"Una modesta película de miedo", así definió John Carpenter su clásico de 1980 La niebla (John Carpenter's The Fog) en la presentación que hizo de la misma en DVD. Carpenter también ha comentado que esta fue una de las películas más difíciles y complicadas de su carrera.
Tras el gran éxito de La noche de Halloween (Halloween, 1978), en lugar de repetir la fórmula que le había dado éxito, Carpenter y su productora y coguionista Debra Hill decidieron crear una historia de fantasmas que bebiese tanto de elementos clásicos como de los cómics EC. Pero si la historia que escribieron no era excesivamente complicada, si lo fue su realización. O más bien, su posproducción, ya que Carpenter se vio en la necesidad de re-editar, filmar escenas adicionales y rehacer la banda sonora cuando estaba claro que el producto original no funcionaba. El director culpa su propia inexperiencia y el no tener claro como conseguir su objetivo final.
El objetivo final era la estupenda película de miedo que es hoy La niebla.
La película cuenta como en el centenario del pueblo Antonio Bay, una misteriosa y sobrenatural niebla trae consigo extraños fenómenos y unos resucitados hambrientos de venganza. Esta sencilla historia permite llenar la película de una inquietante atmósfera que atrapa al espectador. La inspiración para la niebla sobrenatural surgió durante un viaje que hizo Debra Hill a Stonehenge en el cual vio el monumento cubierto de niebla. Hill y Carpenter empezaron a elaborar una historia que les permitiría crear una película que fuese, básicamente, una historia de fantasmas de la vieja escuela.
Carpenter puebla su cinta con un gran reparto, todos veteranos ya del maestro: Tom Atkins (el cual también aparecerá en 1997: Rescate en Nueva York [Escape from New York, 1981]), un gran actor de carácter; Jamie Lee Curtis y su madre Janet Leigh, Nancy Loomis, Hal Holbrook y la estupenda Adrienne Barbeau, en aquel momento esposa de Carpenter.
Todo el reparto consigue darle realismo a las diferentes secuencias de suspense de las que disfrutamos. Especialmente destaca Adrienne Barbeau como Stevie Wayne, dueña y locutora de la radio local que se enfrenta sola a los habitantes de la niebla en un faro en la que es para mí la secuencia más tensa de la película.
La elección del formato panorámico le da cierta clase a lo que era una producción de bajo presupuesto, pero también es el formato preferido por Carpenter, el cual compone cada encuadre de forma excepcional, aprovechando al máximo el formato llenando el plano. Su estilo resulta especialmente efectivo en la secuencia de los títulos de crédito, cuando muestra como toda una serie de extraños fenómenos se producen en el pueblo, y cuando muestra la muerte de los pescadores del Seacrest al principio, colocando a uno de los personajes a la izquierda del plano dejando el resto a oscuras, aumentando así la sensación de amenaza de la oscuridad ya que tiene más peso que si el personaje se encontrase en el centro de la pantalla. Además, toda la maestría visual de Carpenter se ve realzada por una tremenda banda sonora (podéis bajarla en The Inferno Music Vault) muy efectiva y, de nuevo, atmosférica compuesta por el director.
También destaca el prólogo, en el cual vemos a un grupo de muchachos a los que el veterano actor John Houseman les cuenta una historia de fantasmas, muy importante para la trama, y que sirve para ejemplificar lo que Carpenter quiere hacer con nosotros.
Aquí no tenemos subtexto, alegorías o complejas tramas. La niebla es una sencilla y efectiva película de miedo que se ha mantenido todos estos años porque consigue transmitir una auténtica sensación de suspense y tensión. El director llena la película de referencias y homenajes (tanto a compañeros de profesión como a clásicos del cine de terror), una serie de guiños que acaban de redondear el conjunto.
Doy por supuesto que la mayoría conoce o le resulta familiar la película. En caso contrario, podéis verla en Blu-ray, aunque la edición no tiene ningún extra de modo que si tenéis la edición especial en DVD, con comentarios de John Carpenter y documentales y demás, guardadla como oro en paño.
El objetivo final era la estupenda película de miedo que es hoy La niebla.
La película cuenta como en el centenario del pueblo Antonio Bay, una misteriosa y sobrenatural niebla trae consigo extraños fenómenos y unos resucitados hambrientos de venganza. Esta sencilla historia permite llenar la película de una inquietante atmósfera que atrapa al espectador. La inspiración para la niebla sobrenatural surgió durante un viaje que hizo Debra Hill a Stonehenge en el cual vio el monumento cubierto de niebla. Hill y Carpenter empezaron a elaborar una historia que les permitiría crear una película que fuese, básicamente, una historia de fantasmas de la vieja escuela.
