-¿Qué quieres decir que nunca has visto Casablanca?
N. se encogió de hombros, provocando que sus pechos se movieran de manera que parecían subrayar deliciosamente el movimiento.
-Bueno, es una de esas pelis de las que has oído hablar tanto que es como si la hubiera visto y, no sé, siempre me ha dado un poco de mandra.
-Vamos. A esto hay que ponerle remedio inmediato.
Me levanté y con la mano izquierda cogí una manta y con la derecha cogí a N. de la mano y la saqué de la cama.
-Pero... ¿ahora?
-Claro que sí. No hay momento como el presente.
102 minutos más tarde.
-¿Qué te ha parecido?
-Está muy bien. Me ha gustado mucho. Me esperaba algo como más antiguo, pero es bastante rápida y entretenida. Y emocionante, tú te has emocionado, ¿a qué sí?
-A ver, yo estaba pendiente de la peli. Ten en cuenta que es casi un milagro que saliera algo bueno de ahí.
-¿Qué quieres decir?
-En aquel momento, a principios de los 40, Casablanca sólo era una más de las producciones que tenía en marcha la Warner. Entonces los estudios hacían las películas en cadena, cuando un técnico acababa en una se ponía a trabajar en la siguiente, ya que estrenaban una peli nueva cada semana. Y ésta era una más en la cadena. El presupuesto era mediano, ni tan bajo para ser una peli de serie B ni tan alto como para ser considerada una de las producciones prestigiosas del estudio, era una más. Luego los actores protagonistas: Bogart pensaba que sería mala porque les llegaban nuevas páginas de guion cada día y Bergman estaba más pendiente de lo que sería su siguiente proyecto, Por quién doblan las campanas, que de lo que estaba rodando en ese momento. Ni siquiera sabía cómo se resolvería el triángulo entre ella, Bogart y Henreid porque empezaron a filmar sin que estuviera el guion terminado.
-Pues nadie lo diría, ella me ha gustado mucho.
-Creo que fue como el Método antes del Método, ¿sabes?
-Strasberg.
-Eh, sí, muy bien.
-Es que de vez en cuando escucho lo que dices. ¿O pensabas que era sólo una cara bonita?
-No, no. Claro que no, también tienes unas estupendas tetas. El caso es que creo que la tensión de no saber que pasaría al final y recibir casi cada día páginas nuevas de guion fue beneficiosa a la hora de interpretar unos personajes que se encuentran en un momento especialmente tenso de sus vidas, ¿sabes?. Pero como digo, fue todo un milagro, y la famosa frase final fue un añadido del productor Hal Wallis, que pensó que hacía falta algo para cerrar la película, le pasó un par de opciones a Bogart que escogió la que finalmente se grabó y se añadió al montaje final.
-Bueno, sea como sea me ha gustado mucho.
-Es la quintaesencia del sistema de estudios. Cuando cada estudio tenía un estilo propio y unos temas que trataba exclusivamente. Y Warner era el experto en este tipo de pelis. Además has tenido la fortuna de verla en su forma original. Al franquismo no le hizo mucha gracia el pasado de Rick ni el tono antinazi que tiene, así que lo que no pudieron alterar mediante el doblaje, lo cortaron, como la escena en que se canta la Marsellesa.
-No jodas que cortaron esa escena, es una de las que más me ha gustado.
-Pues sí. Luego ya la restauraron y cuando salió en vídeo creo recordar que era ya restaurada. Pero la verdad es que no me acuerdo, hace mucho tiempo que la vi en vídeo. El doblaje no sé si sigue siendo el que dejó el franquismo.
-¿Por qué no lo vemos?
-Es que la idea de verla doblada me da náuseas.
-Va, no seas así, trae. Vamos a verlo.
-Joooder, suena como el culo. Tenías razón.
-Sí. Supongo que para restaurar los diálogos decidieron doblarla toda de nuevo.
-Pues fatal. Fatal. El tío de los ojos saltones...
-Peter Lorre.
-Ése. Le quitan toda la gracia. Suena plano y muy mal. Oye, ¿volvemos a la cama?
-Claro que sí. Pero ve tú delante que me gusta verte caminar.
Más tarde.
-Dime una cosa...
-¿Qué?
-Te has emocionado de verdad viéndola, ¿a que sí?
-¿Por qué insistes tanto con eso?
