura y simple homofobia.

Veréis, en algún momento de la producción se decidió que el personaje que interpreta Gene Simmons fuera hermafrodita. Lo que da pie a que Velvet actúe como una reina draga psicópata. Esto por si mismo podría haber resultado divertido, pero el problema es que tenemos escenas en las que los personajes de John Stamos y Vanity, durante una actuación de Velvet, hablan de lo repugnante que es, lo degenerada que es "esta gente". Y en el predecible clímax Lance Stargrove presume ante de Velvet de ser un hombre de verdad, un hombre entero, y por tanto superior al medio hombre medio mujer que es Velvet.

Son estos momentos homófobos los que hacen que la película se te atragante, ya que, repito, no se trata de que simplemente fuese algo aceptable entonces y hoy no, es que entonces ya era homófobo mostrar el tipo de actitud que se muestra hacia la naturaleza de Velvet. Por otro lado, su guion es bastante predecible y por ello acaba haciéndose aburrida. Es por eso que, a pesar de sus aciertos y alguna escena de acción pasable, esta película no funciona. Fue un fracaso entonces y el tiempo no ha jugado a su favor.

23 abr 2024

El especialista (The Fall Guy)

 

Publicada mi crítica de El especialista (The Fall Guy, David Leitch, 2024) en Underbrain Mgz. Para leerla clicad en:

https://underbrain.com/cine/el-especialista/

David Leitch de momento no falla, película que dirige película que funciona. Talento para la acción y la comedia, esta película explota ambas cosas de manera efectiva en una película tan entretenida como divertida.

18 abr 2024

Abigail

 

Publicada en Underbrain Mgz mi crítica de Abigail (Matt Bettinelli-Olpin, Tyler Gillett, 2024), por si acaso no teníais ya pensado verla, leed mi crítica para convenceros de hacerlo:

https://underbrain.com/cine/abigail/

Un guion regular puede ser elevado con una buena dirección y esta película es la prueba. La premisa está más vista que el tebeo pero no deja de ser una entretenida cinta de terror.

9 abr 2024

Sangre en los labios (Love Lies Bleeding)


 
Se acaba de publicar mi crítica de Sangre en los labios (Love Lies Bleeding, Rose Glass, 2024) en Underbrain Mgz y la podéis leer clicando aquí:


La primera película de Rose Glass, Saint Maude (2019), me gustó pero era un poco demasiado Repulsión (Repulsion, Roman Polanski, 1965). Esta película me ha gustado mucho más, supongo que por cómo se adentra en un género que me gusta como el cine negro. Muy recomendada.


5 abr 2024

De profesión: duro (Road House, 1989) vs. Road House. De profesión: duro (Road House, 2024)

 

Comparar De profesión: duro (Road House, Rowdy Herrington, 1989) con su reciente remake Road House. De profesión: duro (Road House, Doug Liman, 2024) nos muestra de qué modo ha evolucionado el cine comercial de los 80 del siglo XX hacia el de los 20 del siglo XXI.

Road House 1989 cuenta la historia de James Dalton (Patrick Swayze), un legendario encargado de seguridad en bares y locales nocturnos experto en artes marciales, contratado por Frank Tilghman (Kevin Tighe) para que ayude a limpiar su bar de carretera The Double Duce de indeseables y subirlo de categoría. Parece un trabajo sencillo, no muy distinto de otros trabajos, pero, cuando llega al pueblo donde está ubicado el local, descubre que todos los negocios del lugar son extorsionados por el semimafioso Brad Wesley (Ben Gazzara), el cual no aprecia los cambios que Dalton está provocando. El enfrentamiento entre ambos se convertirá en una batalla por la salvación del pueblo, que se recrudecerá cuando Dalton inicie un romance con la doctora Elizabeth Clay (Kelly Lynch), de la que Brad estuvo enamorado pero con la que no consiguió nunca nada. Dalton pedirá ayuda a su mentor Wade Garrett (Sam Elliott) para acabar con la banda de Brad.

Queda claro por su sinopsis que Road House 1989 es otra película que podríamos calificar de "hija de Shane". Shane es el personaje protagonista interpretado por Alan Ladd en Raíces profundas (Shane, George Stevens, 1953), un cowboy de misterioso pasado que llega a un pueblo en el que los granjeros están siendo acosados por un poderoso terrateniente. Shane limpiará el lugar de malvados a tiro limpio para seguir luego su misterioso camino. Un gran éxito cuya historia sirvió de base a infinidad de westerns y episodios de televisión, para luego ser trasladada también al cine de acción contemporáneo y al cine de artes marciales, como por ejemplo El furor del dragón (Meng long guo jiang, Bruce Lee, 1972). El film de Rowdy Herrington mezcla la influencia del western y las artes marciales, con un protagonista filosófico que intenta encontrar primero una solución pacífica hasta que llega el momento de ponerse a dar patadas, mientras que el personaje de Sam Elliott no puede ser más western. Es también una película esencialmente ochentera, desde su tono que mezcla comedia con momentos serios de violencia pasando por los momentos musicales, los diálogos y las escenas de sexo y desnudos gratuitos.

Road House 2024 cuenta la historia de Elwood Dalton (Jake Gyllenhaal), un ex luchador que se gana la vida en luchas clandestinas, que es contratado para proteger de los indeseables que atacan cada noche el local de Frankie (Jessica Williams), un bar de carretera llamado The Road House ("bar de carretera" en inglés) en la calurosa Florida. Los problemas de Frankie tienen su origen en Ben Brandt (Billy Magnussen), el hijo psicópata de un narcotraficante, que quiere el local para poder construir en el terreno un complejo hotelero.

