31 oct 2010

La noche de Halloween (Halloween)



Bueno, estaba cantado que para la noche de Halloween tocaba comentar La noche de Halloween (Halloween, 1978) de John Carpenter.

Originalmente la película se tituló The Babysitter Murders y se estrenó con ese título sin causar ninguna impresión. Luego se cambió el título por el de Halloween y se estrenó el 25 de octubre y entonces fue cuando se convirtió en un éxito sin precedentes, siendo la película independiente de serie B más taquillera de la historia.

El origen de la película lo encontramos en dos fuentes directas: una es el clásico Navidades negras (Black Christmas, 1974) de Bob Clark, como ya comenté en su correspondiente post. Clark explica en el audiocomentario del DVD que Carpenter se puso en contacto con él para hacer una secuela y que el argumento que le contó era parecido a lo que luego sería Halloween. La otra fuente son las películas de Dario Argento, que tuvieron una influencia visual clara si nos fijamos en la paleta de colores que se utiliza en el film. Carpenter comentó en una entrevista que Halloween era su película "a la Argento".

Halloween trata sobre el hombre del saco. Ahí radica una de las claves de la genialidad del guión de John Carpenter y la llorada Debra Hill a mi parecer: tratar miedos infantiles pero dirigidos a un público adulto. La película nos recuerda por qué nos daba miedo la oscuridad de pequeños. Nos recuerda que si una noche mientras duermes dejas un pie colgando es posible que sientas una fría mano en él y entonces te pongas a gritar y a gritar y posiblemente te vuelvas loco.

Otro de los aciertos es situar la película en un barrio residencial. Hasta entonces las películas de terror se ambientaban en perdidas mansiones en el campo o en algún lugar del desierto o en el espacio. Halloween sitúa el horror al lado de tu casa. En un entorno que era visto hasta entonces como seguro, como un lugar en el que no pasaba nada. Pero para finales de la década de los setenta estaba claro que nadie estaba a salvo, es la década en la que empiezan los ataques terroristas en aeropuertos y los grupos políticos radicales empiezan a actuar de forma violenta. En una de las escenas más recordadas de la película vemos como Laurie (Jamie Lee Curtis) busca ayuda en casa de un vecino gritando desesperada. Vemos como la luz dentro de la casa se enciende, alguien mira quién es y cuando ve a la pobre Laurie gritando y sangrando decide cerrar las cortinas y apagar la luz. Laurie se desespera: nadie va a ayudarla. Pues esta escena está inspirada en un suceso real que tuvo lugar en la ciudad de Nueva York y en aquel entonces causó bastante revuelo: una mujer fue asesinada de forma impune aunque gritó desesperada pidiendo ayuda porque ninguno de los vecinos hizo nada para ayudarla, algunos se quedaron mirando.

La película contó con la siempre efectiva presencia del gran Donald Pleasence como el doctor Loomis y representó el debut en pantalla de Jamie Lee Curtis. Esta película la convirtió en Scream Queen y protagonizó varias películas de terror. Sin embargo, a medida que avanzaba la década de los ochenta y la calidad de los slasher iba disminuyendo, Curtis abandonó el género y se dedicó a la comedia, para la que tiene auténtico talento. Nancy Kyes (entonces Nancy Loomis) interpretó a Annie; fue una habitual de las películas de Carpenter y tuvo una breve carrera como actriz, a pesar de ser bastante buena. La otra amiga de Laurie, Linda, fue interpretada por P. J. Soles. Aaah, P. J., que cantidad de momentos agradables me diste en la adolescencia. Como ya comenté en el post de Rock 'n' Roll High School (Allan Arkush, 1979), estuve perdidamente enamorado de esta actriz.

El éxito sin precedentes de la película provocó que se pusieran en marcha una serie de olvidables secuelas. Nada menos que siete continuaciones, todas realmente mediocres y malas. La tercera entrega, Halloween III: El día de la bruja (Halloween III: Season of the Witch, 1982, Tommy Lee Wallace), fue un intento de crear una serie de películas temáticas en torno a Halloween, pero la cosa no cuajó. La película también fue víctima de un mediocre remake dirigido por Rob Zombie que básicamente elimina todo lo que hacía funcionar la original. Este remake también tuvo su secuela en el 2009 pero a día de hoy no se ha estrenado en España por alguna misteriosa razón y se prepara una tercera entrega para el 2011. Sigh.

También existe una "versión extendida" de la película, la versión que pasan por la televisión (al menos en Cataluña). El origen de esta versión se encuentra en 1980. Cuando Halloween se iba a emitir en televisión fue necesario hacer algunos cortes (que Carpenter se encargó de hacer) para la censura televisiva. Como resultado la película no alcanzaba las dos horas (con anuncios) necesarias, así que Carpenter rodó nuevas escenas aprovechando que en ese momento se rodaba ¡Sanguinario! (Halloween II, Rick Rosenthal, 1981) y tenía a mano los actores. Estas nuevas escenas no incorporan nada, estaban destinadas a ser relleno.

En fin, disfrutad de este clásico con las luces apagadas.

30 oct 2010

A punto para Halloween 5: Dread



Antes de concluir este repaso por algunos memorables títulos del cine de terror para disfrutar en Halloween, quería comentar también algún título contemporáneo ya que actualmente también se están haciendo películas interesantes. Como Dread (2009), escrita y dirigida por Anthony DiBlasi.

La película adapta el relato homónimo de Clive Barker que apareció en el segundo volumen de Libros Sangrientos. El relato habla de cómo dejarnos dominar por nuestros miedos nos puede lanzar hacia la autodestrucción así como la fascinación que ejerce sobre nosotros tan infausta emoción. El protagonista del relato somete a diversos experimentos "controlados" a varios "conejillos de indias" con la intención de descubrir como superar sus propios miedos y traumas.

DiBlisi adapta fielmente el relato. Mantiene la trama principal en que Quaid (Shaun Evans), un joven perseguido por un trauma de la infancia, inicia un estudio sobre el miedo con la ayuda de dos estudiantes más: Stephen (Jackson Rathbone) y Cheryl (Hanne Steen). Quaid se irá obsesionando con el estudio y perderá el control sobre su propia vida arrastrando a los demás hacia terribles consecuencias.

Como he dicho, DiBlisi adapta de manera fiel el relato, expandiendo y creando situaciones para que la película alcance una longitud de largometraje. Sin embargo, hace dos cambios respecto al relato original que son significativos: uno es que hace a los personajes, en particular a Quaid, más jóvenes que en el cuento original y el otro es el final.

Supongo que si habéis leído el relato de Barker recordaréis como acaba. Eso no sucede en la película. Y es realmente la única pega que le encuentro al film. Mientras que el final de Barker resulta satisfactorio temáticamente y dramáticamente, el final de DiBlisi es previsible y sigue la moda de películas más recientes. Pero DiBlisi hace un buen trabajo creando los personajes y situándolos en una curva dramática ascendente de manera que el espectador se encuentra arrastrado por la tensión y la curiosidad de saber qué les va a suceder. E imagino que si al ver la película no has leído el cuento original, el final no causa ningún problema.

Dread cumple a la hora de proporcionar escalofríos y tensión, así que resulta perfecta para esta época del año. Una película interesante también por como trata los traumas psicológicos y las diversas maneras de enfocarlos.


29 oct 2010

A punto para Halloween 4: Payasos asesinos del espacio exterior



No hay nada gracioso en un payaso a la luz de la luna.
Lon Chaney Jr.

No sé a vosotr@s pero a mí siempre me dieron miedo los payasos. Especialmente esa sonrisa roja como pintada con sangre en sus caras blancas. Seguramente por eso, cuando vi por primera vez Clowns asesinos (Killer Klowns from Outer Space, Stephen Chiodo, 1988) siendo un tierno y joven chaval me dio mucho miedo. Cuál fue mi sorpresa cuando recuperé de nuevo la película años más tarde y descubrí que la película tenía abundantes toques de humor que me pasaron desapercibidos la primera vez que la vi.