-Hombre, porque siempre que ves una peli estás tan como ausente, sin reaccionar ni nada, que parece que te has muerto, a no ser que sea de risa y te haga algo gracia. Me gusta ver que no eres tan cool, que no eres como impenetrable a cualquier emoción.
-Claro que me emociono, pero lo escondo muy bien. Supongo que me cuesta más con obras como Casablanca, que es una de las mejores películas que se han hecho nunca y eso es tan indiscutible como... como que eres rubia natural.
La acaricié y ella atrapó mi mano con sus muslos. Y me besó riendo. Y eso es lo que más echo de menos de ella. No volvimos a ver juntos Casablanca.
13 comentarios:
Está chula la entrada, original la manera de hablar de Casablanca con ese diálogo cinéfilo.
Un saludo, Raül. Buena entrada.
Gracias. Oye, Piolín haciendo de Peter Lorre ¿no te parece lo más divertido que has visto en la vida? Yo no puedo evitar reírme cada vez que lo veo.
La verdad es que sí, mucho. Está todo muy gracioso ;-)
PD: Leí la entrada porque iba con prisa y no vi el vídeo... ahora sí...
Bonita historia xD Casi mejor que la de Casablanca...
Yo le tenía mucha manía a Casablanca, como se la tengo a todas esas películas que llevan el subtítulo de "la mejor película de la historia del cine", pero un día, estando enferma, además, me la puse y me encantó. Guardo muy buen recuerdo de ella.
Javi, te lo dije.
Bea, apuntas un interesante hecho: muchas veces se nos machaca tanto con la calidad e importancia de algunas películas que se consigue un efecto contrario al deseado: se le coge manía a la película. Yo por eso evito como la peste libros del estilo 1001 películas que hay que ver antes de morir y basura por el estilo. E ignoro la gente que me dice que HE DE VER una película (sea cual sea). Prefiero las recomendaciones y las sugerencias.
Eso que comentáis es justo lo que me pasó con Avatar (y otras cuantas). Taaaanto bombo, y luego aquello no merecía ni tres cuartas partes de lo que recibió. En fin, el hype es mortífero para estas cosas.
Una reseña muy original por cierto, Raül.
Dr. Gonzo, aunque Avatar en el cine no me gustó nada, el montaje del director sí que me gustó mucho. Es cierto que el hype es bastante perjudicial para cualquier película, por eso procuro no seguir noticias ni imágenes de los títulos que me interesan para verlas con una mente abierta. Y gracias, procuro ir variando para no repetirme.
Casablanca es mítica, una gran película, con momentos memorables como el play it again Sam o siempre nos quedará París, con una Ingrid Bergman preciosa, es una historia bonita, fácil y entretenida, el rótulo de grande más bien la aleja del público lo cual no es necesario ya que es muy agradable tal como está. Tus diálogos están graciosos. Yo suelo ver con mi dama muchas películas, aunque muchas veces se duerme, prefiere las de Marley y yo o Paul, a veces le "obligo" a ver más difíciles. Y siempre es agradable ver caminar a las mujeres, si tienen curvas mucho mejor y si van sensuales con tacos y adornos despacito y con calma. Abrazos.
Bueno, Mario, ya sabes que play it again Sam nunca se dice en la película, fue la obra de Woody Allen la que hizo famosa la frase, pero sé que quieres decir con el misticismo de Casablanca.
Podría jurar que cuando Bogart se acerca donde el pianista de color le pide justamente que coloque una canción que lo pone sensible quizás no con la frase exacta, pero si dices que no existe la revisitaré para estar seguro. Me recuerda a eso que dicen que Doyle nunca escribió elemental Holmes, pero es casi como si lo hubiera dicho o alberga una esencia indisoluble del filme. Saludos.
No hay nada más emocionante que ver una película como esta con alguien que no lo haya visto aún, observar sus reacciones y desear que le guste tanto como a uno mismo. El vídeo una maravilla, de cuando los dibujos de la Warner no estaban domesticados como hoy en día. Le felicito por su blog.
Mario, ya tienes excusa para volver a ver esta maravilla, aunque no es que haga falta ninguna.
Pepe Cahiers, tienes razón, siempre se disfruta más una película cuando se la descubres a alguien. Carrotblanca no es sólo una estupenda parodia/homenaje de Casablanca, como dices, muestra hasta que punto eran políticamente incorrectos los Cartoons de la Warner.
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