La versión de Doug Liman cuenta básicamente la misma historia, pero con algunas diferencias. Sin embargo, a pesar de ser significativamente más larga, cuenta menos historia. El romance entre Dalton y la doctora Ellie (Daniela Melchior) está menos desarrollado y es mucho más casto, apenas se besan y ya no hablemos de escenas de sexo. En el original vemos la influencia de Dalton en el local, que va mejorando progresivamente en su aspecto, algo que no sucede en la nueva versión. El enfrentamiento entre Brandt y Dalton tiene menos resonancia, ya que no está en juego todo un pueblo, y se ve recrudecido por la llegada del gran psicópata Knox (Conor McGregor) contratado por Brandt, pero nunca llega a los extremos de la cinta original. La razón por la que es más larga a pesar de contar menos historia tiene que ver con la obsesión actual en el cine de acción y de aventuras con el monomito desarrollado por Joseph Campbell conocido popularmente como "el viaje del héroe", que indica que el héroe siempre rechaza la aventura en un principio para luego aceptarla. Señalado por George Lucas como su influencia a la hora de estructurar La guerra de las galaxias (Star Wars, 1977), esta teoría se ha convertido en la fundación de gran parte del cine de acción actual, como si fuera la única manera de contar la historia de un héroe. Así, el film de 1989 es más eficaz narrativamente, el Dalton de Swayze acepta el trabajo cuando se lo proponen para ir lo más rápido posible al centro de interés que es la situación en el local, mientras que en la versión 2024, el Dalton de Gyllenhaal se niega en un principio, alargando el momento de aceptar a pesar de que sabemos que irá o no hay película.

En el film de Liman también está presente la influencia del western, que en esta ocasión se hace obvia, verbalizándola a través de los diálogos, donde hay personajes que dicen "ey, esto es como una película del oeste", en lugar de que quede en el subtexto del film. Esto puede ser tanto al miedo de que los espectadores no entiendan la referencia o a la tendencia actual en el cine comercial de hacerlo todo más explícito.

Pero por lo que ha llamado más la atención la versión 2024 es por la utilización de técnicas de efectos visuales en las peleas. Las razones para utilizar estas técnicas son evidentes: poner al espectador en la piel de los personajes mediante planos en primera persona durante las peleas y crear una experiencia más visceral y brutal. La ironía está en que, claro, la utilización de estas técnicas para crear intricadas peleas en un único plano-secuencia hace más evidente lo artificiales que son, al menos en una gran pantalla de 4k, así que no consiguen ser ni viscerales ni brutales. Pero no dejan de ser entretenidas, también porque la versión 2024 intenta mantener la misma mezcla de humor y seriedad que el original.

Road House 1989 es una película de culto entretenida y divertida, pero no es un gran clásico de los 80, así que el remake no lo tiene tan difícil para establecer su propia identidad. Comparadas, el original es la superior, pero la nueva versión es una cinta de acción entretenida con la que pasar un rato divertido, aunque no mucho más. Supongo que lo marca la diferencia entre ambas es que una vez vista la versión 2024 no tengo ninguna necesidad de volver a ella, la olvidaré tan pronto publique este artículo, lo opuesto sucede con la versión original.

Pero la principal conclusión a la que he llegado es que en la obsesión por el realismo actual lleva a que la película parezca más artificial, mientras que la original concebida como una fantasía parece más auténtica.  Las dos sueltan buenos puñetazos, pero Road House 1989 pega más fuerte.

29 mar 2024

Play Motel

 
 
¿Buscando algo sórdido? ¿Buscando algo perverso? ¿Buscando algo que te dé ganas de darte una ducha después de verlo? He aquí Play Motel (Mario Gariazzo, 1979), una película que solo se puede ver de noche.

Roberto (Ray Lovelock) y Patrizia (Anna Maria Rizzoli) son un matrimonio que decide experimentar yendo a pasar unas horas a un "hotel para parejas". Cuando están regresando descubren que alguien ha colocado el cadáver de una mujer en el maletero de su coche. Implicados de esta manera, Roberto y Patrizia serán reclutados por el comisario De Sanctis (Anthony Steffen) para investigar una trama de chantajes y asesinatos que tienen el Play Motel como origen.

Play Motel se estrenó en las pantallas italianas cuando el giallo había perdido popularidad entre los espectadores debido al gran número de títulos estrenados durante los 70, la excepción eran las películas de Dario Argento que continuaban siendo éxitos de taquilla. Para atraer a más espectadores, películas como Play Motel mezclaban el giallo con otros géneros. En este caso, se le añadieron unas gotas de poliziotteschi (thrillers policiales a la italiana) y bastante erotismo. Por si eso fuera poco, se hizo otra versión a la que se le añadieron insertos pornográficos. Estos insertos fueron realizados a instancia de los productores sin que el director ni el reparto supiera nada. Mario Gariazzo se mostró muy ofendido cuando lo descubrió (se entiende más sabiendo que Gariazzo había dirigido principalmente melodramas para toda la familia) y también se lo tomaron mal la pareja protagonista, Ray Lovelock y Anna Maria Rizzoli, especialmente Rizzoli ya que podía afectar muy negativamente a su reputación como actriz si daba la impresión que había participado voluntariamente en una película porno.

Esta costumbre de la doble versión con insertos porno era bastante común en la época. Pero mientras se puede entender, hasta cierto punto, que se añadieran en una película como Malabimba (Posesión de una adolescente) (Malabimba, Andrea Bianchi, 1979), que era una película principalmente erótica, en Play Motel están fuera de sitio, aunque haya más escenas sexys de lo que era habitual en el género. Pero, por el argumento solo, lo cierto es que Play Motel es bastante clásico. La idea de la policía reclutando a un matrimonio para investigar de incógnito los crímenes que tienen origen en un motel es bastante absurda, lo que le da un toque juguetón a lo Agatha Christie que contrasta bastante con las escenas sórdidas que tienen lugar dentro del motel. A lo que se le ha de añadir los toques perversos que uno solo puede encontrar en el giallo, como la escena en que una víctima de chantaje llama a su abogado buscando ayuda, caso que el abogado comenta sin problemas con la mujer con la que comparte la cama que resulta ser la esposa de la víctima. Por suerte, la edición en Blu-ray incluye los insertos porno aparte como una curiosidad y no insertados en la película, porque podían romper el ritmo de este giallo que se mueve bastante rápido a pesar de su retorcida trama.