Una joven pareja disfruta de un agradable rato de magreo. Son Mike (Grant Kramer) y Debbie (Suzanne Snyder) y no tienen ni una preocupación en el mundo. Todo cambia cuando ven un meteorito estrellarse cerca de donde están. Cuando van a investigar descubren en lugar de un meteorito una gigantesca carpa de circo. Y dentro de la carpa de circo descubrirán a... ¡Los payasos asesinos del espacio exterior! Su objetivo: usar a los humanos de tentempié para sus viajes por la galaxia.

La película combina homenajes a clásicos de la ciencia-ficción de los 50 y 60, como La masa devoradora (The Blob, Irvin S. Yeaworth Jr., 1958) con una rabiosa originalidad en lo que se refiere a los payasos asesinos. Altos, con una piel vieja y apergaminada y una terrible hilera de colmillos en la boca, van armados con todo un arsenal muy específico: desde palomitas de maíz capaces de arrancarte la cabeza a sombras chinescas asesinas. Aunque para mí uno de los momentos más impactantes es cuando usan al sheriff del pueblo (John Vernon) como marioneta.

La película se debe por entero a la imaginación de los hermanos Chiodo, famosos por sus efectos especiales, que se encargaron del guión, la dirección y, por supuesto, de los trucajes que vemos en la película. Algunos memorables, como las sombras chinescas.

Convertida en película de culto, proporciona grandes momentos de suspense combinados con toques de humor que ayudan a no tomárselo todo demasiado en serio.

Muy recomendable, indispensable en cualquier buen maratón de Halloween.

Destacar también el fantástico tema que compusieron The Dickies para la película.

28 oct 2010

A punto para Halloween 3: La semilla del diablo




Estrenada en 1968, el clásico de Roman Polanski La semilla del diablo (Rosemary's Baby) es una de esas raras ocasiones en que si has visto la película no tienes por qué leerte el libro y viceversa, ya que Polanski, tal vez porque se trataba de la primera vez que adaptaba una novela y trabajaba material que no era suyo, hizo una traslación de la novela a la pantalla casi palabra por palabra. Fue la manera más inteligente de actuar ya que la novela de Ira Levin tiene una cuidada estructura y una delicada manera de construir el suspense, cosas que quedan intactas en la película. Por ejemplo, el diálogo que mantienen las monjas del primer sueño que tiene Rosemary (Mia Farrow) en su nueva casa adquiere una nueva importancia y significado cuando se llega a la parte final de la película, en la que todos los cabos se atan.

Polanski no repetiría esta fidelidad, cosa que habría hecho más interesante El quimérico inquilino (The Tenant, 1976) ya que eliminó la ambigüedad que hacía destacar la novela original de Roland Topor. En el film Polanski lo plantea todo indicando que el protagonista (interpretado  por él mismo) se está volviendo loco, mientras si leéis la novela podréis ver como Topor deja abierta la posibilidad de que sean realmente los vecinos los que estén atormentando al desdichado protagonista.

Volviendo a Rosemary's Baby, esta película se puede resumir en una palabra: paranoia. Rosemary descubre que hay una conspiración en su contra y que no se puede fiar de nadie ya que parece que todo el mundo está metido en ella. Aunque yo no incluiría al doctor Hill (Charles Grodin) ya que actúa pensando que Rosemary delira y no como si fuera parte del cónclave.

Ahí la importancia de mantener intacta la estructura de la novela de Levin. Los elementos que van planteando que una amenaza pesa sobre Rosemary son en un principio planteados para ser captados por el espectador. Diversas pistas como la conversación del primer sueño ya mencionada, la conversación en torno a la visita del Papa o el final de la conversación entre Guy (John Cassavettes) y Roman Castevet (Sidney Blackmer) que captamos brevemente en la primera cena entre los Woodhouse y los Castevet; son ofrecidas al espectador para que se ponga alerta. Luego, el resto de incidentes son planteados para que sea Rosemary la que se de cuenta de que algo huele a podrido en Dinamarca. Otra cosa que se traslada de la novela a la pantalla es la meticulosa documentación sobre ritos satánicos y cosas relacionadas para dotar de realismo a la historia.

Esta película es lo que los americanos denominan un slow burn, una película que se cuece a fuego lento, tejiendo una ominosa red de amenaza y angustia sobre la protagonista y los espectadores. Para que ello funcione es necesario tener un o una protagonista con el que sentirse identificado. En el caso de Rosemary, a pesar de ser encarnada por Mia Farrow, funciona ya que presenta una mujer que por un lado es moderna e independiente con un toque de ingenuidad e inocencia haciendo que sea fácil sentir empatía por ella, además de añadir los restos de educación católica que la convierten en la víctima perfecta para el cónclave.

Otro elemento interesante de la película es el humor negro, casi satírico, con el que Polanski nos presenta a los villanos de la función. Especialmente resalta como utiliza la comedia en la escena final para subrayar el horror y el absurdo de la situación. Me refiero a detalles como el japonés haciendo fotos como si fuera un turista en la Sagrada Familia o los diversos diálogos que escuchamos entre los asistentes, que podríamos contrastar con los de la fiesta para "sus amigos jóvenes" que celebran Rosemary y Guy.

Mención aparte merece el productor de la película, William Castle, el rey de los gimmicks en el cine y director de los clásicos con Vincent Price House on Haunted Hill (1959) y la memorable y gritona The Tingler (1959), entre otros. Realmente contrasta el estilo de Polanski en Rosemary's Baby con el de Castle, mucho más grandguiñolesco. También mencionar la música de Krzysztof Kameda, muy acorde con la película, especialmente una inquietante canción de cuna en la que canta Mia Farrow.

En definitiva, un imperecedero clásico del cine de terror y del cine en general.

27 oct 2010

A punto para Halloween 2: Sleepaway Camp



No se puede hacer una serie de películas de terror para Halloween sin un buen slasher ochentero. En este caso, uno de mis placeres culpables favoritos: Sleepaway Camp (Robert Hiltzik, 1983). Como la película es conocida con diversos títulos (Campamento sangriento o Campamento de verano) me referiré a ella exclusivamente con su título original.

Sleepaway Camp surge al principio de la oleada slasher de los ochenta. Siguiendo el modelo de la serie Viernes 13 o de la estupendísima The Burning (Tony Maylam, 1981), la película está ambientada en el típico campamento de verano donde irán a parar un montón de víctimas propiciatorias para el psicópata de turno. Entre los desdichados campistas tenemos a Angela (Felissa Rose), una pobre niña que no acaba de encajar y es el objetivo de todas las bromas, aunque cuando empiecen los asesinatos las bromas dejarán de preocuparla.

La película desde el momento de su estreno se ha convertido en un pequeño clásico de culto y tiene una legión de fans. Yo tal vez no sea un fervoroso fan, pero sí he de decir que me gusta bastante. Sin embargo, no puedo decir que sea una buena película en el sentido de que tenga una fotografía fantástica, una dirección magistral (o buena) y unas interpretaciones arrebatadoras. No amig@s, el atractivo que ejerce sobre mí Sleepaway Camp radica en su torpona dirección, en la sordidez de sus escenas, en los asesinatos más o menos sangrientos. En resúmen: en lo que me divierto viéndola.

Pero sí puedo decir esto: la primera vez que vi la escena final me dejó pasmado, patidifuso y alucinado. Es esa escena la que le ha proporcionado gran parte de su aura de película de culto. Obviamente, no entraré en detalles aquí para no estropeársela a nadie. Mas añadiré: chico, realmente esto no lo vi venir.

Recomiendo ver esta película, en caso que os apetezca, rodeados de amigos y con algo de comida y bebida, ya que es una película ideal para divertirse en compañía.