Carpenter puebla su cinta con un gran reparto, todos veteranos ya del maestro: Tom Atkins (el cual también aparecerá en 1997: Rescate en Nueva York [Escape from New York, 1981]), un gran actor de carácter; Jamie Lee Curtis y su madre Janet Leigh, Nancy Loomis, Hal Holbrook y la estupenda Adrienne Barbeau, en aquel momento esposa de Carpenter.
Todo el reparto consigue darle realismo a las diferentes secuencias de suspense de las que disfrutamos. Especialmente destaca Adrienne Barbeau como Stevie Wayne, dueña y locutora de la radio local que se enfrenta sola a los habitantes de la niebla en un faro en la que es para mí la secuencia más tensa de la película.
La elección del formato panorámico le da cierta clase a lo que era una producción de bajo presupuesto, pero también es el formato preferido por Carpenter, el cual compone cada encuadre de forma excepcional, aprovechando al máximo el formato llenando el plano. Su estilo resulta especialmente efectivo en la secuencia de los títulos de crédito, cuando muestra como toda una serie de extraños fenómenos se producen en el pueblo, y cuando muestra la muerte de los pescadores del Seacrest al principio, colocando a uno de los personajes a la izquierda del plano dejando el resto a oscuras, aumentando así la sensación de amenaza de la oscuridad ya que tiene más peso que si el personaje se encontrase en el centro de la pantalla. Además, toda la maestría visual de Carpenter se ve realzada por una tremenda banda sonora (podéis bajarla en The Inferno Music Vault) muy efectiva y, de nuevo, atmosférica compuesta por el director.
También destaca el prólogo, en el cual vemos a un grupo de muchachos a los que el veterano actor John Houseman les cuenta una historia de fantasmas, muy importante para la trama, y que sirve para ejemplificar lo que Carpenter quiere hacer con nosotros.
Aquí no tenemos subtexto, alegorías o complejas tramas. La niebla es una sencilla y efectiva película de miedo que se ha mantenido todos estos años porque consigue transmitir una auténtica sensación de suspense y tensión. El director llena la película de referencias y homenajes (tanto a compañeros de profesión como a clásicos del cine de terror), una serie de guiños que acaban de redondear el conjunto.
Doy por supuesto que la mayoría conoce o le resulta familiar la película. En caso contrario, podéis verla en Blu-ray, aunque la edición no tiene ningún extra de modo que si tenéis la edición especial en DVD, con comentarios de John Carpenter y documentales y demás, guardadla como oro en paño.
8 comentarios:
Tiene delito que me haya tragado la inmensa mayoria de la filmografia de Carpenter y me falte esta, aún teniéndola en dvd.
¿cómo se puede tener una joya como ésta y no verla? Ya tienes algo que hacer el fin de semana. Por cierto, esta es una de esas pelis de miedo que son afrodisíacas, o sea que es mejor verla acompañado.
Estoy contigo, Raül, es una película de terror de presupuesto limitado que sólo alguien como Carpenter puede hacer con ese encanto, un maestro en este tipo de historias, muy personal y con un estilo inconfundible. El inicio, el viejo marinero contándoles a los niños pequeños ese cuento, es acertadísimo, porque la peli es como un cuento de miedo. Como comentas también, la recreación de la atmósfera es cojonuda. Mu buena elección y enhorabuena por el post. Un salutti.
Como señalas, Javi, todo el ambiente de cuento de fogata que tiene la película es realmente estupendo.
No recuerdo que me gustara especialmente pero sí tenía algunos momentos de tensión muy logrados. Casi todas las películas de Carpenter han ganado con los años, para mi gusto, y son un gran ejemplo de cine hecho con poco pero que da mucho. Buena prueba de ello es que muchas de sus obras se consideren hoy clásicos del cine, aunque sean clásicos de Serie B, eso es lo de menos, pero grandes clásicos al fin y al cabo.
saluditos
La prueba de que son clásicas, Lillu, y de lo modernas que siguen siendo está en el hecho de que los remakes que se han ido haciendo de sus películas de forma sistemática parecen más antiguos y son mucho menos efectivos que los originales.
concuerdo con ese ultimo concepto, yo lamentablemente vi primero el remake y despues (ahi recien) pude hacerme con la original, despues eh pecado de no saber apreciar el film por haberme llevado un chasco con el susodicho remake... q para mi... ni superboy lo salva
Supongo que hay cosas que no se pueden "desver". Vuelve a ver el original pasado un tiempo, tal vez en una oscura noche lluviosa, y puede que los deisfrutes más.
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