Play Motel no es, de ningún modo, un clásico a descubrir. Pero para el fan que disfruta con la fórmula del género, el film de Gariazzo resulta bastante entretenido, gracias también a unas buenas interpretaciones y a una pegadiza banda sonora.

21 mar 2024

Olimpiada de muerte (Fatal Games)

 

Ahora que los grandes clásicos del slasher han tenido su edición coleccionista, que los títulos esenciales han tenido su edición coleccionista y que títulos más o menos populares han tenido su edición coleccionista, cada vez más títulos semidesconocidos empiezan a ser rescatados del olvido. El último ejemplo es Olimpiada de muerte (Fatal Games, Michael Elliot, 1984), que pasó desapercibida en su estreno en cines para luego labrarse una reputación en los videoclubes de todo el mundo. Sin embargo, luego volvió a desaparecer ya que no hizo la transición a formato DVD y quedó en el limbo hasta ahora que ha sido editada en Blu-ray por Vinegar Syndrome.

En la academia deportiva Falcon, los atletas finalistas para llegar a las olimpiadas empiezan a ser asesinados uno a uno por un misterioso asesino vestido de negro usando una jabalina. Una trama que buscaba aprovechar la previsible fiebre olímpica por la celebración de los juegos olímpicos de Los Ángeles 1984. Otro tema que buscaba explotar hacía referencia a las primeras noticias que llegaban de que en Rusia se estaban utilizando métodos artificiales para potenciar las habilidades de los atletas y cómo podían llegar a Estados Unidos las mismas técnicas, ya que las víctimas del asesino todas forman parte de un programa para aumentar sus capacidades mediante drogas especiales. Y otro de los temas que se tratan tangencialmente entraría ya en el territorio del destripe, así que no entraremos en ello pero da pie a un final memorable y ridículo.

Lynn Banashek, que interpreta a Annie la final girl, había sido gimnasta y se ve que es ella la que hace los ejercicios en las barras paralelas, lo que le da un toque de realismo al slasher, más de lo que es habitual en este género. Además, la excusa de que los personajes sean atletas da pie a diversas escenas en vestuarios y duchas, aumentando así la cuota de desnudos gratuitos, lo que trajo consigo la participación de dos actrices de culto: Linnea Quigley como doble de cuerpo de Lynn en una escena de masaje y Brinke Stevens como una de las atletas dándose una ducha.

Pero el punto fuerte de un slasher son los asesinatos, que en este caso están muy logrados y resultan originales por la jabalina que utiliza el asesino. Esta peculiar arma hace posible que, a pesar del bajo presupuesto, se orquesten unas logradas escenas de asesinatos. Ya os imaginaréis que el asesino demuestra una habilidad y puntería sobrehumana excepto a la hora de atacar a la final girl.

Comparado a menudo con el similarmente deportivo El día de la graduación (Graduation Day, Herb Freed, 1981), Olimpiada de muerte llegó algo tarde a la fiesta. Demasiado similar a los cientos que se habían estrenado ya y habían llevado al género al estancamiento y antes de que el género diera un giro hacia lo sobrenatural con el éxito de Pesadilla en Elm Street (A Nightmare on Elm Street, Wes Craven, 1984). Hoy día, se puede considerar un slasher que disfrutarán los fanáticos del género, que sabrán apreciar cómo maneja la fórmula habitual y el exotismo ochentero, pero es posible que no seduzca a aquellos que busquen algo más moderno.

15 mar 2024

Malabimba (Posesión de una adolescente) (Malabimba)


 
En un análisis que hace Stephen Thrower sobre la obra de Andrea Bianchi, incluido en la reciente edición en 4k de La noche del terror (Le notti del terrore, Andrea Bianchi, 1981), acaba llegando a la conclusión de que el director italiano no sea "un torpe" sino algo más cercano a un anarquista cinematográfico. Viendo más películas de este director, empiezo a entender lo que quería decir Thrower. La noche del terror es memorable, entre otras cosas, por tener a un actor adulto de talla baja en lugar de un niño porque su personaje tiene una trama incestuosa. No podían tener a un niño de verdad interpretando lo que hace el personaje y esa fue la mejor opción que tenían a mano, pero la cuestión no es ¿por qué utilizar un actor de talla baja en lugar de un niño?, la cuestión en realidad es ¿por qué incluir una trama incestuosa en una peli de zombis? Hay muchas películas de zombis sin incesto, pero no hay tantas que sean tan memorables como el clásico de Bianchi. Lo mismo se podría decir de Malabimba (Posesión de una adolescente) (Malabimba, 1979), que sobre el papel podría parecer otra copia de El exorcista (The Exorcist, William Friedkin, 1973), pero el director Andrea Bianchi conviertió en un festival de sordidez y perversión único.

Una noche, la familia Caroli decide mantener una sesión espiritista en su castillo. La sesión no sale cómo se esperaba, el cabeza de familia Andrea Caroli (Enzo Fisichella) quería contactar con su fallecida esposa pero quien responde es el vengativo espíritu de Lucrezia. Este espíritu posee a la joven Bimba, cuyo comportamiento se ve alterado progresivamente. La única que parece darse cuenta de que le sucede algo a la chica de 16 años es la hermana Sofia (Mariangela Giordano), una novicia a punto de convertirse en monja y que ejerce de enfermera del paralizado tío de Bimba Adolfo (Giuseppe Marroco). La familia solo reacciona cuando Bimba comete alguna acción pasada de rosca de forma pública, pero lo atribuyen a que está pasando por una nueva fase en su desarrollo y el doctor que la visita no le da importancia, así que será Sofia la única que intentará salvar el alma de Bimba.