Incluso Sleepaway Camp tuvo suficiente éxito para generar secuelas: Sleepaway Camp 2: Unhappy Campers (Michael A. Simpson, 1988); Sleepaway Camp 3: Teenage Wasteland (Michael A. Simpson, 1988); Return to Sleepaway Camp (Robert Hiltzik, 2008). La 2 y la 3 tienen un tono de comedia que parodia hasta cierto punto los slashers, ya nos encontrábamos entonces en la decadencia del género hasta su resurgir a mediados de los noventa. Especialmente la 2 es bastante divertida y me reí unas cuantas veces a carcajadas. Return no he tenido oportunidad de verla, pero espero hacerlo en un futuro próximo (como la semana que viene).

En 1992 se empezó a filmar lo que tendría que haber sido la cuarta parte: Sleepaway Camp IV: The Survivor dirigida por Jim Markovic. Pero la compañía que la producía cayó en bancarrota y la película nunca se terminó, quedando sólo media hora de material. Para 2011 es posible que se estrene Sleepaway Camp Reunion de nuevo con Hiltzik en el guión y la dirección. Sin embargo en la web oficial de la serie no la mencionan y hablan en cambio de Sleepaway Camp: Bersek que tendría de nuevo a Michael A. Simpson de nuevo al frente.

26 oct 2010

A punto para Halloween 1: El Exorcista



Se acerca Halloween, o Todos Los Santos, y rebuscando algo para ir preparando tan señalada fecha entre mi vasta colección de tesoros pop, terroríficos y cinemáticos (lo que sucesivas parejas han apodado cariñosamente "tu montón de basura") me topé con un ejemplar de Fangoria, el número 31 que salió el mes de julio de 1994, que incluía un reportaje sobre los efectos especiales de El Exorcista (The Exorcist, William Friedkin, 1973). ¡El Exorcista! Qué mejor manera de empezar a celebrar esta festividad que con uno de los títulos más aterradores de la historia del cine.

Una de las cosas que me llamó la atención repasando la película fue la manera tan sucinta y efectiva que tiene Friedkin de presentar a los personajes, con pocos detalles nos hace saber todo lo que necesitamos saber de ellos. El prólogo en Irak nos presenta a uno de los personajes centrales, el Padre Merrin (Max von Sydow), el exorcista que ya no volverá a aparecer hasta los últimos veinte minutos de película. Es en este prólogo también donde se van plantando las semillas de lo que será uno de los temas centrales de la película: el bien contra el mal, la lucha contra el diablo que se resume en un plano digno de un western en el que vemos a Merrin frente a frente contra Pazuzu, el demonio contra el que se supone que se enfrenta en el duelo final.

Como he dicho, ya desde el prólogo Friedkin va introduciendo detalles que tendrán un significado especial a medida que avanza la película. Son detalles sutiles pero a los que si uno está atento hacen que la película sea más redonda y bien pensada. Mención aparte tienen las imágenes subliminales con las que Friedkin juega para provocar nerviosismo en el espectador. Imágenes que en un primer momento puede que pasen desapercibidas pero que también contribuyen al efecto general del film.

Si hay algo que se le da bien a Friedkin es el realismo. Tiene la costumbre de investigar y preparar muy bien cada película, añadiendo matices y riqueza a los guiones que filma. No es de extrañar teniendo en cuenta que Friedkin procedía del mundo de los documentales cosa que destaca en películas como Contra el imperio de la droga (The French Connection, 1971). En el caso de El Exorcista contribuye a hacer más impactante la parte final rodando todo lo que la antecede de forma sobria, introduciendo los elementos perturbadores de forma puntual y sin llegar nunca a la acumulación o a saturar al espectador. Todo lo contrario, deja sitio para que el espectador piense sobre lo que está sucediendo sin abandonar nunca su estilo realista.

Dentro de este aspecto cabe destacar el uso que hace Friedkin del silencio. Cada momento perturbador, en el que la poseída Regan (Linda Blair) comete alguna barbaridad o sucede algún fenómeno inexplicable, está precedido y seguido de momentos de silencio en el que no se oye nada. Esto consigue dos cosas. Por un lado hace que los momentos terroríficos, por llamarlos de alguna manera, tengan un impacto mayor y resulten aún más extremos en comparación con el silencio que los sigue. Por otro lado da oportunidad al espectador para recuperarse y prepararse para el siguiente impacto, consiguiendo que la película sea efectiva de principio a fin, ya que el espectador no está saturado y aburrido de continuos impactos y sustos, un error en el que suelen caer las películas de terror actuales.

Todo esto contribuye a que la película resulte efectiva hoy día, la habilidad de Friedkin como director, pero en su momento otros factores sociales provocaron que en el momento de su estreno la película se convirtiera en un fenómeno.

Como ya la mayoría sabe, William Peter Blatty se inspiró en un caso "real" que tuvo lugar en 1949 en Maryland, donde un niño fue exorcizado de un demonio. El caso llenó los titulares de la prensa de entonces, pero no es hasta principios de los setenta que Blatty escribe la novela y se hace la película. Y es que es justo en ese momento que la película tenía que hacerse.

El cine de terror es el género que, mucho mejor que cualquier drama social, nos muestra la realidad del momento en que se produce. En cierta manera actúa como nuestro subconsciente colectivo. En el caso de El Exorcista recordad que desde mediados de los sesenta se estaba produciendo la revolución hippie. Sin embargo, en 1968 los asesinatos del caso Tate-LaBianca orquestados por Charles Manson marcaron el final del Verano del Amor. De repente, los inofensivos hippies se habían convertido en adoradores del diablo y peligrosos asesinos. Muchos padres veían como sus hijos actuaban de manera totalmente extraña para ellos, dejándose el pelo largo y escuchando música decididamente demoníaca como la que hacía Black Sabbath.

De esta manera, El Exorcista tuvo un efecto catártico entre los espectadores de la época, algo parecido a lo que experimentaron los japoneses cuando vieron Japón bajo el terror del monstruo (Gojira, Ishiro Honda, 1954) cuando las heridas de los bombardeos en Hiroshima y Nagasaki todavía eran recientes.

En el año 2000 se estrenó una versión extendida y reeditada de la película. Presenta cambios en diferentes escenas, aparte de añadir escenas eliminadas, y además Friedkin añade más imágenes subliminales y sutiles efectos. La película fue promocionada como "el montaje del director" o "la versión que no te dejaron ver". En realidad, esta revisión de la película fue impulsada por Blatty, que no sólo era autor de la novela original y guionista de la película sino también productor de la misma. Resulta interesante de ver y añade diversos matices a la original. Yo me quedo con ambas, no tengo una favorita.

La trayectoria de El Exorcista en DVD en España ha sido bastante pobre. La original venía sólo con la película, sin ninguno de los extras de las versiones americanas o inglesas. Al igual que con la versión extendida. En blu-ray la cosa no ha cambiado mucho y a fecha de hoy sólo se puede encontrar la versión extendida con algunos extras. Yo os recomiendo que os compréis, bastante barata, la edición inglesa en blu-ray de dos discos que incluye ambas versiones de la película y extras y documentales para parar un tren. Además ambas versiones están subtituladas en castellano.