Para diferenciar esta copia de El exorcista de las otras muchas que había en circulación, se decidió darle a la película un toque erótico. Nais, interpretada por Patrizia Webley, acumula el grueso de este tipo de escenas, en especial cuando intenta que su cuñado Andrea le preste atención mientras se conforma con las atenciones del notario Giorgio (Giancarlo Del Luca). La matriarca de la familia (Pupita Lea Scuderoni) está más preocupada por conservar el castillo que ha estado en su familia durante generaciones y anima a Andrea que se case con Nais y de este modo hacerse con el dinero que Adolfo, su hijo mayor, todavía conserva. El hecho de que Adolfo esté paralizado no parece importarle mucho a la hora de empujar a Andrea hacia Nais. Pero Bimba tampoco se queda corta protagonizando escenas eróticas, que resultan inquietantes si se tiene en cuenta que el personaje, no la actriz, tiene 16 años. Especialmente porque antes de ser poseída Bimba se comporta como una niña pequeña, aferrándose a sus peluches, como si su desarrollo hubiese quedado detenido. De hecho, en algún momento de la película se menciona que ha vivido toda la vida en el castillo sin contacto en el exterior, así que no es de extrañar que Bimba resulte tan casi más extraña sin poseer que poseída.

Una vez terminada la película parece que les pareció a los productores y al director que las escenas fuesen lo bastante fuertes y se decidió añadir insertos explícitos pornográficos a la película. Es bastante obvio que no se trata de los actores y actrices, lo que le añade más rareza al film.

En todo caso, el enfoque utilizado funcionó. A pesar de que hay un par de escenas que son copias obvias de escenas de El exorcista, desde luego Malabimba es un film que se queda grabado en la memoria por motivos propios. Tal concentración de perversidad en una sola película es difícil de olvidar, como los intentos de Bimba por excitar sexualmente a su padre, que luego parecen ser olvidados, o lo que le hace a su oso de peluche para que se adecúe más a sus nuevos apetitos. Es una película que trata sobre el deseo femenino, algo bastante sorprendente teniendo en cuenta la época en que fue realizada. Nais es un personaje que en otras películas sería castigado por su abierta naturaleza sexual y su exigencia a ser complacida, aquí no recibe ni castigo ni juicio de ningún tipo por parte de la película.

Esta actitud positiva hacia el deseo sexual femenino mezclado con la crítica de la burguesía le da algo de profundidad a una película que debe su reputación a su sordidez y enfebrecida perversidad. Aunque empezó como otro intento más de aprovechar el éxito de El exorcista, otra historia más de adolescente poseída, Bianchi convierte Malabimba en un fantástico ejercicio de delirio sexual difícil de olvidar.


8 mar 2024

La familia Monster (The Munsters)

 

Ir a ver una película de Tim Burton se ha convertido en una lotería: te tocará el Tim Burton que todavía mantiene el genio de sus primeras películas o te tocará el Tim Burton que se dedica a repetir de forma estéril la misma estética de siempre en películas sin alma. Con Rob Zombie ha pasado lo mismo, salvo que Zombie se ha quemado con una filmografía significativamente más corta que la de Burton. Con Los renegados del diablo (The Devil's Rejects, 2005) pareció tocar techo en cuanto a estilo visual y solo era su segunda película. Tras dar bandazos, solo ofreció algo potable con The Lords of Salem (2012), la última película que dirigió que realmente vale la pena. Y han pasado doce años desde entonces.

El anuncio de que se encargaría de dirigir una nueva versión de la familia Monster daba lugar a un cauto optimismo. Tal vez un cambio de género y estilo es lo que necesitaba para crear una película que, de nuevo, diera la oportunidad a Zombie de ofrecer algo mejor que los dos últimos desastres que había dirigido. Spoiler: no ha sido así.

Imagino que las personas de cierta edad no tienen necesidad de que les diga quiénes son los Monster, pero para los más jóvenes que no tuvieron oportunidad de conocerlos La familia Monster (The Munsters, 1964-1966) fue una serie de televisión de corta durada que era básicamente una versión más suave de La familia Addams (The Addams Family, 1964-1966), por no decir que era una imitación. La familia Monster mantuvo suficiente popularidad tras su corta vida televisiva para que se produjeran varios telefilmes y nuevas versiones de la serie para nuevas generaciones (en España se emitió la serie original veinte años después de que se emitiera en Estados Unidos dentro del programa La bola de cristal donde fue descubierta por muchos niños como un servidor).

La película de Rob Zombie La familia Monster (The Munsters, 2022) funciona como una precuela de la serie, contándonos el origen de los personajes y cómo se conocieron Lily (Sheri Moon Zombie) y Herman (Jeff Daniel Phillips) en Transilvania. El argumento ya resume mucho de lo que no funciona en esta película. Lo divertido de los Monster es que ellos se veían a si mismos como la típica familia americana, aunque para el resto del mundo no lo era, pero sus intentos de actuar con "normalidad" siempre eran vistos como algo chocante. En cambio, durante gran parte del metraje, Zombie los coloca en un entorno en el que no destacan, ya que todo el mundo es "monstruoso". Es solo durante la última parte de la película que se recupera la esencia de la serie, aunque ya es demasiado tarde para salvarla.

La ambientación, el maquillaje y el reparto es realmente fantástico, más teniendo en cuenta el bajo presupuesto. El principal problema de esta película, la razón por la que se hace pesada y muy larga, es el guion de Rob Zombie. La serie es original de mediados de los sesenta y el guion de Zombie también. Está lleno de chistes y juegos de palabras anticuados, gastados y no muy graciosos. Zombie hace guiños a las películas de Abbott y Costello como la genial Abbott y Costello contra los fantasmas (Bud Abbott and Lou Costello Meet Frankenstein, Charles Barton y Walter Lantz, 1948) y a los clásicos de la Universal pero no salva el hecho de que su repetitiva sucesión de chistes malos es de todo menos divertida. También es evidente la influencia de El jovencito Frankenstein (Young Frankenstein, Mel Brooks, 1974), aunque más que un homenaje parece el típico plagio de toda la vida que sirve para recordarte lo poco divertida que es The Munsters.

Por supuesto, para mí resulta anticuada y pasada de moda porque conozco los referentes, veo que es una película de 2022 con un guion de 1962, para alguien que desconozca los referentes, tanto la serie original como las películas a las que hace homenaje, es posible que solo le parezca una copia mala de la familia Addams. Tal vez el problema sea que Zombie ha querido ser tan fiel a la serie que ha conseguido hacer lo que básicamente podría haber sido un episodio largo de la misma, sin darse cuenta de que ya no estamos en los 60. Hasta Abajo el amor (Down with Love, Peyton Reed, 2003) conseguía homenajear las comedias románticas de Rock Hudson y Doris Day de los 60 pero trasladándolas al público actual.

No hay nada peor que una comedia que no hace reír. La familia Monster es eso, una comedia sin gracia que se hace muy larga y, de alguna manera, dura casi dos horas sin contar una historia sólida.

1 mar 2024

El metaterror de José Mojica Marins

Cuando se estrenó a mediados de los 90 del siglo XX, Scream: Vigila quién llama (Scream, Wes Craven, 1996) fue celebrada por introducir un toque metalingüístico en lo que la crítica "seria" veía como un género muerto. En realidad, lo que hizo Scream fue llevar el metalingüismo (utilizar el género para analizar el género) hacia el mainstream y la crítica generalista, ya que era algo que se llevaba haciendo dentro del terror desde hacía décadas.

Uno de los pioneros en este sentido fue el cineasta brasileño José Mojica Marins. Marins fue el creador de Zé do Caixão, un siniestro y malvado personaje que introdujo en À Meia-Noite Levarei Sua Alma aka At Midnight I'll Take Your Soul (1964), película en la que también creó el terror gore al mismo tiempo que Herschell Gordon Lewis en Blood Feast (1963). La popularidad del personaje, que Marins mantuvo vivo en siguientes películas, hizo del director un personaje controvertido. No solo por cómo sus películas parecían atacar el régimen militar que entonces gobernaba Brasil, también por la manera en que Marins jugaba a la ambigüedad sobre dónde empezaba uno y acababa el otro, apareciendo en televisión y en eventos caracterizado como el personaje. Esto lo llevó un paso más allá el director en El despertar de la bestia (O Ritual dos Sádicos, 1970), un film que trata sobre el impacto de las drogas en la sociedad de la época en la que Marins aparece interpretándose a si mismo junto a su personaje Zé do Caixão (más sobre esta película un poco más abajo). El paso hacia unas películas "meta" en la que el creador se enfrentara a su creación era la inevitable evolución siguiendo la trayectoria del director, que creó dos títulos que fueron iniciados de forma algo mercenaria pero se tradujeron en películas innovadoras, extrañas y delirantes.

 

Exorcismo negro aka The Bloody Exorcism of Coffin Joe (1974) nos presenta una peculiar batalla entre creador y creación. Está claro que el origen del film se sitúa en el éxito mundial de El exorcista (The Exorcist, William Friedkin, 1973), también un gran éxito en Brasil. Pero cualquier similitud entre el clásico de Friedkin y el film de José Mojica Marins termina ahí, ya que la historia que nos presenta Marins es muy distinta y añade elementos de macumba y satanismo a una historia que acaba resultando bastante personal.

El director José Mojica Marins se dispone a pasar unos días en casa de un amigo y su familia para trabajar en lo que será su próxima película. Marins sufre un bloqueo creativo, incapaz de encontrar una nueva historia que sea lo bastante interesante, y espera que un tiempo de relajación entre amigos le ayude a encontrar una nueva idea. Entonces una serie de extraños sucesos empiezan a tener lugar en la casa, viéndose afectados varios miembros de la familia. Marins empieza a sospechar algo imposible: que su creación Zé do Caixão sea el responsable de lo que sucede.

Había pasado ya una década desde que Marins creó a Zé do Caixão, el personaje que le hizo famoso pero que en cierto modo le había llegado a eclipsar. Este es el tema de fondo de Exorcismo negro, en el que el director brasileño explora la ambivalente relación que, en aquel momento, mantenía con el personaje. Por otro lado, en lo que se refiere a la historia de la película, esta trata sobre brujería y magia negra más que ser la típica película de posesión diabólica. También Marins tiene tiempo de analizar la nueva popularidad que el cine de terror experimentaba entonces.

Este es el mayor ejemplo del talento de Marins, que a pesar de que se le pusiera delante la idea de aprovechar el éxito de otra película, él se mantuvo fiel a si mismo y realizó el tipo de película que solo Marins podía dirigir.

 

 

Si Exorcismo negro surgió con la intención de aprovechar el éxito de El exorcista, Delírios de um Anormal aka Hallucinations of a Deranged Mind (1978) se crea como manera de aprovechar material que entonces permanecía inédito porque la censura no permitió que se mostrara cuando fue originalmente filmado. Principalmente de El despertar de la bestia, una película que Marins no pudo estrenar en 1970, ya que la censura lo impidió. Esto casi acaba con la carrera de Marins, que no pudo recuperar el dinero invertido en El despertar de la bestia y pasó varios años con dificultades económicas intentando devolver el dinero a los inversores. Además de El despertar de la bestia, se decidió utilizar material de otras películas suyas, como ya he dicho muchas escenas censuradas pero también escenas populares o memorables.