25 oct 2010

Batman: La película (Batman)



Batman es la única comedia de situación sin risas grabadas.
William Dozier, productor ejecutivo de Batman (1966-1968)

Como la mayoría, descubrí la serie televisiva protagonizada por Batman en los sesenta de pequeño a través de la televisión autonómica. Y también como la mayoría quede mesmerizado por los argumentos absurdos, los POW y KA-POOM que llenaban la pantalla y el colorido pop que dominaba la serie. Al crecer también sentí fascinación por Julie Newmar haciendo de Catwoman, pero eso es otra historia.
William Dozier y Lorenzo Semple, Jr. crearon una delirante y divertidísima parodia del género de superhéroes y del cómic que se hacía en aquellos momentos. Sátira despiadada de las infantiles historias que se publicaron durante un tiempo en los cómics de superhéroes, sorprende (o por lo menos a mí me sorprende) que haya gente que se la tome en serio y le parezca una cutrada ya que no entiende que se trata de una parodia, que piensa que realmente en los sesenta las series de acción eran así. Por otro lado, los fans de Batman la odian, ya que les parece que ofrece una imagen ridícula de su héroe. Bueno, yo mismo fui fan de Batman durante mucho tiempo (hasta que recientemente empezaron con todo este rollo de matar a Bruce Wayne y luego intentar resucitarlo, ahí dejé de seguir la serie regular) y la verdad es que hubo un periodo entre los cincuenta y sesenta que las historias de Batman no tenían el nivel de calidad que alcanzarían más adelante. Pero el problema no lo tenía sólo Batman, a mediados y finales de los cincuenta el cómic de superhéroes sufrió una terrible crisis.

Julie Newmar como Catwoman, un buen motivo para lanzarse al fetichismo
Para entender el origen de la serie televisiva y la decadencia del cómic es necesario retrotraernos a 1949. En aquel año William Gaines se hizo cargo de la compañía de publicaciones de su padre: Educational Comics. Gaines cambió el nombre de la empresa por el de Entertaining Comics, más adelante conocida simplemente como EC Comics (cada vez que menciono los EC Comics en el blog podéis tomaros un chupito). Gaines empezó a publicar entonces una serie de colecciones centradas en el terror que serían un gran éxito entonces y hoy son clásicas: Tales from the Crypt, The Vault of Horror y The Haunt of Fear. Si bien publicó unas también geniales series de suspense y ciencia-ficción y unas adelantadas a su tiempo series (anti)bélicas; fueron las series de terror las que le proporcionaron tremenda fama y éxito económico. Hacia 1954, los competidores e imitadores de los cómics de Gaines recibieron ayuda de Fredric Wertham (me niego a llamarlo doctor) que publicó un "libro" llamado La seducción del inocente, que aseguraba que los cómics eran responsables del aumento de la delincuencia juvenil en Estados Unidos. No sólo eso, personajes como Wonder Woman (una mujer fuerte, inteligente e independiente) lanzaban a los chicos y chicas hacia la... ¡homosexualidad! Sí, la moral de América tenía que preservarse a toda costa. Se organizaron unas sesiones en el Congreso de  los Estados Unidos para determinar hasta que punto los cómics eran responsables de la delincuencia y depravación homosexual que azotaba el país. Gaines defendió sus publicaciones e intentó que los editores de cómics se unieran para defenderse.

Sin embargo, los editores, más interesados en ganar dinero, decidieron crear un órgano censor que controlara la moralidad de las publicaciones. El llamado Comics Code Authority (CCA) diseñado específicamente para acabar con las exitosas publicaciones de Gaines. Éste en un principio intentó integrarse a pesar de todo, pero decidió tirar la toalla cuando una de sus historias de ciencia-ficción que trataba sobre el racismo fue rechazada ya que el personaje principal era negro. Pero, claro, la moral de los jóvenes tenía que protegerse.

Las consecuencias de todo esto fueron que Gaines dejó de publicar cómics y pasó a crear la revista humor MAD, así que tampoco le fue mal. Por desgracia, ahora los cómics sufrían con un restrictivo código censor que provocó que de mediados de los cincuenta a los sesenta se publicaran toda una serie de ridículas e infantiles aventuras, una decadencia que aún hoy día es usada a la hora de parodiar o criticar los cómics de superhéroes. Eso no quiere decir que no se publicaran buenas historias, algunos autores lo conseguían  a pesar de las fuertes restricciones, pero no eran las suficientes. Por fortuna todo cambió gracias al genio de Stan Lee que en noviembre de 1961 publicó el número uno de Los Cuatro Fantásticos, dando inicio a una serie de tebeos más maduros e inteligentes.

En cuanto al CCA, con el tiempo fue cambiando y hoy día ya no es tan restrictivo como hace tiempo. El momento decisivo sucedió de nuevo gracias a Stan Lee: cuando a mediados de los setenta el Departamento de Salud y Educación pidió a Lee que publicara una historia de Spider-Man en la que se advirtiera de lo perjudicial que eran las drogas a los niños. Lee (que es más listo que el hambre) integró el mensaje contra las drogas dentro de la trama de Spider-Man contra el Duende Verde, introduciendo el mensaje pero sin predicar. Sin embargo, cuando envió la historia al CCA estos dijeron que no se podía publicar ya que según el código no se podían hacer mención a las drogas en un cómic. Lee decidió ante lo absurdo de la situación que se publicaran los tres números con la historia sobre las drogas sin el sello del CCA. El resultado fue un tremendo éxito, no sólo de ventas pero también a nivel social, y el CCA se vio obligado a replantearse muchas cosas.

Volviendo al tema que nos ocupa, el Batman que se parodiaba en la serie televisiva de los sesenta era este Batman debilitado por el código. El éxito de la serie televisiva llevó en 1966 a estrenar una película: Batman: La película (Batman, Leslie H. Martinson).



La película es como un capítulo de hora y media de la serie, aunque tenemos a Lee Meriwether haciendo de Catwoman en lugar de a Julie Newmar. La película sigue las peripecias de Batman (Adam West) y Robin (Burt Ward) mientras se enfrentan a cuatro de los más peligrosos villanos a los que se han enfrentado nunca: el Joker (Cesar Romero), el Pingüino (Burguess Meredith), el Acertijo (Frank Gorshin) y la ya mencionada Catwoman.

Lee Meriwether como Catwoman: ¡Miau!

Una de las cosas que más destacan es la interpretación de Adam West. No sólo el aspecto que tiene con las mallas ajustadas sino la extraña manera que tiene de soltar las frases. Nicolas Cage, si os fijáis, le imita cuando hace de Big Daddy en Kick-Ass (Matthew Vaughn, 2010), en la versión original, claro. La colección de objetos absurdos parece no tener fin, siendo mi favorito el Bat-repelente de tiburones. La trama central resulta también adecuadamente absurda: los villanos inventan una máquina que deshidrata sobremanera a la gente provocando que lo único que quede sea un montoncito de polvo. Batman tendrá que encontrar la manera de devolver los montoncitos de polvo en que se han convertido diferentes miembros de la ONU a su forma humana original.

El humor de la película (que Adam West define como "teatro del absurdo") entiendo que seguramente no es para todo el mundo. Como mencionaba antes, todavía hay gente que se toma todo el asunto en serio y es incapaz de ver la comedia. Creo que es una de esas películas que se ha de disfrutar con la mente abierta y desenfadada que demanda la película, dejarse llevar por el espíritu camp que alimenta el film y disfrutar del estilo pop que impregna el conjunto. Mi objetivo principal al iniciar este blog era acercar a la gente toda clase de películas: desde el más trascendente cine de autor a la exploitation más sórdida. Ya que como cinéfago yo no tengo ningún tipo de prejuicio contra género, país, año o lo que sea. Por ello presento hoy esta película, ya que siempre he tenido la sensación de que pesan sobre ella demasiados prejuicios que son injustos sobre un film extravagante, divertido, absurdo y con un encanto inocente que la hace entrañable. Algo de lo que me parece que necesitamos más.


22 oct 2010

Los amos de la noche (The Warriors) - Ultimate Director's Cut



Ésta es una de esas películas que o la pillas y te hace gracia o te parece una tontá. Estrenada en 1979, Los amos de la noche (The Warriors) se basaba originalmente en una novela de Sol Yurick que trataba sobre los conflictos de las bandas que corrían por las calles de Nueva York. La intención de Hill era hacer una película urbana y realista, pero eso implicaba que los protagonistas tenían que ser hispanos y afroamericanos, cosa que, en el Hollywood racista de la época, no era aceptable para los estudios que instaron a Hill a que los protagonistas fueran blancos.

Hill era consciente que hacer una película realista sobre las bandas de Nueva York protagonizada por blancos rubitos iba a resultar ridícula. Lo que hicieron entonces él y el co-guionista David Shaber fue trasladar la historia a una especie de realidad alternativa en la que una fantástica Nueva York está infestada de una diversa variedad de bandas organizadas con diferentes motivos temáticos. Para la trama se inspiraron en La Anábasis de Jenofonte que narra como un contingente de 10.000 soldados griegos se vieron atrapados tras las líneas enemigas persas sin apoyo ni recursos.

Así nace la historia de The Warriors: cuando Cyrus, el líder de una poderosa banda, convoca a todas las bandas de la ciudad para crear una gran alianza es asesinado. Los Warriors son acusados injustamente del crimen por los auténticos asesinos. Los Warriors intentan volver a casa mientras todas las bandas de la ciudad los persiguen e intentan matarlos, aunque los Warriors no entienden por qué, ya que no saben que han sido hechos responsables del asesinato de Cyrus.

Hill dirige con brío el desesperado esfuerzo por volver a casa de los Warriors y las diferentes peripecias que sufren por el camino. A pesar de ello la película no acabó de funcionar en su momento. Hill lo atribuyó a que no había transmitido bien el tipo de realidad y mundo en el cual transcurría la historia. Por ello, en el Ultimate Director's Cut que salió por el 2005, Hill añadió al principio una narración que hace referencia a la historia de los 10.000 y unas animaciones que imitan las viñetas de un cómic como transición entre varias escenas.

Uno de los protagonistas de The Warriors es James Remar, que hace de Ajax, y muchos reconoceréis como el padre de Dexter en la serie homónima. Y el protagonista principal, Michael Beck, se labró una gran reputación gracias a esta película que luego fue arruinada y destruida por su participación en la absurdamente hortera Xanadú (Xanadu, Robert Greenwald, 1980).

Esta es una pequeña rareza que os puede resultar simpática o una pérdida de tiempo, como decía al principio, pero si se puede decir algo a su favor es que desde luego es diferente. Ahora mismo, Tony Scott está preparando un remake, que viviendo de Scott puede ser horrible o sublime.

21 oct 2010

Valerie and Her Week of Wonders (Valerie a týden divu)



Stephen King describió a un crítico como alguien que tiene un Rolls Royce, lo desmonta pieza a pieza y luego te señala el conjunto de piezas esparcido por el suelo diciendo: "ahí tienes un Rolls Royce". Estoy de acuerdo en que muchas veces la crítica especializada quita el misterio o el interés de las obras que analiza básicamente destripando la obra para ver que era lo que la hacía caminar. Por eso me resisto a la hora de intentar analizar o destripar esta maravilla checa llamada Valerie and Her Week of Wonders (Valerie a týden divu, 1970) dirigida por Jaromil Jires. La razón de ello es que es una película tan cargada de magia y poesía que me gustaría que todo el mundo la experimentase como hice yo, sin saber nada del argumento ni de que trataba ni nada.

Obviamente, la película no cayó en mis manos procedente de la nada. Conocí este título a través de la rama británica de Amazon. Me la recomendaron por la compra de otras películas del estilo que había hecho y como no sabía nada de ella vi el tráiler que había en la página de la película. El conjunto de imágenes me sedujo de manera inmediata de forma que me la compré sin pensarlo.

El film está basado en una novela de Vítezslav Nezval que adaptaron Jaromil Jires y Ester Krumbachová dando forma a un increíble film surrealista (que no experimental). Se mezclan motivos de cuentos de hadas con simbología surrealista sacada de sueños y pesadillas. Valerie (Jaroslava Schallerová) es una niña de unos doce años que empieza a experimentar los primeros cambios hacia la adolescencia. La película contiene elementos eróticos muy inocentes, en el sentido que no están creados como herramienta de estimulación sexual sino como una manera simbólica de representar el despertar sexual de Valerie.


Y ya estoy haciendo lo que me había prometido que no haría. Mirad, esta película os insto a que la veáis, si queréis, y que la disfrutéis por la bella obra de arte que es. Dejaos llevar por las imágenes y las sensaciones que os transmite. Buscadle vuestra propia interpretación. Eso sí, en algunas críticas se interpreta la película como si fuera un sueño que tiene Valerie, pero desde mi punto de vista si no aparece Valerie al principio durmiendo y al final despertando todo es real, la película es la representación de una realidad simbólica y mágica pero realidad al fin y al cabo.

Disfrutadla y extasiaros.

20 oct 2010

Solteros (Singles)



Los noventa no fueron una época musicalmente memorable excepto por el nacimiento del grunge. Yo fui uno de los que vivió aquella época de pleno. Toda una serie de grupos nuevos que con ciertas diferencias de sonido entre sí pero que parecían compartir una filosofía que conjuntaba aspectos musicales pasados, mezclando punk y rock, con una sensibilidad completamente nueva. Así, junto a mis discos y cintas de Alice Cooper, AC/DC y Ramones empezaron a aparecer Soundgarden, Pearl Jam y Nirvana, claro.

El grunge coincidió con lo que fue llamado Generación X. Nombre originado por una novela de Douglas Coupland llamada así, aunque el término había aparecido él lo había usado previamente en un artículo. La Generación X hacía referencia a aquellos que en ese momento tenían veintitantos años y estaban creando una cultura acelerada, como la calificó Coupland. Bien, sobre la Generación X y el grunge se produjeron un par de películas, digamos generacionales, que utilizaban estos conceptos. Más Generación X era la aburrida y sosa Bocados de realidad (Reality Bites, Ben Stiller, 1994); más grunge fue el título que nos ocupa: Solteros (Singles, 1992).

Escrita y dirigida por Cameron Crowe, la película retrata las peripecias sentimentales de un grupo de veintañeros que viven en Seattle. Si bien las tramas son las habituales en una comedia romántica, el estilo a la hora de contarlas es la que diferencia la película de otras con un entramado parecido. Crowe cruza sus diferentes personajes por entornos comunes, haciendo que los protagonistas hablen directamente a cámara, a nosotros, comentando sus experiencias vitales y su despiste existencial.

Desorientación es realmente la palabra. Janet (Bridget Fonda) lo resume todo cuando cuenta como de pequeños se imaginaban que para la época en que vivían ya viajarían en coches voladores, pero ahora se dan cuenta de que el futuro ya no es lo que era. Ello causa cierta decepción que provoca que en algunos casos se alejen de la madurez. Claro que siendo una película, las cuestiones emocionales y despistes existenciales se resuelven para cuando empiezan a rodar los títulos de crédito, pero uno puede intuir ya el actual fenómeno de eternos adolescentes que representa el momento en que vivimos.

Dejando estas cuestiones de lado, ciertamente la película es bastante divertida (cameo de Tim Burton incluido) y te ríes bastante, uno de los objetivos que tiene al fin y al cabo. Siendo una película de Cameron Crowe la banda sonora es excelente, claro.



Tema de Soundgarden, pioneros del grunge. Videoclip ciertamente inquietante.


Soundgarden - Black Hole Sun
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19 oct 2010

Bob, Carol, Ted y Alice (Bob & Carol & Ted & Alice)



Bob y Carol Sanders (Robert Culp y Natalie Wood) asisten a un centro new age para parejas que les cambia la vida. Cuando deciden compartir sus revelaciones vitales con Ted y Alice Henderson (Elliott Gould y Dyan Cannon), un matrimonio amigo suyo, se producirán diferentes conflictos, basados en el choque de mentalidades, que también afectarán a las distintas parejas.