El argumento se creó con la intención de hacer posible reutilizar todo este material, al que se añadirían nuevas escenas. Unos doctores acuden al director José Mojica Marins para que les ayude con un paciente especial: el doctor Hamilton (Jorge Peres), el cual sufre unas terribles alucinaciones en las que es acosado por Zé do Caixão. El doctor Hamilton está convencido de que Zé do Caixão quiere robarle a su esposa Tânia (Magna Miller), Marins debe convencerlo de que Zé do Caixão es un personaje de ficción y no puede hacerle daño... O eso parece.

Lo asombroso en este caso es que lo que podría haber sido simplemente una colección de clips, se convierte en un asalto a los sentidos. Un film que funciona por como somete al espectador a una serie de escenas delirantes que pueden resultar aún más chocantes sin el contexto para el que fueron originalmente pensadas, más otros delirios creados para la ocasión. Se podría decir que es la venganza perfecta de Zé do Caixão contra el régimen que intentó someterlo pero que no pudo con su maldad, que va más allá de todo límite.

El metaterror de Marins puede que surgiera como manera de aprovechar material del pasado o recientes éxitos de taquilla, pero el resultado final son películas originales que se presentan al espectador como puertas a la demencia y al terror. Delirios en forma de celuloide como solo podía crear José Mojica Marins.

23 feb 2024

Los invasores del abismo (I predatori di Atlantide aka The Riders of Atlantis)

 

Siempre es un placer cuando ves una película sin tener ni idea de lo que pasará a continuación. Y en este caso, ni siquiera los cineastas lo sabían ya que la iban haciendo sobre la marcha. Es parte del encanto de la locura total que es la fantástica Los invasores del abismo (I predatori di Atlantide aka The Riders of Atlantis, Ruggero Deodato, 1983).

Nos encontramos en el futuro: 1994. El mercenario y aventurero Mike Ross (Christopher Connelly) y su compañero Mohammed Washington (Tony King) se ven envueltos en una extraña aventura que arranca cuando se descubre una reliquia en el fondo del mar. Una ola destruye la plataforma marina en que se guardaba la reliquia, Mike y Mohammed recogen a los supervivientes, entre los que se encuentra la doctora Cathy Rollins (Gioia Scola) además de James (futuro director de cine Michele Soavi), el profesor Peter Saunders y el piloto Bill Cook interpretados, respectivamente, por los veteranos del cine de género George Hilton e Ivan Rassimov. El grupo se enfrentará a unos misteriosos atacantes procedentes de la mítica Atlantis, que buscan secuestrar a a la doctor Rollins por razones desconocidas.

La creación de esta película es casi tan rocambolesca como la historia que cuenta. Ruggero Deodato se encontraba en Canes cuando fue invitado por la entonces primera dama de Las Filipinas Imelda Marcos para visitar el estudio que había creado Marcos para impulsar la industria cinematográfica filipina. Deodato viajó a Las Filipinas y allí se encontró un estudio enorme, con diferentes departamentos de maquillaje, efectos especiales y especialistas preparándose para realizar cualquier escena peligrosa que fuese necesaria. Y todo sin usar, porque no se estaba filmando nada, además de algunas deficiencias en el estudio. En un principio declinó usar el estudio, pero tras discutirlo con Marcos, Deodato se lo volvió a pensar y empezó a pensar qué podía filmar allí para aprovechar las instalaciones y la jungla filipina. Así, Deodato, junto a los guionistas Tito Carpi y Vincenzo Mannino, diseñó una historia de acción bastante inspirada por Mad Max 2, el guerrero de la carretera (Mad Max 2, George Miller, 1981). Solo tenéis que ver el tráiler para ver hasta que punto la saga posapocalíptica creada por George Miller sirvió de punto de partida junto al clásico de John Carpenter Asalto a la comisaría del distrito 13 (Assault on Precinct 13, 1976). De vuelta a Italia, Deodato rodó algunas escenas más para que la película llegara a la hora y media.

Aunque los creadores tras las cámaras de Los invasores del abismo buscaban qué coger de los éxitos del momento para crear un producto que dejara satisfechos a distribuidores y espectadores, también se nota cierto gusto por el pulp y el cine de acción de folletín. Una impresión reforzada por el reparto lleno de rostros familiares dentro del cine de serie B y exploitation. Este gusto por la aventura de bolsilibro, la acción sin freno y los giros inesperados, sumado al carismático reparto, hacen de este título una joya del cine de serie B constantemente entretenida y llena de momentos tan fantásticos como delirantes.

16 feb 2024

Sky Pirates

 
Una de las razones por las que hubo tantas y tantas imitaciones/derivados/copias de la saga Star Wars y de las aventuras de Indiana Jones, además de porque fueron gigantescos éxitos de taquilla, es que la forma de operar de George Lucas parecía, a primera vista, bastante fácil de imitar ya que se trataba simplemente de explotar la nostalgia de su generación. Sin embargo, actualizar los seriales de aventuras del pasado de forma exitosa era mucho más complicado de llevar a cabo con éxito de lo que muchos productores y distribuidores se pensaban, en especial si no se contaba con el presupuesto y los recursos que Lucas y Steven Spielberg tenían a su disposición. También Lucas tuvo suerte en cuanto a poder llegar antes que los demás a las pantallas de cine, ya que no era el único director/productor por entonces que quería hacer una nueva versión de los seriales clásicos de aventuras o llevar al cine personajes como Flash Gordon. Uno de los mejores y más logrados productos de esta época post-Indiana Jones es Sky Pirates (Colin Eggleston, 1986).


Había dos tipos de películas que intentaban aprovechar la estela dejada por En busca del arca perdida (Raiders of the Lost Ark, Steven Spielberg, 1981). Un tipo copiaba directamente la película de Spielberg, el otro buceaba en las fuentes que inspiraron la película de Spielberg. Sky Pirates se encuentra en un punto medio. El productor John D. Lamond llevaba tiempo queriendo adaptar los seriales de aventuras que veía de pequeño y también era un gran admirador de la obra de Spielberg, así que su guion de Sky Pirates tiene alguna escena en la que se nota la "influencia" de En busca del arca perdida, mientras que el argumento pulp poco tiene que ver. Lo curioso es que si nos fijamos en varios giros en su argumento, veremos que el de la posterior Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal (Indiana Jones and the Kingdom of the Crystal Skull, Steven Spielberg, 2008) es prácticamente idéntico. Y Lamond le envió una copia de su película a Spielberg en su día para que le hiciera algún comentario. Así que quién sabe donde acaban las mutuas influencias.

El aventurero protagonista de Sky Pirates es el teniente Harris (John Hargreaves), un piloto que al poco de acabar la Segunda Guerra Mundial recibe la misión de pilotar un avión para transportar una misteriosa carga, de la que se encargan su superior Savage (Max Phipps) y el reverendo Mitchell (Simon Chilvers). Cuando Harris intenta averiguar que lleva en su avión se le comunica que es secreto y se dedique a seguir las órdenes, lo que hace de forma reluctante. Durante el viaje, el avión atraviesa una extraña tormenta sobrenatural que les lleva a un lugar misterioso que se encuentra a kilómetros de la ruta que deberían seguir. Allí encuentran muchos barcos y aviones estrellados, entre los que se encuentra el buque desaparecido durante el experimento Filadelfia. Al regresar, Harris es culpado del fracaso de la misión y de la muerte de la tripulación y condenado a prisión. En ese momento, la hija del reverendo Mitchell, Melanie (Meredith Phillips), le pide ayuda para localizar a su padre que ha desaparecido. Harris escapa para demostrar su inocencia, cosa que cree que puede lograr rescatando al reverendo Mitchell, el cual estaba estudiando una tabla de origen extraterrestre que puede otorgar un gran poder y sabiduría al que la posea.

Sky Pirates apenas dura 90 minutos, pero logra encajar diversas escenas de acción y mucha aventura para su protagonista, así como todas las secuencias de efectos especiales que se pudieron permitir con su presupuesto y medios. Esto hace que, a pesar de la obvia influencia de Indiana Jones (en algunos países Sky Pirates se llamó Dakota Harris, como para hacerlo más evidente), logra desarrollar una personalidad propia con su historia de extraterrestres milenarios, ofreciendo continuo entretenimiento. El reparto no es que sea muy carismático, pero encarnan muy bien sus personajes y resultan creíbles como héroes de los años 40.

El guion no es que sea muy redondo y el villano no está apropiadamente desarrollado, pero su devoción por la aventura pulp es lo que hace esta película memorable y ha hecho que sobreviviera hasta la actualidad, donde puede ser juzgada de forma más apropiada. Es por eso que es una película que interesará a aquellas personas que disfrutaron con películas como The Phantom (El Hombre Enmascarado) (Simon Wincer, 1996) o The Shadow (La Sombra) (The Shadow, Russell Mulcahy, 1994).

8 feb 2024

La piscina (Night Swim)


 

Ya podéis leer mi crítica de La piscina (Night Swim, Bryce McGuire, 2024) en Underbrain Mgz, podéis así saber si vale la pena o es un estreno a evitar:

https://underbrain.com/cine/la-piscina/

Teniendo en cuenta el talento involucrado tras la pantalla, es inevitable sentirse decepcionado por el producto final. Una idea curiosa que podría haber sido mejor explotada.


7 feb 2024

Caligula: The Ultimate Cut

 

Cuando en el pasado he comentado Calígula (Caligula, Tinto Brass, 1979), lo hice desde la perspectiva de una desmadrada y pasada de vueltas sexploitation. Una película que elevaba la sordidez y el mal gusto hacia un nivel épico que la hacía transgresora. Con el tiempo, mi aprecio por el film, especialmente tras descubrir la versión (más o menos) de Tinto Brass, ha ido creciendo, sobre todo por el atrevimiento que supuso en su momento, aunque el drama tras las cámaras acabara lastrando el resultado final. Por eso, cuando se supo de la existencia de una versión completamente nueva, estrenada en el Festival de cine de Canes (2023), ardía de curiosidad por verla. Caligula: The Ultimate Cut (2023) es realmente una película completamente nueva, que, desde mi humilde punto de vista, convierte el film en una obra maestra.

Cuando digo que Caligula: The Ultimate Cut es una película completamente nueva, lo digo literalmente. Cuando salen a la luz "nuevas versiones" o "montajes del director", se suele tratar de películas a las que se les ha añadido o quitado escenas, tal vez alterado el orden de alguna escena o cambiado la banda sonora. En el mejor de los casos, estas nuevas versiones reparan errores del pasado y ofrecen una nueva perspectiva de la película en cuestión. El mejor ejemplo de esto sería el muy, muy superior montaje del director de Dark City (Alex Proyas, 1998) que realmente hace que sea una película mejor. En otras ocasiones, simplemente se trata de la misma película más larga. Pero siempre se trabaja sobre material existente. Sin embargo, The Ultimate Cut se ha editado partiendo de material inédito, incluso las escenas que también aparecen en las previas versiones existentes, se han editado usando tomas distintas. En otras palabras, todas las casi tres horas que dura el film se han editado a partir de material nuevo no visto.

El proyecto de "reconstruir" Caligula fue dirigido por Thomas Negovan. Negovan empieza a trabajar en el film después de que se descubrieran alrededor de 90 horas de material filmado a finales de los 70 que se creía perdido. Como guía narrativa se utilizó el guion de Gore Vidal y se optó por enfatizar las interpretaciones de los actores, escogiendo los momentos más humanos y menos melodramáticos que los que se usaron en su día. Los principales beneficiados de este enfoque son Malcolm McDowell y Helen Mirren. McDowell porque su interpretación en esta versión es mucho mejor, creando un Calígula más humano sin dejar de ser un psicópata endiosado. En el caso de Mirren, su papel se ve aumentado casi una hora, profundizando más en la relación de su personaje con Calígula. Además, ahora se puede oír la voz de Teresa Ann Savoy, que fue doblada en su día. En consonancia con el nuevo material se ha creado una nueva banda sonora, más inquietante y ambiental, que subraya la locura, la tragedia y las muertes de la historia que cuenta. Finalmente, se ha añadido un prólogo animado, creado por nada menos que Dave McKean, cuyo estilo encaja a la perfección con el film.