Con esta sencilla premisa el director Paul Mazursky creó una comedia clásica con tintes dramáticos, escrita por él y Larry Tucker, estrenada en 1969 que, a primera vista, puede parecer como muy de los sesenta pero lo cierto es que su contenido sigue siendo vigente hoy día.
Ciertamente los centros de exploración personal y las terapias de grupo eran una novedad en aquel momento pero lo cierto es que siguen practicándose hoy día, por tanto no es algo que haya quedado muy desfasado. De hecho, el centro que aparece al principio de la película todavía existe hoy día. Y prácticas como la del Tai chi ahora están de moda.

No podemos decir lo mismo del vestuario.

El caso es que el centro de la película, que son los conflictos entre las parejas, se puede todavía aplicar a las parejas de hoy día, ya que hay cosas que no cambian. Por un lado tenemos a Bob y Carol que intentan vivir su vida de acuerdo a las revelaciones vitales que han tenido y descubren que no es tan fácil como parece en un principio, ya que tienen que enfrentarse a los prejuicios y costumbres grabados a fuego por su educación. Por otro lado tenemos a Ted y Alice que se muestran perplejos ante el cambio que han experimentado sus amigos y, de nuevo, la actitud vital de Bob y Carol choca con lo que Ted y Alice consideran correcto. O lo que Ted considera correcto y lo que Alice considera correcto. Es en estos conflictos y enredos que el espectador actual puede sentirse identificado.

La película se construye en base a largas escenas que nos van revelando cosas sobre los personajes. Son escenas que oscilan entre divertidas y muy divertidas con sus toques de drama. Una de las más efectivas, con la que yo me reí más, es una escena en la que Ted y Alice discuten sobre la confesada infidelidad de Bob y la aceptación de Carol de la misma. Lo hacen justo antes de ir a dormir, momento en que la discusión va degenerando hasta el punto en que Ted quiere hacer el amor pero Alice no quiere, aunque tampoco quiere que Ted se vaya a dar una vuelta para quemar energía. Es el tipo de cosa que contado pierde atractivo pero es el excelente trabajo de los actores y los diálogos lo que hacen que resulte hilarante.

El cuarteto protagonista es realmente estupendo. Natalie Wood está tan atractiva y encantadora que es imposible no enamorarse de ella. Rober Culp encarna perfectamente a Bob, un director de documentales algo frívolo. Pero Elliott Gould y Dyan Cannon se llevan la palma como Ted y Alice, representando a una pareja moderna pero con características algo conservadoras, un típico ejemplo de la clase media cuyos valores se tambalean por la influencia de Bob y Carol. Por su trabajo Gould y Cannon fueron nominados a los Oscars al mejor actor y actriz secundario (algo así como los TP de Oro del cine) pero no los ganaron. Lo que demuestra una vez más que esto de los Oscars no tiene ningún valor ni son indicativos de que los premiados sean realmente mejores que el resto.

En fin, si os apetece una sólida comedia dramática con buenos actores y buenos diálogos, ésta es una buena opción.

18 oct 2010

Gremlins



La edición en blu-ray de Gremlins (1984) de Joe Dante me ha servido de excusa perfecta para repasar por enésima vez este clásico, un título mítico dependiendo de la edad que tengáis. Más allá del simple hecho nostálgico, Gremlins es un título tremendamente interesante desde el punto de vista cinematográfico: una película ambientada en Navidad que fue estrenada en pleno verano y cuyo contenido violento provocó junto a Indiana Jones y el templo maldito (Indiana Jones and the Temple of Doom, Steven Spielberg, 1984) que se creara la calificación PG-13 en Estados Unidos que por desgracia dominó el panorama cinematográfico americano esta última década. Además su tono es realmente único, al igual que la trilogía Indiana Jones tiene elementos de comedia pero no es una parodia y a pesar de los elementos terroríficos tampoco es una película de terror. Es una montaña rusa.

El término "gremlin" en inglés significa algo parecido a duende (así como el término "mogwai" en cantonés). Tiene su origen en la Segunda Guerra Mundial, cuando los pilotos americanos llamaban gremlin a cualquier fallo en sus aviones. De ahí surgió la leyenda según la cual muchos aviones americanos fueron derribados a causa de gremlins que destrozaban los motores (recordaréis al señor Futterman (Dick Miller) contando parte de esta leyenda). En 1943 Roald Dahl escribió The gremlins, libro protagonizado por estas criaturas que Walt Disney proyectó llevar a la pantalla pero finalmente no fue llevado a cabo. Pero en el mismo 43 un gremlin se convierte en la peor pesadilla de Bugs Bunny en el corto Falling Hare:



En los sesenta, Richard Matheson escribió Pesadilla a 20.000 pies, en la que un atribulado pasajero descubre un gremlin en el ala del avión en que viaja e intentará salvar al pasaje que obviamente piensa que está loco. En 1963 se convirtió en uno de los episodios más memorables de La Dimensión Desconocida (y podéis verlo entero y subtitulado en el post que dediqué a esta clásica serie de televisión aquí).

A mediados de los setenta, el lamentablemente fallecido Dan O'Bannon escribió una historia llamada B-17 para la revista de cómics Heavy Metal Magazine en la que los tripulantes de un B-17 se enfrentan a unos gremlins que pretenden estrellar el avión. O'Bannon luego usó parte de la estructura de aquella historia para un guión que estaba escribiendo titulado Alien (a lo mejor os suena la película que se hizo) y la propia historia fue adaptada en el influyente clásico Heavy Metal (Gerald Potterton, 1981) cambiando los gremlins por zombis.

El guión original de Gremlins fue escrito por Chris Columbus mientras estudiaba en la universidad y fue inspirado por el ruido que hacían las ratas en las paredes del apartamento en que vivía por la noche. Se trataba de una comedia de terror gore. Había escenas de los gremlins en un local de comida rápida comiendo personas, el perro moría y en una de las escenas Billy llega a casa y ve la cabeza de su madre caer por las escaleras, además Billy y Kate tenían trece años. Steven Spielberg compró el guión de Columbus con la intención de hacer una película de terror de serie B. Para ello eligió a Joe Dante del que había visto Piraña y Aullidos (The Howling, 1981), siendo un gran fan de la segunda.

Phoebe Cates, protagonista de Gremlins y amor de juventud
 Pronto se dieron cuenta que para hacer la película necesitarían un presupuesto mayor y empezaron también los cambios en el guión para hacerla apta para todos los públicos; aunque no perdió un ápice de gamberrismo y diversión subversiva. De hecho, los cambios siguieron mientras se rodaba: originalmente Gizmo (chisme o trasto en inglés) se convertía en líder de los gremlins Stripe (mechón) pero Spielberg pidió que Gizmo no cambiara ya que pensó que la gente preferiría verlo durante toda la película; en la escena en que Billy (Zach Galligan) descubre el cadáver del profesor Hanson (Glynn Turman) en un primer momento se veía que tenía la cara llena de agujas hipodérmicas clavadas por un gremlin como venganza, de nuevo Spielberg pidió que se cambiara por la escena que ahora está en la película. Una de las escenas más polémicas durante la producción fue el monólogo de Kate (Phoebe Cates): los ejecutivos del estudio querían que la escena fuera eliminada pero Dante estaba emperrado en conservarla ya que representaba el espíritu y el corazón de la película. Finalmente, Spielberg fue determinante para que la escena se conservara al mediar con el estudio.

Finalmente la película se estrenó en el verano del 84, compitiendo con Los Cazafantasmas (Ghostbusters, Ivan Reitman) y Indiana Jones y el templo maldito (¡menuda cosecha aquel año!). Gremlins es puro Dante: está repleta de homenajes y referencias cinematográficas y de cameos de protagonistas de clásicos de la ciencia-ficción. De Robby el Robot de Planeta Prohibido a  Kenneth Tobey de El enigma de otro mundo hasta referencias a Aullidos.

El éxito de la película hizo que los ejecutivos que no estaban muy convencidos de lo que Dante hacía quisieran una secuela inmediatamente. Agotado, Dante rechazó hacerla y el proyecto fue pasando por diversos directores y guionistas que hicieron todas las permutaciones posibles. Finalmente, en 1990 la Warner le pidió a Dante de nuevo hacer una continuación. Dante dijo que la haría si le daban completa libertad y le dejaban hacer lo que quisiera. La Warner aceptó y así nació Gremlins 2: la nueva generación (Gremlins 2: The New Batch). Más que una continuación se trata de una parodia de la primera película en la cual hacen chistes a costa de las escenas y detalles más recordados de la primera entrega. Y si bien la película no es tan buena como la primera, sí que resulta tremendamente divertida y entretenida. Recuerdo además que cuando la vi en el cine había una secuencia en la que los gremlins se cargan la propia película y la acción pasa a un cine en la que Hulk Hogan amenaza a los gremlins para que vuelvan a ponerla. Pero cuál fue mi sorpresa cuando vi la película otra vez en vídeo y esa escena había desaparecido sustituida por un equivalente televisivo. Pensaba que ya no la volvería a ver jamás pero por fortuna fue incluida en la edición en DVD.

Entre los cinco y los diez años vi un montón de películas que me marcaron profundamente y fueron responsables de mi amor por el cine, su magia y su sentido de la maravilla. Gremlins es sin duda una de esas películas y si eres muy joven y todavía no la has visto, por favor, hazlo ya.




17 oct 2010

En compañía de lobos (The Company of Wolves)



Gracias a la revolución en efectos especiales de los ochenta se produjeron un buen número de películas de hombres lobo. Las más recordadas, claro, son Hombre-lobo americano en Londres (An American Werewolf in London, John Landis, 1981) y Aullidos (The Howling, Joe Dante, 1981); también hubo curiosidades como Lobos humanos (Wolfen, Michael Wadleigh, 1981). En 1984 se estrenó En compañía de lobos (The Company of Wolves, Neil Jordan) que si bien tiene transformaciones de hombre a lobo (y de mujer a loba) es un animal completamente diferente.

Angela Carter (en los relatos de la cual se basa la película) y Neil Jordan crearon una película que explora los aspectos más oscuros de los cuentos de hadas, haciendo énfasis en el aspecto sexual. Crearon una estructura que les permitía meter historias dentro de historias pero que no parece la típica película antológica sino que forma parte todo de una trama. Esta trama principal es la historia de la Caperucita Roja.

La película empieza en "el mundo real", con David Warner y Tusse Silberg, que interpretan a los padres de la joven protagonista, que llegan a su casa en el campo donde les espera su hija mayor (en la ficción quiero decir) Alice (Georgia Slowe). Alice va a despertar a su hermana Rosaleen (Sarah Patterson) que duerme en su habitación. A partir de este punto empieza la parte fantástica de la película, donde nos introducimos en el mundo de los sueños de Rosaleen, junto a su cabeza en la almohada podemos ver un libro titulado "El sueño roto", y que nos lleva a un pueblecito de cuento de hadas, claro, en el que vive la joven Rosaleen con sus padres y en el que su hermana acaba de morir atacada por lobos. Rosaleen pasa mucho tiempo con su abuela, que interpreta Angela Lansbury, que le cuenta historias con la intención de prevenirla contra los lobos que son "peludos por dentro". También le da tres consejos básicos: nunca te apartes del camino, nunca comas una manzana que ha tirado el viento y nunca te fíes de un hombre cuyas cejas se juntan.

Nunca te apartes del camino. Caperucita Roja es un cuento pensado para que las jovencitas no pierdan su virtud yéndose con el lobo y apartándose del camino de la virtud. Esta intención es la que pervierte Angela Carter en su versión de la Caperucita, haciendo que Rosaleen sea un chica curiosa de gran imaginación cuyas fantasías son alimentadas por las historias que cuenta su abuela. Neil Jordan, por otro lado, crea un fantástico tapiz visual. Influenciado por las películas de terror de la Universal y la Hammer, los expresionistas alemanes y films surrealistas como El manuscrito encontrado en Zaragoza (Rekopis znaleziony w Saragossie, Wojciech J. Has, 1965). Esta amalgama de influencias explica las imágenes que pueblan la película, algunas interpretables y otras puro placer estético. Por ejemplo, al principio de la película la transición entre mundo real y onírico la vemos representada con Alice, de la cual Rosaleen oye su voz y mete en su sueño, corriendo perseguida por encarnaciones gigantescas de los juguetes que vemos en la habitación de Rosaleen; en otro momento Rosaleen se sube a un árbol tremendamente alto, en la copa del cual encuentra un nido con huevos que al abrirse revelan unos bebés en miniatura de piedra.

En cada historia hay una transformación de hombre a lobo diferente, siendo las mejores la primera y la última. Los cuentos que se explican no son historias desarrolladas sino más bien viñetas y parábolas. Todas ellas ambientadas en un bosque y unos decorados estilizados y, de nuevo, de cuento de hadas que funcionan por su misma naturaleza artificial, como el bosque representado en Legend (1985) de Ridley Scott. Es una de esas películas que me encantaría enseñar a todo aquel que dice que Tim Burton es original.


15 oct 2010

Promesas del este (Eastern Promises)



Segunda colaboración entre Viggo Mortensen y David Cronenberg tras el éxito de Una historia de violencia (A History of Violence, 2005); penúltimo largometraje de David Cronenberg y fin de nuestro recorrido por todos sus largometrajes hasta que se estrene A Dangerous Method, su última película hasta ahora, actualmente en posproducción.

Como suele pasar cuando trabaja con un guión que no ha escrito él, el guión de Promesas del este (Eastern Promises, 2007) es de Steven Knight, Cronenberg se las arregla para llevarlo a su terreno. En este caso, una historia de thriller en el que una joven comadrona, encarnada por la siempre estupenda Naomi Watts, investiga la procedencia de un bebé tras la muerte de su madre en el hospital donde trabaja que la llevará a liarse con la mafia rusa, casi nada, y donde establece una ambigua relación con el mobster ruso Nikolai (Viggo Mortensen). Cronenberg usa esta trama para desarrollar un tema que le es muy propio como es el estudio de los subgrupos sociales que se crean aparte de la sociedad que compartimos la mayoría como ya mencionamos en el lejano post de Fast Company.

Cronenberg se centra en el estudio de los rituales y comportamientos de la mafia rusa, que llevan asociados consigo cierta transformación corporal. Es interesante también la relación casi shakespiriana entre Nikolai, el hijo del jefe mafioso Kirill (Vincent Cassel) y el jefe mafioso Semyon (Armin Mueller-Stahl), donde vemos como se favorece a Nikolai por encima del hijo y los conflictos que esto conlleva; esto añade un elemento dramático a un thriller que poco a poco se encamina hacia terrenos más propios del cine criminal y mafioso.

De esta manera consigue Cronenberg rodar una película que no parte de un guión original suyo como si lo fuera, manteniendo intacto su estilo a la hora de narrar la historia. También destacar la interpretación de Mortensen, nada que ver con el personaje que encarnaba en Una historia de violencia. Será interesante ver como se desarrolla la tercera colaboración entre ambos que será A Dangerous Method, en la que Mortensen encarna a Sigmund Freud.

14 oct 2010

Una historia de violencia (A History of Violence)


En el 2005 David Cronenberg volvió a experimentar un éxito de taquilla y no sólo crítico con Una historia de violencia (A History of Violence), adaptación del cómic original escrito por John Wagner y dibujado por Vince Locke.