El resultado final es un film soberbio. Una maravilla decadente y sórdida, poética y compleja. Calígula sigue siendo un tirano borracho de poder, pero se representa de forma más humana. Se comprende mejor cómo Calígula acaba convirtiéndose en un monstruo, teniendo en cuenta el ambiente en el que se encontraba. Al fin y al cabo, crece en un ambiente en el que reina la paranoia, los asesinatos y las traiciones, un ambiente que él lleva al siguiente nivel de corrupción moral. De este modo, la película es más adentrarse en un mundo decadente y terrible que simplemente intentar impactar al espectador con la siguiente escena de sexo o violencia; que también hay mucho de esto, pero su utilización encaja mejor con el drama que cuenta. Impactar por impactar acaba perdiendo efecto, se hace repetitivo y aburrido, el impacto emocional, dramático, es más efectivo y duradero.

Por todo esto, me alegra poder decir que Caligula: The Ultimate Cut realmente explota el potencial artístico del film. Es una gran película a redescubrir, una obra maestra que recomiendo tanto a los que hayan visto la versión estrenada en cines y no les gustó, a los que les gustó y a aquellos que no la hayan visto nunca y la descubran ahora.

2 feb 2024

El último dragón (The Last Dragon)

 

Fuera de Estados Unidos, esta no es una película demasiado conocida, pero en su país de origen es una auténtica cinta de culto. Y merecidamente, El último dragón (The Last Dragon, Michael Schultz, 1985) es una locura más ochentera que unos calentadores. El tipo de delirio que solo se podía producir en esa década mágica.

Una de las primeras escenas de El último dragón nos sitúa en un cine de barrio en el que un público entusiasta, de distintas edades, condiciones y razas, asiste a un pase de reestreno de Operación dragón (Enter the Dragon, Robert Clouse, 1973). El público aplaude los movimientos de Bruce Lee, repite los diálogos y, en general, convierte el pase en una fiesta hasta que es interrumpido por el villano de la película. Esta escena se inspira en un momento real, cuando el guionista Louis Venosta acudió a un pase que celebraba el décimo aniversario del estreno de Operación dragón. Fue entonces que se le ocurrió la idea que se acabaría convirtiendo en el argumento de El último dragón: un joven fanático de Bruce Lee que se ve obligado a convertirse en un héroe en la vida real. En el film, "Bruce" Leroy Green (Taimak) es un joven experto en artes marciales, devoto de Bruce Lee, que busca ser capaz de obtener "el brillo" (algo así como convertirse en un súperguerrero en Dragon Ball). Mientras busca un maestro que le ayude a lograr este nivel superior de artes marciales, se convierte sin quererlo en el protector de Laura Charles (Vanity), una presentadora de vídeos musicales que puede convertir en estrella a un artista, amenazada por el sórdido empresario musical Eddie Arkadian (Christopher Murney). Por su parte, Leroy también es amenazado por Sho'nuff (Julius Carry), que quiere probar su superioridad como guerrero sobre Leroy, que lo evita ya que sus creencias le impiden utilizar sus habilidades para ejercer violencia gratuita.

 

 

Esta película fue producida por Berry Gordy, presidente de la Motown. La implicación de una discográfica en la creación de esta película explica la mezcla imposible que hace de esta película algo único: números musicales y peleas de artes marciales. Vanity había firmado por Motown entonces y Gordy decidió que fuera la protagonista (sabia decisión), así como incluir en la banda sonora diversos artistas de su sello, algunos de los cuáles también aparecen en el film. Las coreografías de artes marciales son tan buenas como las musicales, si bien buscar que la película no fuera calificada para mayores de 18 años hace que no haya ni una gota de sangre. Además de "el brillo", la película tiene otros toques que le dan un aspecto fantástico de cómic, como la banda criminal de Sho'nuff que parece escapada de Los amos de la noche (The Warriors, Walter Hill, 1979),  lo que junto a su tono cómico convierte El último dragón en un cómic "en vivo".

El estilo ochentero y la mezcla de música y artes marciales, con varios homenajes a Bruce Lee, reconozco que no es para todo el mundo. En su mayor parte la comedia funciona, si bien el típico niño descarado de la época se puede hacer algo cansino hoy día, lo que puede hacer que la naturaleza única de la película más digerible. Desde luego, yo es una película que disfruté desde el primer momento y la escena en el cine mencionada antes me convenció que esta película es una pequeña obra maestra. Es entretenida, divertida y un gran ejemplo de lo mejor que podía ofrecer el cine de los 80 sin lo malo.

23 ene 2024

Los tres mosqueteros: Milady (Les Trois Mousquetaires: Milady)


 

Se acaba de publicar mi crítica de Los tres mosqueteros: Milady (Les Trois Mousquetaires: Milady, Martin Bourboulon, 2023) que se estrena el próximo viernes. La podéis leer clicando en:

https://underbrain.com/cine/los-tres-mosqueteros-milady/

Está recomendada, obviamente, si habéis visto la primera parte y os gustó. En caso contrario, para qué molestarse. Si no habéis visto la primera, pues se puede entender pero no creo que se disfrute tanto.


18 ene 2024

Concrete Utopia (Konkeuriteu yutopia)

 
Se ha publicado mi crítica de Concrete Utopia (Konkeuriteu yutopia, Tae-hwa Eom, 2023) en Underbrain Mgz, podéis leerla clicando en:

 
Una original y muy entretenida mezcla de cine de catástrofes y ciencia ficción. Muy recomendada.