Tom Stall (Viggo Mortensen) disfruta de una vida tranquila y anónima. Está casado con la bella Edie (Maria Bello) y tienen dos hijos. Todo cambia cuando Tom evita un atraco enfrentándose a un par de ladrones asesinos. El salto a la fama de Tom provoca la aparición de Carl Fogarty (Ed Harris), un sicario mafioso que empieza a acosar a Tom. A partir de entonces, Tom deberá enfrentarse a su pasado si quiere mantener su familia a salvo.

La película, que se beneficia también de la presencia de William Hurt, sigue de forma bastante fiel el cómic dejando fuera solo los flashbacks y toda la historia de Tom de joven. El estilo de Cronenberg a la hora de manejar la cámara facilita que la tensión se vaya adueñando del espectador de una forma sutil al tiempo que se reflexiona sobre si podemos cambiar lo que somos.

Creo que ahí radica la base del film. ¿Podemos cambiar nuestra naturaleza obligados por nuestra conciencia? Tom desde luego lo intenta y está en manos del espectador decidir si lo consigue. Pero podéis mejor ver que opina el propio Cronenberg en esta aparición del director en el programa Redes, precisamente a raíz del estreno de Una historia de violencia.





13 oct 2010

Spider



David Cronenberg recibió el guión de Spider que Patrick McGrath había escrito adaptando su novela indicando que Ralph Fiennes estaba interesado en interpretar al protagonista. Tras leer unas pocas páginas del guión decidió dirigir la película. Cronenberg declaró en una entrevista que un director ha de tener una continuidad en lo que son las temáticas y estilos de las películas que hace, pero no hacerlo de forma consciente, los proyectos llegan y de forma natural encajan en la trayectoria del artista. Teoría que parece confirmarse con la forma en que llegó el proyecto de dirigir Spider (2002) y como encaja dentro de su filmografía.

Si bien la novela en que se basa no la he leído, sí he leído otras obras del autor (Locura y Trauma en editorial Mondadori), caracterizadas por un fuerte componente psicológico y una seria carga emocional, haciendo énfasis en las enfermedades mentales. Así, reconozco el tono y estilo de la narrativa como propios de McGrath pero Cronenberg los adapta bien a su estilo visual. Cronenberg ya había rodado otras películas desde el punto de vista de un protagonista que no percibe la realidad de manera convencional. De este modo, vacía las calles por las que transita Spider de manera que se enfatiza su soledad y aislamiento, solo de vez en cuando se cruza con algún otro ser humano. Eso sin contar sus experiencias en la casa de donde se supone que se va recuperando.

Ralph Fiennes es Spider, el esquizofrénico protagonista. Fiennes realiza un buen trabajo en la creación de este personaje que vive completamente encerrado en si mismo. En el reparto destacan también Miranda Richardson que hace un trabajo soberbio en la película y cuyo mérito es palpable realmente al final de la misma. Gabriel Byrne como padre de Spider tiene seguramente el papel más difícil pero lo lleva a buen término.

En este film, Cronenberg nos hace pasar hora y media en la mente de una persona con severos problemas mentales. En ese aspecto no es un film fácil, pero es fascinante explorar un personaje tan diferente a uno mismo pero que al mismo tiempo tiene partes de todos nosotros (o todos nosotros partes de él) por lo que acaba atrapando.


Trailer - Spider (VO)
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Añado aquí una entrevista que Eduardo Punset le hizo a Cronenberg poco después de estrenar Spider. La podéis ver entera clicando en los vídeos relacionados que aparecen al terminar este clip.

12 oct 2010

eXistenZ



Recuerdo salir del cine después de ver esta película con la sensación de que acababa de ver un ejercicio hasta cierto punto nostálgico por parte de Cronenberg. eXistenZ retoma algunos elementos de los primeros films de Cronenberg, en concreto cómo puede nuestro cuerpo cambiar a través de la ciencia o cómo nos afectan los nuevos lenguajes tecnológicos. Un aspecto en el que tiene mucho en común con Videodrome (1983), pero mientras en Videodrome se estudia como podía afectar el medio televisivo a la persona, aquí son los videojuegos y la realidad virtual. Otro elemento que llama la atención es el humor, el humor seco e irónico abunda en esta película que también parodia las películas de espías.

Jennifer Jason Leigh es Allegra Geller y Jude Law es Ted Pikul, la pareja protagonista. Ella es la creadora de eXistenZ, un nuevo videojuego que crea una realidad alternativa y él es el encargado de protegerla cuando su vida peligra por culpa de unos fanáticos que la quieren muerta. Ted y Allegra deberán jugar a eXistenZ para saber si ha sido dañado o no.

En húngaro la palabra "dios" se escribe "isten", de ahí que la X y la Z estén en mayúsculas enmarcando la palabra. Religión y realidad alternativa son los temas centrales de la película, influenciada por la novela de Philip K. Dick Los tres estigmas de Palmer Eldritch (publicada por Minotauro, leed a Philip K. Dick, es un genio) a la que se hace una pequeña referencia en el film. De ahí tal vez sale también el tono de la película que como he mencionado es bastante humorístico para tratarse de Cronenberg. También destacan en el film las "consolas" que usan los personajes para jugar. Rosa carne, tienen un aspecto orgánico que les da un punto inquietante.

La película postula una interesante reflexión sobre qué es la realidad. Según Cronenberg, toda realidad es virtual ya que depende de como la reciben nuestros sentidos. Por tanto, los universos creados en estos juegos son tan reales (o tan poco reales) como la realidad exterior. Sin entrar en detalles, pero el final le da a todo un giro que nos plantea esa misma cuestión: ¿una realidad es verdadera y la otra falsa o son ambas falsas? ¿O reales?

En resumen, una interesante pieza de ciencia-ficción que Cronenberg dirigió entre dos proyectos cargados emocionalmente.

11 oct 2010

Crash



Estrenada en 1996, Crash fue una película tremendamente polémica en su momento debido a su contenido sexual. Basada en la novela homónima de J. G. Ballard, ciertamente en la película abundan las escenas de sexo pero lo que las hizo polémicas es que, creo, en su momento la gente no podía identificar exactamente por qué se sentían tan incómodos viéndola. La razón es que el sexo no está rodado de manera que resulte excitante o morboso como está acostumbrada la gente (les guste o no). Todo lo contrario, son escenas de sexo tremendamente frías que muestran cómo de distantes y disfuncionales son las relaciones de los personajes.

Al igual que hiciera con El almuerzo desnudo (The Naked Lunch, 1991), Cronenberg recrea no sólo la novela sino parte del universo del escritor J. G. Ballard, incorporando incluso un fragmento de La exhibición de atrocidades que recita uno de los personajes. 

En Crash los personajes habitan una ciudad cuyas estructuras frías y rígidas son una expresión arquitectónica de las emociones anestesiadas de sus habitantes. Personajes tan aturdidos emocionalmente que intentan reparar su castración emocional a través de los accidentes de coche. Experimentan los choques que provocan con sus vehículos como intensos orgasmos, el impacto con el otro vehículo un equivalente a alcanzar el clímax sexual.

Estos orgasmos automovilísticos son la única manera de experimentar cualquier tipo de emoción que les queda a sus protagonistas. Así, Ballard (James Spader) y su esposa Catherine (Deborah Kara Unger) empiezan actuando todavía hipnotizados y aturdidos por el acero y el cemento de la ciudad. A medida que se vayan introduciendo en la cultura subterránea de los accidentes de coche irán despertando. Helen (Holly Hunter) y Gabrielle (Rosanna Arquette) se encuentran en proceso de ello, siendo Gabrielle la que está más cerca y la que ha ido más lejos. Pero si hay un personaje que ha ido lejos es Vaughan (Elias Koteas) que ha creado toda una filosofía alrededor de ello.

Una de las mejores películas de Cronenberg, beneficiada por una perturbadora y apropiada banda sonora de Howard Shore. No es una película para todos los paladares y es posible que si no estáis acostumbrados a este tipo de narrativa os resulte desagradable, pero para mí es un gran título muy recomendable.